Doctor amor
Resumen: Kagami llegó al mismo hospital que el amor de su juventud, el doctor Aomine Daiki.
Convocatoria del grupo Aokaga de face
Marzo de drabble
Categoría: KNB
Personajes: Aomine Daiki, Kagami Taiga.
Géneros: Romance.
Advertencias: AU
Clasificación: NC-17
Completo: Sí
Capítulos: 1
Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen.
¿Cuántas oportunidades existen de que el amor de su vida, su compañero en secundaría, el que le dio su primer beso y hombre más guapísimo que conoció estuviera parado frente a él después de tanto tiempo?
-Es tan sorpresivo verte aquí, Taiga.
El corazón del pelirrojo saltó como nunca lo había hecho. No recordaba cuan bien se escuchaba su nombre de pila en los labios de su moreno ex.
-Igual de sorpresivo para mí –logró contestar. Ya era un adulto, un profesional, no podía simplemente quedarse callado y congelado a mitad de un pasillo de hospital.
-Genial –dijo el moreno sonriendo, derritiendo al pobre de Taiga en el proceso-. Entonces te daré el tour por el hospital.
-De hecho el doctor Midorima iba a…
-No vayas con él –dijo arrugando el entrecejo-. Es un sinvergüenza.
Taiga estaba impresionado, de hecho Daiki pareció celoso al hablar así. Sus mejillas se sonrojaron sólo por el hecho de pensar en ello.
-Bien, pero de todas maneras…
-Nada de peros –dijo tomándolo del brazo para que avanzara.
-Buenos días, Doctor Aomine.
-Doctor, Midorima –le saludó con un asentimiento.
-Veo que ya conoció al doctor Kagami.
-Conozco a Taiga desde hace mucho –dijo seguro, no le gustaba para nada como el idiota de Midorima miraba a su ex.
-Oh, ya veo –dijo enarcando una ceja al ver el sonrojo en la cara del pelirrojo, fue cuando se dio cuenta de que las manos de ambos estaban entrelazadas.
Daiki miró en dirección a donde veía el de gafas y sonrió de lado, seguramente Taiga no se había dado cuenta de que estaban de manos tomadas.
-Yo daré a Taiga el tour por el hospital, si no te molesta.
-Claro que no, adelante –dijo encaminándose por otro camino-. Enséñale donde está neonatología también… quizás después necesite saber dónde está.
Taiga no entendió, pero Aomine sí, tuvo ganas de golpear al entrometido, pero luego, la idea de embarazar a Taiga no se le hizo tan descabellada.
-Será mejor que vayamos –dijo soltándolo sutilmente, y tal como lo imagino, Taiga no había notado que habían estado de manos tomadas.
-¿Por qué neonatología?
-Bien… es porque algunos se pierden cuando van ahí –mintió, no quería que la oportunidad de reconquistar a Taiga se le fuera de las manos.
Aun recordaba que fue su culpa el que la relación entre ambos muriera, sus celos descomunales y una fuerte pelea por qué Taiga iría a estudiar al extranjero. Ahora, la distancia y la madures sólo hicieron maravillas en ambos, lo que tenían muy contentos al contrario, era un hecho que las cosas tomarían un rumbo interesante para ambos doctores, que ya habían sanado a tanta gente, que ahora merecían tener la oportunidad de sanar sus corazones.
-Estoy feliz de que estés aquí, Taiga –dijo el moreno, recibiendo una sonrisa del pelirrojo.
Fin
