Hola gente soy BjörnEinar.
Bienvenidos a mi primer fic, el cual estará basado en la grandiosa serie animada norteamericana, Gravity Falls: un verano de misterios (titulo en Hispanoamérica), debido a que su trama me atrapo, su gran historia y carismáticos personajes, teniendo la posibilidad de dejar echar a volar la imaginación por todos los eventos paranormales y sobrenaturales que en esta serie ocurre. Como dije anteriormente se puede explotar el potencial de los personajes, que cuentan con personalidades variadas y con chispa, he querido dedicar este fic a mi pareja favorita de todo el fandom de GF: el dipcifica.
Esta historia ocurrirá unos ocho años después del fin de la serie, con unos personajes ya más maduros, que podrían considerarse OOC, pero aclarando que al crecer nuestras personalidades cambian o se definen, en fin, tampoco quiero dejar al protagonista (en este caso Dipper) como un Gary Stu o a Pacifica como una damisela en peligro, los personajes tendrán que afrontar problemas de su vida adulta, como también nuevas aventuras y peligros que se verán envueltos a lo largo de esta historia, que por el momento sera de clasificación T.
Dicho esto, tenga o no reviews, subiré este fic cada una semana o dos, dependiendo que tan ocupado este (debido a los exámenes finales de mi instituto), esperando que sea una historia de su agrado, y pidiendo las disculpas de antemano si es que hay errores de ortografía.
Los personajes de esta historia pertenecen a Disney y a su creador el gran maestro Alex Hirsch, este fic solo será utilizado para entretener y sin fines monetarios, si mas que decir les dejo con mi primera historia.
"Gravity Falls FanFiction: El destino no esta escrito en piedra."
Capitulo I: Regreso.
"Recuerda esto: nada está escrito en las estrellas. Ni en éstas, ni en ningunas otras. Nadie controla su destino." - Gregory Maguire.
Todo es desolación. Todo se a vuelto miseria. Todo lo que alguna vez reboso de vida, sea vuelto nada mas que cenizas y polvo. Todo lo que se peleo hasta el final no significo nada para lo que tenia deparado el cruel destino, aquel que se talla en la piedra mas dura, sin importar cuanto intentes cambiarlo, esta ya tiene dictaminado lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá, si tener en cuenta las vidas de los pobres miserables que quieren ir en su contra. Todo se ve negro, el mañana solo es una pesadilla y el hoy es una tragedia, contrastando todo los buenos momentos de el pasado, los cuales ahora son solo borrosos recuerdos de tiempos mejores. Todo no es nada mas que desilusión, que se le podría hacer el fin ya estaba cerca, el lugar en donde se encontraba, se lo recordaba con fuego en su cabeza. Todo y todos ya estaban perdidos, pensaba aquel hombre que contemplaba todo destruido, no entendía por que seguía ahí...pero, siempre están los peros, aún conservaba un poco de esperanza en lo que le dijo aquel ente.
-No entiendo por que hago esto, solo pierdo lo que me queda de vida en lo que me dijo ese payaso.- Pensó aquel hombre de castaño cabello, cubierto por tierra y cenizas, ropas rasgadas y viejas con colores apagados también cubiertos por suciedad, aquel hombre que bordeaba los veintitantos años de edad, con diversas cicatrices en su cuerpo y ojos cansados de la vida en que vivía.
-Este lugar esta peor de lo que recordaba, pero para ser sincero nunca pensé volver.- Se dijo a si mismo, haciendo un monologo en voz baja. Observó aquel lugar que tanto añoró en el pasado, el cual ahora era solo caos y destrucción por donde se le mirase, solo un gran cráter de muerte y pestilencia, sin ningún vestigio de lo que fue años atrás, un hermoso lugar de verdes colores y de naturaleza pacífica, aquella locación en la que se encontraba, su querido pueblo, que había tenido su tranquila vida alguna vez, con sus familiares y amistades, inclusos los conocidos que le saludaban por las calles, aquel pueblo en el que había pasado sus mejores años de vida. Sin darse cuenta este hombre, le brotaban las lagrimas al recordar aquellos preciosos momentos, mirando a ningún espacio en especifico solo perdiéndose en sus recuerdos.
Hasta que escuchá un ruido a lo lejos, poniéndose a cubierto al instante y sacando su arma de aspecto futurista, esperando lo peor. Cuando se cerciora de que aquél sonido fue provocado a unos cuántos kilómetros de distancia de la posición de la que se encontraba, suspira aliviado, luego se fija en el lugar en el cual se cubrió, este era un gran cartel metálico oxidado y doblado, en el que decia "usted esta entrando a Gravity Falls", lo mira por ultima vez antes de reanudar su camino.
Habían pasado unos treinta minutos de caminata, perdido entre sus pensamientos, hasta que llega al lugar de encuentro, aquel que recordaba muy bien en sus días de esplendor, la famosa trampa turística de aquellos lares, aquella rustica cabaña la cual ahora eran solo ruinas corroídas por el paso del tiempo, "Mistery Shack" se podía aun leer en el letrero de esta, contemplándola con melancolía, reanudo su camino hasta el interior de estas ruinas, apartando tablas y escombros parar poder ingresar al interior de está, una vez logrado su cometido entro a aquella morada que alguna vez fue su lugar preferido en el pueblo, siguiendo sus pasos por aquel recorrido que tanto recordaba hasta llegar a una vieja maquina vendedora de refrigerios en mal estado y oxidada, ya frente a esta digita el código que aun permanecía en su mente sin ningún resultado, el hombre maldice por lo bajo y saca de la vieja gabardina un pequeño artefacto que funciona como viejo generador cinético, da unas cuantas vueltas a la manivela de aquel aparato y conecta este con la toma corriente de la maquina de dulces, encendiéndola después de años de sin uso y digitando de nuevo aquel código el cual al ser presionado, acciona el mecanismo dejando ver una entrada hacia el sótano de aquella cabaña, guarda el artefacto en su abrigo, y coje una linterna de este para decender hacia el lugar el cual precisaba en ir.
Luego de haber bajado aquella escalera, llega al frente del elevador del lugar, pidiendo que todavía conservara energía para ser operado, sin éxito dejo salir un soplido de resignación, solo se fija en el piso para ver si algo le podría servir, ve una barra de metal la cual le sirve de palanca para abrir las puertas de aquel armatoste, ya una vez abierta luego de aplicar un poco de fuerza, apunta su linterna hacia el fondo de aquella caída que servia para el desplace del ascensor, solo mira resignado su único método para bajar, salta sin rechistar agarrandoce del cable acero y procediendo a bajar lentamente hasta llegar al techo de la cabina, en el cual solo abre la escotilla de emergencias parar entrar al interior, una vez ahí abre la puerta de la cabina con la barra aplicando fuerza nuevamente hasta que el apriete cede dejándolo entrar aquel antiguo laboratorio que tanto recordaba.
Luego de revisar una par de cosas que podrían serle útiles y mirando unos que otro libro que aun podía ser leído, se fija en el mecanismo para accionar aquella maquina que tantos problemas causo en el pasado, nada mas ni nada menos que el famoso Metavortice Polidimencional Transuniversal, o simplemente el portal universal. Sintiendo un escalofrío en su espina solo se fue hasta la puerta sin tocar nada de nada, aun a sabiendas de que aquel aparato ya estaba desmantelado hace muchos años. Ya en el interior de aquel espacio en donde estaba el portal, miro todos los rincones para ver algo que le fuera de utilidad pero solo era chatarra vieja y oxidada, suspiro ya cansado y se sienta en unas cajas de madera en la mitad de aquél gran lugar, cerrando los ojos para meditar lo que estaba apunto de hacer. Espera unos diez minutos sin ningún sonido aparte del viento del exterior que se colaba por un gran agujero que daba hacia el cielo, el cual tenia tonalidades rojizas a pesar de ser mediodía según su aparato de su muñeca, el hombre fija su mirada hacia la grieta mirando directamente aquella cosa tan mounstrosa como toda la situación por la que pasaba, aquel vórtice negro que devoraba lentamente todo a sus paso, era tan claro como el mismo astro rey que simplemente era succionado por aquel enorme agujero espacio-tiempo, la Gran Voraz, la cual era un agujero negro supermasivo hambriento de materia por consumir. Dejo de contemplar aquel inminente final que le aguardaba a su vida y la de todos los sobrevivientes de aquella triste tragedia, maldiciendo a aquel ser que provoco todo, el terrible ser que puso los ojos en su mundo con el solo objetivo de destruir todo y sin dejar oportunidad de salvarse de aquel inminente final. Pensaba en lo miserable que era su vida hasta que escucha una melodía cerca suyo, una que conocía muy bien ya que era la presentación de aquel ser tan peculiar de tono amarillo y figura triangular.-Ya me habías hecho esperar un buen tiempo, maldito imbécil.- Pensó el castaño mientras veía como aparecía ese ente.
-Vaya, vaya, vaya pero mira a quien tenemos por acá, pensé sinceramente que no ibas a aceptar mi invitación a charlar.- Dijo el demonio bidimensional mirando con su único ojo al hombre que tenia en frente, para luego sacarse su sombrero de copa e inclinarse un poco y agregar. -Que honor es tenerte acá, ya que eres un hombre muy solicitado por estos días, gracias por venir, ÁRBOL DE PINO.- Dijo esto ultimo con voz mas grave que su tradicional voz chillona.
-Sabes que yo soy un hombre de palabra, Cipher, espero que tu también lo seas y que no me hayas hecho venir en vano, triangulo de pacotilla, si no pateare tu hipotenonusa hasta que tus lados no sean iguales.- Dijo con un tono de voz molesto y burlón el castaño, debía admitir que Bill Cipher siempre le ponía los pelos de punta, pero no demostraría debilidad, menos ante el.
-Je je je je je.- Reía por su ojo con forma de boca el ente flotante.-Con el tiempo te has vuelto mas divertido Pino, me gustaría verte intentar patearme.- Luego Bill pone una cara seria, si se podría llamar así.-Tu sabes el motivo por que no puedes hacerlo, pero por eso estamos aquí-.
-He estado pensándolo bien lo que me dijiste la otra noche, y luego de meditarlo una y otra vez, he decidido que si are tratos contigo Bill.- Dijo el hombre mirando determinadamente a aquel ser de dos dimensiones.
-Directo al punto, por eso me agradas Pino, pero sabes muy bien que una vez realizado ya no abra marcha atrás, para que después no vengas a llorarme como esas religiosas que hay en tu mundo.- Menciona Bill acercándose al hombre mientras hace girar su bastón.
-Se cuales son las consecuencias Cipher, no soy un mocoso, todo si lo que me dices me da una oportunidad para salvar el mañana, cargare con todos los riesgos de ser necesario, para salvar a todos y cada uno de mis seres queridos, aunque ponga en jaque mi vida lo intentare, pero no quiero trucos sucios entupido nacho desabrido sabes que también tu existencia esta en juego, si me pasa algo la resistencia ya sabe como desaparecerte de distintas formas posibles.- Dicta el castaño con confianza en sus ojos.
-Je je je je je me matas, campeón, de ese grupo de buenos para nada, solo le tengo respeto a ese cerdo con voz de presentador de documentales.- Decía el demonio, mofándose de lo dicho por el castaño.-Pero basta de bromas cerebrito, a lo que hemos venido, TRATO O NO ?.-
-Es un trato, Bill.- Levanta el brazo en señal para un apretón de manos, a sus vez que el ente le recibía el gesto estrechando sus manos encendiendo alrededor de sus brazos una llama de colores entre celeste y azul, las cuales no producían quemaduras de ningún tipo. Luego de sellar el trato, el hombre saca un aparato de su gabardina, y se lo da a Bill para que proceda a hacer lo pactado, este lo rodea con su magia, para luego accionar el mecanismo, rodeando a ambos de un resplandor blanquecino, a lo que el castaño piensa si todo lo que hace esta correcto pero ya no hay tiempo para arrepentirse.
En lo alto de un gran hotel, en la terraza se encontraba una mujer de unos veintiún años, observando la gran ciudad del amor, Paris, el teléfono de la muchacha no paraba de vibrar y esta solamente lo ignoraba, pensando en la decisión que le había quitado el sueño durante tanto tiempo, ya le había informado a sus padres y estos al fin aflojaron su decisión el fin de semana anterior, ellos ya no se oponían a lo que quería hacer, durante mucho tiempo lo tuvo en su mente, regresar a aquel pueblo que la vio nacer.
Dejo de divagar, tomo el móvil, contesto y solo asintió sin querer la cosa, ella ya habría informado a su personal de su firma de diseñadores de moda, que siendo tan joven y apenas salida de la prestigiosa L Ecole de la Chambre Syndicale, la escuela de modas de la ciudad francesa, debido a los contactos que fueron proporcionados por su familia, a pesar de no querer ayuda de ellos y ser independiente, una pequeña ayuda no vendría mal para su empresa emergente. Luego de decirle a la otra persona al otro lado del teléfono que el dia de mañana partiría a su tierra natal y establecerse en su querido pueblo del Pacifico Noreste, en el estado de Oregón, Gravity Falls, queriendo solucionar aquellos sentimientos que tuvo guardado durante ocho años de su partida, aquello que le hacia sentir que estuviese incompleta y querer sacar esa opresión de su corazón y por fin ver si lo que se sentía era realmente verdadero o no.
-Y pensar que ya son ocho años desde que fui de ese pueblucho, me pregunto si habrán progresado un poco en sus costumbres campiranas.- Pensó la muchacha de cabellera rubia, cuyo cabello era mas corto de como lo tenia en su infancia, llegándole solo un poco mas abajo de la mitad de su espalda, seguía teniendo un flequillo el cual tapaba su frente pero ahora tenia dos mechones que bajaban rodeando su rostro, el cual ya era mas fino y no tan redondeado, esta ya no usaba tanto maquillaje como antaño solo ocupaba lo justo y lo necesario, haciendo ver su rostro mas sano y natural, su figura ahora denotaba curvas de toda una mujer pero no excesivas, debido a las sesiones de pilates y defensa personal dejando ver un cuerpo atlético y bien formado, esta ocupaba un conjunto de ropa de tonalidades violetas, constituido por una chaquetilla violeta obscura, una camisa que llegaba hasta sus muslos de color rosado, fajado por un cinturón negro con hebilla plateada en su delgada cintura, unos leggins de color negro, unas botas con chiporro color café claro y unos pendientes en forma de lagrima de zafiros. Aquella mujer que en el pasado perteneció a una de la familias mas ricas del mundo, los despreciables Northwest, como los describía ella, los cuales, aunque con mucha dificultad, han sabido redimirse en especial ella, la otrora mimada niña rica, Pacifica Northwest, después de aquella noche hace casi una década, en su mansión supo revelarse ante sus padres y salvar a todo el mundo, y todo gracias a aquel muchacho, a ese bicho raro, nerd, sudoroso, y flacucho niño que le abrió los ojos con su valentía y sentido del deber, con su fortaleza mental y su corazón que le dictaba a hacer lo correcto. Dejo de pensar, al verse de nuevo recordando a aquel muchachito que cambio su vida, revolviendo su cuerpo en una extraña sensación y sin darse cuenta con una sonrisa ensoñadora en su rostro.-De nuevo no dejo de pensar en el torpe de Pines, tranquila Pacifica eso paso hace mucho tiempo, quizás ya ni te recuerde.- Luego de pensar esto sus ojos se opacaron un poco, miro por ultima vez la ciudad la cual la albergo durante esos años que estuvo fuera, y se dirigió a la puerta que daba hacia al interior del hotel, para ir a preparar lo ultimo que le quedaba por ordenar para ir a su pueblo natal.
Al llegar a su habitación miro la maletas en las cuales tenia toda su ropa y cosas personales que toda dama debería tener según ella, el resto de sus pertenencias ya habían sido enviadas a Gravity Falls, por avión que por el momento serian guardadas en un almacén, hasta encontrar una casa la cual comprar para que ella pueda vivir, ya que la gran mansión dejo de pertenecerle a la familia después de las malas inversiones de Preston, su padre en esos fatídicos días en que ella pensaba que estaba todo perdido, el Weirdmaggedon, luego recordó los duros momentos que vivió ella, en los cual pensaba que todo estaba perdido, si no fuera por aquella peculiar familia a la cual antes aborrecía, los Pines, estos le devolvieron la moral a los sobrevivientes y les dieron esperanzas de triunfar, ahí estaba de nuevo aquel muchacho castaño, salvando el día y posiblemente el mundo, estaba el tan decidido en rescatar a su tío y el resto del pueblo, y luego patearle el trasero a ese entupido nacho malvado que había puesto el mundo de cabeza, y ahí estaba de nuevo pensando en el muchacho, por que no podía sacárselo de la cabeza, y siempre que pensaba en el tenia unas extrañas sensaciones en su cuerpo. Negó con su cabeza, pensando en lo loca que estaba, miro por una ultima vez su boleto de avión con rumbo a Oregón, Estados Unidos, viendo la hora de partida de su avión, que seria a las once de la mañana si no había ningún inconveniente, teniendo una mezcla entre alegría y nervios que seguramente no la dejarían dormir aquella noche.
A unos cuantos miles de kilómetros de distancia de donde se encontraba Pacifica, se encontraba una muchacha castaña observando hacia la nada, sentada en un parque, aprovechando la linda tarde que había ese día, esta mujer de unos veinte años, con un suéter de color celeste con un árbol bordado, este no era tan holgado como los que ocupaba en su juventud, marcando el contorno de su delgado cuerpo, vestía unos pantaloncillos cortos que le llegaban un poco mas arriba de la rodilla, un poco gastados de jeans, con pequeñas manchas de pintura seca, su calzado solo eran unas sandalias cómodas de color negro, en sus muñecas tenia varias pulseras de distintos colores y formas, echas todas a mano, su cabello era ahora una melena ondulada que le llegaba un poco mas abajo de sus hombros, tenia una bandana de tela colorida que rodeaba en forma de cinta su cabeza y unos aretes con forma de pluma, su cara ya no era como antes era mas estilizada, pero conservando ese rubor natural en sus mejillas, ya no tenia aquella prótesis dental, dejándole unos dientes totalmente alineados, esta muchacha tenia una cámara que colgaba de una correa al rededor de su cuello y al lado de esta, en el suelo tenia un par de blocks de dibujo y carpetas, llenas de dibujos, al lado de su mochila gastada de color café, la misma que compartía con su hermano en el pasado. A pesar de ser tan lindo día, el semblante de la muchacha era triste y serio, ella hace mucho tiempo había perdido esa chispa de alegría que contagiaba a los demás, ya no era la misma estrella que alumbraba mas que cualquier otra, ahora era una mujer triste y melancólica que añoraba los antiguos días en los que ningún problema, podría bajar su animo, si esque esta tenia al lado a su hermano, Dipper. Mabel suspiro tristemente al recordar a su hermano "menor", por que tenia que ser tan tonta y obstinada, por que tenia que decepcionar a su ser querido mas cercano, a su mejor amigo, a su queridísimo hermano favorito, por una simple rabieta y luego ser tan caprichosa de no ver antes su error, ahora quizás el la odiaba y no quería verla nunca, una lagrima rodó por su mejilla al pensar en esto, pero no quería pensar en su error y amargar tan maravilloso día, aunque para ella fuera mas que otro monótono día mas. Abrazo sus rodillas entristeciéndose por sus pensamientos, hasta que la melodía que tenia su teléfono, la cual era bastante parecida a la música tecno que reproducían los cuernos de los unicornios, agarro su teléfono y contesto sin ánimos.-Hola, habla Mabel Pines, artista independiente, ¿que es lo que necesita?.-
-Vaya niña, con ese animo juraría que estoy hablando con otra persona.- Respondió la voz algo rasposa de otro lado, una voz que ella sabia muy bien de quien era.
-¡Tío Staan!.- Grito un poco mas alegre la castaña, haciendo que el anciano se tapara los oídos al otro lado de la línea.-Que alegría hablar contigo de nuevo, te tengo tantas preguntas que hacerte, a ver por donde empiezo, ¿como has estado?¿que ha pasado por aya?¿esta bien el Tío Ford?¿como esta Soos?¿su hijo ya habla?¿has sabido de las chicas?¿cuando Irán a Gravity Fa...-
-¡Tiempo, tiempo!.- Interrumpió un poco artado el ex señor misterio, pero ya sabia como eras su querida sobrina nieta.-Escúchame calabacita, te responderé todo eso y mas, pero antes quiero proponerte una oferta que no podrás rechazar.- Dijo esto ultimo como el famoso personaje icónico de las películas de mafiosos, pero se vio interrumpido por el carraspeo de su hermano.-Ejem, quería decirte que el nerd de mi hermano y yo, regresaremos este verano a Gravity Falls, para por fin descansar luego de todas nuestras aventuras por todo el mundo, no sabes lo tanto que he mejorado al estafar gente je je je, el punto es que un escuálido hombrecillo al que llaman alcalde quiere contratar a alguien para la nueva sección de arte del museo del pueblo y pensé ¿quien mejor que mi querida muchacha para el puesto?¿que es lo que dices?.-
-...- Se quedo callada por unos momentos, impacientando al hombre, hasta que hablo, mejor dicho grito.-¡Por supuesto que siiii!.- Stan lanzo un quejido de dolor por lo cerca que escucho aquel chillido de emoción de Mabel.-¡Eso quiere decir que iré a vivir a Gravity Falls!, luego veré a todos , me comprare una casa, un auto, los iré a visitar siempre y a las chicas, y a Soos, Melody y el pequeño Max, y a Dipp...- Al decir esto se callo y se ensombreció su rostro bajándole un poco los ánimos, el anciano noto que casi nombra a su otro sobrino, comprendiendo por que se callo tan abruptamente.-¿ ...,Todavía...uhm... vive...aya?.- Le costo mucho hablar sobre su hermano gemelo.
-Mira hija, como decírtelo, emm hace mucho que Ford me dijo que el muchacho se fue a explorar por su propia cuenta el mundo, no eh sabido mucho de el en años.- Trato de sonar lo mas comprensivo, haciendo que la castaña se entristeciera mas, brotando lagrimas de sus ojos, ella no sabia nada de el, y la ultima vez que lo vio no ayudo para nada, aun recuerda sus cara furiosa, el cerrar de un golpe la puerta de la casa de sus padres, con sus bolsos hechos para un largo viaje sin retorno.-Pero algo en mi interior, me dice que este verano cambiaran las cosas pequeña, te doy mi palabra de anciano.- Intento animar el estafador a su querida sobrina, Mabel levanta la vista y se alegra un poco, por aun débil que fuera, quería ver esa oportunidad como un rayo de esperanza para redimirse con su querido hermano.
-Gracias tío Stan, no es el momento de ponerme triste, a decir verdad, ya tenia planeado irme a vivir por mi cuenta, y buscar un trabajo estable, esto de ser independiente, aunque deja ganancias, no son para siempre, tengo mis ahorros para una casa, así que mañana mismo iré con rumbo a Gravity Falls.-Decía con convicción la muchacha, denotando que su estado de animo mejoro un poco.-Ustedes, ¿cuando llegarían al pueblo?.-
-¡Wow!, tranquila niña, se que estas entusiasmada, pero toma las cosas con calma.- Menciona el anciano por el móvil.-Sixser y yo llegaremos mañana en la tarde al pueblo y nos quedaremos con el viejo con aliento de zarigüey...¡Auch! me la pagaras maldito nerd, ejem como decía, nos alojaremos un tiempo con McGucket, así que tomate tu tiempo.- Concluyo el mayor para hacer recapacitar a la castaña.
-Como te dije me gruñón favorito, ya estaba pensando en irme de casa, si no me hubieras llamado me hubiera ido a vivir a San Francisco, así que ya tenia mis cosas ordenadas, así que llamare al amigo de mi abuelo Shermie, que se adelante con la mudanza.- Termino por decir Mabel, para luego indicarle a su tío abuelo lo que haría, el lo que quedaba de día.-Así que comprare un boleto de autobús para esta noche, y llegare mañana por la mañana.- Finalizo animada la chica de coloridos sueters.
-Esta bien calabacita, se que no puedo parar tu alta determinación, eres tan dura de roer como este viejo sinvergüenza je je je.- Menciono Stan, para luego empezar a despedirse de la castaña.- Nos vemos mañana entonces niña, ten cuidado con tu viaje y recuerda si te quieren hacer algo, tu sabes bien que eres mi mejor alumna en el box, bueno hablare con tus padres para contarle la situación y no se te olvide hablar con ellos por lo que estas por hacer, adiós hija.- Y después de decir esto, el anciano corta la llamada.
-Pero no me dejo despedirme.- La chica inflo sus mejillas en señal de reproche, recordándose de golpear al anciano mañana.- Ahora a comprar el boleto.- Diciendo esto la chica recoge sus cosas las guarda en su morral, ve hacia la pileta del parque en el cual había una ardilla bebiendo agua de esta, Mabel toma su cámara, la enciende y enfoca su lente y toma una foto de aquella postal enfrente de sus ojos, luego tapa la lente, apaga la cámara y se va hacia la terminal de buses de Piedmont, California.
En el camino hacia la terminal, la muchacha tomas su teléfono y marca al numero de el jefe de mudanzas de Happy Squirrel, el cual era un viejo amigo de su abuelo, por eso ella podría tener confianza en aquel hombre para dejar que lleven sus pertenencias, cuando contesta el hombre, Mabel lo saluda y le informa de sus planes, a lo que el tipo le dice que no hay problemas y que irán a las siete de la tarde a recoger sus pertenencias, luego Mabel se despide y cuelga, a lo que su estomago empieza a gruñir, debido a la falta de alimentos, mira por donde se encontraba le quedaba un para de manzanas para llegar a su destino, para su suerte en la esquina había una minimarket, para comprar algo de comer. Después de comer un sándwich y comprar alguno que otro bocadillo dulce, llega a la parada de buses para comprar su boleto de ida, estaba tan entusiasmada que no le importaba la actitud aburrida de la mujer que le atendió, elige el bus de las diez y media de la noche, sale dando saltitos y la vendedora solo roda los ojos, para atender a otra persona. La castaña hace parar un taxi y le indica la dirección de su casa, bueno la casa de sus padres, para llegar lo antes posible y tener todo listo para su partida a su nuevo hogar aquel pueblo que tanto añoraba.
Al llegar ya a la residencia, paga por el recorrido, corre hacia el interior de la casa, al ver un automóvil estacionado el afuera de la cochera, sabia que sus padres ya habían llegado de sus trabajos, al abrir la puerta principal se dirige donde probablemente estén sus progenitores, ingresando al living de la casa, viendo a su madre hablando por el teléfono del hogar, con una cara de sorpresa al ver a Mabel, y a su padre sentado en el sillón leyendo el periódico, escuchando lo que decía su esposa, con también un deje de sorpresa.
-...Si Stan, ella acaba de llegar...okey dejare que me lo diga ella...aja...bueno, adiós viejo gruñón, saludos a Ford.- Y diciendo esto, corta la llamada la señora Pines, pensando en lo que le va a decir a su hija.-Mabel cariño, creo que nos quieres decir algo.- Dice con tono divertido al ver la expresión de alegría de la muchacha, el señor Pines deja de leer para integrarse a la conversación.
-Si mama y papa, he decidido irme a vivir a Gravity Falls, me ofrecieron un trabajo estable en la galería de arte del museo de aya, así que cambio mi idea de partir a San Francisco.-
Les dice emocionada, con un brillo en sus ojos que ellos no habían visto desde la partida de su hijo.
-Bueno hija, sabes que te habíamos apoyado en tu antigua decisión, así que no veo el problema de que vayas a vivir a ese pueblo que tanto quieres.- Menciona el señor Pines, dándole la aprobación que tanto esperaba la chica de suéter, luego pone su mano en la cabeza de su hija y le revuelve el cabello, esta sonríe.
-¿Y cuando te irías a Gravity Falls, querida?.- Le pregunta Ángel, la madre de la muchacha, sonriéndole aprobatoriamente.
-Hoy mismo en la noche, así que pasaremos nuestra ultima tarde en familia, no se resistan a mis encantos.- Decía Mabel con una sonrisa y lagrimas que no quería que notaran sus padres, y con la voz un poco quebrada prosiguió.- En una hora llega el señor Benson a recoger mis cosas, quiero tener una buena tarde con ustedes.-
Los padres de la castaña se miran entre si, y se paran a abrazar a su hija, dándole todo el apoyo que necesitaba la chica, a lo que esta al verse rodeada por los brazos de su progenitores corresponde el abrazo y se rompe en llanto, un llanto de despedida, lleno de muchas emociones, ellos fueron sus pilares para no caer en depresión después de que Dipper se fuera, ellos la habían apoyado en todas sus decisiones que había tomado hasta ese momento. Y ahora tenia que decirle adiós, para comenzar una nueva fase en su vida, en la cual tendrá que vérsela por si sola, pensándolo bien no estaría sola, tendría a sus tíos y a sus amigos de ese lugar. Luego de esa muestra de afecto paternal, sus padres ayudaron a ordenar sus cosas, mientras le aconsejaban como tenia que hacer para poder vivir independientemente, sus nuevas responsabilidades como adulta, bueno casi adulta, ya que le quedaban dos meses y algo para su cumpleaños numero veintiuno, luego ordenaron pizza para la cena, hasta que llego el señor de la mudanza, el cual saludaron afectuosamente y le indicaron donde estaban la cosas de la castaña. Cuando el camión ya estuvo listo con sus pertenencias en su interior, les dijo que las llevaran a la dirección en donde vivía el viejo McGucket, Mabel luego hablaría con Stan para decirle aquello, luego la chica se toma un baño por todo lo sudado, se puso otra tenida mas limpia, un suéter rosado con una estrella fugaz amarilla, que dejaba ver su hombro izquierdo y parte de una playera morada, unos leggins color café claro y unas botas negras de planta baja, que llegaban un poco mas abajo de sus pantorrillas, unos aros en forma de estrella y una cinta rosa en su pelo aun mojado. Después baja a cenar con sus padres, los cuales hacen bromas y charlan amenamente hasta que terminan toda las piezas de pizza, mira la hora en su movil y se fija que ya son las 9 de la noche, así que sube una ultima vez a su habitación cerciorándose de que no se le quedara nada y luego sale, para detenerse en seco frente a la antigua habitación de su hermano, la cual seguía tal cual la había dejado hace mas de 6 años atrás, dudo por un momento y entro para ver que había en el interior, este cuarto tenia una capa de polvo en sus muebles, hayan un par de pósters de bandas de rock que le gustaban a el muchacho, también unos premios en proyectos en las ferias de ciencias, no había nada mas interesante salvo una cosa, un objeto que helo la sangre de la castaña, aquella posesión que tanto atesoraba su hermano en el pasado, pero esta estaba gastada y con unos cuantos rasguños, debía de ser otra gorra a la que Dipper tenia, debido a que aquella vez que se fue tenia una idéntica pero mejor cuidada. Se quedo mirando la gorra y la toma, sacude un poco el polvo que tenia esta, y se la coloca para luego echar un ultimo vistazo de la habitación de su gemelo, suspiro pesadamente y cerro la puerta de aquel lugar que alguna vez fue el sitio de descanso de el chico. Bajo por las escaleras para encontrarse con su padre llevando unas maletas de mano y la mochila de la muchacha, para llevarlo al automóvil, y su madre que guardaba algunos refrigerios para su viaje, termina de ver una ultima vez el lugar que fue su hogar durante veinte años, llenadole de recuerdos y melancolía, pero ya tenia que partir para forjar su nueva vida, sus padres la llaman para que suba al vehiculo, cierra la puerta y sube a este ultimo, grabándose todo el recorrido en su mente, el parque en el cual jugaba ella y su hermano, la escuela primaria a la que asistían de pequeños y todo lo que le pudo generar buenos recuerdos de su vida en Piedmont. Al llegar a aquella parada de buses, bajo con paso decidido, acompañados por sus padres hasta el anden, en el cual pararía su transporte a su nuevo hogar en Oregón, espero unos minutos y este llega dejando bajar alguno que otro pasajero, el viaje seria largo de mas o menos unas diez horas, pero valía la pena si quería llegar al día de mañana al pueblo, se giro a ver a sus padres y los abraza en una muestra de amor incondional, soltando un par de lagrimas.-Su pongo que este es el adiós,*snif* papa, mama, los extrañare muchísimo.- Decía a la ve que se ponía a llorar e los brazos de sus progenitores.
-Mi querida Mabel, Charly y yo sabíamos que este momento llegaría algún día, pero tienes que ser fuerte, cariño, recuerda eres Mabel Ángel Pines, la alegre y creativa chica de gran personalidad y mas grande corazón que conozco, cuídate en el viaje y que tu nueva vida se muy prospera, mi amada hija.- Decía la señora Pines a besando a su vez el rostro de la joven, soltando también lagrimas de orgullo por su niña.
-Mi Princesa, ya eres toda una mujercita fuerte y capaz de cumplir sus sueños, sabes que tu madre y yo te apoyaremos en todo lo que hagas, y recuerda que si algo te hace caer, te levantaras as fuerte de lo que eras.- Le dice Charles Pines a su hermosa hija, sintiendo también la emoción de las dos, dándole un gran abrazo antes de que la castaña partiera a su nuevo hogar.-Aquí tienes un poco de dinero que quizás te ayude, y si me entero que algún patan te hace daño, me dices para ir patearlo hasta que...ejem, ya sabes nada muchachos vagos jovencita.-
-Ji ji, lo se papa, el tío Stan me enseño a defenderme, no los defraudare, seré muy exitosa y triunfare en mi vida.- Mabel los abrazo por ultima vez, tomo sus cosas, y se despidió de su familia.- Los veré algún día padres, adiós, los amo demasiado.- Dicho esto la muchacha sube al bus mostrando su boleto al chofer, se va sentar a un asiento junto a la ventana, para ver una ultima vez a sus padres quienes agitaban sus manos de un lado a otro con cara de orgullo, esta les lanzo besos con su dos manos. Estaba decidida, ese verano cambiaria su vida y trazaría su destino, viviría en aquel misterioso pueblo escondido del mundo, vería de nuevo a sus tíos y todos sus amigos que había echo a lo largo de los años en el que iba hacia aya, se enfrentaría con gran valor a lo que le tenia deparado el futuro, la chica agarra aquella gorra azul con el dibujo de pino del mismo color, pensando en que, tal vez, podría por fin disculparse con el dueño de aquella prenda, su hermano gemelo, Dipper, rogando que algún día le diera su perdón, mirando hacia el cielo así aquella constelación en la que tantas veces miraba y se entristecía, pero esta vez era diferente, miraba aquel conjunto de estrellas que le hacia acordar a su hermano, con una determinación tan grande como el mismo firmamento, el Big Dipper, decidiendo que desde el día de mañana reescribiría su destino, el cual dice que esta tallado en piedra, el cual dicen que no se puede borrar, pero ella creía que si uno realmente deseaba hacerlo podría lograrlo, luego apoya su cabeza en el respaldo se su asiento para empezar a caer en los brazos de Morfeo, el mañana seria un gran día.
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Bueno aquí esta el primer capitulo, espero que lo hayan disfrutado, como dije en la introd., quizás haya capitulo la próxima semana o la subsiguiente, esta serie le tengo planeado unos 60 capítulos, los cuales dividiré en 4 para hacer 4 arcos de mas menos quince capítulos. Los códigos como el de arriba dirán un pequeño adelanto de los capítulos siguientes, los cuales tengo la sinopsis escrita hasta el capitulo numero 20, sin mas que decir nos leemos la próxima.
Pd: Cesar les ayudara.
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