Sigo con los vicios!!. Espero que os guste , tengo intencion de terminar la tabla ya de una vez xD. MIl gracias por leer
Advertencias, ninguna
Disclaimer, PoT no es mio ni yo gano nada haciendo esto. Las ganas
6# Necesidad
Pasó su mano por el pelo en un gesto nervioso.
Le estaba costando bastante no empezar a gritar o hacer cualquier cosa inadecuada en medio de la biblioteca, pero sabía que si daba algún espectáculo esta vez sí sería castigado. Suficientes ganas le tenían ya sus profesores. Paseó la mirada por los rostros de sus compañeros, que estudiaban concentrados sus respectivos apuntes. Casualidades de la vida, el había olvidado sus libros en casa, así que no tenía nada que hacer más que observar y matar el aburrimiento de alguna manera
Tamborileó con los dedos en la mesa, ganándose miradas de reproche de sus compañeros y suspiró. Tenía que largarse de ahí, no estaba en posición de poder perder el tiempo
Levantó la mano, reclamando la atención de su tutor, tatuando la sonrisa más inocente que pudo improvisar en su rostro
Shishido, ¿Ocurre algo?- inquirió el profesor, bajando el tono de voz para no molestar
No me encuentro muy bien – declaró, deseando que su tono de voz resultase o suficientemente creíble
Uhm… ¿Quieres ir a la enfermería? – susurró el profesor, viendo como su alumnos se frotaba el abdomen con expresión dolorida
Shishido asintió al instante, tratando de no parecer demasiado satisfecho. Que fácil era manipular a los profesores a veces; inocentes. El tutor estudió al menor con la mirada unos instantes y le hizo una seña con la mano indicándole que podía irse. Reprimió como pudo una exclamación de alegría y se levantó despacio, tomando sus cosas.
Shishido – el aludido clavó los pies en el suelo y se giró despacio, temiendo un cambio de opinión del profesor – te dejas un cuaderno
Aliviado, tomó el cuaderno entre sus manos y haciendo una pequeña inclinación salió de la biblioteca, perseguido por algunas miradas de envidia de sus compañeros.
Nada más perder de vista las puertas del aula echó a correr camino de los vestuarios del club. Se cambió en menos de cinco minutos, dejando todo tirado por las bancas y, raqueta en mano, se dirigió a la pared donde entrenaba siempre con Choutaro
Esa tarde, a escondidas de los demás miembros del club, iba a demostrarle a Sasaki que el partido con Tachibana no había significado nada. Le vencería si hacía falta. No iba a vender tan barato su puesto en el equipo.
Hyoutei le necesitaba y el necesitaba a Hyoutei.
Fin
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