Hola~ Este es el primer UsUk que escribo así que sed buenos, por favor :). Espero seguir este fic dentro de poco (aun tengo que acabar el Asakiku y meterlo en el ordenador, así que aun tengo trabajo -.-'') Espero que os guste!

Disclamer: Hetalia no es mio :(, pero si lo fuera sería algo parecido por AllxArtie! 8D


Después de su agotador trabajo, Arthur Kirkland se dirigió a su bar favorito, un bar completa y enteramente inglés, como él: el Evil Jack.

Era su rutina habitual, después de organizar y cerrar su librería, se marchaba al bar inglés donde, además de buena cerveza, también actuaban grupos desconocidos que tocaban piezas de los Rolling Stones, Queen, Beatles y demás grupos anglosajones.

Además, todos los jueves venía algún que otro escritor para hablar de sus libros y, a veces, sobre otros grandes libros, todos ingleses, por su puesto. Una vez, hasta él mismo había hablado de uno de sus autores favoritos, Sir Arthur Conan Doyle.

Había esperado 3 semanas para volver a aquel paraíso, ya que había acudido a la presentación del nuevo libro de Ken Follett en Gales, y, de paso, visitar a su hermano John. Lo que no sabía era que su hermano quería contarle las mil y una cosas que había hecho desde la última vez que se vieron y, mucho menos, que se demora tanto. ¿Cómo se podía tardar tres semanas en contarle a alguien que habías empezado a cultivar hortalizas y verduras en una casa de campo a las afueras de Cardiff y que habías empezado a salir con una sinvergüenza que te había dejado por un banquero ricachón? Vale que eso último era duro, pero lo había superado hacía tiempo y la cosa no era para estar casi un mes contándoselo. Pero John siempre le contaba todo con pelos y señales, incluso los días en los que únicamente se dedicaba a dormir, comer y arreglar un poco el jardín.

Ahora, el agotado inglés volvía a su habitual rutina después de la extensa charla familiar, sin saber que había cambiado rotundamente.

Antes de entrar, el inglés supo que aquello le daba mala espina. Lo primero fue que, desde fuera, se escuchaba un escándalo enorme. ¿Habían encontrado nuevos clientes? Ya que, aunque los jueves llegaban más personas por causa de las actuaciones, las reunidas allí nunca excedían de treinta o cuarenta personas, por lo que apenas había ruido, además de que todo el mundo estaba en silencio absoluto cuando hablaban los escritores.

Lo segundo que le impresionó fue el olor. En el ambiente, había un fuerte olor a patatas fritas y otros olores que el inglés no llegó a detectar. ¿Desde cuando habían empezado a cocinar? Ya que, lo único que servían sólido en aquel bar eran los típicos aperitivos para acompañar a las bebidas. Sin contar que estaba terminantemente prohibido traer ningún tipo de comida al bar.

Pero, cuando abrió la puerta, el inglés estuvo a punto de desmayarse.

El elegante bar inglés al que tanto adoraba se había convertido en quien-sabe-qué americano, ya que la amplia bandera estadounidense al fondo lo dejaba bien claro. Los bancos y taburetes, antes elegantes y oscuros, habían pasado a unos colores extravagantes y exagerados. Lo mismo pasaban con los suelos y paredes que, aún siendo blancos, tenían líneas de azul intenso y rojo chillón por todas partes.

Y, para colmo, el escenario donde antes había actuado miles de famosos escritores y eruditos, era ahora una mini-discoteca donde sonaba "musiquilla" americana.

¿A quién se le ocurriría cambiar el elegante bar inglés por esa mierda de cafetería? El malhumorado inglés intentó dirigirse a la barra sin éxito, ya que había una gran cola para coger la comida rápida que servían allí.

Por consiguiente, se dirigió a una la única mesa que estaba vacía para esperar a un camarero para que lo atendiera.

Pasaron 40 minutos sin que viniera ningún camarero pero, cuando estaba a punto de irse, llegó un apresurado empleado aún con el corazón en boca, para que se detuviese.

En un primer momento, el inglés intentó replicarle por toda la humillación y el odio de encontrarse a tu bar preferido convertido en una birria de cafetería.

Pero, su enojo se apaciguó al ver la cara del dependiente.

Era un rubio de ojos azules, con lentes cristalinas de escudo para que nadie pudiera quitarles sus preciados diamantes de color turquesa. Hablaba acaloradamente, inspirando muchas veces por falta de oxígeno. Pero el inglés no se daba cuenta de lo decía el dependiente, ya que, sin saber como, solo podía fijarse en la cara de ese sujeto, mientras sus mejillas se empezaban a enrojecer. En ese momento se dio cuenta de lo que le pasaba.

Se había enamorado de aquel sujeto.


Os ha gustado? Espero que sí! -w-

Sobre Arthur Conan Doyle y Ken Follett, yo soy muy fan suya (aunque solo me he leido La caida de los gigantes xD) Y cuando ayer me di cuenta que había su nuevo libro en la librería y hoy que había una entrevista con el en la tele, me sentí taaaaan feliz que sabía que tenía que publicar este fic.

P.D.1 Por si no lo sabeis, el nuevo libro, El Invierno del mundo, trata sobre la 2º GUERRA MUNDIAL (siii, ya sabeis lo que significa...)

P.D. 2 Os prometo que actualizaré lo más pronto posible ^^

Y, porfi pleaseeeeee, reviews~~