Episodio 1: Un Enemigo no humano.
Nuestra historia comienza con una chica alegre y torpe que últimamente había vivido sola en una aislada choza en medio de un bosque de la era del Japón feudal. ¿Qué porque vivía sola? Pues su hermana Nakoruru había salido a investigar una energía maligna que había sentido en lo más profundo del bosque. Sin embargo ya habían pasado más de tres semanas y no había rastro de ella. Haomaru y Galford ya habían ido a investigar que había pasado con su hermana, pero sin ningún resultado favorable. Galford incluso temia que Nakoruru hubiera sido asesinada por algún animal salvaje o algo peor...
Rimururu se sentía cada vez más sola conforme avanzaban los días. Ella amaba a su hermana de verdad, pues era la única familia que le quedaba. Bueno, también porque la castaña extrañaba la sazón de Nakoruru, pues ella no cocinaba muy bien que digamos. Lo peor es que tenía que cocinar para el par de brutos que la ayudaban en su búsqueda, y como su comida era francamente horrible, el ninja americano y el samurái siempre se quejaban de lo pésimo de su sazón. Le era realmente molesto el hecho de que ella se pasara la mañana entera buscando los ingredientes y cocinandolos para que aquellos dos ni siquiera le agradecieran sus esfuerzos, se quejarán del sabor de su comida y para colmo la trataran como a una niña pequeña.
Nuestra protagonista se encontraba recostada en el suelo con Gonru a su lado. Era ya más de media noche y la castaña no podía conciliar el sueño. Galford había salido de nuevo en busca de alguna señal de su hermana, aunque esta vez solo. Haomaru había ido a combatir contra espadachines cristianos por petición del gobierno de la localidad. Eso la preocupaba en parte. Por otro lado, el hecho de que sus amigos no la dejasen ayudarlos a buscar a su hermana la hacía sentir una inútil.
Paso un largo rato recostada en el piso con la mirada al techo de la choza cuando un fuerte viento empezó a soplar.
Parecía que una tormenta se acercaba.
A la chica le dio miedo que la frágil choza de madera, paja y papel de arroz se derrumbara por los fuertes vientos que soplaban. En ese momento un destello alumbró la pequeña choza, seguido del retumbar de un relámpago.
Si cuando el viento estaba más calmado no podía dormir, ahora con las señales de tormenta menos. Volteo la mirada hacia donde estaba colgada Hahakuru, su espada Kodachi.
- ¿De qué sirve que aun conserve a Hahakuru si solo la voy a tener colgada? - se preguntó Rimururu mientras se levantaba.
La chica descolgó su espada pequeña. Noto como el arma se había oxidado un poco al intentar desenvainarla, pues tuvo que usar más fuerza de la habitual para sacarla de su funda. Se quedó observando su reflejo en la hoja de la Kodachi hasta que se pudo oír a lo lejos, quizá en lo más profundo del bosque, como los lobos empezaban a aullar. Pero no eran aullidos de como cuando estos animales sienten tristeza. No. En sus aullidos se podía sentir miedo y desesperación, como si estos animales sintieran la amenaza de algo o alguien...
La chica al oír los cada vez más fuertes aullidos de los lobos sintió la necesidad de asomarse a la puerta para ver qué pasaba. Fue hacia la entrada de la pequeña choza para ver si podía ver lo que hacía aullar a los lobos de esa manera.
Rimururu abrió la puerta de la entrada de su casa y enseguida sintió el fuerte viento chocando contra su rostro, lo que la obligó a cerrar los ojos.
Apenas abrió los ojos se encontró con un paisaje tenebroso ahí afuera. Los arboles de alrededor se zarandeaban de una manera muy violenta, algunos crujían de tal modo que parecía que serían arrancados de raíz por el aire. Pero lo que más la impresiono fue ver como los animales del bosque huían en dirección a donde estaba su choza. Gracias al cielo no intentaban refugiarse ahí, pero era un indicio de que algo en el bosque andaba mal.
Rimururu recordó entonces lo que su hermana le decía sobre los anímales y la habilidad que estos tenían de sentir la mala energía.
- ¿Sera acaso la misma energía que mi hermana sintió? - se preguntó.
Más sólo le bastó mirar el cielo para averiguar lo que hacía huir a los animales. Se alcanzaba a ver, a lo lejos, como un conjunto de grises nubes se "aborregaban" alrededor de lo que parecía ser una esfera negra, la cual parecía ser la causante de los fuertes vientos y los relampagos. Aquella escena se parecía mucho a la visión apocalíptica de muchas películas de nuestra era.
No paso mucho tiempo cuando se alcanzó a oír el grito de dolor de un hombre a una distancia no muy larga. Tras el grito la chica pudo ver como varios árboles se derrumbaban violentamente a lo lejos. Recordó a Galford, el cual había ido a investigar al bosque el paradero de Nakoruru. Se le helo la sangre al pensar que algo malo le pudiera haber pasado al Ninja Americano.
Venga, que a pesar de que él y Haomaru la trataban como una niña y se quejaban de su sazón, eran queridos de su hermana. Y si Nakoruru supiera que algo malo le paso a Galford se entristecería. Y a la castaña no le gustaba ver triste a su hermana, por lo cual decidió ir a investigar qué era lo que estaba pasando.
- Tengo que ir a ver qué pasa - se dijo decidida. Tomó a Hahakuru y salio a toda prisa de la pequeña choza seguida de su inseparable amigo Gonru.
Tras correr varios metros entre la maleza del bosque escucho un fuerte golpe, seguido del chillido de dolor de lo que parecía ser un perro. Corrió rápidamente a donde había venido aquel chillido. No tardó mucho, pues tan sólo pasar unos dos o tres árboles vio, efectivamente, a un perro; era Puppy.
El canino amigo de Galford tenía una quemadura grave en uno de los costados; incluso se asomaban levemente sus costillas entre la carne quemada. También el perro cojeaba de una de sus patas traseras. El can había sido arrojado con un fuerte golpe de un enemigo al que su amo trataba de hacer frente.
Rimururu se acercó a Puppy para ver que podía hacer por él, más no tenía los poderes de curación de su hermana, así que lo único que hizo fue vendar la pata de la que el can cojeaba cortando un trozo de sus ropas.
Rimururu puso a Puppy al lado de un árbol cercano y se fue avanzando más hacia aquella esfera negra.
Al llegar a donde los árboles habían sido derribados la castaña vio a una criatura que parecía medir mínimo unos dos metros; Tenía una especie de armadura negra que parecía provenir de alguna civilización india americana. Pero fue lo que más la impresionó fue que el cuerpo de dicho ser parecía estar hecho de fuego, pues este sobresalía de su cabeza y de lo que parecían ser dos manos que flotaban sobre sus hombros.
Sea lo que fuese, definitivamente ese no era un enemigo humano...
Esa "cosa" sostenía a un malherido Galford con lo que parecían ser manos flotantes. Estaba a punto de darle el golpe final...
Más aquel enemigo no alcanzó a rematar al Ninja Americano, pues una enorme roca de hielo lo golpeó por detrás provocando que la criatura saliera disparada algunos metros de distancia de donde se encontraba.
Galford cayó sobre el húmedo pasto como si fuera un muñeco de trapo. Rimururu se acercó rápidamente a donde el Ninja Americano.
- Galford-san, ¿Estás bien? - pregunto la castaña.
- ¿Eh? Pero si eres tu Rimururu... - dijo Galford con voz entrecortada debido a sus heridas - ¿Que estás haciendo aquí? Creí haberte dicho que te quedaras en la choza y que no salieras de...
- No es momento para que me regañes, - lo interrumpió la chica - ¡Mira como estas! ¿De dónde salió esa cosa que estuvo a punto de matarte?
- No lo sé... Cuando vi que las nubes se juntaban todas en un sólo punto al caer la noche decidí acercarme a investigar, y entonces lo vi...
Galford intento levantarse, más no pudo debido a la gravedad de sus heridas.
- Mejor vete de aquí, Rimururu, esa criatura es demasiado poderosa. Si te quedas, a ti también te...
- Estas loco si piensas que te dejaré aquí en este estado - lo interrumpió de nuevo la castaña - ¡Mírate! Tienes un brazo roto y quemaduras en todo el cuerpo. Si mi one-chan se entera de que te deje así en medio del bosque a mitad de la noche, se enojara. Así que dejame que te ayude. No vas a ser un guerrero más débil sólo por aceptar la ayuda de una chica.
- Esta bien... - dijo Galford mientras Rimururu se ponía uno de sus brazos en sus hombros para ayudarlo a caminar.
Sin embargo, apenas avanzaron poco más de un metro, la castaña sintió un poderoso puñetazo en uno de sus costados, provocando saliera disparada contra una enorme roca y se golpeara en la cabeza.
Aquel enemigo se había levantado y parecía que no le había afectado el ataque de la chica...
Rimururu veía borroso y no podía distinguir lo que pasaba a su alrededor. Le sangraba la cabeza debido al fuerte golpe que había recibido.
Lo único que pudo distinguir fue aquella criatura que se acercaba lentamente hacia ella. Intentó ponerse de pie, más el golpe que recibió la había aturdido y solo pudo sentarse, recargada en la misma roca con la cual se había golpeado. Ella pensaba que sería su fin...
En ese momento su fiel amigo Ganru atacó a aquella criatura con una ráfaga de viento helado, mas al monstruo no le afectó en lo más mínimo, pues siguió avanzando como si nada.
El enemigo no humano siguió avanzando hasta donde se encontraba la castaña. El monstruo levantó a la aturdida Rimururu con sus manos flotantes, y la golpeó con una ráfaga de fuego que emergió de su pecho, haciendo que la chica volará por los aires y cayera en el suelo con un golpe seco.
Al recibir esa ráfaga a tan corta distancia, a Rimururu se le había quemado la mayoría de la ropa, dejándola apenas cubierta de los pechos. Todo su torso había sido quemado, también sus muñecas y parte de sus piernas.
Si su situación hubiera sido otra, hubiera desenvainado su espada y pondría en práctica todo lo que aprendió de su hermana. Pero sus quemaduras le ardían y le era muy difícil moverse en ese estado. El monstruo rugió y de nuevo avanzó hacia donde la castaña se encontraba tirada, dispuesto a terminar con ella...
- ¡VEEEEEEEERSSEEEEEE!
Ganru lo atacó esta vez con un enorme trozo de hielo, pero el monstruo lo destruyó con uno sólo de sus demoledores golpes, haciendo que uno de los trozos de dicha masa de hielo lo golpeara y lo enviara volando lejos del sitio, sin que Rimururu pudiera hacer algo.
- G-Ganru... - dijo con dificultad la chica.
El monstruo cogió a Rimururu con uno de sus brazos y, acto seguido, le asestó uno de sus demoledores puñetazos en el estómago, lo que provocó que la castaña gritara y vomitara sangre. El ente la azotó contra el suelo cual si fuera una muñeca vieja.
Rimururu yacía inmóvil en el húmedo pasto. La castaña seguía vomitando sangre y retorciéndose del dolor. El monstruo estaba a punto de terminar con ella con un pisotón, cuando una espada lo atravesó por detrás.
Era Galford que, sacando fuerzas de flaqueza, se había levantado para intentar ayudar a la chica, asestándole una estocada al ente por la espalda.
El ente dio otro alarido de dolor, el cual hizo que la tierra misma temblara, haciendo que un portal apareciera a tan sólo unos metros de ahí. Enseguida el monstruo se quitó de la espalda a Galford con otra llamarada, quemando aún más al ninja y haciendo que este fuera empujado lejos por las llamas.
En ese momento el portal que se había abierto de la nada empezó a tragarse todo a su paso, arrancando árboles de raíz, rocas enormes y también a Rimururu, que sólo se dejó arrastrar por la fuerza de dicho portal debido a la gravedad de sus heridas.
Antes de quedar inconsciente, la castaña sólo pudo escuchar a Galford gritar:
- ¡RIMURURUUUUUUU!
Seguido del grito de aquel monstruo:
- ¡VEEERSEEEEE!
...
Era lunes por la mañana y el viejo Okina se disponía a pescar el desayuno para Kaede y el. Ya había pasado un largo rato cuando, de la nada, algo cayó al lago en donde se encontraba, provocando un chapuzón que salpica al viejo. Okina, extrañado, decidió acercarse a ver lo que había caído.
Tras ver que era una chica casi sin ropa, con quemaduras graves y moretones, decidió llevarla a su casa en las montañas cercanas para que se curara, para después poder preguntarle quien era y porque tenía heridas tan graves.
Venga, que chicas semidesnudas caigan del cielo no es algo que ocurre todos los días...
Bueno, este fic es el primero que sale de mi autoria 100% Real ni fake.
Ok no :v
¿Qué les parece?
Saludos y suerte.
