Disclaimer: *Modo grabadora:on* Todo el universo de Bleach, y sus personajes, pertenecen a Tite Kubo, lo cual quiere decir que nada me pertenece salvo la historia. *Modo grabadora:off*

Pues aquí otro YoruSoi, en este caso un drabble bastante tierno, a mí parecer. Quería probar un tipo distinto de narración cuando lo escribí, porque, para ser sinceros, ¿quién no ha tenido este tipo de debate (sólo o en compañía) alguna mañana?...


DEBATE MAÑANERO.

Te despiertas de forma lenta, removiéndote un poco en la cama. Sientes la cama más pesada y calentita que de costumbre, por lo que no te levantas. Tu cuerpo, agotado, clama por seguir durmiendo. Sin embargo, tus obligaciones requieren de atención. Debes hacerlas por lo que tienes que levantarte. Refunfuñas medio adormilada, esa mañana te cuesta más de lo común salir de la cama.

Sacas un poco tu nariz del refugio que te dan las sábanas. Fuera hace frío. Arrugas la nariz, vuelves a meter la cabeza dónde estaba y te arrebujas entre las colchas. El calor que desprende tu respiración se queda bajo las mantas provocando que estés aún más cómoda. Las mullidas sabanas recaen contra tu cuerpo en una grácil caricia. La cama invita a no abandonarla. Las pocas ganas que tenías de levantarte desaparecen.

No obstante, el recuerdo de lo que debes llevar a cabo te impide seguir tranquilamente donde estás. Supervisar el entrenamiento, rellenar los informes, impedir que tu teniente se gaste todo el presupuesto del escuadrón en comida... Gruñes, si ese estúpido fuera más eficiente no pasaría nada porque un día te quedases en la cama. Un día como hoy, porque fuera hace frío y estás calentita dónde estás. Además de la comodidad y que estás agotada.

Entrecierras los ojos debido a la intensa luz que entra por la ventana abierta. Paulatinamente, se acostumbran y enfocas a tu alrededor manteniendo aún parte de tu cabeza bajo las mantas. Lo primero que notas es el exagerado desorden que reina en esa estancia, por lo común ordenada. Te cuestionas el motivo, aunque tampoco te esfuerzas en hallarlo.

Intentas cambiar de posición y notas que algo te lo impide. Vuelves a intentarlo con el mismo resultado. Tu cerebro está demasiado dormido cómo para tan siquiera imaginar por qué algo te impide moverte con la libertad a la que acostumbras. Notas una gran calidez cerca de tí. Te percatas de que una acompasada respiración te acaricia la nuca. Emites una especie de gruñido y bostezo a la vez que abres los ojos con pereza.

Al girarte sobre un costado, quedas frente a esa fuente de calor que te mantiene sujeta por la cintura, aferrándose a tí, evitando que te marches. Sonríes. Ahora comprendes por qué tu cuerpo parece agotado y el debate que has tenido que llevar para pensar en levantarte. Inclinas tu cabeza e inspiras, inundando tus pulmones con su aroma. Tomando tu brazo como apoyo la observas mientras duerme. Grabas en tu cerebro cada detalle. Vuelves a sonreír. Acaricias de forma liviana su espalda.

Depositas un pequeño beso en su hombro y ves como una enorme sonrisa aparece en su aún dormido rostro. También sonríes de forma automática. De nuevo, depositas otro beso en su piel morena. No obstante, se lo das bajo la oreja para susurrarle a continuación: "Buenos días".

Notas cómo se acurruca contra tí y moviendo su cabeza la aproxima a tu cuello. Sientes cómo roza con su nariz tu piel y su cálido aliento provoca que tu cuerpo reaccione. Sabes que sonríe. Utilizas tu mano derecha para sacar su rostro de su improvisado escondite. Acaricias su mentón y quedáis a pocos centímetros. Se aproxima a tí y te besa. Y es en ese preciso momento, cuando te preguntas cómo pudiste sobrevivir sin ella.


Críticas, comentarios y/o dudas ya sabéis.

Matta ne.