Este es mi primer fic de The 100. Es una serie que empecé no hace mucho, pero que me ha encantado a pesar de lo mucho que me desespera. Y, como amo a Octavia, supe desde el principio que mi primer fic sería sobre ella.

#PALABRAS: 536.

AVISO: Este fic participa en la Misión de Apertura: "Tu personaje favorito" del foro "The 100: Love or die?

DISCLAIMER: Ninguno de lo personajes me pertenece, son propiedad de la CW.


DE NINGÚN LUGAR

Todo había acabado. Los cuarenta y siete habían sido rescatados, junto a todos los terrícolas; y la amenaza de Mount Weather también había sido erradicada. Estaban a salvo, al menos por el momento. Pero Octavia, sin embargo, nunca se había sentido tan poco segura.

No se sentía segura, porque ella ya no era parte de ellos. No era parte de la Gente del Cielo. Desde que habían bajado a la Tierra, ella había cambiado, de ser una adolescente con ansias de libertad a una mujer fuerte, valiente y decidida. Una terrícola. Podría decirse que había sido gracias a Lincoln que ella se había convertido en aquella nueva persona. Pero no era simplemente aquello. Ella habría cambiado de cualquier manera, con Lincoln o sin él. Porque ella nunca había pertenecido realmente a su gente.

Octavia Kom Trigedakru. Así la había llamado Indra. En aquel momento, después de haberlos guiado a ella y a los demás por los túneles hasta la puerta por la cual saldrían los cuarenta y siete, ella se había sentido muy orgullosa de sí misma. Por primera vez, había hecho algo por su cuenta; había ayudado a la gente sin tener que depender de nadie más. Ojalá hubiera durado.

Sin embargo, la chica no se arrepentía de haber desobedecido a Indra y de haberse quedado. Antes que pertenecer a ningún grupo, ella era hermana de Bellamy, y como tal, él era su prioridad. Así que, incluso si al hacer eso hubiera perdido su lugar entre los terrícolas, era consciente de haber tomado la decisión correcta.

El problema era que, si bien ella ya no era Octavia Kom Trigedakru, tampoco era Octavia Kom Skaikru. Ella ya no era ni Celeste ni Terrícola. Ella no pertenecía a ningún lugar.

—Octavia —era Bellamy, que se acercaba al lugar en el que ella estaba, sentada en un tronco mirando a la nada mientras que afilaba su cuchillo—. ¿Estás bien?

Octavia soltó una carcajada irónica. Miró a su hermano con una ceja alzada, y éste la miró con pena. Por supuesto que no estaba bien. Nadie estaba bien en aquel momento. Clarke y Bellamy sobre todo. Habían causado la muerte de una gran cantidad de personas en Mount Weather, y eso es algo que no se olvida fácilmente.

—Ya sé que no estás bien. Pero quiero saber si debería preocuparme —reformuló Bellamy su pregunta—. Sé que ninguno de nosotros está bien. Pero tú sigues pareciendo tan… estoica, que no sé si alegrarme o preocuparme.

—No tienes de qué preocuparte. Ya me conoces, Bell. Sólo estoy pensando.

—¿Pensando en qué?

—En lo que ha pasado —la chica seguía sin mirar a su hermano. Dejó el cuchillo en el suelo—. En lo que va a pasar. En ti, en Clarke. En mí.

—En ti. ¿Qué pasa contigo?

—Era la segunda de Indra. Ahora no soy nada.

—Eso no es cierto, O. Eres mi hermana —Bellamy le pasó un brazo por los hombros y la abrazó.

Sí, su hermano tenía razón. Era hermana de Bellamy. Era amiga de sus amigos.

No importaba si no se sentía parte de los Celestes, o si los Terrícolas no la aceptaban.

Ella era Octavia Blake. Y aquello era todo lo que importaba.