Todo le pertenece a J.K, lo hago todo si fines de lucro


Esta historia fue eliminada y subida de nuevo, porque decidí darle otro enfoque.

La celestial casa de los Black

Prólogo

Era una noche de viernes oscura y sombría, fuera del castillo llovía como si el cielo se estuviera diluyendo. Mientras que en la habitación de séptimo de hombres, una tenue luz amparaba a un joven que yacía acostado en su cama, leyendo. Aprovechaba esos pequeños momentos de paz y silencio para leer sus clásicos de siempre, amparado de la luz de los candelabros y con el tranquilizante sonido de la lluvia.

Nunca entendería a esa gente que no le gustaba la lluvia, no había nada más puro y calmo como ella, aún en las peores tormentas, era un alivio escucharla, purgando la tierra de los pecados, como si pudiera penetrarlo todo y purificarlo todo, incluso a él, un licántropo, que tenía una maldición dentro de su alma, una rabia que se desataba una vez por mes. Que lo transformaba. Lo consumía.

Se extraña de poder llevar tanto tiempo leyendo continuado, hasta que recuerda que James y Sirius están en una práctica de quidditch, antes del partido contra Hufflepuff, y Peter estaba con una bonita morena de sexto de Hufflepuff. Dejándolo a él solo por la tarde, mientras que Lily está haciendo los deberes la biblioteca, deberes que él tenía listos desde hace horas.

Con todos esos factores, se sumergió tanto en su lectura de O. Wilde, de los sentimientos y conflictos de Basilio, en Dorian Gray, que cuando oyó el ligero lloriqueo, saltó tanto que el libro se le resbaló de las manos, cayendo al piso con un sonido seco, lo que provocó otro pequeño lloriqueo. Remus volteó entonces la mirada hasta la fuente de sonido y se encontró con una pequeña niña, que era seguramente de primero, sino menor, con una fina y delicada capa en tonos cafés, con su carita de rasgos finos pálida, con el labio inferior siendo torturado por el superior, mientras sus ojos se escondían en sus cabellos cafés.

"Hey ¿Cómo entraste aquí? ¿Dónde está tu uniforme?" La niña alzó la vista y le recibieron unos profundos ojos grises, tan similares a los de….

"Remus… ¿eres tú Remus?" le preguntó con una tono ligero pero voz clara.

"Sí, ese soy yo, ¿porqué no me dices el tuyo?" le preguntó suavemente, acercándose un par de pasos a ella.

"mi nombre es Spica Black" dijo ella con seguridad y alzando un poco su voz. "¿esta es la habitación de Sirius?" entre preguntó y afirmó.

"Si, es cierto, esta es, ¿eres su prima?" Preguntó extrañado de no recordar su nombre de las conversaciones, escasas a decir verdad, de Sirius sobre su familia. Aún cuando era imposible negar, que era una Black, tenía el mismo porte y rasgos faciales de Sirius, además de sus ojos.

"No, soy su hija… o una proyección de ella más bien." Le dijo ella respingando la nariz ligeramente, lo que le daba un aire bastante rebelde. La habitación quedó en un silencio bastante incómodo mientras ojos miel se encontraban con grises.

"….¡Cómo?" Sintió la sangre helarse por dentro y escuchaba fuertemente los latidos de su corazón, galopando en su oído…. Su mente era un caos de pensamientos, mezclado con sentimientos. No lograba formar nada coherente, solo una frase se repetóa constantemente en su mente. Una hija, Sirius, con una hija "¡Imposible!"

La niña frunció el ceño, tal como hacía Sirius cuando estaba enojado, y Remus dio un paso atrás, espantado por la comparación, hasta que estrepitosamente entró Sirius y James, aún comentando las jugadas de la práctica. A los pocos segundo se dieron cuenta de la situación de Lupin con la desconocida y guardaron silencio, observando cómo ellos se observaban profundamente, como habían estado haciendo desde que la niña contó quien era.

"Remus" Dijo por fin Sirius. "¿Quién es la enana?". Los ojos de la niña brillaron con ira, tal como los de Sirius pensó Remus con una fascinación que podría haber pasado por masoquismo.

"Bueno Sirius, ella dice ser Spica Black, tu hija." Dijo el licántropo retando a la niña a negarlo ahora, a mentir, casi rogando por que fuera mentira.

Escuchó una inhalación de sorpresa y un bufido de irritación y la parte analítica de Lupin, que recién despertaba del shock, el dijo que lo primero debía venir de James mientras que el bufido era definitivamente del bateador de Gryffindor.

"Si claro Remus, buena esa. ¿Le has estado dando a los niños chocolate con algo más?" preguntó burlonamente.

"No es mentira" Dijo Spica en voz baja, pero cargada de furia. "Soy la proyección del futuro de tu hija."

Oh bueno, eso es distinto. Pensó el hombre lobo al mirar a la niña de nuevo.

"¿Es decir que… Vienes del futuro?" Preguntó entusiasmado James.

"Así es." Contesto ella solemne.

"¿Por qué no me dijiste eso?" le exigió Lupin.

"Pues si te dije quien soy" la niña se quedó en silencio durante unos segundos y su cara se convirtió en un blanco poco saludable.

"Hey, niña" Exclamo Black, "¿estás bien?"

"Yo…tengo que decirles que…es muy importante que tú y Remus no… "Cerró los ojos mientras tragaba con dificultad, y una mano subió a agarrar su pecho.

"Necesito que… ¿papá?" preguntó ella alzando la vista a Remus, con los ojos abnegados en lágrimas.

"No, Sirius." Contestó automáticamente Remus. La niña asintió lentamente, pero comenzó a tiritar por completo. Tres cuarto de los merodeadores quedaron atónito cuando vieron como ella empezaba a desvanecerse.

Alzó los ojos grises y los conectó con los otros grises más duros. Le sonrió ligeramente, como reconociéndolo y le dijo, en un susurro contenido:

"¡Papi, no dejes que muera!" Con esas palabras la niña desapareció dejando en la habitación a tres atónitos adolescentes.

Continuará.


Notas de autora

Subí de nuevo este capítulo, porque no me gustó como había quedado….

Díganme que opinan!

El slash de esta historia será muy muy suave, al principio al menos, pero existirá. SI no te gusta. No entres.