Juegos Prohibidos
Primer capitulo: El Comienzo
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"Soy Sasuke" me dijo despacio, deletreando cada palabra como si aquello le diera tiempo para seducirme, entonces me sonrojé porque pensé que era más fácil comerselo con la mirada que intentar hablarle para sólo decir "hu". Pasó poco menos de medio minuto y él aún seguía ahí, con las manos en los bolsillos, indiferente ante mi mirada desconcertada; atento a mi respuesta. Casi puede imaginarle pasando su lengua por el labio inferior invitandome a pasar al salón, pero que tonta, sólo era mi imaginación.
-¿Quien eres?- pregunté inquieta, sujetando mis libros.
-El presidente de curso.- musitó acercandose a mi. De un momento a otro sentí como violaba mi espacio personal, también como mi corazón se paraba.- Tú eres Sakura.
Si en alguna ocasión había tenido miedo de caer o hacer el ridículo ante muchas personas eso no era nada comparado con el pánico interno que experimentada. Él no me asustaba, lo que me hacía tiritar era su belleza su real y su cercanía sensual e inocente a la vez, el hecho de que en cualquier momento mis movimientos torpes se transformaran en algo estúpido.
-Si.- contesté con voz temblorosa, aguantando las ganas de correr como una niña de ese sitio.
-No te asustes.- me tranquilizó acariciando mi pelo, sin embargo bastó sólo un segundo para que tomara una distancia prudente entre nosotros y cambiara el semblante de su rostro. Parecía duro e inexpresivo. Reparé en sus ojos, oscuros y negros, ligeras esferas tenebrosas.-Es normal que los chicos y chicas nuevas lleguen así...después de todo llegar a un internado no es nada sencillo.
-No.- le corté sonriendole para que entendiera bien el porqué de mi reacción.- No te preocupes, me adapto bien.
Sus labios se curvaron en una traviesa sonrisa que me dejó sin aire. Por Dios... me sobrecogió la manera en la que quitó con sutileza los libros de mis brazos y los cargaba él mismo. Volvió a mirarme con sus facciones perfectas y petulantes...
-Aquí tratamos bien a las chicas, porque son pocas las que hay.- empezó a caminar indicandome el camino, permanecí parada con la mano en la boca mirando el suelo como una tonta, inmovilizada por no saber que hacer.-Será mejor que camines, llegaras tarde a la presentación.
Estremecida empecé a caminar veloz para alcanzarle, suspiré.
-¿Presentación?
-Si.- volteó su cabeza para verme, aún siguiendo nuestro camino.- eres la egresada con mayor puntuación en la prueba. Te consideran oro puro.
-¿A qué te refieres?- seguí yo, mirando el perfil de su cara. Tal vez armado con piezas echas por el mismo Dios.
-Te dije que no entran muchas chicas a este colegio porque no ha todas les alcanza el promedio para entrar, además, también considerando que aquí sólo vienen los hijos de grandes familias millonarias. ¿Cuál es tu apellido?
Trague saliva, pesada como el hierro coagulada en la garganta sin poder pasar bien y oculté la mirada tras el mechón de cabello rosa que había caído. En un arranque repentino de entusiasmo disimulado preguntó:
-Eres Haruno ¿cierto?- asentí incomoda. Observaba como si fuese lo más importante el grabar las baldosas negras y blancas del pasillo en mi memoria. Quería arrancar, hacerme la loca.- Debes de ser la hija del gran compositor Ryuusaki Haruno.
-Eh.- solté para tener más tiempo de pensar en una mejor mentira.-No...veras, mi madre trabaja en América como ejecutiva de una gran cadena de empresas musicales y mi padre está en Australia, es el manager de uno de los cantantes famosos de ...- "Genial...que excelente mentirosa eres".-
-Hmp.- le vi tomar aire de improvisto.-Aquí es...me llevaré tus libros, tú sólo tienes que subir al escenario y sentarte en una de esas dos sillas que están ahí.- me indicó con el indice, pero yo estaba entretenida mirando su piel blanqui-nieve.
-Ahá.- le dije y Sasuke se alejó hacia los asientos ocultos de la sala de teatro, o al menos así lo veía yo. Me acerqué a las bambalinas subiendo las pequeñas escaleras, nerviosa, sin saber que hacer o decir. Una señora rubia y de ojos miel se me acercó...
-Sakura.- me dijo ella.- por favor toma asiento allí, no te pongas así, ya veras que todos te aceptaran. ¿Sasuke te recibió cierto?- no me dio el tiempo de responderle, pues había sido empujada por la misma levemente hacia el escenario. Aterrorizada observé a todo mundo.
-Profesores y alumnos.- se escuchó, tuve tiempo de sentarme apresurada con vergüenza de mi desconsideración.-He aquí...- no oí nada más. Había clavado mis orbes esmeraldas en un punto fijo al fondo del salón.
Estaba apoyado en la pared, con los brazos cruzados con la mirada perdida. Su cuerpo yacía inmóvil, era la perfecta escultura de un ángel caído, era...el fino rostro tallado suave y dulcemente, su palidez sobrenatural y su mueca asemejada a la de una tosca sonrisa. Embobada le miré de nuevo, volviendo a la realidad, me estaba sonriendo... sexy. Sacudí la cabeza, tenía que alejar los malos pensamientos de mi. "He atenta, de seguro ya sabe que te lo comes con la mirada" apuntó mi yo interior. A lo mejor era verdad, que era evidente que yo me moría por él.
-Sakura ¿te sientes bien?-inquirió una voz femenina. La misma directora me veía con ojo clínico. Mi corazón reaccionó, de pronto me di cuenta que todos los presentes hacían bullicio preocupados de mi actitud ausente.
-No lo sé.- dije dubitativa corriendo mi rostro para verla. Cerré los ojos y suspiré.-Es que no se que hacer.- susurré cerca de ella.
-¡Bah!.-resopló.-Descuida, sólo tienes que estar aquí un segundo y luego salir.
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-¿Qué te ocurrió?- se acercó con pasó elegante, ladeando el rostro y mordiendo su labio. No parecía ser Sasuke el que caminaba hacia mi, como queriendo cazar al ratón.- ¿Por qué me mirabas tanto?
Permaneció frente a mi, con los ojos cerrados y agradecí ese gesto para que no viera lo nerviosa y roja que estaba. ¿Que le diría? ¿Que era hermoso, que me parecía un maldito demonio bañado con la máxima pureza divina que existía, que me derretía su sonrisa torcida y sus muecas vanidosas?
Abrí la boca un par de veces para decirle otra patraña, no me podía delatar.
-¿Te miraba?- pregunté tratando de sonar incrédula.
-Si, no lo niegues.- "Genial, te han pillado, lo ves"
-No...- Me sonó tan soberbio de su parte que lo digiera afirmandolo.- Nunca te miré
-Ya veo.- de nuevo abiertos estaban sus ojos y me aterré.-Te voy a decir algo.
-¿Qué cosa?- musité como una niña, ya veía yo que él decía de nuevo que yo le había estado mirando. Me sonrió malévolo y se acercó aún más si cabía. Tomó mi cintura con sus dos manos y me acercó a la pared más cercana que había, pegandome completa a ella. Y gemí cuando su boca mordió mi cuello con pasión.
-Desde ahora, eres mi juguete.- Suspiré extasiada, sintiendo su lengua recorrer mi piel.- Sólo mía.
Aviso: Soy Myrror, sólo me he cambiado el nombre a CherryxDoll.
Amm...bien, por motivos de fuerza mayor no he podido publicar Ángel Negro y Pecado tentador . Disculpas. Ahora, viendo el tema de este fic, nació del alma, estaba aburrida, sentía que mis otras historias no estaban bien escritas y quería demostrar que de ellas he aprendido. Por lo tanto no sé como llegaran a tomar esta, porque nosé me da la impresión que es mucho más aburrida. De todas formas, si leen esto muchas gracias, también les agradecería su comentario. ¿Kunais, shurikens, sellos explosivos, ninjutsu?
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