Halloween
Una noche divertida para unos y cruel para otros.
La mayoría de las ocasiones hermione y su par de amigos se divertían en esa noche, comiendo golosinas y haciendo una que otra broma pesada a Neville u a otro compañero, pero aquellas fiestas serian diferentes ya que se había ganado la guerra y en la cual se habían perdido muchas vidas pero otros recibieron la dicha de seguir viviéndolas aunque algunos no con muchas ganas.
Ese algunos era Snape, que después de sobrevivir a la mordida de la serpiente de Voldemort fue llevado al ministerio para ser juzgado y del cual salió casi de inmediato gracias a las declaraciones del trio dorado y Albus Dumbledore, quien había fingido su muerte y acabado con la maldición que le mataba poco a poco para regresar nuevamente a su puesto en el colegio como director.
Aquel año los muchachos no regresaron a terminar su último curso, pues al ser héroes de guerra el ministerio les facilito la entrada al Departamento de Aurores, mientras que Hermione había decidido terminar su último curso para aprovechar de acompañar a Ginny en su penúltimo año.
La castaña había sido elogiada en numerosas ocasiones al igual que Snape, pero este no se lo tomaba como la castaña ya que no le gustaba como las alumnas revoloteaban alrededor de él con bocas babeantes y miradas brillantes con mejillas sonrojadas. Al menos agradecía ser tan intimidante ya que con eso lograba que las hormonadas jóvenes se le tirasen encima.
Por otro lado Hermione no comprendía como Snape podía seguir comportándose tan frio y cruel con los estudiantes, y ella no era la excepción puesto que este aun le gritaba insultos y le restaba puntos a su casa para darles a los de la suya. Ahora lo único bueno de compartir clase con los Slytherin era que se toleraban e incluso entablaban amistades, como era su caso con Malfoy, que luego de que su padre proporcionará información para la captura de otros mortifagos fue dejado libre y decidió volver a Hogwarts.
Aquello era muy extraño para los profesores, incluido Snape, dado que Malfoy y Granger jamás se había llevado bien, Albus veía este hecho como un gran paso en la sociedad mágica por lo que permitió que se hiciese una fiesta de Halloween en el Gran Comedor gracias a la unión que había provocado la guerra entre los Sangre pura e hijos de Muggles.
Aquella tarde después del almuerzo comenzarían los preparativos para la fiesta. Y hermione tenía una idea clara de cómo disfrácese.
-…Dominatriz – soltó Ginny mientras caminaban hacia los jardines - ¿Puedes creer que Ron me lo sugirió? Este realmente loco, dijo que a Harry le gustaría.
-Harry no es así, y deberíamos estar acostumbradas a las tontas ideas de Ron, que siempre arruinan todo – la pelirroja la quedo mirando unos segundos. Luego de la guerra Ron y ella jamás llegaron a estar juntos, la verdad lo veía como un hermano y cuando trato de cambiarlo no pudo, por lo que solo le dijo a Ron que no podía quererlo de otra forma y al cabo de un tiempo este lo acepto.
-Claro. ¿Y de que iras tú? – pregunto la pelirroja soltándose la corbata, a pesar de estar a finales de octubre, el clima solía estar bastante cálido en ciertos días.
-No lo sé – contesto la castaña desviando la mirada al tiempo que tras ella aparecía Draco con la ropa descolocada y algunos libros en las manos. Ginny se dio una pequeña sonrisa junto a Hermione.
-¿De qué te disfrazaras esta noche Draco?- le pregunto Ginny con curiosidad, a lo que él simplemente se encogió de hombros – venga ya.
-La verdad no sé, no he pensado – Ginny rodo los ojos, ellos no tenían imaginación - ¿De qué iras tú Weasley?
-Wednesday Addams – respondió alzando el mentón con orgullo, Hermione la quedo mirando conteniendo una carcajada mientras que Draco la miraba confundido.
-¿Es una broma?, tú no puedes actuar tan seria y tú cabello es rojo, no negro – Ginny la miro indignada mientras Hermione se reía a carcajadas y Draco esperaba una explicación, la cual Hermione dio al ver su mirada de indignación y curiosidad.
-¿Cómo puedes burlarte? Es un gran personaje, y el cabello qué más da, para eso está la magia ¿no? – Draco torció una sonrisa imaginando a la menor de los Weasley con el cabello negro y trenzado. No creía que se viera mal. – ¿Qué tal el Joker?
-Ginny quedarías horrorosa – hermione la miro con horror y Ginny rodo los ojos para luego apuntar a Draco.
-Hablo de él, que se vista como el joker – hermione miro a Draco de pies a cabeza mientras este notaba su mirada examinadora y giraba a ver a otro lado con incomodidad.
La verdad no le vendría mal, tal vez dejara que Ginny y ella pudieran vestirlo, después de todo tampoco lo dejarían mal delante de la escuela.
-Tienes razón – dijo la castaña con una mirada más seria - ¿Si tú nos dejas, claro?
-Oh, claro que no, ni siquiera se de quien hablan – Draco miro con horror como la sonrisa de Ginny se hacía más ancha - De hecho no iré.
-Oh, Claro que lo harás- dijo la peligrosa con una mirada amenazante y una sonrisa peligrosa – te buscaremos hasta en el baño si es necesario Malfoy.
- Nos veremos una hora antes de la fiesta en la entrada del baño de prefectos – dijo hermione mientras cogía a Ginny del brazo y la jalaba con ella de vuelta a la torre de Griffindor antes de girarse nuevamente hacia Draco – y no olvides mi encargo.
Con eso se marchó mientras Ginny se quejaba de que quería ir al lago negro un tiempo antes del almuerzo. Draco sonrió, la Griffindor era muy valiente como para atreverse a vengarse de esa manera y él era muy idiota para ayudarla en su plan.
Realmente tendría semanas de castigo por meterse en ese lio.
