"Mírenlo" pensó. "Ahí sentado, comiendo como la bestia que es… ¡No estaría aquí si no tuviera la suerte de poseer esa habilidad de espantar a los espíritus! Yo puedo solo, ¡¡no necesito ayuda!! ¡Qué rabia que me da!". Lo miró un poco más: "¡Y sigue comiendo como una bestia! No espera a los demás para empezar, da órdenes, ¡es un bobo! ¡¿Además, quien lo invitó?! ¡Si con la compañía de Himawari-chan era suficiente!". Entonces la observó. "¡Ella es dulce, tierna, educada, gentil, graciosa por decir poco! Qué rabia, ¡¡qué rabia!! "

—Oi, Kimihiro.

—¿Qué sucede, Shizuka?

—Hace rato tu zorro me está mirando… ¿Le sucederá algo?

—¿Querrá algo de comer? —preguntó dulcemente Himawari.

—No lo sé…

Algún día, Doumeki Shizuka, voy a deshacerme de ti!" volvió a pensar, y acarició la mejilla de su adorado Watanuki con su cabeza.