Hola a todos.

Soy Flor de Nieve y ya he publicado esta historia con anterioridad pero por falta de practica (Poner comentarios en word) y otras malas mañas, he decido volver desde el principio.

Antes que otra cosa, muchas gracias a los que me comentaron en un inicio y a aquellos que me habían puesto en favoritos y demás, una disculpa ya que cuando me di cuenta ya había borrado la historia y cuando me acorde fue...

Fui muy tonta, con eso lo digo todo. (Literalmente dije mier**).

Perdón por todos los inconvenientes.

Otra cosa más, a pesar de mis días intentando cómo poner un "Doble enter" y que se respete, no he encontrado la manera, así que en su lugar pondré un par de puntos.

Si es muy dificultoso y evita la comprensión, por favor díganlo e intentaré otro modo.

El punto es que le entiendan y se diviertan.

Muchas gracias.

Inuyasha es un manga y serie creado por Rumiko Takahashi, esta historia es sin fines de lucro.


Capítulo 1. La distancia no importa

_ ¿Rin-chan?_

_ ¿Qué pasa Kagome-sama?_

_Nada, nada… Rin-chan_.

La fresca brisa mueve nuestros cabellos, pienso que el mío es casi del mismo largo que el de la señorita Kagome y eso me hace feliz ya que la considero como una chica muy hermosa, detallo a la señorita Kagome y sonrío de una manera un poco tímida, algún día quisiera ser tan bella como ella o como la señora Sango.

De pronto, la señorita Kagome me mira desde diferentes ángulos con mucha curiosidad; se escucha el crujir de las hierbas en donde nos encontramos sentadas, ella se mueve tan veloz que me imagino que si la veo desde lejos, ella parecería una mancha blanca con color rojo.

Me gusta el día por lo cual suspiro cerrando los ojos; cuando los abro, nuevamente poso la mirada sobre la señorita Kagome, ahora ella aprieta las hierbas que lleva en sus manos sin dejar de mirarme.

Toma aire y dice:

_Rin-chan se paciente, Sesshoumaru no tardará en llegar… _ Abro los parpados un poco atónita, me sorprende que Kagome-sama mencione al amo; bajo el rostro ya que no puedo evitar extrañarlo _Te lo aseguro_.

_Pero Kagome-sa…_ Realmente no pensaba en el amo, al menos no hasta ese momento.

_ ¡Pero nada Rin-chan!_ Suelta las hierbas dentro del cesto que tiene a un lado levantando el dedo índice, explicando: _Estoy realmente asombrada por todo lo que ha cambiado Sesshoumaru desde que lo conocí y lo que te puedo decir es que… ¡Nunca lo imagine diciendo todo eso!_ Mientras habla, la mirada de la señorita Kagome demuestra un brillo bastante peculiar, es un tanto místico, transmite cierta paz a pesar de estar emocionada; pero…

_ ¿Diciendo todo eso?_ Repito sus palabras, la miro con galimatías.

La señorita Kagome se acerca a mí poco a poco cortando algo más de hierbas.

_Hay Rin-chan_ Siento un pequeño golpe en el hombro, al golpearme la señorita Kagome aplasta las hierbas dentro de su mano haciendo que se quede impregnado el olor, tengo ganas de reír pero me aguanto _Tú sabes… "Eso", aunque era de esperarse… _ Ella sentencia pero sus mejillas cambian de color al ver que sigo sin entender _Ahh, "Eso"… Cuando Sesshoumaru se te dec…_.

_ ¡Hey, Kagome!_.

Ambas volteamos ante aquella voz.

_ ¡Inuyasha! _ La señorita Kagome responde.

Y yo noto de nuevo gustosa aquella mirada que ella siempre le dedica al señor Inuyasha, una mirada cargada de esperanza e ilusión.

_Que bien que llegaron señor Inuyasha_ Digo poniendo las hierbas que he acumulado dentro de la cesta que me corresponde.

_Kagome_ Él le nombra tranquilamente acercándose a nosotras.

Río con discreción, el señor Inuyasha es muy distraído pero eso no significa que no corresponda la mirada de la señorita Kagome de la misma manera.

Yo empecé a admirar al señor Inuyasha desde hace seis años, de algún modo él me hace recordar mucho al señor Sesshoumaru; sus ojos, su cabello e incluso su forma de no expresar sus sentimientos de forma tan libre es algo que pienso que comparten ambos hermanos.

Sí el señor Sesshoumaru alguna vez me escuchara decir esto, apuesto que ya no sentiría lo mismo por mí… No, el señor Sesshoumaru tal vez hasta ya se haya dado cuenta (Sonrío ante tal hecho).

De pronto, siento el estruendo que causa el señor Inuyasha al dejar un saco en el piso.

_ ¿Qué hay Rin?_ Él se sienta a un lado de la cesta de la señorita Kagome.

_ ¿Y todo ese arroz?_ cuestiona ella _Parece que el monje Miroku ahora sí se sobrepasó con sus estafas_

¡¿Qué, que?! , no puedo creer las palabras de la señorita Kagome.

_ ¡¿Todo eso es arroz?!_ Todo este tiempo he pensado que es más que eso; no sé, arroz acompañado de carne o de vegetales, incluso pieles o kimonos.

_Claro que sí Rin… Ese monje es un abusivo_ escucho decir al señor Inuyasha, comienzo a reír _Ya lo conoces Kagome, no sé por qué te sorprende_.


Pasan unas cuantas horas mientras la señorita Kagome y yo estamos en la labor de recoger plantas medicinales en compañía del señor Inuyasha, a veces ella se encuentra a mi lado en completo silencio otras incluso estamos ambas molestando al señor Inuyasha. El día de hoy todo parece estar calmado, el señor Inuyasha como es costumbre desde que la señorita Kagome regresara (de lo que pareciera ser una época muy lejana), apoya la cabeza sobre el regazo de ella sin olvidar su muy siempre atento:

_Kagome…_ Ella sonríe, sabe lo que sigue… _Hueles bien_.

Sinceramente me siento cómoda en ese tipo de momentos.

Cuando termino de llenar mi cesto me recuesto sobre el pasto, después veo como el viento alborota el cabello plateado del señor Inuyasha y desvío la mirada observando ahora al cielo; el frío comienza a apoderarse de mis mejillas, no es la primera vez que la noche no tarda en apresurarnos.

El señor Inuyasha, la señorita Kagome y yo decidimos que es hora de dirigirnos de regreso a la aldea.


Estamos frente a la cabaña que comparto con la anciana Kaede, ella partió hace unos días hacia una aldea vecina por causa de un embarazo.

Recuerdo que hace meses llegó un grupo de hombres a caballo, sus vestimentas no parecían ser de aldeanos, de hecho dos de ellos tenían aspecto de soldados y su guía lucía un hitatare color azul marino con grabados plata acompañado de un hakama del mismo color poseedor de tres vistosos pliegues, su calzado parecía ser realizado de laqueado de papel, de acuerdo a esto no me sorprendió el después enterarme de que aquella persona es el hijo primero del terrateniente a quien la anciana Kaede hará el favor de traer a su tercer o cuarto hijo al mundo, y es que la sacerdotisa correspondiente a aquella aldea acababa de morir por la edad, así que mi protectora entendió la situación y aceptó ir; insistí en acompañarla pero ella me hizo desistir al saber que el señor Natsuki Kenshi (así se llama el "guía") le asistiría en todo el viaje.

En ese tiempo la anciana Kaede acordó con el señor Natsuki que durante algunos días más, ella le diría los detalles o la planeación del parto y sus medidas, por lo cual el señor Natsuki debió quedarse en la aldea mandando a sus acompañantes de regreso para informar de su estado al terrateniente; en la mayor parte de su estadía (la cual fue de solo dos días) el señor Natsuki solo comía lo preparado por la señora Kaede o por mí, no convivía con nadie más que no fuera la anciana sacerdotisa, lo cual se me hizo descortés y extraño a pesar de que su trato conmigo fuese muy amable.

El señor Inuyasha naturalmente desconfiaba de él.

Según el acuerdo, el señor Natsuki regresaría en unos cinco meses y así lo hizo, solo que ahora el señor Natsuki tendría cinco pliegues en la hakama y se encontraría sin más compañía que la de mi guardiana.

La tarde en la que partieron yo les seguí hasta los límites de la aldea, fue bastante fácil a pesar de que iban a caballo y a sabiendas de que tal vez mi protectora podría haberme detectado, aun así confié en que los años le pasarían cuenta y también en que ella ya no era tan perceptiva; tal fue mi sorpresa cuando fue el señor Natsuki quien paró de andar pronunciando mi nombre.

_Rin… _ Yo estaba detrás de un árbol, me ericé un poco al solo escuchar su voz, no tanto por la falta de algún honorifico si no por la gravedad de ésta _No deberías estar aquí_ Me paralicé sin hacer algún movimiento.

La anciana Kaede a su vez también paró_ ¿Rin-chan?_ Me llamó mi guardiana, ella al notar que yo no reaccionaba bajó de su caballo, el señor Natsuki le siguió con un poco de brusquedad _Sal de ahí, ¡Vamos!_.

Esperé un momento y salí de mi escondite sintiendo cierta vergüenza, el señor Natsuki y la señora Kaede me observaban meticulosamente (Aunque yo no me atrevía a cerciorarlo, eso no significó que no pudiera percibir la dirección de su vista).

_Rin, vuelve a la aldea…_ Habló el hombre con autoritaria voz _... Yo cuidaré de la sacerdotisa Kaede_ Vi como los zapatos negros del señor Natsuki indicaban que me daba la espalda y empezaba a alejarse.

_Vamos Rin, Sesshoumaru podría llegar_ Pasaron unos segundos y después levanté el rostro descubriendo de parte de ella una genuina sonrisa _Ve, además el joven Natsuki me acompañará también en el viaje de regreso a casa… No te preocupes, dejé a Kagome y a Inuyasha a cargo de todo_ Los pequeños ojos de mi guardiana eran casi invisibles gracias a las arrugas de los parpados.

_Señora Kaede… _ Quise cuestionar con pena, a lo que solo pude oír un gesto de hastío proveniente del señor Natsuki quién ya estaba sobre el caballo.

_ ¿Sí mi pequeña Rin?_

Ella no lo vio venir por poco perdiendo el equilibrio…

_Tenga cuidado_ Le dije a la vez que le abracé.

La anciana Kaede detuvo su respiración por un diminuto momento; después, hizo un sonido un tanto curioso y a la vez tranquilizador solo por el simple hecho de que correspondió mi abrazo acariciándome sutilmente el cabello.

Sí, fue así como me despedí.

Yo, solo vi alejarse a quien es mi protectora y a quien la protegería a ella de una manera tan apacible que no me di cuenta de lo hermoso de las estrellas hasta finalmente llegar a la cabaña.


_Entonces, ¿Qué dices Rin?_ Escucho a la señorita Kagome mencionar, sacándome de mis pensamientos.

_ ¿Qué?, ¿Perdón?_ Me sorprendo, estaba completamente ensimismada.

_Ay Rin, ya veo que estas perdida_ Dice el señor Inuyasha mientras la señorita Kagome une las plantas de su cesta con las de la mía _ ¿Pensabas de nuevo en el idiota de Sesshoumaru verdad?_ El señor Inuyasha sonríe de lado a lado.

_Este… Yo… Este…_ Siento mi cara arder.

_ ¡Oh!, entonces ¡Sí!_ El señor Inuyasha se bufa _Yo creo que ya hasta lo ves en todos lados, que sueñas con él, que piensas que tú y él…_

_Inuyasha ¡Abajo!_

Un resplandor color rosa aparece del collar que pertenece al señor Inuyasha y él cae al piso una vez más; la cara de la señorita Kagome arde en demasía pero ese momento no dura mucho ya que vuelve a su tez natural.

_Una disculpa Rin-chan_ La señorita Kagome pasa de un estado de increíble furia a uno muy tranquilo _Bueno, Inuyasha y yo estábamos hablando sobre hacer un viaje, pero te decíamos que Sango-chan y el monje Miroku no podrán acompañarnos, así que, ¿Qué dices?_ Mi rostro ya no está sonrojado.

_Pero…_ Quiero contradecir.

_A demás… _ Reconozco que la señorita Kagome es de esas personas que no aceptan un "No" como respuesta _Si Sesshoumaru llega, estoy segura de que te localizará por tu olor…_ Dice esto colocando sobre su nariz su delgado dedo índice _Y como estarás con nosotros no estarás desprotegida… _.

Recuerdo la última vez que estuve en la intemperie, recuerdo a mis pies tocando el pasto y dormir con el olor de la hierba o las flores silvestres, así como también recuerdo al señor Sesshoumaru.

Él observaba la luna y yo a él, un ligero viento hizo volar su largo cabello junto con las amplias mangas de su haori; el olor de las flores silvestres predominaba el lugar donde en aquél tiempo se encontraba el "campamento", cerré los ojos aspirando el aroma y cuando volví a abrirlos descubrí que tal vez con melancolía (o incluso puede ser con duda ahora que lo pienso) mi señor igual me miraba.

_ ¡Rin! _ De nuevo es el señor Inuyasha quien me saca de mis cavilaciones _ ¿Lo ves Kagome?_ Dice ahora señalándome desesperadamente con ambas manos como si quisiera demostrar una victoria (demasiado evidente) _ ¡Sigue pensando en lo mismo! _

_Oh_ Bajo la cara _ Perdone señor Inuyasha_ El señor Inuyasha de repente queda estático ante mi arrepentimiento, es como si él sintiera un frío recorrer su espalda.

_ ¡Keh!_ Es lo único que "gruñe" adoptando una pose menos seria.

_No es para tanto Rin-chan_ La señorita Kagome muestra un gesto de modestia, coloca sus manos en señal de calma _ Entonces… ¿Qué dices? ¿Vienes?_.

_ ¡Por supuesto que sí!_ Dejo la cesta sobre un pedazo de tronco, después suspiro a manera de alivio_ Gracias Kagome-sama e Inuyasha-sama_ Hago una pequeña reverencia.

_Bueno Rin, ya nos vamos… _ El señor Inuyasha comienza a andar con los brazos cruzados dentro de las mangas de su hitoe _ Cuídate, prepara tus provisiones, partimos el día después de pasado mañana justo al alba_ Cuando termina de decir esto alza una mano despidiéndose, la señorita Kagome hace un puchero de inconformidad.

_Adiós Rin-chan_ La señorita Kagome me abraza _Nos vemos mañana_ En seguida corre para alcanzar a su amado.

_Adiós Inuyasha-sama, Adiós Kagome-sama_ Cuando están a cierta distancia levanto mi mano como gesto de despedida.

_ ¡Ah! Y ¡No pienses por las noches en Se…! _ Escucho gritar al señor Inuyasha pero para mi suerte…

Algo parecido a un trueno y un temblor estremece la tierra; claro, al mismo tiempo que la palabra: _ ¡Abajo!_ está presente.

Sonrío ¿Quién lo manda a portarse mal?Y así como vi a mi guardiana y al señor Natsuki alejarse, lo mismo pasa con el señor Inuyasha y la señorita Kagome.

Suspiro un tanto ilusionada por el viaje, dejo a mí misma sentir la brisa que pasa suavemente hacia la aldea para después entrar a la cabaña. La estridulación de los grillos es como un ronroneo que me tranquiliza ya que estoy agotada, extiendo mi futón acostándome sobre él, siento mi cuerpo liviano.

Cierro los parpados y antes de finalmente dormir, por fin puedo divisar el último recuerdo del señor Sesshoumaru a mi lado…

Aquella vez cuando acampamos en el claro; aquella vez, cuando él miraba a la luna y yo lo miraba a él.

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Bueno, creo que esto presagia una noche tranquila.


Aquí dejaré algunas cosas.

ACLARACIONES:

+Haori: Prenda superior masculina (depende del periodo de la historia japonesa, pero dentro de esta historia así será)

+Hitoe: Es la prenda superior o "chaqueta" que lleva Inuyasha, ésta es mas corta que un kimono pero un poco mas larga que un Hitatare

+Hitatare: es una prenda superior masculina mucho mas corta que un kimono o haori.

-Los zapatos mencionados por Rin son de un estilo un poco mas humilde que el imperial (al ser él el hijo de un terrateniente) pero aún así por las prendas es normal que en aquel tiempo se caracterice el estatus social.

-Hakama: (pantalón) parte inferior en un conjunto masculino o de algún uniforme.

-Los pliegues de la Hakama que menciona Rin son por los 7 pliegues en el hakama que representan las virtudes que debe de tener un guerrero

Gracias por leer