Capitulo 1. La verdad duele, pero libera

Después de un agotador viaje de 12 horas en el autobús los chicos bajaban casi a empujones, desesperados por volver a tocar tierra firme y no era para menos después de haber estado a punto de caer por un acantilado 3 veces. Ya cuando se calmaron, la mayoría fue a sacar sus mochilas de la parte lateral del autobús y otros se reunían cerca de su profesora. Aunque ya vieja (si, mas de lo que ya era), la señorita Bitters se hacia cargo de ese grupo estudiantil aun, sin embargo no le daba todas las clases como cuando iban en la eskuela.

-Llego el momento en que demuestren todo lo que han aprendido de supervivencia conmigo, se adentrarán al bosque y vivirán ahí por dos semanas. Los que lleguen sanos y salvos a este lugar para cuando el autobús regrese en dos semanas habrán aprobado el año escolar, si les falta alguna extremidad o están dañados gravemente serán reprobados-

La sombría mujer les daba las indicaciones a sus alumnos, quienes tenían una cara de pavor al pensar que les esperaba en aquel bosque, algunos solo se resignaron y pensaron en escribirles una despedida a sus padres, hay quienes pedían piedad a Bitters para volver y otros simplemente les daba lo mismo, tal era el caso de Dib quien aun estaba en el autobús, seguía durmiendo después de tan largo viaje y nadie se molesto en avisarle que habían llegado ya que no les importaba su presencia. De pronto es sacudido con fuerza lo que lo hace despertar de golpe.

-Oye humano, por que no me dijiste que Bitters nos trajo a una trampa -Casi paranoico, el Irken avisa de las indicaciones dadas por la maestra, suponiendo que todo era parte de un plan para eliminarlos y por fin descansar de los malditos mocosos.

-De que estas hablando Zim, no nos trajeron a ninguna trampa, solo es un viaje de fin de año, acamparemos en el bosque y nada mas -se rasca sus ojos y acomoda sus lentes, el joven Membrana trata de bajarle el perfil a lo que Zim había entendido que pasaba, y aunque odiaba pasar dos semanas junto a sus compañeros era necesario para pasar el año, todo por el sádico juego de Bitters para ver quien enloquecía primero.

-Y como sé que no es una trampa tuya!

-Cree lo que quieras, solo quiero que esto termine e irme a casa.

Ambos bajan del autobús a recoger sus cosas, ya estaba todo listo para que se adentraran en el bosque, todos tenían un mapa del lugar y debían acampar en la zona indicada. Dib se puso su enorme mochila y tomó un pequeño bolso extra, mientras que Zim solo llevaba un pequeño bolso cruzado.

-Ese es todo tu equipaje?

-Y para que necesito mas?, la piel Irken no es tan grasosa como la de los humanos, por lo que un cambio de ropa es suficiente por meses.

-Pero aun así creo que es muy poco para dos semanas, donde vas a dormir?

-No necesito ningún ropaje especial para dormir, simplemente lo hago -Dib seguía haciéndole preguntas a Zim de como pretendía tener condiciones optimas con tan pocas cosas, mientras que la Srta. Bitters daba su último mensaje.

-Atención, a partir de ahora deberán aplicar todas las técnicas que les he enseñado, si pasan frio desollaran a un alce, si tienen hambre cazarán una ardilla y si tienen sed deberán beber agua del rio. Nos veremos aquí mismo. -la puerta del autobús se cierra rápidamente llevándose a la profesora y los chicos comenzaron a caminar, la mayoría iba de a grupos, también se habían formado unas parejas en aquel curso y estos iban tomados de las manos, hablando de lo perfecto que era todo eso para llevar mas allá su intimidad de pareja. Dib, como siempre, fue ignorado y dejado atrás rápidamente, aunque este aun podía verlos y no les perdía es rastro, realmente no estaba muy ansioso de llegar tan rápido, el paisaje era verdaderamente bello y quería disfrutarlo, era una zona que aun seguía virgen de la intervención del hombre y su deseo de expandirse y sobrexplotar los recurso naturales, así que era casi como un paraíso. Por otra parte Zim parecía no darle importancia, aunque si le llamaban la atención varios de los animales que ahí se encontraban, no los había visto antes y verdaderamente se veían mas inofensivos de los que tuvo el placer de conocer cuando era entrenado en otros planetas, que fácilmente eran 10 veces el tamaño de aquellos búhos y ciervos. Ambos, ya que habían sido ignorados completamente, estaban caminando casi juntos, haciendo que una conversación fuera inevitable.

-Así que realmente te interesa pasar el año, de lo contrario no habrías venido -Desde que Zim apareció para abordar el autobús a Dib le pareció raro, ¿Por qué debería importarle algo tan tonto como un paseo si tenía pensado destruirlos?

-Nunca dije que me interesara pasar su patética academia de entrenamiento a la que llaman sekundaria, pero pensé que esto podría servir para... averiguar mas sobre los humanos y su entorno -hablaba casi como si estuviera estudiando una nueva especie, Zim era pésimo mintiendo y Dib lo notó enseguida, debía hacerlo, ya hace varios años que llevaba un tipo de odio-amistad con aquel Irken y ya lo conocía bien... o eso creía.

-Lo que tu digas, aun así admito que el que estés aquí lo hará todo menos aburrido -sonríe satisfactoriamente-

-¿De que hablas, humano?

-No esperarás que tenga algún tipo de comunicación con esos sujetos, verdad? -apuntando y refriéndose a sus compañeros de clase- Son unos patanes y sencillamente no estoy interesado en ello. No los necesito.

Siguieron caminando sin cruzar muchas palabras después de eso, habían caminado cerca de una hora hasta que vieron el rio a lo lejos, Dib chequeó su mapa y supuso que ese era el lugar. Algunos chicos ya habían llegado ahí y estaban armando unas cuantas tiendas de campaña, eran grandes por lo que en cada una cabían entre cinco a ocho personas, Torque se había ofrecido a ir a buscar leña para armar una fogata, Zita y sus amigas fueron a recoger algunas bayas y frutas y los demás se repartían distintas tareas. Parecía todo tan organizado, casi demasiado. Cuando Dib y Zim llegaron no fueron tomados mucho en cuenta, Dib no le dio importancia y buscó un lugar plano para armar su tienda, el lugar estaba algo apartado del resto puesto que habían troncos caídos y grandes piedras que impedían estar mas cerca, lo cual era una perfecta excusa para no estar cerca de ellos. Despejó un poco el terreno, sacando unas cuantas hojas y ramas secas, armó su tienda que era para dos o tres personas, la cual perteneció alguna vez a su madre, dejó sus cosas adentro y pensaba en ir a buscar algo para comer y no usar de inmediato la comida enlatada que había llevado. Zim solo lo miraba en como lo hacia, pensando lo primitivo que era una mini base humana en terreno no explorado, eran blancos fáciles para cualquiera amenaza y esas tiendas endebles con suerte resistirían a una tormenta, al recordar esas espantosas ocasiones climáticas le entró el horror al cuerpo, ¿que pasaría si comienza una tormenta ahí mismo? No tenia nada para protegerse y la única solución tal vez era pedirle... ayuda a sus compañeros o a... Dib. Trató de mantener la compostura y esperar a que no hubiese alguna tormenta. Cuando se dio cuenta el humano ya no estaba y su tienda estaba cerrada, supuso que había ido a buscar provisiones. Dejó sus cosas cerca de las de Dib y fue a explorar el lugar, usando las patas mecánicas de su pak subió a la copa de unos árboles y escaneó el perímetro.

Ya se había puesto el sol y estaba todo demasiado oscuro, claro, estaban en medio del bosque sin ningún rastro de civilización en kilómetros, tenían suerte de que hubiera luna llena para iluminarlos un poco mas. Los chicos estaban alrededor de la fogata, hablando de lo felices que estaban de que las clases hayan terminado y riéndose de tonterías, algunos con malvaviscos al fuego y unas cuantas botanas y poopsodas. Zim había llegado hace un rato atrás, pero Dib seguía sin regresar, lo que tenia inquieto al Irken sin saber por qué. De pronto, Carl hace callar a los demás.

-Oigan, que tal si le ponemos algo de diversión a este aburrido paseo – de su mochila saca muchas latas de cerveza, una botella de vodka y otra de ron

-Que bien! No fui el único con la misma idea – Rob hace lo mismo, saca mas cerveza y tequila con unos limones, al parecer mas que equipaje habían llevado un arsenal de locura de alcohol, con razón cuidaban tanto sus mochilas. Todos decidieron beber, ya que era algo habitual en las fiestas que hacían los fines de semana, vieron a Zim solo y pensaron que seria divertido verlo borracho aun que sea solo una vez, por lo que llamaron su atención.

-Oye Zim por que no vienes aquí con nosotros y bebes un poco

-No lo se, eso tiene un olor espantoso, desde aquí puedo percibirlo.

-Vamos! Será divertido -Peyoopi va a buscar a Zim y lo tironea del brazo para que vaya con ellos, le pasan una lata se cerveza y este, ante la mirada de todos, no tuvo otra opción que beberla para parecer un adolescente normal. El sabor era horrible, sentía como una espuma agria le recorría la boca y el líquido le quemaba la garganta. No pudo evitar toser y casi regurgitar lo que había acabado de beber, los chicos rieron ante esto y Zim se sentía humillado, humillado ante ellos y ante esa espantosa bebida. Se dio cuenta que al rato esa sensación se iba y le quedaba un gusto mas agradable en la boca, algo realmente peculiar, siguió bebiendo y sintiéndole cada vez mejor sabor a esa bebida. Los chicos celebraron esto y seguían bebiendo y así pasándole mas latas y sirviéndole otros tragos, el ron junto con las poopcola se sentían realmente bien, parecía un verdadero novato de fraternidad, bebiendo cuanta cosa le pusieran en frente y efectivamente pasó lo que todos querían, Zim estaba ebrio.

Al rato aparece Dib entre los arboles, encontrándose con ese verdadero Oktofest, con tanta lata de cerveza tirada por todas partes, los chicos ebrios y apenas sosteniendo su propio cuerpo, y Zim tratando de mantener el equilibrio... ZIM?! Dib se acerca rápidamente al Irken, el cual expelía un fuertísimo hedor a alcohol.

-Que demonios te pasó...

-Diiibie cabezón, tienes que probar esto! Ni siquiera la Inmensa guarda un néctar tan delicioso y misterioso, y eso que los... mas altos siempre guardan lo mejor para ellos... - dice esto ultimo mirando al suelo y con un tono triste, pero se reintegra y le extiende un vaso que contenía quien sabe que cosa, entre tanto que había bebido se puso a combinar de todo lo que probaba

-Estas loco? Eso quizás que cosa le hace a tu sistema, si ya a lo humanos los pone así tan... retrasados, con sus instintos más primitivos, como demonios pensaste en beber algo así!

-Aay no seas aguafiestas! *hip* No hace ningún daño... – este le abraza del cuello y soltó el vaso y cuando Dib se dio cuenta Zim ya se había quedado dormido, vio a su alrededor para ver donde dejarlo, pero algunos ya se habían ido a dormir, los que seguían consientes, y los demás estaban durmiendo donde habían caído.

Como pudo, Dib llevo a Zim a su tienda y lo acomodó, esperando a que el Irken no vomitara o explotara por tanto alcohol que había en su sangre, cerró la tienda y se recostó a su lado pensando en que no debería haberlo dejado solos con esos malditos. No tenían el derecho de hacer algo así con él. De pronto se dio cuenta de como estaba cuidando a Zim y los pensamientos que estaba teniendo sobre la situación, se sentía verdaderamente extraño y demasiado posesivo, casi como una novia celosa de que su pareja este festejando con amigos, después de todo ellos solo eran 'enemigos', nunca se habló de alguna tregua o algo así, pero al pasar los años prácticamente su relación era de amigos, ahora hasta comían juntos, discutían mientras lo hacían pero aun así se esperaban y acompañaban, pasaba lo mismo a la hora de la salida. Ahora que Gaz tenía un novio-esclavo ésta ya no lo acompañaba a casa. Los pensamientos de Dib son interrumpidos cuando Zim empieza a hacer ruidos extraños y a moverse, balbuceando y pidiendo que lo dejaran en paz, parecía estar soñando, luego se levanto y abrió sus ojos, se sacó los lentes de contacto purpuras y algo salía de sus ojos, aparentemente lágrimas, se gira mirando al humano para dar un ligero sollozo y lanzarse sobre su pecho, para llorar desconsoladamente. Dib estaba anonadado, nunca esperó ver llorar a nadie sobre su pecho mucho menos a Zim, él era demasiado orgulloso y egocéntrico para que lo vieran llorar, y si es que lloraba siquiera, no sabía que podía hacerlo... al menos no de la manera en la que lo estaba haciendo.

-Zim... que ocurre -Ya no se le ocurría nada más que tranquilizarlo, era lo más sensato

-No soy nadie, no pertenezco a nada ni nadie me necesita -apenas podía hablar, aun que con lo poco que dijo Dib quedó aun mas boquiabierto, desde cuando se volvió tan sensible y melodramático?

-A que te refieres? Que hay de tu misión? No eras tú el gran Irken que destruiría la Tierra? -De que estaba hablando? Para animar a Zim prefería que la Tierra fuera destruida? Tanto valía verlo feliz?

-Los mas altos... hablaron con los cerebros de control, me desconectarán de mi Pak si sigo llamándolos, todo era una mentira, mi misión, mi rango, mis investigaciones todo era en vano... tu sabes lo que pasaría si soy desconectado de mi Pak, es la peor advertencia que se le hace a un soldado Irken. Los daños físicos se pueden reparar, no así mi reconexión con el Pak.

-Eso quiere decir que cuando llegues a tu base y trates de contactarlos serás eliminado? -Dib se sentía angustiado ante esta confesión, no imaginaba su vida si Zim se iba, él... la razón por la cual sabía que no estaba loco estaba a punto de desaparecer y no podría hacer nada para evitarlo?

-No realmente, me dieron un plazo de 3 días Irken para no llamarlos, si no lo hago seré bloqueado de toda comunicación y ni aunque lo intente podré hablar con ellos de nuevo, y mi exilió será completo.

-3 días Irken... y eso cuanto es en la Tierra?

-15 días...

-Perfecto! Este viaje dura dos semanas, cuando regreses ya estarás bloqueado y no te pasará nada

-Aun tendría 12 horas para llamarlos cuando lleguemos a la ciudad, dos semanas son 14 días Dib, no 15.

-Pero puedes estar 12 horas sin llamarlos... no?

-No lo se, para mi era una costumbre llamar a mis altos, puede que los llame a sabiendas de los que pasará solo porque lo sentía mi deber.

-Por Saturno! Debes controlarte, no puedes ser destruido Zim, no de esa forma!

-Bueno y que importa si es así, no tiene sentido que viva si no tengo una misión que cumplir.

-Y yo que? Se supone que tendré que sentarme a ver como agonizas 10 minutos?!

-No que si querías verme destruido?

-No... bueno SI!... quiero decir... no necesariamente...

-Que quieres decir...

-Que no sé que podría hacer si tu desapareces... nunca me lo había preguntado... pero creo que todo seria como antes de que tu llegaras, solo todos los días, creo a que ahora mas que antes, y contigo moriría MI misión de exponerte como extraterrestre... como en los viejos tiempos... -Zim río ante esto ultimo, esos años con el humano habían sido realmente divertidos si se lo planteaba de esa forma, aun cuando estuvieran al borde de la muerte a veces eso lo hacia mas entretenido, sintió nostalgia y verdaderamente sintió que alguien lo extrañaría y por alguna razón lloró mas al pensar en esto.

-De verdad me extrañarías … Dib... -Casi nunca decía su nombre sin algún apodo, pero eso solo lo hacia mas especial.

-C-claro... -el humano se ruborizó al ver como Zim se acomodaba en su pecho para dormir nuevamente

-Que bien... -cae finalmente rendido ante el sueño otra vez, pero para el humano había sido una impresión tan grande que no tenia pensado ni en dormir aun, miró su reloj y se dio cuenta de que eran las 4 de la mañana, sin mover mucho a Zim, tomó una frazada y cubrió con esta el cuerpo de ambos, se acomodó junto al extraterrestre y prefirió disfrutar el momento, por mas raro que pareciera se sentía tan bien.

-.-.-

A la mañana siguiente Zim despierta con una horrible jaqueca, sintiendo una respiración sobre su cabeza, se gira y ve a Dib casi abrazándolo, durmiendo plácidamente junto a él. Abre los ojos de la impresión pero no hace ningún sonido, solo se queda ahí observando y no entendiendo nada, ni de como llegó ahí ni por qué el humano estaba siendo tan cariñoso en ese momento, por alguna razón se ruborizó y prefirió calmarse y sin despertar a Dib se arregla la ropa, se pone sus lentes de contacto y sale de la tienda. Mira al campamento de los demás chicos, todos tenían unas caras espantosas y bebían mucha agua, a ese paso iban a gastar toda la que habían llevado, aprovecha de que nadie lo presta atención para sacar sus patas mecánicas y subir a los arboles e ir a buscarle algo al humano para comer.

Dib despierta después de escuchar un ruido afuera, se arregla un poco y sale de la tienda, Zim había conseguido un par de huevos y lo estaba cocinando sobre una piedra en la fogata que había preparado.

-Que haces? -le pregunta lo obvio

-Gir me enseño un par de cosas de un programa de supervivencia que vio en la televisión, o creo que lo vio en alguna película no lo recuerdo...

-Pero si tú no comes nada de lo que hay aquí en la Tierra.

-Nunca dije que fueran para mi, además, encontré un par de frutas que no me hacen nada -le muestra un par de pequeñas bayas rojas del porte de una canica- pero al parecer para ustedes son toxicas -Zim apunta con el dedo hacia los chicos, donde algunos de estos estaban vomitando por esas mismas bayas.

-Esas son bayas venenosas, hasta un tarado lo sabe, es interesante que sus toxinas no te provocaran nada.

-Pensé lo mismo, pero este bosque está repleto así que no me quejo.

-Como sea, muchas gracias por esto... es un lindo gesto.

-Si como sea, es para darte las gracias.

-De que?

-De sacarme de ahí anoche, no se como me comporté de esa manera...

-Ah, por nada... y eso me recuerda que debemos hacer algo para evitar que llames a tus altos cuando lleguemos a la ciudad -dice esto con la boca media llena por la comida

-Co... como supiste eso?! -Zim se gira al humano rápidamente, inquiero por saber como había obtenido Dib esa información, acaso lo estaba espiando para variar y vio como era humillado ante todo Irk mientras el aviso era transmitido?

-Pero si tú mismo anoche me lo dijiste -Dib arquea una ceja, dudando un poco de la memoria del Irken

-Claro que no, solo hable de que no habían de esas cosas en la Inmensa, nada más...

-Te despertaste y me dijiste esas cosas... y, otras mas -miraba a un lado algo sonrojado, pero al parecer algo molesto, no podía creer que había olvidado todo lo que habían conversado esa noche.

-Exijo que me digas todo lo que te dije!

-No recuerdas nada? Me refiero a nada de nada?

-Hasta que me llevaste a tu tienda.

-Por Saturno... -Dib estaba algo molesto, sintió como si le hubiese hablado al aire todas esas horas, sintió tantos sentimientos en ese momento y fue todo en vano, tal vez Zim ni siquiera lo consideraba de esa forma... o quizás si, después de todo estaba en un estado totalmente inconsciente, perfectamente hubiese podido decir la verdad mas cruda sin un pelo en la lengua. Eso lo tenia confundido y odiaba sentirse así, apenas comió tomó una botella de agua y se adentraba en el bosque

-Y ahora a donde vas! No vas a decirme nada?!

-Ahora no Zim, necesito pensar... -se adentró al bosque y se perdió rápidamente de vista

-Bien, haz lo que quieras humano cabezón – Se fue hacia la otra dirección, igualmente indignado y furioso.

El resto de los chicos estaba recuperando la conciencia, las chicas prefirieron ir a bañarse al rio y dejaron a los chicos haciendo el almuerzo, fue fácil poniendo un par de caritas lindas y mostrando un poco el escote y el bikini. Todos estaban ocupados, sin notar que Zim ni Dib estaban.

Continuará c:


Yay, volvi con otro fic xD, creo que dejaré para despues el segundo final de The Legend of Dib, ya que tenia ganas de hacer esta historia hace tiempo y apenas tengo tiempo, pero como mi horario entre clases es una mierda creo que lo aprovechare para escribir y terminar mis cosas pendientes, no estuvo muy interesante el primer capitulo... pero espero que asi lo sea mas adelante, y si, será ZaDr :3