Sinopsis: ¿Cómo obtendrá Luka su miraculous? ¿Qué pasaría si fuera el maestro Fu quien se lo diera, y de paso, le permitiera conservarlo? Ahora, Viperion comienza a frecuentar a Marinette, ¿acaso Chat Noir lo tolerara?
Nota: La verdad siempre me encanto Luka, y cuando mire por primera vez a Viperion, fue amor a primera vista, y me inspiro para crear esta historia, que he plasmado y publicado con mucho cariño, espero que les guste, por cierto, lamento los errores ortográficos con antelación XD… sin más, ¡COMENCEMOS!
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-¿Esta seguro, maestro?
En un local de masaje y distintos tratamientos espirituales, un anciano miraba con seguridad y decisión el antiguo reproductor musical.
-Tal vez Marinette sea una de las mejores Ladybug hasta el momento – comento mientras introducía el código secreto – Pero no cambia que solo sea una niña menor a 15 años – tras decir aquello, endureció aún más la mirada, mientras su kwami le miraba con una mezcla de entendimiento y curiosidad – Aun con el apoyo de Chat Noir, otro par de manos no serían mal recibidas – el pequeño hombre tomo uno de los miraculous, para volver a sellar aquella caja en su escondite.
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En una embarcación a orillas del rio cena, un joven de no más 16 años tocaba una tenue melodía con su guitarra fiel desde su camarote.
-Oh, Marinette… - susurro con tristeza.
"deberías ir por el"
Maldijo nuevamente al recordar como literalmente la lanzo a los brazos del modelo, aquel día de patinaje cuando el ínsito a ir tras él, pero al mismo tiempo, sabía que ella lo amaba, y no podía forzar o exigir algo que la chica no le podría dar.
-¡Ayuda!... ¡Por favor! – se sobresaltó por el grito, y junto con su madre corrió a la cubierta, terminando por ver ambos horrorizados como un adulto mayor había caído al rio y luchaba en un vano intento de mantearse a flote.
Sin pensarlo dos veces, el chico tomo un salvavidas y se lanzó al agua, importándole poco el grito de su progenitora y nado con gracia hasta el pobre sujeto.
-¡Tranquilícese! Y sujétese por favor – le ordeno más que otra cosa, ayudándolo a sostenerse del inflable, antes de que la capitana de "Le Liberte" llegara en su auxilio. Cuando subieron al barco, el pelinegro con mechas azules sostenía al mayor, dándole palmadas en la espalda en lo que este tocia a cantaros, aun luchando por recuperar el oxígeno, todo esto en lo que Madame Anarka navegaba al hospital más cercano.
-¿Esta bien, señor? – pregunto respetuoso y genuinamente preocupado el oji-azul cuando vio que el hombre al fin comenzaba a recuperarse.
-Lo estoy ahora, gracias a ti muchacho – le reconoció mientras le regalaba una sonrisa que el chico correspondió - ¿podría saber el nombre de mi salvador? – pregunto.
Couffaine – se presentó ligeramente sonrojado – No es para tanto señor, cualquiera lo hubiera hecho – le restó importancia al asunto.
-En eso te equivocas jovencito – le corrigió con una expresión de completa sabiduría. Después de ello, le embarcaron cerca del centro médico más próximo, y aunque el guitarrista insistió a morir, el pequeño hombre se negó a ser acompañado, agradeciendo nuevamente su ayuda.
Y cuando el transporte acuático comenzó a alejarse, el maestro Fu sonrió con suficiencia antes de cruzar sus manos detrás de la espalda y emprender camino a su hogar.
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Luka entro a su recamara totalmente empapado, con el único deseo de tomar un baño, y tras lanzar la ropa en el cesto, entro para tomar y relajante ducha caliente.
Al salir del baño, tenía una toalla alrededor de su cintura mientras secaba con otra su cabellera; se vistió sin prisa, y cuando por fin estuvo listo, se lanzó de lleno a la cama, suspirando cansado.
Comenzó a incorporarse para tomar nuevamente su instrumento, como noto una pequeña caja hexagonal en su mesa de noche, la cual tenía unos grabados de origen asiático. Con curiosidad, abrió el objeto, creyendo que tal vez su madre se lo había dejado, pero un cegador brillo le hizo retroceder.
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-¡Ladybug, Cuidado! – el héroe felino se lanzó contra su Lady, logrando que ambos esquivaran el ataque del akumatizado.
-Gracias gatito… - soltó la chica respirando con dificultad y se incorporaba.
-No hay de que… ¿Y? ¿Cuál es el plan? – pregunto el exhausto rubio. Ladybug se encogió de hombros – eso no es muy alentador – suspiro.
El akuma era una chica acusada injustamente de robo, la cual lanzaba cuchillos (los cuales dominaba mentalmente) a diestra y siniestra, "demostrando lo delictiva que puede llegar a ser" y no les había dado descanso alguno, u oportunidad para que la azabache lograra usar su poder, y ambos temían alejarse mucho uno del otro, puesto que se cuidaban mutuamente.
-¡¿QUE SUCEDE!? ¿SOY DEMASIADO PARA USTEDES? – les grito la akuma antes de reír maniáticamente.
-Quiero sacarle los dientes… - murmuro la heroína por lo bajo, a lo que su compañero soltó una ligera carcajada. Antes de que el oji-verde le respondiera con alguno de sus chistes, la villana se lanzó nuevamente al ataque, obligándolos a retroceder, lanzando sus dagas, terminando por cortar la mejilla de la chica de coletas, asiéndola sisear maldiciendo por lo bajo.
-¡¿Estas bien, My Lady?! – pregunto Chat alarmado.
-Si… pero esto ya me está hartando – le calmo limpiando sin cuidado su mejilla. Otra lluvia de dagas les llevo a separarse, cada quien concentrándose en no ser mutilado por los puñales.
-¡LADYBUG! – Chat Noir grito para alertar a su compañera, contemplando horrorizado como 4 de estos mortales objetos iban directamente hasta ella, siendo casi imposibles de esquivar, y él estaba demasiado lejos como para ayudarla.
La azabache volteo tras el llamado del rubio, pero las filosas armas estaban demasiado cerca, paralizándose por un pequeño instante, cerrando instintivamente los ojos, pero de pronto, se vio sintió envuelta en unos fuertes brazos, antes de comenzar a rodar nuevamente por el duro suelo. Abrió los ojos para agradecerle a su minino, sorprendida de que hubiera llegado tan rápido, pero sus palabras murieron en su boca cuando no encontró aquellos ojos verdes tan felinos, sino un par de orbes color ámbar que te hipnotizaban. Parpadeo confusa antes de detallar bien el rostro de su salvador "el miraculous de la serpiente" reconoció sorprendida.
-¿estás bien? – su voz profunda casi le hace estremecer. Asintió incapaz de mediar palabra, antes de que el misterioso chico se levantara y le ayudara a levantar.
Ahora ladybug noto que el misterioso chico era mucho más alto que ella o Chat, por lo que supuso que era algo mayor que ambos. Le miro sospechosa.
-¿Quién eres? Y ¿Cómo obtuviste un miraculous? – No pudo contestarle puesto que otra lluvia de navajas se lanzó contra ellos.
-No creo que sea el momento preciso para responderle, Ladybug – la azabache arrugo el ceño por la formalidad en sus palabras, pero decidió dejarlo para después, por lo que miro a la akumatizada y luego a Chat Noir que intentaba esquivar los puñales.
-¡Lucky Charm! – un gigantesco imán cayó en sus brazos, y no tuvo que pensar mucho antes de deducir lo que trataba de decirle - ¡Tu! - llamo al recién llegado – ayuda a Chat, tengo un plan – este acato su orden sin rechistar, y ella rápidamente corrió a una tienda, tomando cinta adhesiva, para entrar a otro edificio y pegar el hierro magnético a la pared con esta.
*Mientras*
Chat suspiro aliviado cuando su lady estuvo fuera de peligro, pero tampoco vio con buenos ojos la escena, ¿Quién era ese sujeto? ¿Por qué tenía un miraculous? No pudo seguir pensándolo mucho puesto que ahora el akuma se lanzaba contra el ahora con un sable samurái, teniendo que usar sus habilidades como esgrimista. No paso mucho antes de que ese misterioso nuevo integrante viniera en su ayuda.
-Valla, un nuevo compañero – hablo con una sonrisa algo forzada – bienvenido a bordo – agrego antes de esquivar otra estocada.
-gracias, Chat Noir, es un honor – agradeció con una sonrisa y de igual modo se lanzó al ataque.
-¿OTRO MÁS DE USTEDES? – Grito el akuma – NO HAY PROBLEMA, LOS ACABARE NO IMPORTANDO CUANTOS SEAN – lanzo nuevamente sus cuchillos, a lo que ellos tuvieron que dar piruetas para lograr esquivarlas.
Ladybug llego junto a ellos, mirando fijamente al akuma.
-Chico serpiente, usa tu poder, nosotros la distraeremos – ambos varones asintieron, y tanto la mariquita como el felino se lanzaron al ataque.
El pelinegro suspiro buscando concentración, antes de comenzar a tomar hábilmente su arpa, formando una esfera de energía dorada, tomarla y lanzarla a la akumatizada.
Mientras, la heroína de coletas y su compañero rubio, pelaban fuertemente contra la victima de Hawk Moth, esquivando al mismo tiempo sus navajas, y de una patada la azabache la contrallo contra una pared, enfureciéndola aún más.
-ESTA LA PAGARAS, LADYGUB – intento lanzar sus armas hacia ellos, confundiéndose cuando nada de eso sucedió - ¿pero qué…? – volteo para encontrar a toda su artillería unida al muro.
-¡Hipnosis Fort! – Se escuchó de pronto, la villana no pudo esquivar aquel ataque y termino completamente fuera de sí. Ella misma tomo el objeto demonizado antes de romperlo.
-Ya no harás más daño pequeño akuma – hablo rápidamente Ladybug cuando la mariposa comenzaba a escapar, lanzando el yo-yo para atraparle - ¡Yo te libero del mal! – La atrapo exitosamente, sonriendo con satisfacción - ¡te tengo!... Adiós pequeña mariposa – se despidió del ahora purificado ser - ¡Miraculous Ladybug! – grito volviendo todo a la normalidad.
-¡Bien hecho! – celebraron la oji-azul y el oji-verde como ya era costumbre. Ambos sin separar sus puños miraron al nuevo compañero esperando a que se uniera, y este, con una sonrisa, acepto la invitación.
-Buen trabajo – felicito Chat.
-Sí, tengo que admitir que estuviste muy bien – continuo Ladybug – Ahora, ¿Cómo obtuviste el miraculous? – pregunto de nuevo, ahora con porte serio.
-Yo… lo encontré en mi habitación – respondió nervioso, La peli-azabache y el rubio se miraron.
-De casualidad… ¿ayudaste a un viejito con camiseta Hawaiana? – interrogo el felino.
-¡Chat! – le regaño ladybug por su imprudencia.
-¡¿Qué!? Es la única manera de saber – se defendió encogiéndose de hombros.
-Ahora que lo dices… - hablo el oji-ámbar interrumpiéndolos – si… era un hombre de unos 80 y tantos, había caído al rio Sena y lo ayude a salir – explico como si nada. El otro par abrió grandemente los ojos y luego Chat soltó un silbido.
-Valla, ese anciano no conoce la jubilación ¿cierto? – se burló este.
-¡Chat! – Le grito de nueva cuenta dispuesta a reprenderlo, pero el pitido de sus aretes le interrumpió – creo que ya es hora de irnos… ¿Cuál es tu nombre? – se dirigió ahora al mechi-azul. Este Pareció pensarlo un segundo antes de sonreír.
– Viperion, llámenme Viperion.
-Muy bien, Viperion, nos vemos pronto – se despidió, lanzar su yo-yo y perderse entre los edificios.
-¡Hasta la próxima, compañero! – le siguió Chat Noir.
Primera misión, primer encuentro, primera batalla. Pronto muchas cosas comenzaran a cambiar.
OooooooO
¿Qué les parece? ¿Merece comentarios? ¿Continuación?
¡Un Abrazo de Oso y Un beso Empalagoso! Hasta la próxima.
