† ETERNIDAD †

Hola n-n de nuevo yo, está vez con mi último proyecto hasta ahora, el proyecto número 6, espero qué les guste y que me dejen reviews con su opinión n.n.

Bey Blade no me perteneces sino a Takao Aoki, Yo..., no pretendo hacer lucro de su trabajo, solamente tomé prestados a sus personajes para hacer un pequeño y simple Fic.

Aclaraciones:

(Palabras e intervenciones mías)

-lo que sucedió, se hizo, se dijo o lo que pasó-

.-. lo que dice Kai Hiwatari

-.- lo que dice Yuriy Ivanov

º lo que dice otra persona

(Alguna acción antes o después de algún dialogo)

Pausa muy larga -...-...-...-...-...-... ...-

"Susurros o Pensamientos"

/-Flash Back-/

\-Fin Flash Back-\

La historia.

1. Capitulo 1- Encuentro.

Era una noche de verano, el manto sideral estaba protegido por las sombras, la Luna llena se imponía en la lejanía, el viento... soplaba con fuerza, trayendo consigo, tristeza y melancolía.

En las orillas del Rió Moskvá, en Rusia, había un enorme y antiguo castillo, miles de historias se contaban acerca de ese lugar con aspecto tan lúgubre y siniestro, nadie sabia desde cuando había sido construido o para quién, lo único que sabían, era que en los últimos años vivía en el, un muchacho del estirpe Ivanov, al cual por cierto nunca veían, dudaban si aún vivía o no, claro que las luces encendidas todas las noches, eran la prueba de que seguía con vida.

Aun así, todos mantenían su distancia de ese lugar.

Esa noche, como todas, alguien observaba desde la ventana las pequeñas y brillantes luces que a lo lejos se divisaban...

-.- Eternidad ... ...-...-...-...-...-...-...

-.- ...-...-...-...-...-...-... ¿Qué es la Eternidad?

...-...-...-...-...-...-...

-.- Seguramente te lo haz preguntado..., seguramente quieres vivir para siempre.

...-...-...-...-...-...-...

-.- ¿Por qué? –cuestionó aquel ser-

...-...-...-...-...-...-...

-.- Los humanos tienen miedo a la muerte..., desconocen lo que hay más allá..., los humanos quieres vivir para siempre..., alcanzando la inmortalidad..., Hm –una pequeña sonrisa se formó en sus labios-

...-...-...-...-...-...-...

-.- Humanos... –dio un trajo a su copa de vino, para después dirigirse a un hermoso piano en aquélla enorme sala de estar.

Se sentó en el banco, trono sus dedos, y comenzó a tocar.

Aquélla melodía era nostálgica, hermosa y atrayente..., con cada nota y cada partitura, se formaba un ambiente tan hermoso y triste a la vez..., aquél ser tocaba con sus ojos cerrados, dejándose llevar..., como si aquélla canción la estuviera escribiendo..., cómo si fuera la primera vez que era tocada..., una sonrisa neutral apareció en su rostro, mientras aquella melodía seguía su curso.

La interpretación de esta canción acompañada con el sonido del piano, parecía una creación de Dios, era una verdadera obra de arte, tantos sentimientos y emociones era transmitido con aquél tonó y ritmo, con aquélla actitud, con aquél paisaje..., el mundo era revelado; Dios y Demonio, Cielo y Tierra, Paraíso e Infierno, Luz y Oscuridad, todo estaba unido, nada separado, esa era la verdadera realidad, formando... un Uno, un Todo.

El reloj sonó, anunciando que eran las 10 de la noche, a pesar de esta intromisión sonora, aquél ser siguió tocando cómo si no hubiera sido interrumpido, como si no hubiera escuchado nada; Y así era, ningún sonido o ruido podía quitarle la concentración y la inspiración, pues se había convertido en el esclavo de aquélla melodía..., no la dejaría, no hasta qué está fuera terminada, y revelase su mensaje.

En otro lugar.

Un chico se había detenido en un pequeño puente por donde pasaba un rió en aquélla ciudad, miró aquéllas aguas tan tranquilas y extrañas a la vez, su vista se detuvo al ver su propio reflejo, éste estaba tan lejos de él..., a pesar de ser su misma imagen, no eran iguales, podían tener la misma expresión que él, pero jamás podría sentir todo lo qué él sentía, su reflejo sólo era una imagen sin emociones y sentimientos, está no conocía ni conocería jamás el dolor ni la felicidad, era igual qué su sombra, la cuál era proyectada a su lado en ese momento, y a pesar de dibujar y enmarcar su silueta, de parecer qué estaba con él, de que era él..., no lo era, porqué ni su reflejo ni su sombra sentían, estaban ahí, pero no sufrían..., fue entonces cuando éste se dio cuenta de la envidia qué sentía hacía su propio reflejo y sombra.

Un poco decepcionado, levantó su mirada encontrándose con una luz qué lo cubría, una luz qué trataba de cobijarlo, de protegerlo... ¡La Luna estaba más hermosa qué nunca!, estaba a su lado, queriendo que éste, olvidará su sufrimiento, queriendo qué compartiera con ella todo lo qué lo agobiaba y atormentaba..., y al entregarse a esa luz, a esa sensación de paz, apareció una pequeña sonrisa con destellos de ironía y tristeza en aquél rostro un tanto frió e inexpresivo.

De nueva cuenta dirigió su vista al frente..., ésta vez el viento movió aquéllos mechones azules de dos tonalidades, un suspiro abandono sus labios en señal de frustración y decepción, su vista estaba fija, mirando todo y a la vez nada, estaba cansado..., cansado de todo; de la vida, de su rutina, de él mismo..., pensamientos melancólicos y suicidas aparecieron en su mente, queriendo acabar con todo, no volver a vivir, dejar de respirar, olvidarse del dolor y sufrimiento que conllevaba seguir adelante.

Aquéllos pensamientos fueron interrumpidos al escucharse un grito.

º ¡¡Ayúdenme!!... ¡¡¡Por favor!!!–se escuchó gritar a alguien desesperadamente en el pequeño parque a un costado-

A pesar de aquélla llamada de ayuda, de aquél grito desgarrador, el bicolor no se movió ni un centímetro, giró su vista hacía el lugar de dónde provenían esos gritos y miró fijamente.

º ¡¡Qué alguien me ayude!! –se volvió a escuchar, pero esta vez más fuerte y más cerca-

Con cada segundo qué pasaba, se escuchaba unos tacones a toda prisa, una respiración agitada, así como algunos gritos ahogados por parte de aquélla mujer.

El viento sopló con más fuerza, unas cuantas nubes ocultaron la existencia y la luz de la Luna llena, el lugar había oscurecido casi por completo, de no ser por aquéllas tenues luces de los faroles del parque.

º P...por... fa...vor...–articuló con dificultad, cayendo de rodillas al suelo al salir del parque, su respiración estaba agitada y entrecortada..., ya no podía más..., el aire le faltaba, su corazón parecía que se le saldría en cualquier momento, trató de tomar un poco de aire, al mismo tiempo qué dirigía su vista al puente, encontrándose con unos ojos rojizos, los cuáles, le observaban fija y fríamente.

º ¡Ayúdame! –rogó con voz ahogada y estirando su mano queriendo alcanzar a aquélla persona-

En ese mismo instante, se escucharon algunos pasos, éstos eran firmes y rápidos, la mujer giró su vista hacía el lugar de dónde provenían..., su rostro se iba llenando de horror y desesperación al escuchar como alguien se dirigía a ella, trató de levantarse y seguir corriendo, pero no pudo..., sus fuerzas la habían abandonado..., sin nada más que poder hacer, comenzó a arrastrarse lo más pronto y lo más lejos posible, los pasos se acercaban cada vez más, la impotencia y la desesperación se apoderaban de la muchacha a cada segundo.

º ¡No, por favor!... ¡¡No!! –decía aterrada al ver salir del parque a su perseguidor y ver cómo esté se dirigía a ella-

El oji-carmín observaba fijamente la escena desde el puente, había puesto suma atención al ver cómo el perseguidor por fin la había alcanzado, con cada paso, se acercaba más y más a su victima... era cuestión de tiempo para qué llegará a su lado, y logrará su cometido.

La identidad de está persona era desconocida, las sombras de la noche estaban de su lado, lo protegían, mostrando sólo una imagen distorsionada, una silueta, una sombra y nada más de él.

El bicolor trató de ver más allá de la oscuridad, ver al protegido de la noche, invadir aquélla atmósfera oscura..., sin embargo, fue detenido por una barrera que le impidió quitarle el velo qué lo cubría, y en su lugar, una sensación muy extraña e indescriptible comenzó a recorrer todo su ser, no sabia qué era o porqué sentía todo eso, pero era algo muy familiar; Poco después sintió un inmenso dolor y un gran sufrimiento que emanaba y rodeaba a aquélla persona, era tanto o más grande qué el de él mismo.

º ¡Aléjate!... ¡¡Déjame en paz!! –volvió a decir, mientras seguía arrastrándose y desesperándose con el avance de la persona-

º ¡¡NOOO!!... ¡¡ALÉJATE!! –unas lagrimas comenzaron a caer de sus ojos-

El viento volvió a soplar con fuerza, alejando y dispersando las nubes que había ocultado la existencia de la Luna..., el lugar se volvió a iluminar, dejando al descubierto la identidad de la persona.

Unos ojos misteriosos y atrayentes, se posaron en aquéllos qué derramaban lágrimas, la chica le miraba fijamente, no lo podía evitar, esos ojos azules ejercían un poder de atracción indescriptible, y a pesar de qué había una distancia considerada entre ambos, éstos la habían paralizado, se había quedado ahí..., inmóvil, había dejado de huir y resistirse al estar ante la presencia de este ser desconocido e intrigante para ella.

Ésta persona, por su parte, acortaba la distancia cada vez más hasta llegar a su lado, se arrodilló ante ella y comenzó a secar sus lágrimas, al sentir el contacto de aquella piel, el cuerpo de la chica se tensó y se sobresaltó, su rostro volvió a llenarse de horror y desesperación, quería moverse, gritar y no podía, la impotencia volvió a apoderarse de ella, acompañadas de más lagrimas qué caían de sus ojos; la persona que permanecía a su lado, simplemente la miraba con cierta fascinación y con una pequeña sonrisa en sus labios al tener en sus manos a su... presa.

El oji-carmín miraba atentamente la escena, no había perdido ni un sólo movimiento de ésta persona misteriosa y enigmática, a pesar de qué estaba a unos cuantos metros de ellos, podía sentir una fuerza atrayente, misteriosa y poderosa.

De repente, aquél ser se levanto, extendiendo su mano para ayudar a qué la chica se levantará, ella, lo miraba con sumo terror, podía sentir algo extraño en él, podía sentir como si estuviese ante la presencia de la mismísima muerte, y a pesar de la desconfianza que sentía, su cuerpo había reaccionado por sí sólo, aceptando aquélla mano amiga, que había sido tendida para ayudarla a levantarse, de pronto todo parecía ir muy lento, juraría que todo se movía en cámara lenta, su rostro reflejaba confusión aumentando su sorpresa al darse cuenta de qué había perdido el control de su propio cuerpo, éste no reaccionaba..., dirigió su vista a aquéllos ojos en busca de alguna explicación, encontrándose en su lugar con unas urbes enigmáticas, frías y misteriosas, las cuáles comenzaron a seducirla e hipnotizarla..., en segundos, la chica perdió por completo su voluntad.

Los ojos de la chica, ya no tenían ni color ni vida, estaban apagados, fríos..., un sueño extraño y pesado se encargo de cerrarlos para siempre..., sellando su alma, espíritu y la vida de ésta persona..., en ese cuerpo rígido y pesado ya no había libre albedrío, ahora estaba bajo la merced de éste ser que había reclamado su alma y su cuerpo, y como tenía qué ser, ya la llevaba en sus brazos, se dio la media vuelta y dio unos cuantos pasos para regresar por el camino de donde había venido, sin embargo detuvo sus pasos y giró un poco encontrándose con una mirada rojiza dirigida hacia él.

El bicolor se sorprendió un poco al ver como éste se había detenido y dirigía su vista hacia él, ambos se miraron por varios segundos, hasta qué en el rostro de aquélla persona apareció una pequeña sonrisa, como saludándolo o despidiéndose de él, en ese momento la luna volvió a ocultarse..., el viento sopló con fuerza y en segundos volvió a aparecer el astro, volviendo a alumbrar el lugar, pero para la sorpresa del oji-carmín, ni aquél ser ni la chica estaban..., habían desaparecido misteriosamente y sin dejar ningún rastro.

.-. Hm..., Interesante –dijo con una pequeña sonrisa, al mismo tiempo qué metía sus manos a su chaqueta y seguía su camino acompañado de la luna y el viento.

Al día siguiente.

El cielo nocturno se imponía en el firmamento, el día había trascurrido muy rápido y sin ningún hecho trascendental, o al menos... a simple vista.

Eran las 10:16 p.m., las calles de Rusia comenzaban a quedarse vacías, raramente se observaba a algún auto, o algunas personas caminando de regreso a casa.

El bicolor caminaba lentamente..., tenía cierta dificultad para mantener el equilibrio, su respiración estaba agitada, sus fuerzas lo abandonaban con cada paso que daba, su cuerpo parecía pesar 3 veces más de lo normal, éste, al igual que su rostro, llevaban ciertos golpes y heridas, de las cuáles, algunas seguía sangrando.

.-. ¡¡Bas...tar...do!! –articuló con dificultad llevando sus manos a su abdomen por el dolor intenso que lo invadía a cada segundo y con cada movimiento mínimo qué hiciera-

.-. ¡Algún día... me las pagarás...! –se apoyó en un auto estacionado para no caer-

.-. ... ¡Boris! –agregó molestó, incorporándose con dificultad, para seguir "caminando", mientras se sumergía en sus pensamientos y recuerdos.

Boris, era su instructor personal, asignado por su propio abuelo Voltaire, él cuál, siempre estaba ocupado y nunca tenía tiempo para su único nieto; sus órdenes hacia éste, habían sido claras "Has de Kai un hombre fuerte, frió e inquebrantable, dignó de un Hiwatari..., No importa el precio o el método", exactamente, estás habían sido las palabras de su "querido" abuelo, antes de entregarle la vida de su nieto y único heredero a éste... Dictador, tirano, déspota y mil adjetivos despectivos.

Desde ese momento, Boris se convirtió en su castigador las 24 horas del día, ni a Sol ni a Sombra lo dejaba en paz, siempre presionándolo, exigiéndole lo imposible, y cuando Kai se negaba, inquiría algo o ya no podía más con los estudios o los ejercicios, éste aplicaba otro de sus "métodos maestros"..., con lo primero que tenía a la mano, le golpeaba una y otra y otra vez, hasta que siguiera o aprendiera que no debía contradecirlo..., aunque, últimamente lo golpeaba por cualquier cosa y sin ninguna razón aparente.

El oji-carmín ya estaba harto de todo esto, de su vida y de todo lo que ésta implicaba, tenía un único deseo... Morir.

Dejar de vivir, acabar con su sufrimiento, alejarse del infierno en el que había caído, del que era prisionero, sin embargo, antes de irse, deseaba darle una lección a su abuelo y a Boris, si continuaba adelante, era con el único objetivo de encontrar su hora y llevar a cabo su venganza, hacerles sentir en carne propia el infierno al que lo había sometido y cobrarles todo lo que le había hecho.

Ésa, era la única misión que tenia Kai Hiwatari, antes de abrir la puerta y salir del Infierno.

El viento acaricio su rostro herido, sacándolo de sus pensamientos, giró su vista para versé en aquél parque de la noche anterior, tenía que admitirlo, algo raro había pasado en ese lugar, y no es que le importará demasiado, pero era obvio que aquel ser tan extraño y enigmático le había dejado una fuerte impresión, había algo raro en él, podía sentirlo..., nunca había conocido a alguien así, quizás por eso le provocaba esa curiosidad e inquietud.

Algo raro en él, ya que nunca le daba demasiada importancia a las cosas, pero esto era diferente, se sentía identificado con aquélla persona de alguna forma, como si tuvieran algo en común, tal vez era una locura, pero desde qué lo había visto había sentido una sensación extraña, y qué decir de todo el dolor y sufrimiento que le rodeaba, en definitiva, esa persona era inquietante.

Fue entonces cuando decidió sentarse en aquellas bancas, no estaba seguro de que ésa persona volviera, pero de todos modos esperaría, después de todo, aún no quería volver a su "casa".

La luna de nueva cuenta estaba a su lado, el viento lo acariciaba suavemente, las hojas de los árboles caían y otras tantas se mecían en sus ramas, el agua corriendo por el rió se escuchaba pasar por debajo de aquél puente, el lugar estaba silencioso y tranquilo, sumergido en una oscuridad latente pero no intensa, una paz rodeaba aquél lugar, mientras algunas estrellas titilaban en lo alto del cielo en Rusia.

De pronto, una ráfaga intensa de viento azotó aquél lugar, algunas nubes ocultaron a la Princesa de la noche (La Luna, así la llamo yo n-n), el ambiente armónico cambiaba totalmente a uno muy intenso y místico, fue entonces cuando el oji-carmín se dio cuenta de que algo andaba mal..., lo presentía.

.-. ¿Quién está ahí? –se levantó sobresaltado mientras mirada a su alrededor-

.-. Sé qué hay alguien aquí... (hizo una pausa) Puedo sentirlo –observaba detenidamente el lugar en busca del visitante oculto-

-.- ... Eso pensé –respondió alguien-

En ese momento, el viento volvió a soplar, pero esta vez suavemente, las nubes qué ocultaba la existencia del astro nocturno se desvanecieron, el lugar volvió a ser iluminado..., proyectando en el suelo una sombra, la cuál provenía de lo alto de uno de los árboles, el joven Hiwatari miró hacía aquél lugar, encontrándose con alguien muy familiar.

Ambos, se miraron por algunos segundos, hasta qué aquélla persona en las alturas se dejó caer, el bicolor se sorprendió un poco por aquél acto imprudente o suicida, sin embargo, su sorpresa aumentó más, al ver como éste "loco" controlaba su caída, era como si flotase..., en unos cuantos segundos estuvo en tierra a unos cuantos pasos de el.

-.- Aunque... aún no se cómo lo sabes –agregó con una pequeña sonrisa en su rostro-

El oji-carmín lo miraba detenidamente, lo estaba analizándolo de pies a cabeza, encontrándose con un chico de unos aparentes 16 o 17 años, un poco más alto qué él, pelirrojo, de ojos azules, su vestimenta era algo peculiar, llevaba un traje un tanto llamativo, era de cuero, en color negro, con ciertos encajes rojos (¿Alguna vez han visto los trajes que usan los chicos de Blood?, pues más o menos como esos) a juzgar por su vestimenta parecía como si fuera Darketo o algo así.

.-. ¿Qué eres tú?... ¿Y cómo hiciste eso? (se refería a lo de la caída) –preguntó aún sorprendido-

-.- ¿Aún no lo sabes? –dijo incrédulo-

.-. Creó qué tengo una idea..., pero no estoy seguro... ¿Acaso eres un...? -hizo una pausa-

-.- ¿Un... Vampiro?, Sí –respondió como si nada-

.-. Pero eso no es... –estaba confundido-

-.- Posible (terminó su frase) te entiendo (cerró sus ojos un tanto orgulloso), si estuviera en tu lugar tampoco lo crearía –un silencio se formó por parte de ambos-

-.- Supongo qué... Debes de estar muy emocionado con mi revelación –sonó muy convencido-

.-. ... Te equívocas –respondió después de unos segundos de silencio-

-.- ¿Qué? –se sorprendió ante sus palabras-

.-. No estoy emocionado, al contrario, estoy desilusionado..., es más, hasta te compadezco –dijo seriamente-

-.- ¿Me compadeces? (se sorprendió) ... Ya veo..., no eres como los demás mortales –sonrió satisfecho-

-.- Dime Porqué –preguntó curioso el pelirrojo-

.-. Porque tú eres el ser qué ha sido condenado a vivir para siempre en este detestable y patético mundo –sus palabras eran frías-

-.- Hm..., lo sabía –aún tenía aquélla sonrisa en su rostro-

-.- Veo que tenemos muchas cosas en común, y no me sorprende..., ya qué después de todo... somos de la misma naturaleza –esto último lo dijo en susurro, después, se dio la media vuelta dándole la espalda y comenzando a alejarse de él-

.-. Espera (lo detuvo) ... ¿Respondes a... algún nombre? –preguntó, mientras en aquélla "persona" aparecía una pequeña sonrisa-

-.-Yuriy (se dio la vuelta) Yuriy Ivanov... ¿Y tú? –el viento acaricio sus cabellos-

.-. ... Kai, Kai Hiwatari –dijo sin demasiada importancia-

-.- Bueno Kai, me dio mucho gusto conocer a alguien tan interesante como tú..., estoy seguro que nos volveremos a encontrar en otra ocasión... (hizo una pausa), y espero qué... estés en mejores condiciones –sus ojos al igual qué su sonrisa y sus palabras se tornaron tristes-

-.- Nos vemos –siguió su camino, después de dar varios pasos desapareció sin dejar rastro-

El viento volvió a soplar, llevándose consigo la presencia y la esencia de aquél ser.

.-. Hm –una sonrisa apareció en el rostro de Kai-

1 Semana Después.

Ya había pasado toda una semana desde aquél encuentro en el parque, ninguno de los dos había vuelto a aquél lugar, pero eso no significaba qué ambos lo hubieran olvidado, al contrario, cada uno aún tenía presente aquél encuentro y deseban volver a repetirlo.

Hoy..., el Sol brillaba en lo alto, la temperatura oscilaba en los 21º, un muchacho descansaba bajo la sombra de un árbol.

/-Flash Back-/

La puerta del despachó fue abierta de golpe.

º ¡¡No me importa lo que tengas qué hacer, esa empresa tiene qué ser mía!! –decía un hombre muy enojado al teléfono-

Por su parte, el visitante llegó hasta el escritorio, y golpeó a éste con sus dos manos, atrayendo la atención del hombre.

º Te habló después –colgó el teléfono muy molesto-

º ¡¿Qué quieres Kai, y porqué entras así a mi despacho?!

.-. ¿Estás de acuerdo en qué así traten a tú único nieto y heredero? –le mostró los golpes y las heridas qué Boris le había hecho; su abuelo se sorprendió un poco, pero trató de ocultarlo-

º Eh... Ahora no tengo tiempo Kai..., habláremos después –quitaba sus papeles para qué Kai no los llenase de sangre-

.-. ¿Qué? (estaba indignado) ¡¡Esto es el colmó Voltaire!! –tomó todos los papeles qué estaban en su escritorio y los aventó enojado por todo el lugar-

º ¡¡KAIII!!... ¿QUÉ CREES QUÉ HACES? –se apresuro a juntarlos, mientras su nieto se dirigía a salir de ahí-

º ¡¡¿¿A dónde crees qué vas??!!... ¡¡VUELVE AQUÍ KAI!! (al ver qué no se detenía) KAAAAIIIIIII –le gritaba muy molesto-

\-Fin Flash Back-\

Después de tener esa "Conversación" con su Abuelo y aún con sus heridas sangrantes, Kai había llegado a ése jardín, donde ahora permanecía acostado y con sus ojos cerrados, trataba de olvidar el dolor y las punzadas de aquellos golpes, así cómo las heridas qué seguían sangrando, y de paso a su abuelo y al bastardo de Boris.

Kai, se encontraba ensimismado en sí mismo, no estaba dormido pero tampoco despierto, estaba en una ensoñación, en un retiro de sí mismo y de éste mundo; el ruido había desaparecido, una calma absoluta reinaba, la oscuridad cubría aquél lugar..., ya no sentía dolor ni frustración, ya no sentía nada, y era ésa la razón por la qué le gustaba permanecer en ése estado de desarraigo, letárgico, de vació..., todos sus pensamientos, emociones, deseos y temores, desaparecían..., si por él fuera, se entregaría a ese sueño efímero por toda la eternidad.

¡¡Oh, Kai,!! -una voz se escuchó por todo el lugar-

¡¡Kai!! –volvió a escucharse mientras éste, miraba todo el lugar en busca de aquélla voz-

Una sensación empezaba a recorrer todo su cuerpo.

¡KAAAAIIII!... ¡KAAAIII!... ¡KAII!... ¡KAI!... ¡Kai!... ¡kai!...kai –resonó con eco-

.-. E-está sen...sación... –llevó su mano a su pecho tratando de calmar el dolor qué sentía por dentro-

¿Kai?

El bicolor se levantó de golpe muy sobresaltado, sudando y aún con su mano en su pecho-

.-. ¿Q-qué quieres? –pregunto fríamente al ver a unos cuantos pasos de él a un muchacho qué nunca en su vida había visto-

º Lo siento, no quería despertarlo, pero... lo vi herido y quería ver si estaba bien –el oji-carmín ignoró lo qué el muchacho le decía, su atención estaba dirigida a todo el lugar en busca de algo-

º ¿Le pasa algo? –preguntó el muchacho, mientras el joven Hiwatari seguía analizando el lugar hasta qué se posó en la persona qué le hablaba-

.-. ¿T-tú? (lo miró sorprendido) ¿Eres tú, verdad?... ¿Ivanov? –levantó el ceño muy confundido, mientras el muchacho de cabellera castaña bajaba la mirada-

º ... Realmente..., eres alguien muy interesante –su voz cambio al mismo tiempo qué sonreía-

º ¿Verdad... Kai? –levantó su vista encontrándose con un par de rubís-

.-. ¿Pero? No... es... ¡Posible! Tú... –estaba muy sorprendido-

º No debes sorprenderte –sonrió un poco, mientras su apariencia cambiaba a su verdadera imagen, aquél pelirrojo con ojos azules-

-.- Lo ves..., soy yo –fue a sentarse a su lado-

.-. ¿Cómo?... ¿Por qué?... ¡Qué diablos! –decía sin entender nada mientras volvía a sentarse causando que el pelirrojo riera ante su expresión-

El viento sopló levemente, moviendo los mechones de aquéllos muchachos, ninguno de los dos había vuelto a decir nada, sólo estaban ahí, disfrutado de la presencia del otro..., del paisaje.

.-. Ivanov... me mentiste... ¿verdad? –preguntó mientras volvía a recostarse con sus manos en la nuca-

-.- ¿Qué?... ¿Por qué dices eso... Hiwatari? –una pequeña sonrisa se formó en sus labios al llamarlo el también por su apellido-

.-. Dijiste qué... eras un... Vampiro (esto último lo susurró) –el ojiazul miraba fijamente a su acompañante entendiendo a qué se refería-

-.- Y lo soy –él también se recostó en el pasto-

.-. Hasta donde yo sé..., los Vampiros (volvió a susurrarlo) no soportan la luz del sol –lo miró de reojo-

-.-No deberías creer todo lo qué se dice sobre nosotros..., no todo es cierto –cerró sus ojos-

.-. Hm..., entonces... lo del agua vendita, las estacas, los ajos, los... –fue interrumpido-

-.- El agua vendita y los ajos son mentira, las estacas... Mmm depende del nivel –miraba hacía el enorme cielo azul-

.-. ¿Y lo de los espejos y la sangre? –preguntó confundido-

-.- Lo de los espejos también es mentira y lo de la sangre es verdad... tenemos qué alimentarnos¿sabes? –le guiñó el ojo-

.-. Por lo menos... lo de la belleza es cierto –susurró para sí, mientras dirigía su vista hacía el cielo-

-.- ¿Tú crees? –giró su cabeza para verlo a los ojos-

El bicolor desvió su mirada un tanto nervioso, mientras el pelirrojo lo miraba con una pequeña sonrisa.

Un silencio se volvió a formar por parte de ambos, mientras ellos miraban aquél cielo qué por alguna extraña razón parecía más hermoso qué nunca, sin poder evitarlo, ambos se miraban, aunque nunca concordaban sus miradas, ignorando qué el otro hacía lo mismo.

El pelirrojo, analizó por varios segundos a su "acompañante", su cuerpo estaba lastimado, podía ver y oler aquél líquido carmesí qué aún emanaba de sus heridas, fue entonces cuando su cuerpo se empezó a excitar y a tensar, su corazón empezó a acelerarse, sus manos y su frente sudaban.

.-. ¿Pasa algo? –preguntó el oji-carmín al ver cómo éste se había inquietado-

-.- N-no (dijo con dificultad mientras trataba de controlarse) Yo... tengo qué irme –se levantó torpemente-

.-. ¿De verdad estás bien?, te vez... un poco pálido –se incorporó un poco-

-.- S-si, estoy bien... "Vamos... tranquilízate..., yo no puedo... no quiero" –se debatía en su mente-

-.- N-nos ve...mos –empezó a caminar con dificultad-

-.- Kai... toma –le aventó una pequeña caja qué sacó de la bolsa de su gabardina-

En eso desapareció, dejando a un bicolor un tanto preocupado-

.-. ¿Y... esto? –cuando lo abrió se dio cuenta de qué era un pequeño botiquín con todo lo necesario para curar sus heridas-

.-. Creó qué... debería decirle –su vista volvió a posarse en el lugar donde Ivanov había desaparecido-

Continuará...

¿Cómo se les hizo?... ¿Les gusto?, espero que sí, y también qué me dejen su opinión, me pongo muy feliz al leer sus reviews n-n

Por último la recomendación de otro de mis Fic's de Bey Blade:

† AMOR †

† SALDANDO CUENTAS †