Disclaimer: Bleach no me pertenece, es todo obra de mi amor prohibido Tite-sama, ¡gracias por regresarnos a Rukia!
Nota: ¿Qué tal? Yo aquí con otro one-shot IchiRuki en honor al regreso de mi Rukia-chan! La verdad, en cuanto leí el capi escribí este corto relato basándome en el capi 459, pero como no había estado en mi casa, hasta ahora lo pude subir. Y bueno, yo ya tenía planeado que, cuando Rukia regresara, haría un one-shot basado en ese capi con el título "Perdido y Encontrado". Espero que sea de su agrado y me dejen reviews, que me alegra en el día ^^ Sin más que decir, los dejo disfrutar. Ja ne!
P.D. Por cierto, ¿Qué opinan del nuevo look de Ichigo y Rukia? No sé ustedes, pero para mí ambos se ven muy sexies y se han de ver mejor juntitos xD.
Perdido y Encontrado
Diecisiete meses, durante diecisiete largos meses, Kurosaki Ichigo estuvo completamente perdido; mentía, claro está, para no levantar sospechas, pero sus acciones lo delataban: su futuro no estaba claro y se sentía débil, era obvio que algo, o más bien alguien, le hacía falta. Después de mucho tiempo, por fin alguien le dijo que le iba a dar lo que él tanto anhelaba: sus poderes shinigami, aunque, ahora que estaba llorando en el suelo siendo empapado por la horrible lluvia que nuevamente caía, se había dado cuenta que, no solo quería su poder de vuelta para proteger a aquellos que ama, sino que, lo que más deseaba, lo que su corazón le pedía era ser capaz de ver nuevamente a la persona que cambió su mundo, a aquella a la que extrañaba; sin embargo, ahora que sabía la verdad, que Ginjou lo había traicionado desde el principio, se daba cuenta de que todos sus esfuerzos y sueños se habían ido al carajo y que nunca más la vería a ella…
Hasta que sintió que el filo de una katana lo atravesaba y no pudo evitar pensar que esa sensación se sentía muy familiar, era como si regresara en el tiempo al momento en que la conoció. Aun así, no podía creer que fuera ella, su recuerdo aun le era demasiado doloroso; pero algo en su interior le decía que era ella, que esa presencia que sentía era la de ella. Sin embargo, no le hizo caso a sus instintos y, al notar a su padre y a Urahara, prefirió echarles la culpa a ellos, pensando que eran ellos los que no querían que recuperara sus poderes…pero, al escuchar a su padre llamarlo idiota y decirle que debería ser capaz de reconocer a la persona que lo atravesaba, algo en su corazón se movió y tenía que comprobar que fuera ella…
Y, efectivamente, ahí estaba ella, tan hermosa como siempre, con sus enormes ojos violetas, su radiante sonrisa que parecía darle ánimos, su nariz respingada y su piel pálida; aunque también estaba algo cambiada, se había cortado su negro cabello y notaba que ahora era una fukutaichou…la teniente del decimotercer escuadrón.
Eran tantas las emociones que sentía en esos momentos, que solo pudo atinar a mirarla completamente sorprendido mientras gritaba su nombre y ella le sonreía aun más. De nuevo le estaba dando sus poderes, de nuevo lo hacía fuerte, de nuevo cambiaba su destino; a la vez que sentía que sus poderes regresaban, solo un único pensamiento cubrió su agitada mente.
Todo este tiempo estuve perdido, hasta que por fin me encontraste…No solo me estás devolviendo mis poderes, sino que me estas regresando la felicidad que creí perdida. ¡Gracias por todo! Esta vez Rukia, seré más fuerte para protegerte apropiadamente y me asegurare de que nunca más estemos separados.
