Capitulo I:
Sabia que había llegado el momento de volver a su hogar. La A+ en la lista de alumnos de ultimo año lo ratificaba. Sus años como universitaria habían terminado.
-¿lo puedes creer?- pregunto la chica a su lado- somos libres de toda esta mierda.
No había duda que su amiga estaba feliz, y como no si sus años por los pasillos de la facultad habían sido toda una anécdota. En resumidas cuentas seis años le había demorado salir de la universidad. Un año de salidas nocturnas en las que conoció más las fiestas que la misma facultad y otro de desventuras amorosas. Al cual era mejor no referirse. Cuando sus padres habían perdido toda la fe de que su hija sacaría una profesión, apareció lo que ellos llamaban "su cable a tierra". Su nueva compañera de cuarto.
-Deberíamos celebrarlo a lo grande, ¿no te parece?- dijo mientras entraban a la habitación haciendo el quite a las cajas que habían empacado anticipadamente.
-Me encantaría- sonrió mientras se sentaba en el colchón, donde antes había estado su cama- pero el vuelo sale en un par de horas- miro por la ventana de la pequeña habitación. ¡Que ironía! hace cuatro años no quería venir aquí, y ahora no quería dejar este lugar- ¿no te parece irónico?- pregunto de repente- siempre que tengo que marcharme no deseo hacerlo- cerro los ojos y suspiro.
"¡En algún momento vas a darme las gracias por esto…pequeña!"
Tenia que relajarse. Liberar tenciones… golpear algo. Los recuerdos aún se sentían frescos.
Abrió sus ojos negros como la noche misma y su compañera puedo ver el miedo en ellos. La conocía. Sabia la historia. El motivo de que sus padres viajaran para las fiestas a estar con ella. Y porque se había unido a un grupo de universitarios Frikis, que en vacaciones recorrían países para brindar ayuda social. Pan no iba a casa.
-Puedes venir siempre que quieras- sugiero Alicia- sabes que mis padres te adorar. La verdad creo que te quieren más a ti- dijo tratando de sonar indignada pero falló.
Su falsa molestia, le hizo sacar una tímida sonrisa. Solo tenia que tranquilizar sus nervios.
-Tal vez quieran adoptarme- dijo riendo.
El vuelo llevaba un retraso de cinco horas, motivo de problemas meteorológicos. Las alternativas era irse a un hotel o quedarse en el aeropuerto. Opto por lo segundo. Miro un par de veces la televisión que estaba un costado, donde un hombre con pinta de economista hablaba sobre el alza en la bolsa de valores, y cuales eran las empresas más beneficiadas… puso los ojos en blanco al oír la ultima y hundió nuevamente su cabeza en libro que portaba. Muchas veces se había imaginado siendo unos de ellos, las cosas parecían ser más simples. Siempre que algo malo se anticipaba, pasaban una serie de hechos para prevenir al protagonista. Ojala la vida fuera así pensó hace años atrás cuando las cosas si se complicaron.
En su decimo octavo cumpleaños, junto a su mejor aliada. Habían tomado una decisión. Saltarse las clases. La misión: celebrar el cumpleaños de Pan como "adultas". Solo había que pasar a recoger las identificaciones falsas.
-Bra ¿conoces al que hace las identificaciones?- murmuró por lo bajo la azabache, mirando hacia todas partes.
-¡No!- Comento rápidamente- jamás lo he visto, solo le he hablado por teléfono.
-¡Bravo! ¿y ahora como vamos a saber quien es?- pregunta la peli negra
-No te sulfures Panny, tiene nuestras fotos- comenta cerrando un ojo.
Más puntual que un reloj apareció el chico con las identificaciones. Bastante convincentes, para el valor acordado, según las cuales ambas tenían veintiún años.
-¡La noche es Joven!- grito Bra sonriendo.
En la puerta del Pub había un hombre de un metro ochenta de estatura, de compleción delgada. Quizá demasiado para su función de seguridad. Aunque desconfiado por la naturaleza de su trabajo. Miro las identificaciones, y luego a las dos chicas que tenia enfrente.
-Pasen- dijo fríamente
El lugar desconcertó Pan. Esperaba algo más excéntrico y alocado al estilo de "proyecto x" y se encontró ante una antigua casa de dos pisos pintado color rojo. No sabia que había sido construido hace treinta años atrás y en su época de esplendor había sido una de las casas mas hermosas kilómetros a la redonda. Pero perdió su prestancia cuando sus legítimos dueños se fueron a la quiebra y propiedad fue rematada al mejor postor.
Las chicas subieron hasta la pista de baile, estaba lleno de jóvenes universitarios, algunos bailando al ritmo electrónico de David Guetta y otros sentados en las mesas de la terraza, tratando de hablar a gritos sobre lo cabrones que estaban los exámenes…Esto promete pensó la peli turquesa. En un par de minutos cada una tenia un vaso de cerveza en su mano, bailando al ritmo de la música.
-chupitos, chupitos- gritaban en una mesa- uno por cada año.
¡Otro cumpleañero!
-¡Panny! ¡Chupitos!-
- ¡Si!-grito la azabache levantando el brazo en expresión de diversión
Al cuarto chupito Pan tenia toda la boca adormecida, pero mintió las veces que Bra le pregunto si estaba bien, porque le pareció que la situación merecía la pena. Después de todo igual nos castigaran le murmuró la azabache ya mareada y con risita boba. No solo estaba celebrando su cumpleaños, sino también su nueva soltería. Hace unas cuantas semanas había roto con el hombre más cotizado de la ciudad. Claro esta que nadie lo sabia. La relación duro dos años y fracción, mientras al hombre de veinte años en ese entonces, no le faltaban oportunidades para el romance, ella estaba sumergida en sus estudios y sus sueños. Las citas no eran su fuerte, ningún joven de su edad deseaba pasar el rato escuchando historias de torneos de artes marciales o libros, por épicas que fueran, en ves de ir a bailar. Salvo Trunks Briefs, heredero de una de las empresas mas prestigiosas y gran amigo de la familia, con el se sintió cómoda desde el principio, en el mismo instante en el que se conocieron. No tenia que desvanecerse el cerebro buscando un tema de conversación, porque a él le fascinaba escucharla. Mientras que el tiempo transcurría volando cada vez que se juntaban. Solo falto unos meses para convertirse en grandes amigos.
Por su parte, Trunks se acostumbro a esa amiga fuerte y discreta. Estar con ella le relajaba, hasta por increíble que fuera dormía mucho mejor, pero lo más valioso era esa paz que ella le trasmitía. Se entendían bien y aunque no lo pusieran en palabras, pendía en el aire la sospecha de que esa amistad podía convertirse en pasión si ambos lo desearan.
Quizá ese fue el error –pensó.
Pan Son cerro los ojos respirando profundo, podía sentir el aire viciado entrando por sus pulmones. Miro su celular y supo que estaba metida en gran lio. Calculó que si tomaban un poco de aire fresco se despejarían. Tomo a su secuas del brazo y la arrastro fuera de la pista de baile.
-No se como, pero lo saben- sonaba desesperada- saben que estamos acá.
La chica la miro con el seño fruncido aun no comprendía todo el mensaje. No entendiendo como se habían enterado. Ella había sido muy cautelosa con cada una de las partes del plan- No es posible- argumento
-Revisa tu móvil, tengo llamadas hasta de mi abue…- no alcanzo a terminar la frase cuando un auto reconocible por ambas doblo la esquina de la calle. ¡Mierda! pensaron al unísono.
Cuando su conductor se bajo, lucia una mezcla de emociones que iban de la preocupación al enfado.
Trunks Briefs llevaba semanas sin tener cabeza para nada, había vivido siempre entre relaciones pasajeras y poco estables. Mujeres que habían sido simples, carnales, esporádicas, tan breves que las caras y cuerpos se fundían en uno solo. Ese era su estilo de vida, sin compromisos emocionales.
-Maldita la hora en que cruce la línea- murmuró para si mismo. Podría maldecirse de mil formas, arrepentirse infinitas veces. Pero algo en su interior no se arrepentía de nada de lo que había ocurrido.
Estaba furioso con ambas exponerse de esa forma pero también se sentía responsable.
El viaje fue excesivamente largo. Pan había descubierto como las distancias podían modificarse gracias a la tensión. Por primera ves estaba de acuerdo con Bra cuando decía que en los viajes era mejor dormir que perder la vista en el paisaje. Por más que lo intento no pudo. Movida por la envidia trato de despertar a su acompañante, sin mayor existo.
-¿Por qué lo has hecho?- comenzó sin dejar de mirar la carretera
-No tengo porque darte explicaciones- respondió vorazmente- despiértala y pregúntale a ella.
-¡hey! Somos amigos- dijo mirando directo a sus ojos por el espejo retrovisor
Miro a Bra antes de responder- Nosotros ni conocidos -le escupió.
-Es lo mejor para ti, ya lo entenderás- murmuro rápidamente esquivando la mirada
Ahí esta la frasecita…
-¿Eso le dices Marron ahora?-
Informamos a los pasajeros con destino a SATAN CITY que el vuelo saldrá dentro de media hora.
Había llegado el momento de volver a casa…
Notas de autor: ¡Hola!... Primeramente decir espero que les guste n.n!, aún no se si el fic tendrá Bra x Goten pero ambos personajes si estarán presentes. A su ves se que la historia puede sonar típica, pero espero darle un tinte diferente… Saludos!
