Hola, se nota que no me cansó de publicar verdad? Bueno aquí otra historia.

Ao no Exorcist no me pertenece

Y sus ojos se abrieron como platos, ¿Por qué tenía que ser ella?.

-Pero te advierto, tienes que hacerlo antes de la media noche, el príncipe Amaimon morirá de todas maneras, la única diferencia es que si tu no lo haces, nosotros mataremos a los niños del orfanato.- dijo el hombre

Había que escoger, o arriesgarse a perder la vida ella o que se perdiera la de las personas que más amaba

-Entonces ¿Qué dice Okumura Rin?.- preguntó el hombre frente a ella.

-D-De acuerdo.- dijo Rin

Rin era una linda demonio de cabello azul marino que le llegaba hasta la cintura, sus ojos eran dos zafiros, su piel era tan blanca como una perla, no era demasiado alta, era delgada y tenía un cuerpo de acuerdo a su edad, sus orejas eran puntiagudas y sus colmillos largos, era increíblemente bella, tenía una característica especial, tenía los factores de un demonio de la realeza, la diferencia es que ella no pertenecía a la alta sociedad.

Sus modales demoniacos no eran los mejores, no se molestaba en esconder su corazón, que era resguardado en una espada demoníaca llamada la komaken o Kurikara, que al ser desenfundada se incendiaba en llamas azules al igual que en su portadora, otra de las razones por las que la gente pensaba que descendía de Satanás, pero no ella era hija, según le dijeron, de una pareja de campesinos, su cola tampoco la escondía, era como un gato, no mostraba frialdad a los humanos al contrario cuando uno se perdía en el infierno o en la misma vida, era ella quien acudía a ayudarlos, también se dejaba llevar por sus sentimientos, esa chica era una total maleducada.

Pero en cuanto a sus habilidades, si alguien quería matar a un ministro infernal, o a alguien imposible de tocar, acudían a ella con desesperación, era capaz de entrar al Vaticano sin ser descubierta por el Gregory, por lo general se disfrazaba de chico estudiante de la academia de la Verdadera Cruz, era totalmente capaz de esconder su poder, era la perfecta asesina para el asesinate del rey de la Tierra; Amaimon, el tercer príncipe demonio.

Pero ¿Por qué razón? No lo sabía, pero ella nunca mataba sin razón, y ahora solo porque unos tipos quieren planear un volcot acuden al orfanato buscándola y amenazandolé de quitarle su vida, su vida era lo que menos le importaba, para ella la vida eran las personas que habitaban en aquel orfanato, y pensar que por negarse todas ellas serían asesinadas, por un simple capricho suyo.

-No me será posible, pues no tengo un vestido elegante y mucho menos una invitación.- dijo Rin la primera excusa que se le vino a la mente

-Por eso no te preocupes los huérfanos de este orfanato han sido invitados todos solo porque aquí esta una de los tesoros de Gehena ¿y quién crees que es ese tesoro? Exactamente tú.-dijo el hombre

-Sigo sin tener como ir.- dijo Rin

-Por eso no te preocupes ya hemos preparado todo.- dijo el Hombre

Y ahora sí, Rin no tenía más excusas, si no lo hacía todo se iría al caño.

-De acuerdo.- fue su último susurro

Ante eso el hombre sonrió complacido, le dio una caja y se fue de ahí, ya era de noche por lo cual las cuidadoras y los demás niños del orfanato dormían tranquilamente, pero Rin simplemente no pudo conciliar el sueño, así que salió al patio, había mucho viento, hasta que su broche de cabello se le fue arrancado para ser llevado por el viento, disfrutaba de su última noche, sabía que moriría, mañana al si conseguía asesinar al príncipe, la mandarían a la orca, si no la manarían por intento de asesinato o más fácil el príncipe la mataría por defensa personal.

Se sacó esas ideas de la cabeza, ella debía vivir, decidió ir a dormir, si quería sobrevivir al día siguiente tendría que tener energías.

En el castillo

El tercer príncipe demonio miraba hacía la ventana molesto, ¿Por qué su padre había tenido que invitar a unos huérfano?, el aire le daba en la cara como si le contará de una mala noticia, cerró los ojos para disfrutar del aire; grave error algo azotó contra su mejilla a lo cual descubrió que era un prendedor con un pequeño zafiro incrustado, observó que no era cualquier zafiro, si no uno que cargaba con los recuerdos de la persona que lo usaba, decidió mirar para saber quién era tan idiota como dejar sus recuerdos por cualquier lugar.

Después de ver los recuerdos

Se sorprendió de que está vez para matarlo enviarían a una chica, que se notaba no tendría más de 16 años, aunque al parecer era una asesina a sueldo, serial y perfecta.

Ya quería que fuese mañana odiaba la idea de los huérfanos, pero por otro lado le emocionaba la idea de conocer a aquella chica, tal vez la reconocería o tal vez no, pero lo que no entendía es porque los demonios se habían unido con el Vaticano para exterminar a los príncipes demonios, si bien se sabía que uno solo de ellos podía destruir un continente entero.

Bueno solo quería que todo esto acabará aquí, adémas recordó que tenía que ir a recoger a su hermano mayor a las afueras de Gehena, pues acababa de llegar de Asia, a su hermano lo más probable es que también le llamará la atención el tema, asi que guaro el prendedor debajo de su almohada ¿Por qué tenía que compartir la diversión.

Ok hasta aquí llega, prometo que trataré de actualizar pronto ¿va? Bueno hay voy yo de pedinche.

Bueno verán tengo un hermano mayor que le encanta grabarse con sus amigos diciendo tonterías de temas en particular, asi como yo amo escribir el ama hacer videos, sin embargo mi madre es una persona a la que no le gusta perder, por lo tanto si no consigue más subscriptores no lo dejará continuar con esto.

Los que tengan hermanos sabrán que se siente no poder verlos felices.

Los que tengan cuenta en Youtube porfa suscríbanse a Edmalui, este es un favor que yo le pido.

Bueno los dejo.

Sayonara minna-san.