Advertencia: todos los personajes son propiedad intelectual de George R.R. Martin.

Please

Dolía, dolía hasta el delirio, hasta la extenuación. Los jadeos brotaban, dispares, escapando de su boca clara. Suspiros lastimeros y lágrimas bañaban su rostro surcado de tizna, llevándose la negrura a su paso.

Era mujer e hija, las dos a la vez, desde que había nacido sabía que ese era su destino, no había escapatoria, era la única opción que tenía, como todas ellas.

Y su bebé creía, sumido en sus entrañas, ajeno a la crueldad que el mundo otorgaba. Y rezaba cada noche, perdida entre la bruma, para que fuese una niña, para que no le arrebatasen a su pequeño y lo entregasen a los dioses. Pero sus rezos eran en vano, lo sabía, pues el mundo era cruel y él acabaría por despojarla de su hijo.