Willkommen, bienvenue, welcome. Después de siglos y siglos, de libros releídos mil veces e indignaciones varias, así como dar el coñazo a multitud de personas, he vuelto para presentaros "Ínferum". Sí, queridos, la historia de Regulus Black, el eterno olvidado de la saga de HP. La historia comenzará a contarse un poco antes del momento en que se hace La Marca (es decir, desde más o menos lo que vendría a ser cuarto), y de ahí iremos hasta el final. Obviamente, he tenido que tomarme muchas licencias gracias a que Rowling explicó NADA del cachondo, but whatever... Espero que os guste.
Agradecer a Metanfetamina tanto su constancia (porque yo me canso antes de empezar las cosas, por MUCHA ilusión que me hagan xD) como su paciencia y sus correcciones, sin las cuales esto no estaría aquí y el mensaje de Bellatrix sería mucho más edulcorado. También a Marya, por tantas tardes y tardes perfilándole algo que ni siquiera estaba empezado y que tenía mil formas difusas. A Eme, por animarme un montón a pesar de estar muriendo por el peso de su sí-vida y a Källa, con la que también tuve muchas divagaciones sobre los brindis por la noble y decadente casa de los Black. Oh, y he de nombrar también a Euridice, que la pobre aguantó lo suyo en los antes y los después. Así que, a todas vosotras, muchasgraciasdenada.
DISCLAIMER: Ninguno de los cachondos y cachondas mencionados y/o utilizados me pertenecen, si no que son propiedad de Jota Ká y su mente olvidadiza. Yo sólo me limito a recordar que no todo en esta vida gira en torno al señor de gafitas culodevaso.
PREFACIO.
I wonder if, the journey will be,
Short as I hope, or much longer than it seems.
But either way, I've made up my mind.
I'm through feeling scared, I'm leaving that behind.
(Moving Forward; Hoobastank)
"Aprenderás a amarlo, Regulus. Aprenderás a apreciar el pavor que nubla sus ojos mientras tu varita se alza sobre ellos con orgullo, y el olor a putrefacción que nos insulta cuando nos manchamos los dedos con su sangre. Amarás cada retorcido grito que se escapa de sus bocas, porque sabrás ver las mentiras que encierran. Y cuando disfrutes arrancándoles todo lo que poseen… Cuando sus cuerpos opacos y despreciables se transformen en peldaños para acceder a toda la grandeza que te ha sido reservada… entonces sabrás que eres digno de Él."
La tinta se expande, poderosa, como ponzoña oscura que recorre las venas de un condenado. Ardiente, profunda; tratando de grabar sobre el pergamino unos principios morales que fueron sepultados bajo una luz intensamente verde. Cada trazo delinea con saña una traición declarada tras la que se agazapa una sentencia de muerte. Puedo sentir cómo las palabras laten al ritmo de mi condena, sobre mi piel, justo por debajo de la muñeca.
Para Ellos, los "buenos", los que siguen atrapados en ese tiempo de viejos héroes de alquiler descoordinados, sólo supondrá una marcha atrás anunciada con tardanza. Los Otros —aquellos cuyas cuencas vacías me desuellan vivo cada noche— saben que el momento de encontrarnos está cada vez más cerca, y no dejarán pasar su oportunidad.
Esbozo una sonrisa prácticamente desquiciada mientras el cigarro se consume entre mis labios. La caja sigue ahí, sobre la mesa, ajena a los inútiles desafíos que está vomitando la pluma. Inútiles, como yo. Ajena, como mi hermano. Porque es ahora cuando me doy cuenta de que las palabras de Bellatrix quedaban obsoletas conforme acariciaban sus labios al salir. Nunca amé los gritos. Nunca aprecié sus miedos. Nunca me mostraron el camino hacia la supuesta grandeza que me esperaba. Nunca.
"… volveréis a ser mortal".
Todas las historias tienen un final, incluso las que pretenden fingir que quedan inconclusas. Detrás de cada línea, de cada párrafo, de cada hoja… detrás de todo, siempre morimos. Los grandes bandos también lo harán algún día, sólo que mi final es un poco más prematuro que el del resto porque he aprendido las ventajas de ir un paso por delante. Por eso, mientras "los Malos" se embeben de vicios imperdonables y vidas eternamente falsas y "los Buenos" tiemblan ante la simple idea de visitar el Infierno, yo me dejo llevar por el pánico y suelto una carcajada podrida. Ilusos.
Con un simple movimiento, mis dedos se cierran sobre el Marlboro y lo llevan directamente a la sombra que conlleva la lealtad eterna de nuestras almas, para después enterrarlo con fuerza en la serpiente que emerge de su boca abierta. La piel se quema, arde, escuece, se consume… y alivia. Alivia sentir un pequeño adelanto de lo que supondrá mi existencia a partir de ahora: piel, huesos, dolor, fuego. Y firmo la nota, impregnando el final con una ironía que nunca supe utilizar, a la vez que mi mirada se desliza por las letras grabadas toscamente sobre la caja de tabaco: "S.O.B".
Porque ellos no lo entienden, ni unos, ni otros. Porque yo ya me he adelantado a todos. Porque yo destrozaré sus esperanzas de ese final que nunca llega y los reduciré a cenizas. Porque los miedos desaparecen cuando la última letra es perfilada, y la pluma cae inerte sobre la mesa.
R.A.B
Porque yo ya vengo del Infierno.
Bieeen, añado las pertinentes explicaciones sobre el tema. El prefacio está situado en 1979, que viene a ser el año de la muerte oficial de Regulus, justo antes de lo sucedido en la cueva del Horrocrux, que viene a ser el "momento actual" en el que se desarrolla la historia. De ahí que en el próximo capítulo (que ya comenzará a narrar directamente en Hogwarts) utilice ya los tiempos en pasado. No tengo aún muy claro absolutamente todos los detalles de la historia, pero sé que habrá unas cuantas cosillas fuertes, así que lo marcaré como rating M.
Y, salvando esto, poco más que añadir. La canción inicial es MUY awsome y creo que explica bastante bien cómo pudo sentirse Regulus en el momento en que se decidió a actuar en contra de Voldy, así que os la recomiendo íntegramente paaara entender bien el prefacio de la historia. Espero que os haya gustado a lot y, ya sabéis: dar la opinión al respecto en forma de review constituye una externalidad positiva en nuestras vidas.
