PROLOGO
Fazzbear.
Desde el primer instante de su vida estaba condenado a llevar ese apellido como si fuese su propia sombra. Vigilado por personas con malas intenciones hacia su padre, que con solo verlo ideaban que cometiera un diminuto error para convertirlo en uno grande y tirar a su familia del nivel social y económico en el cual estaban.
¿Pero puede llamársele familia a una que solo contiene dos personas? Un padre siempre ocupado y un hijo antisocial.
Alejandro Fazzbear, una persona con 35 años a lo mucho que vivía de la empresa que el mismo había fundado junto a los colegas de infancia: "Fazzbear entretainment". Piel ligeramente morena, ojos de un azul profundo como el mar, pelo castaño, y alto; su principal objetivo en la vida era el trabajo, sus empleados le conocían por ser un hombre entregado a lo que hacia. Entre sus aficiones se encontraban los deportes, los espacios al aire libre y el arte en un menor grado que los anteriores.
Javier, un estudiante promedio de 15 años con un futuro prometedor que se había hecho sin ningún esfuerzo en particular, piel blanca debido a la falta de sol, orbes celestes como el cielo, cabello castaño y rebelde, de estatura normal en lo que cabía en su edad. Vivía encerrado en su pieza y raramente salía cuando no era para ir a estudiar o comer. De sus gustos se podrían decir que los principales eran la música, la comida relacionada a Italia y los videojuegos, los cuales apenas iniciaban su tercera generación.
Y aunque vivían en la misma casa seguían siendo completos desconocidos. Habían pasado cerca de nueve años sin convivir fuera de la cena.
Mientras que el padre trataba de llevar a la gloria su reciente proyecto, el hijo intentaba acoplarse a la preparatoria. Este chico vivía siendo criticado por todo aquel que lo conociera, lo que dijeran de él pasaba a ser lo que pensaban de su padre, principal tema por el cual mantenía conversaciones cortas y muy poco tacto con cualquiera que le hablara.
Lo tomaban por el típico estereotipó que se le daba a cualquier rico, causa de su estado antisocial, aunque el fuera todo lo contrario.
-Fazzbear, la clase esta al frente no en el paisaje de la ventana.
-Lo siento directora.
La señora de 59 años salió del salón de clases mientras la maestra titular del grupo tomaba asiento para continuar con su explicación.
-Bien, como iba diciendo…
La campana de salida interrumpió haciéndola soltar un suspiro cargado de cansancio, para tener solo 21 se estresaba demasiado.
-Para la próxima clase necesito que todos traigan una cartulina, vamos a hacer una actividad en equipos. Pueden salir…excepto Javier, necesito hablar contigo.
Suspiro, acomodo su cabello de modo que no le estorbara con su visión y se levantó con dirección al escritorio.
Javier: Maestra Carla, yo…
Carla: Tranquilo Fazzbear, no voy a reprenderte. Solo quería…hablar.
Javier: ¿Mi padre le pidió que lo hiciera?
Recibió una mirada confusa por parte de los orbes violetas de la mayor. Bien era sabido que aquella dama y su familia tenían un lazo intimo; el adolescente tuvo la mala suerte de tener a una amiga de su padre como maestra de psicología.
Javier: Olvídelo…
Carla: Fazzbear, necesito que te enfoques en los estudios mas a fondo. A mí no me molesta que compongas en mis horarios y lo sabes, pero, en las otras materias no vas del todo bien y apenas es el primer año. Sé que eres alguien con un futuro maravilloso, podrías abrir tu propio negocio si quisieras o...
Javier: ¿Igual que mi padre?
Carla: No necesitas ser igual a tu padre tesoro, traza tu propio camino. No dejes que tu apellido te obligue a ocultar quien eres realmente, cuida de las personas que podrían usarte a su favor o terminaras siendo su marioneta.
Javier: Lo se.
Carla: Ahora ve a casa que se hace tarde.
Javier: Si, gracias...
Tomo una libreta pautada que reposaba sobre su asiento, una pluma y el dinero suficiente para poder comprar algo de camino, salio del salón de clases vistiendo una chamarra con la gorra tapando su cabeza y su alborotado pelo cubriéndole la cara, dirigiéndose a la cafetería del lugar mientras tarareaba una pequeña melodía que permanecía en su cabeza como un feliz recuerdo de infancia-Dum, dum,dum,dum,dum-
Una dulce tonada iba siendo creada en su inexperta mente para después ser puesta en un pequeño pedazo de papel, le encantaba hasta ahora lo que salía de la imaginación de principiante que poseía; por primera vez estaba impaciente por llegar a casa y ponerla en práctica en un piano color chocolate que ocupaba lugar en su habitación purpura.
Divagaba por el gran laberinto mental que empezaba a nacer de la falta de inspiración cuando alcanzo a escuchar los gritos desesperados de alguien seguidos de porras, provenientes de un espacio abierto a pocos metros, que vitoreaban un nombre ya conocido para él y el resto de las personas que estudiaban en la prestigiada escuela. Su curiosidad por saber quien fue la afortunada victima de aquel matón fue mas grande que el deseo de llegar a su hogar donde le esperaban; no pudo evitar detener el paso y cambiar su trayectoria al lugar de donde provenía aquel ruido.
Por lo general se burlaría del pobre iluso que se encontraba en el piso, era casi un hecho el que ser pisoteado por Richard y su banda de engreídos afirmaba que intentaste enfrentarlos solo recibiendo como consecuencia una buena paliza, pero esta vez fue diferente al resto de su ya rutinaria situación.
Su cara palideció mas de lo que ya estaba al notar y reconocer aquella ropa de segunda marca. ¡Pero si era aquel nerd que se sentaba a cinco pupitres delante suyo! Seria pecado no reconocer a un chico de estatus medio que estudiaba entre hijos de familias adineradas, y que aparte era uno de los mas inteligentes de la escuela; bien sabia el que aquel chico muy apenas y le respondía a los profesores ¿Cómo podía el haber terminado en una situación tan deprimente? Simple: Los matones se aburrieron y tomaron al primero que se toparon en el camino para pasar el rato, y de paso, romperle uno que otro hueso. Pobre tipo...
Se quedo estático viendo como aporreaban a su compañero con un ligero sentimiento de pena. Alcanzo a ver como el susodicho abrió con dificultad y lentitud los parpados dejando ver sus orbes café oscuro llenos de lagrimas que anunciaban con salir, juraba sentir como lo miraba de una forma suplicante mientras soltaba quejidos de agonía.
Se lo pensó primero antes de hacer una estupidez: Eran cuatro sujetos mas el líder contra... un nerd con episodios nerviosos. Intentar ayudarlo era suicidio físico y social, además, el tenia un trato con el líder de aquel grupito que se creía mafioso y si se atrevía a romperlo ya había sido amenazado con ser "desaparecido".
Y mientras el tomaba una decisión, el otro perdía la conciencia con cada golpe que recibía; no gastaría mas el tiempo... iría al menos a sacar su cadáver y cavarle una tumba. Se hizo paso entre la gente. -Idiotas- nunca entendería como a la humanidad le encantaba ver una matanza entre si solo por diversión, simplemente odiaba a la humanidad, eso le incluía. Cuando vio a los agresores opto por tomar una vara del suelo y adentrarse a defender al de ojos cafés interponiéndose entre ellos y la victima.
Javier: Amigos, ya se divirtieron por hoy...dejen al chico en paz.
- Quítate Fazzbear.
Un par de manos lo empujaron al suelo. Sintió la adrenalina y el dolor recorrerle por el cuerpo, se limitó a morder su labio para no soltar un grito de dolor.
Intento ponerse de pie de tratando de no lastimarse, inútilmente, soltando un casi inaudible quejido.
Javier: Joder, dolerá mañana...
¿Dónde estaban los maestros cuando se les necesitaba?
El mas alto de los agresores arrodillo a su lado con una sonrisa burlona y con su dedo índice levanto su rostro hasta mirarlo a los ojos.
- ¿Creí que teníamos un trato?
Javier: Dijiste que no me lastimarías ni a mi, ni a mis amigos...
-Oh Disculpa, ¿este nerd es tu amigo?
El tono de burla que había utilizado Richard le estresaba, odiaba que se burlaran de el.
Miro de reojo al chico que yacía en el suelo y luego al matón frente a el, repitió la acción varias veces hasta que asintió tragándose el orgullo.
Ni siquiera lo conocía y mucho menos quería tener algún lazo amistoso con el, pero si eso le ayudaba a salvarle el pellejo... estaba bien por él sacrificar un poco de dignidad social.
-No pudiste caer mas bajo Javi. Primero te metes con nosotros y luego me mientes.
Ese tono venenoso y amable que usaba el tipo frente a el cuando apaleaba a alguien le daba escalofríos al ojigarzo.
Le obligaron a levantarse bruscamente lanzándolo de un lado al otro y golpeándolo en el transcurso.
El dolor pasó del área afectada hasta su columna vertebral y de ahí a su cabeza.
Las burlas no ayudaban en nada. Maldijo en silencio, casi en un susurro. Levanto la mirada solo para poder verla cara de satisfacción de aquellos sujetos. Maldecía haber sido tan idiota y meterse a salvar a un chico que ni conocía.
Una sensación agria se deposito en su alma, frunció el ceño levemente y la ira le cegó.
Silencio.
Fue lo único que reino durante esos segundos que parecían eternos. Miradas llenas de terror y caras sorprendidas fue lo único que pudo ver cuando recapacito. Se metería en graves problemas.
-¡¿Pero en que rayos estabas pensando Javier?!
Javier: Yo solo intentaba ayudar al chico.
-¡Casi matas a un alumno!
Fijo su mirada en el suelo.
Javier: Solo esta inconsciente…
No veía la razón de que lo reprendieran a él en lugar de a los otros solo por tratar de ayudar.
-¿Sabes lo que has provocado?
Javier: Si…
-Estaba en una junta importante de la compañía y enfrente de todas las familias aliadas, incluyendo a la Smith, me dicen que te involucraste en una pelea. ¡Me avergonzaste frente a una de las familias con empresas de buena tecnología hijo!
Javier: Entiendo, se lo que hice, no tienes que recordármelo…
-Pues no parece que tomes en cuenta la gravedad de la situación. Mis contrarios tomaran tu escena de hoy para hacerme quedar mal.
Javier: ¿Y eso que?
-Es de lo que vivimos hijo. ¡Sin esa empresa seguiríamos en una casa de los pueblos bajos!
Javier: Mis errores no tienen que ser los tuyos ¿sabes?
-Me tengo que hacer cargo de tus equivocaciones, ¿Cuándo vas a entenderlo? La gente así lo quiere.
Javier: No es mi culpa que los demás tengan una mala imagen de mí.
-Sí, si lo es. La vida no es así de fácil, tienes que dejar de ser...
Javier: ¿Dejar de ser como?
- Inmaduro.
Javier: Madurar es para frutas. Mamá nunca me abría sugerido eso...
La expresión del empresario cambio drásticamente y el dolor se reflejo en sus ojos al escuchar sobre su difunta esposa.
-Hablaremos mañana
La puerta fue cerrada de golpe dejándolo solo en el cuarto, suspiro hondo y se recostó en la cama.
Javier: En estos momentos… desearía poder comer una pizza de fredbear's family dinner.
Mala suerte que aquel local había cerrado hace ya tiempo.
Cerro los ojos y, lentamente, se dejo llevar por Morfeo.
Gracias a cualquiera que haya llegado hasta este punto. Este solo es el prólogo y dependiendo del apoyo que tenga pues iré pensando en hacer el primer capítulo. Tengo una gran idea para este fic y espero sorprenderlos al final (Si es que lo continúo) .
Disculpen mi mala narración y faltas de ortografía. Si pudieran darme consejos para hacer de esta historia más entretenida no duden en hacerlo, también avísenme si he dado mal algún dato en el transcurso de esto.
Un saludo y un fuerte abrazo :)
