Marinette tenía los ojos muy abiertos. Viendo a Adrien como si fuera un extraterrestre, un ser de otro mundo. Por la simple acción que realizo él. Unir sus labios con los de ella.

La había acabado de besar.

La besó.

Pego sus labios con los suyos.

Estaba inmóvil sin apartar sus ojos en los ojos color verde de él. Los cuales, brillaban picaronamente. De inmediato su cara comenzó a arder y un color rojo aparecer por sus mejillas como sus orejas comenzar a quemar al escuchar los murmullos de la pocas personas que había en el parque.

Quizás lo último se lo estaba imaginando. Pero tal vez no.

— ¡Quítate la ropa! —Exclamó torpemente Marinette con los nervios a flor de piel, quien no sabía lo que en realidad estaba diciendo.

El susodicho parpadeo varias veces un poco inseguro de haber oído correctamente. No obstante al notar que lo miraba de forma seria como esperando algo, le dio la sensación que había escuchado bien.

"¡Quítate la ropa!"

Adrien tenía las palabras aun merodeando en su mente, motivo por el cual, una sonrisa traviesa se formó en sus labios.

— Nunca creí que fueras tan atrevida Marinette...

— ¡No es lo que crees! —Gritó roja de la vergüenza, comenzando a sacarse su propia chaqueta ante la mirada fija de Adrien ¿Se iba a desnudar en el parque? ¿Enfrente de niños inocentes?

Y cuando acabo se la llevo a su cara que estaba rojiza. Cubriéndola.

— ¿Marinette? —Nombro extrañado.

— Ya está todo bien.

"Para ella"

Se dijo Adrien mientras veía extremadamente como tapaba su rostro con la chaqueta.

— Marinette —Llamó— ¿Que estás haciendo? —Preguntó mientras en sus labios borbotaba una sonrisa divertida.

— No quiero que me veas a la cara.

— ¿Por qué? —Cuestionó inocentemente.

— Porque estoy avergonzada.

— ¿Por qué?

Interrogó de nuevo como un niño pequeño.

— Porque todos vieron como nos besábamos.

— Marinette —Con tono condescendiente— Somos novios, te amo, no va a ser esta la última vez que te voy a besar —Ella se sonrojo mucho más fuerte, pareciendo que toda la sangre había parado en su cabeza. — Y si quieres que nadie nos vea, tengo un método.

Con eso dicho levanto la chaqueta que la tapaba, lo suficiente para ver su cara y estirando los dos lados de la misma como sus mangas, cubrió el perfil de Marinette de forma completa.

— Ahora si puedo besarte sin espectadores.

Repuso, dibujándosele una sonrisa antes de unir los labios con ella, la misma chica que sentía que su chaqueta se estaba incendiando como su cara al sentirse besada -de nuevo- por Adrien.