Abrió lentamente sus ojos para cerrarlos de golpe al sentir la intensidad de la luz del sol que se colaba por la venta, quiso levantar sus manos para tallar sus orbes pero algo se lo impidió… ¡Era verdad! Lo que recordaba como un sueño más había sucedido la noche anterior. Ahora se movía pero para ver a la persona que se hallaba abrazándola.
Él ya la había sentido moverse, por alguna razón no quiso soltarla y fingió seguir durmiendo, pero ahora que ella se había vuelto para mirarlo, abrió sus ojos para contemplar a su compañera de esa noche.
—Buenos días.
Ella ya esperaba que no tendría respuesta alguna, él se levantó de la cama tomando una de las sábanas y salió del cuarto dejándola con la palabra en los labios. Lanzó un suspiro y se extendió a lo largo y ancho de su cama, sin duda había sido una noche fantástica, un sueño hecho realidad pero… ¿por qué sentía pesadumbre en el pecho? ¿Sería que se había enamorado? ¡No! Ella se juró una y mil veces que jamás se volvería a enamorar de nadie, todo aquel que le atrajera se lo llevaría a la cama como sucedió con Sasuke, asunto terminado, no podía sentir nada por él.
—Sólo fue necesidad física —se dijo a sí misma—, tal vez me lastimé con algo y cuenta no me di.
Se levantó al baño y se miró al espejo, sus ojos derramaban lágrimas amargas y finalmente aceptó la cruda realidad, ella, la que juró no volver en esas redes tan mezquinas del amor, volvía a sufrir por alguien que no le correspondería. La realidad era que ella sabía sus sentimientos hacía ya mucho tiempo, no quería aceptarlos pero ahora que había dormido esa noche con él, sabía que era estúpido seguir negándoselo.
Él, en su habitación se vestía, sólo le daba vueltas en la cabeza el cómo había llegado a la cama con ella. Aceptaba que había tenido cierta atracción por la fémina desde que la volvió a ver en la guarida de Orochimaru, pero jamás creyó que esa atracción lo llevara a ese punto.
*****Flash Back*****
Había salido a dar un paseo y llegó a las cercanías de un río, volteó a ver las aguas cristalinas y notó que ella se estaba bañando en las aguas, quiso seguir su camino pero no podía evitar mirarla, era una mujer bella y tenía un cuerpo que otras mujeres podrían envidiar… si tan sólo no se comportara como todas esas niñas de Konoha podría haber algo más.
Ella ya había sentido su chakra acercarse, se movía sensualmente para atraerlo; pensaba que él se iría de inmediato pero no, él seguía en las cercanías y podía sentir su chakra inquieto, excitado.
¿Qué más daba? Él sabía que ella lo deseaba, él sabía que sus intenciones eran meramente corporales; él también la deseaba como mujer y no era necesario comprometerse a nada. El azabache se metió al río llegando por detrás de ella, posó sus manos en las caderas de ella besando su cuello.
En el primer contacto con el cuerpo de él, ella sonrió, disfrutó de los besos y se volvió para beber de sus labios, sintió las manos de él colocarse por detrás de sus rodillas alzándola en el aire, se apresuró en llevarla a su cuarto.
*****Fin de flash back****
Todo el día pensó en como había terminado por hacerla suya, no podía dejar de pensar en los besos, los abrazos y caricias que se hicieron ¡Ya bastaba de eso! Sólo había cedido a una necesidad física… Eso creyó, pero una vez más, de noche, se encontró con ella; no, no estaba bañándose como la noche anterior, tampoco estaba en una pose sensual que lo incitaran a repetir esos momentos de lujuria, ella estaba llorando y con sus ojos llenos de lágrimas ella lo miró… ¿qué era ese estrujamiento que sintió en el corazón? ¿Por qué sentía que el alma se le partía al verla sufrir?
—Sasuke… tenemos que hablar.
