Hola a todos, aquí les presento mi primer fic, lo escribi hace dos ñaos, y pues… es hora que no lo termino. Espero ser constante y que les agrade mi humilde obra. Esta fue escrita para un festival de Hadas y cuentos. Por eso el fic tiene una temática algo infantil.

Saint Seiya y sus personajes, no me pertenecen, son propiedad de su autor. Yo solo los utilizo para fines netamente de entretenimiento y diversión.

EL PRINCIPE ENCANTADO

Por Vanessa Cabrera

Había una vez, un lindo chico de 14 años llamado Shun, el vivía con sus hermanos en una linda y pintoresca mansión. El era el mas pequeño de todos, y por consiguiente al que mas cuidaban.
Su hermano mayor de 18 años era Ikki, un completo gruñón, irónico y picapleitos, que solo le dedicaba sus mejores momentos y sonrisas al mas peque de la casa, Shun tenia ese don; El siguiente en edad era de 17 años Shiryu, el mas centrado y maduro, a veces caía gordo porque siempre tenia las respuestas adecuadas y era muy verbero. Si, ese típico niño que te restriega en la cara su boleta de calificaciones con puros dieses; De ahí sigue Seiya, de 15 años solo era mayor que Shun por pocos meses... (Pregúntale a su mama), era el mas juguetón, divertido, chistoso y cabezota de los cuatro hermanos.

Los cuatro hermanos tenían una prima de la misma edad de Shun viviendo con ellos, de nombre Saori, era la que los cuidaba, les cocinaba, limpiaba la casa, que sirviera de algo para variar la niñita... jeje

PUes si, todos vivían muy contentos en esa vieja casa. Sus padres casi siempre se la llevaban de viaje, en asuntos de negocio importantes, esto no les afectaba tanto a los muchachitos que hacían buenas fiestas y relajos en ausencia de una supervisión adulta... pero afectaba mucho al mas jovencito... a Shun, él era muy apegado a sus papis, era el que disfrutaba los cuentos de hadas antes de irse a dormir, los besos de mama en la frente, los desayunos con su papa en el comedor, los días lluviosos con sus padres, hermanos y prima alrededor de la chimenea... si, los extrañaba horrores cuando se ausentaban.

Ese día en particular, muy de mañana, los padres de los rapaces se ausentaban de nuevo... un viaje de negocios a las playas de Cancún, el coche estacionado esperando a los señores que se despedían de sus hijos, y su sobrina.

- Bueno cariño cuídate mucho, te amamos- decía la mama mientras le daba un abrazo a su hijo mayor.

- Si, si si, adiós- contesto fríamente Ikki, mientras le daba un medio intento de abrazo a su progenitora.

- Shiryu, ya no quiero que hagas llamadas a ese programa de los súper cívicos, no quiero tener mas problemas con los vecinos - el papa trataba de sonreír mientras tomaba a su hijo por los hombros- No debe importarte si son narcotraficantes hijo, déjalos vivir su vida- apretaba con fuerza los hombros de su hijo buscador de la justicia y la verdad...

La mama se dirigió luego a Seiya que se encontraba recargado en un pilar de la entrada de la casa, mientras sacaba un dulce de su bolsillo.

- No te preocupes mamá, papá, prometo no volver a hacer una fiesta con animales incluidos

Los padres se ponen enfrente de su hijo, con una enorme gota de sudor resbalando por su frente.

- Amor, solo abstente de hacer alguna fiesta y ya- dijo el padre a punto del llanto.

Todos estaban fuera de la casa, en las escaleras del pórtico despidiendo a sus padres, pero el pequeño se encontraba detrás de sus hermanos todavía en el marco de la puerta con sus dos manitas recogidas a la altura de su pecho llorando desconsolado.
Pues era muy de mañana, y todos se encontraban despidiendo a sus papis, que se iban de juerga... digo de viajes de negocios.

Ya se habían de despedido de sus hijos, menos del menor, que se encontraba muy cabizbajo en el marco de la puerta, llorando desconsolado...

-Mi vida, no llores, solo estaremos ausentes un mes- Se acerco la mama a Shun, mientras este al verla acercarse se echo a sus brazos llorando muy quedito.

-Mira angelito, para que no me extrañes tanto, te voy a dar un regalito- la mama en eso saco de su bolso de mano, un librito muy colorido, que tenia por titulo: "Cuentos de hadas". Shun se separo un poco de su mama para recibir en sus manos el regalo de su mami, ella se lo entrego y empezó a secarle sus lagrimitas con un pañuelito.

- Se que te gustan mucho los cuentos antes de dormir mi ángel dulce. Así que mientras no estemos papa y yo, los leerás y te acordaras mucho de nosotros- La mama le sonrió a su hijito, con una sonrisa tan calida y amable, que Shun no pudo mas que asentir con su cabecita, pero con unos ojitos acuosos que no se sentían muy complacidos que digamos.

- No llores hijo, lamentablemente no podemos llevarte, este viaje no es para niños-
Nótese aquí a la mama, con un leve sonrojo pensando en puras cochinadas

- Oye, yo no soy un niño- dijo Ikki algo irritado- pero igual no me interesa mucho ir con ustedes a sus lunas de miel interminables- al tiempo que lo decía se acerco a su hermanito menor y paso una mano por sus hombros,

-Oye, te prometo leerte el libro todas las noches- Se lo dijo muy bajito para que no lo oyeran sus hermanos. Shun le sonrió, esa sonrisa... idéntica a la de mama, tan calida y amable, derretía a cualquiera... y miren que ya con Ikki es bastante decir.

- ¡! !!- La mama alzaba un brazo dentro del auto.
- ¡Pórtense bien!! ¡Por favor!- decía el papa al entrar a la parte trasera del auto.

El chofer cerro la puerta, se sentó en la parte delantera del piloto, encendió el auto y arranco a una velocidad increíblemente altísima, dejando marcas en el asfalto y una polvadera que dejo a todos los muchachos tosiendo.

- Ese Death Mask, no aprende, espero que mis papas lleguen a salvo al aeropuerto- Shiryu trataba de enfocar su vista haciendo a un lado la nube de polvo.

- Al menos no llegaran tarde al aeropuerto- decía Seiya entre tosida y tosida.
- ! Bueno chicos, adentro que ya esta el desayuno!- dijo Saori con un delantal amarrado a la cintura y una espátula de cocina en la mano.

- Todos oyeron eso y corrieron en estampida al comedor, como si se tratase de correr por sus vidas. Todos excepto Shun, que seguía algo triste, con su libro agarrado entre sus bracitos a la altura de su pecho. En el fondo se sentía mucho mejor ahora que tenia algo que le hiciera recordar a su mami mientras esta se fuera de viaje de negocios...aja

El Librito de cuentos, contenía muchas historias bonitas de príncipes y princesas encantados, con magos malvados y esas cosas. Shun se moría de ganas por saber que clase de aventuras le narraría ese libro tan especial. Sus ojitos verde aguamarina se iluminaron pensando en las posibles fantasías en que lo transportaría su imaginación al leer ese libro...

El pequeño angelito de ojos esmeraldas se encontraba todavía ensimismado en sus propios pensamientos de cuentos de hadas con finales felices hechos de algodón de azúcar que no se fijaba por donde estaba caminando, así que casi cae de bruces sobre la barra de la cocina al tropezarse con una silla del ante comedor a mal acomodada y puesta maléficamente por donde el conejito iba pasando.

_ ¡Hey, cuidado shunny bunny!, ¿Estas bien?- Seiya evito que se diera de frente con la barra, tomándolo a tiempo con sus brazo, Shun aun seguía algo embobado sin soltar su precioso regalo.- Debes tener mas cuidado Bunny, casi te lastimas- Lo regaño Seiya algo preocupado.

- Tú ten mas cuidad Seiya Burro, tu dejaste ahí esa silla, maldita sea- Dijo Ikki algo molesto aventando bruscamente la silla mal acomodada hacia algún lugar lejano de la cocina - ¿Estas bien Shun?- Ikki Cambio repentinamente su tono de voz, haciéndola mas suave al dirigirse hacia el mas pequeño de sus hermano.

- Perdón, perdón, estoy bien, discúlpenme- Shun trataba de que sus hermano no se pelearan por su culpa, y se sintió muy avergonzado, se sonrojo levemente mientras hacia reverencias al tiempo que se disculpaba por su modo tan distraído de caminar, claro que aun seguía con el libro bien aferrado entre sus brazos.

- ! Bueno, ya siéntense todos a comer, hice hot cakes para todos y licuado de fresa!!- Saori también trataba de calmar a Shun, además sabía que los hot cakes era su desayuno favorito.

Todos se encontraban comiendo sus hot cakes, lo mas tranquilos posible, cuando de pronto Ikki avienta el tenedor en su plato algo molesto, la verdad es que su prima no era muy buena para la cocina, la verdad no era muy buena para algunas cosas, pero ella en verdad trataba de ser útil en esa casa. La jovencita de largos cabellos morados noto que su desayuno no había salido tan bien que digamos y viendo la reacción de Ikki pensó que este ya le iba a dedicar una que otra palabra de critica no constructiva...

- ¡!!Saori!!!! ¡!Esto es inmasticable!! PUAG! ¿Que le echaste a la masa?, parece de plástico mi hot cakes...- Ikki vociferaba queriendo partir con su tenedor una pieza de hot cake.

- Bueno... yo no quería ser grosero pero...- Shiryu tomo con sus manos la pieza de hot cakes y trato de morderla pero solo conseguía estirarla y estirarla como si de goma se tratara.

.- A mi me gustan mucho, están muy sabrosos!!! Deliciosos!!!

Todos voltean a ver al dueño de tal Comentario... Adivinan quien es?......
Shun se encontraba comiendo sus panqueques muy animado y echándole a mas no poder miel de maple, exageradamente bañados con miel, si, a el le gustan mucho las cosas dulces, devorando extasiado cada porción que llevaba a su linda boquita, se le veía comiendo muy contento... y por cierto... aun sostenía con una de sus mano el librito de cuentos, mientras con la otra comía su empalagoso desayuno...

- ¡Niño, no le eches tanta miel a eso!, te va a hacer daño tanta azúcar!!- Ikki trataba de regañarlo mientras se sonreía viendo a su hermanito comer de ese modo.

- Ah, pues que burro soy, si eso debimos haber hecho, con la miel no se siente tanto el mal sabor de estos hot cakes- Dijo Seiya mientras tomaba el botecito de miel que ya Shunny había dejado casi vacio.