1 año.

Tan solo 1 año había pasado. Solo restaban 2 más para la llegada de los androides.

Ella se encontraben en brazos de él, sus respiraciones aceleradas, besos apasionados, ropa por todas partes, ellos iban hacia la habitación que había en la nave que usaba Vegeta para entrenar y repetir lo que por meses llevaban haciendo a pesar del odio que sentían mutuamente.

¿Cómo fue que sus vidas cambiaron solo por un pequeño impulso?

Un día hace 6 meses:

Eran ya las 8 PM.

Estaba oscureciendo.

Bulma estaba en el balcón de su habitación, mirando el cielo nocturno, con lagrimas secas en sus mejillas, sus ojos rojos, el pelo revuelto de solo pensar en cuantas veces ya había llorado por Yamcha. Tantas veces que el le prometio amor ¿para que? Para después engañarla con una ramera.

Ese dia ella había ido a la casa de Yamcha, decidio celebrar el cumpleaños de este, había preparado un pastel, globos, había ordenado su casa, también le tenia una sorpresa debajo de su ropa.

Jamás olvidaría lo que vio.

Yamcha entró con una mujer rubia, teñida, maquillada y con ropa que apenas tapaba lo necesario, besándose como si no hubiera mañana.

Cada vez que ella recordaba lo sucedido ese mismo dia, rompia a llorar, se sentía sucia, impura, estúpida.

Ella, la mujer mas inteligente de la tierra y de quien sabe cuantos planetas mas, creyó a alguien por haber estado cegada. Cegada por una ilusión.

Y es que eso era, una ilusión.

Después de todo era su primer novio y salieron juntos ya que no tuvieron otra opción, además, ambos sabían muy bien lo atractivos que eran y la envidia que causarían.

A pesar de todo eso, Bulma lloraba desconsoladamente.

El sonido de la puerta de su habitación abriéndose ni siquiera la sorprendio, simlpemente se dejo de regañar por milésima ves por el saiyayin quien le reclamaba por ser tan ruidosa.

Tal vez simplemente fueron las ganas de desahogarse, pero ella fue donde el, lo abrazo y lloro en silencio mientras Vegeta guardaba se quedó de piedra por la forma de actuar de la peliazul.

Iba a reclamarle pero ella le suplicó que se quedara.

Ella siempre iba donde Vegeta para desahogarse, para gritarle sobre algún motivo que la ayudaba a seguir adelante, libre de ese peso por sentir que Yamcha la engañaba, y luego él saiya siempre salía recompensado con nuevos robots para entrenar.

Esa vez no fue a gritarle al saiya, sino que lloro, se desahogo de verdad, le conto lo que vio, como se sintió. Lloro por horas mientras Vegeta escuchaba.

Después de quedarse sin lagrimas, comenzó a hablar el orgullo diciendo que le gustaría pagarle con la misma moneda, aunque el jamas fuera a saberlo, para que su despecho desapareciera.

Y fue ese el momento en el que Vegeta se le ocurrio el impulso mas significativo de toda su vida.

-Y si… yo te ayudara-dijo el príncipe de los saiyayin- podrias conservar tu dignidad y yo pasar una noche de placer que no tengo desde que llegue aquí por primera vez… después de todo tu no eres virgen-

-Esta bien... pero no te enamores de mi, mono sin modales- dijo Bulma con una sonrisa.

-Soy un Saiyayin de elite... No puedo rebajarme a sentir algo por alguien, yo simplemente deseo destruir a Kakarotto y tener placer con una hembra por diversión un par de noches por necesidad- dijo mientras veía como la peliturquesa se desvestía.

-Bueno bueno... Te espero en la ducha de mi habitación- y acto seguido entró al baño y unos minutos después un Vegeta totalmente desnudo.

Esa noche Bulma y Vegeta compartieron la primera de muchas noches mas.

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Un pequeño regalito para ustedes de Bulma y Vegeta.

Con mala narración, pero con mi 3