Buenas, hace tiempo que tenia ganas de escribir algo como esto, sobre Martín y Manuel (ArgentinaxChile), eh leído varios fics donde Manuel es así como etilo depresivo o algo por el estilo y me llama mucho la atención escribir algo así sobre él. Este es solo un prologo para ver que tal le va, aún así, si no tiene mucho interés lo seguiré publicando por el mero gusto de publicar xD

Si tienen alguna sugerencia o algo que quieren que pase solo díganmelo y veré como puedo incluirlo en el fic, porque esto es todo lo que tengo ;P

Ninguno de los personajes me pertenece :c solo me divierto escribiendo con ellos.


Incomprención

Él siempre tiene que entender a todo el mundo que lo rodea, pero nadie lo entiende a él. No va por el mundo fingiendo una radiante sonrisa y diciendo que esta todo bien, solo actúa natural. Con solo cuatro años tenia que entender que su madre estaba enferma y debía cuidar que no se hiciera daño, si algo como eso pasaba debía tomar de inmediato el teléfono y llamar a su abuela para que viniera a frenar la función. A los cinco su madre estaba mejor y ya no tenia que preocuparse de si se hacia daño o no, pero tubo que madurar demasiado rápido y entendía cosas que a su edad tendría que ser indiferente, hasta ese punto aun crecía como un niño normal. Cuando cumplió seis tubo que entender a sus padres que habían decidido separarse, eso le pasaba a muchas personas, pero lo que a él no le gustaba es que tenia que entenderlos a ambos sin protestar, pero al pequeño nadie lo entendió; solo supero su frustración y la vida continuo, siempre entendiendo a su madre y su padre, aceptando novios y novias, uno de su madre que vivió en su casa, la nueva esposa de su padre y el deber como hijo de ir a su boda y dentro de todo el entendimiento del muchacho, nunca nadie se paro un momento a preguntarle si estaba bien, que opinaba de lo que estaba pasando, si necesitaba hablar con alguien… diecisiete años de reprimirse pasaron factura e hizo aquello que tanto tiempo evito, que muchas veces estuvo a punto de hacer, que siempre estaba la tentación…

Manuel tomo la cortaplumas y corto sus brazos. Dolió, ardió y salio menos sangre de la que imaginaba, pero sintió como con esos miserables cortes todos los sentimientos que le hacían daño desaparecían y, por primera ves en varios meses durmió plácidamente hasta el otro dí ese momento ya sabia como llevar sus frustraciones, si un día se sentía agobiado solo tenia que hacer aquello y el problema desaparecía momentáneamente, podría dormir, concentrarse o cualquier cosa que quisiera hacer y los problemas no se lo permitieran ¿Marcas? No hay problema, debido a su forma de vestir había llevado muñequeras durante años, así que no tenia de que preocuparse. Necesitaba atención, pero no quería recibirla con un loquero de por medio.

De esta forma siguió su vida; termino la escuela, entro a la universidad, se titulo y encontró un trabajo. Se marcho de su casa a la primera oportunidad que tubo y ahora tenia una vida… o eso creía que era. Ahora Manuel era un publicista sobresaliente en su empresa, vestía traje, corbata y bla bla bla, amaba llegar a su departamento y ponerse su ropa oscura, alborotar su cabello, escuchar música, escribir y hacer la de vago, no tenia casi ningún amigo, pero no le importaba, internet le proporcionaba la compañía que necesita. Los fines de semana se ponía todos los piercing que tenia, con su ropa parecia de nuevo un adolescente y lo que mas le gustaba es que si alguno de sus compañeros de oficina lo viera de ninguna manera lo reconocería ; y su vida seguiría como hasta ahora de no ser por ese nuevo compañero de trabajo.

Gracias por leer!