Se casarían. No podía creerlo, ellos se casarían, él recién le había pedido matrimonio y ella le había dicho que sí. Sus ojos jade brillaban como nunca lo habían hecho, estaba inmensamente feliz, se veía radiante, hermosa con lágrimas felices en los ojos aun después de que habían pasado tres días de haber aceptado la propuesta. En él la dicha se notaba en su hermosa sonrisa que volvía locas a muchas, sin embargo, desde hace mucho que solo le sonreiría de esa manera a ella. Sasuke seguía sin poder creerlo, no podía creer que ella hubiese aceptado. Un horrible dolor punzante se había apoderado de su pecho, perfectamente escondido bajo su rostro impenetrable. Tenía ganas de golpear al estúpido del dobe, de tomar a Sakura y llevársela lejos, en donde ni Naruto ni nadie pudiera encontrarlos, pero no. Ellos se casarían pronto, y estaban ahí sentados los tres como en los viejos tiempos, comiendo en el Hichiraku's mientras le daban la "buena nueva" a su compañero. Ya era tarde, la había perdido. ¿O no?
La cuarta guerra mundial Shinobi había terminado. Naruto y Sasuke habían sellado a Kaguya con la ayuda del sabio de los seis caminos. Sasuke había intentado acabar con todos los Bijuus y los Kages en un intento de "revolucionar" el mundo ninja pero Naruto lo había detenido justo a tiempo, enfrentándose a una batalla mortal en la que habían perdido un brazo cada quien. De no ser por Sakura, ambos habrían muerto desangrados siendo incluso un milagro que siguieran con vida cuando Kakashi y Sakura llegaron al valle del fin.
El saldo de la guerra fue muy caro. Los homenajes a los caídos se llevaron a cabo una semana después, se podía ver a madres, esposas, hermanas, niños… todos los que habían perdido a alguien querido por defender la paz. Entre ellos se encontraban los diez de Konoha, porque sí, tras la pérdida del mejor ninja del clan Hyuga solo quedaban diez de su generación. Entre ellos, de los más dolidos Ino y Shikamaru, pues parte esencial del original trío InoShikaCho se había perdido en la guerra. Sus padres habían muerto, pero a pesar del dolor que sentían, el orgullo de saber todo lo que sus padres aportaron a la guerra los hacía sentirse felices, y se mostraban ahí, frente a todos con una amarga sonrisa.
Una hermosa pelinegra regalaba lágrimas del mismo color de sus ojos a la tumba de su amado primo. Venían a su cabeza los recuerdos de aquel que la había decidido protegerla como un hermano, a pesar del rencor que alguna vez tuvo contra la familia principal. Hinata se sentía culpable, sin saber bien porque. –Tal vez si hubiese sido más fuerte –se decía. Además, seguía sintiendo sobre sus hombros el peso de la familia principal. Lloraba, lloraba por la muerte de su primo, porque él la había protegido. Sintió de pronto a alguien posar su brazo sobre sus hombros y un ligero beso en su cabello. No dijo nada al mirar una cabellera rubia y unos tristes ojos azules. El silencio reinó durante algunos minutos.
–No fue porque tenía que hacerlo, Hinata. Neji te protegió porque te quería como a una hermana. –dijo por fin Naruto, rodeándola con su único brazo a lo que la chica se aferró a su pecho, comenzando a sollozar de nuevo.
–Naruto-kun –Él sintió el calor de sus lágrimas mojando su pecho y sin poderse contener, la separó un poco de sí acariciando la mejilla de la ojiperla y pegando sus frentes.
–Ya todo ha terminado –dijo el rubio muy cerca de su rostro con una suave sonrisa para luego subir sus labios hasta su frente y depositar un tierno beso.
...
Incontables muertos y muchísimos heridos. Las tiendas improvisadas no lograron darse abasto durante el conflicto, y con tantos heridos que atender, los hospitales de cada aldea se encontraban a su máxima capacidad, pues la cantidad de ninjas médicos no lograba ser suficiente. A pesar de ello, Tsunade y Sakura se las arreglaron para desarrollar las prótesis que sustituirían los brazos perdidos de Naruto y Sasuke. Los chicos se habían quedado en cama toda una semana (hasta que se llevó a cabo el homenaje) después de su batalla casi a muerte. Naruto pudo levantarse a los tres días, gracias al milagroso chakra de Kurama aunque Sakura le impidió pararse, siendo un reto casi imposible para alguien tan hiperactivo como Naruto.
-Na-ru-to –Decía una pelirrosa con un tono sospechosamente dulce, la mirada baja y un aura asesina rodeándola una vez que había visto correr al rubio por los pasillos del hospital buscando quién sabe qué ramen, porque quién sabe qué comida de quién sabe qué hospital sabía a mierda –¿Te quedarás en cama, como te lo pedí? ¿O me harás golpearte hasta romperte los huesos para poderte atar?
-Sa-Sakura- chan –Tragó fuerte el ojiazul, sabía que lo que venía no era bueno –Yo sólo, sólo quería algo bueno de comer, Sakura-chan –trató de explicarse – ¡Lo que pasa es que la comida que me trajeron sabe a mierda'ttebayo! –dijo el chico con cascaditas en los ojos.
-¡Naruto no baka! –gritó la pelirrosada, aumentando su furia asesina. El rubio temblaba al verla así, de verdad que le daba miedo después de ver cómo golpeaba con su monstruosa fuerza a los clones del Juubi. De pronto, el enojo de Sakura cambió a una tristeza un poco palpable y bajó su mirada, poniendo sus brazos a sus costados en señal de derrota.
-Esa comida no es la que sirven en el hospital –dijo, dejando notar un hilo de tristeza en sus palabras. –Yo la preparé, especialmente para ti.
El rubio sintió su pecho oprimirse, un poco de culpa salió de sí al ver a la chica en ese estado, triste porque él sin saber, había desperdiciado la comida que ella había hecho para él. Especialmente para él. Con pasos lentos se acercó hasta la mitad del pasillo, donde ella estaba, justo en frente de la habitación que él compartía con el Uchiha.
-Sakura-chan –dijo al verla cabizbaja, mientras tomaba una de sus suaves y delgadas manos y la posaba sobre su pecho. –gracias Sakura-chan, eres lo más importante que tengo y lo que más quiero. Gracias por preocuparte por mí. –El rubio sonreía sincera y tiernamente mientras que poco a poco soltaba la mano que aprisionaba en su pecho, para después enredarla entre uno de los mechones rosados que cubrían parte del rostro de su amiga, y en un arrebato de ternura, atinó a darle un pequeño beso en la comisura de los labios. La ojijade sorprendida por el gesto de su amigo y por lo que ese beso provocó en ella, solo pudo sonreír nerviosa, pero muy dulcemente mientras un ligero rosa se apoderaba de sus mejillas, sin saber que desde hace unos minutos, unos hermosos ojos que en algún momento fueron ambos negros, acababan de abrirse, pudiendo notar con detalle la escena que acababan de protagonizar sus amigos, a los que tanto apreciaba, a los que tanto daño les había hecho.
-Así que después de todo… no era del todo cierto, Sakura.
...
–¿Ya te vas a ir? –Porque sí, Sasuke Uchiha, el amor de su vida se estaba yendo otra vez, aunque esta vez sí estaba en las puertas de Konoha, no se iría por la noche, no se iría con Orochimaru, no se convertiría en traidor, no se iría a buscar venganza, sin embargo…
–Sí, lo siento. –Sakura…
–Tsunade-sama está por terminar tu brazo compuesto por las células de Hashirama –Sasuke-kun… me gustaría que te quedaras un poco más, asistiré a Tsunade-sama en la operación, así como con Naruto…
–Necesito verlo con mis propios ojos… cómo se ve el mundo. –Lo que más me gustaría es quedarme aquí, con ustedes de nuevo en casa, pero no lo merezco, no merezco su amistad, no aún. –Todas esas cosas que he pasado por alto, tengo el presentimiento de que ahora las podré ver mejor, y si pierdo esta oportunidad no creo poder tener otra. Además, hay algunas cosas que me han estado molestando… –Noté el brillo en su mirada cuando el dobe la besó. No sé por qué sentí eso, pero fue un sentimiento molesto. Aun así, ellos se notan felices, quizá mi ausencia sí los ayudó después de todo… –pensó el moreno, pero frunció el ceño al recordarlo. De nuevo, ese sentimiento molesto se había apoderado de él y un dolor punzante se escondía en su pecho.
–Tengo que intentarlo, una vez más… –¿Y si te dijera… que quiero ir contigo? –
Por una fracción de segundo, la sorpresa se apoderó de su rostro. No podía creerlo, después de todo ella seguía ahí, junto a él ofreciéndole estar a su lado, una vez más como aquella noche de luna cuando tenían trece, cuando la rechazó… y aunque volvió a rechazarla por segunda vez antes de pelear con Naruto. En ambas ocasiones lo había hecho con la intensión de protegerla. Si la llevaba con él, aquella noche de luna, lo único que haría sería arriesgar su vida, pues se estaba yendo con Orochimaru uno de los criminales más buscados y peligrosos. Ella sería tachada de traidora, y al final, al descubrir la verdad sobre la masacre de su clan, probablemente se hubiese deshecho de ella como intentó hacerlo con Karin, pues se encontraría consumido por el odio y ahora, se habría arrepentido, después de ver el rostro destrozado de su mejor amigo, la sed de venganza de éste para con el Uchiha por haber asesinado a la mujer que más amaba… que más amaba… que más amaba… Naruto, mejor amigo, la mujer que más ama… Sakura. Y ahí estaba de nuevo, ese dolor en su pecho.
Cerró sus ojos con fuerza. –Tú no tienes nada que ver con mis pecados –.
–Nada qué ver… dices… Sasuke-kun, después de todo… ninguna de las cosas que he hecho han sido suficientes. Ni cuando me dejaste tirada en esa banca, ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que intentaste asesinarme, a mí y a Naruto, ni la segunda vez que te confesé mi amor… nunca me había rendido, creía que, podrías quererme alguna vez. No amarme, sino quererme, aunque sea un poco. Sin embargo, a pesar de todo, nada ha sido suficiente para ti…
Kakashi observaba la escena un tanto curioso. Sabía de los sentimientos de Sakura casi hasta mejor que ella. Su amor había aprendido a madurar; y sabía también, de los sentimientos del azabache, cosa que para este aún era desconocida. Desde que los vio en el valle del fin, supo que su amado equipo de gennin había vuelto, más específicamente, ese niño ya no tan niño de cabellos negros y alborotados, de ojos obscuros cuyo ojo izquierdo ahora lucía de un color violeta claro, señal de que era el portador del rinnegan. El peliplata sabía, que al haber vuelto su alumno, aquel al que siempre quiso como a un hijo, también habían vuelto sus sentimientos. Y es que, desde que eran unos pequeños e indefensos gennin, Kakashi sabía lo que Sasuke sentía por Sakura. Sabía que, si bien, no gustaba de Sakura en el principio, se había encariñado poco a poco con ella, hasta evolucionar ese sentimiento en amor, un amor que no podía permitirse hasta que estuviera completa su venganza.
–Sakura… no te pediré que me esperes. Pero prometo no tardar –. Porque, aunque no sabía qué le estaba pasando, le agradaba el saber que ella aún intentase estar un poco a su lado, y se reprochaba a él mismo por tener que complacer primero a su conciencia antes de a sus sentimientos. Tenía que redimirse primero para poder ser digno de su amistad, de su cariño. Sabía que no era necesario, que ellos ya lo habían aceptado, siempre lo habían hecho, sin embargo, la carga en su conciencia le gritaba lo que debía hacer, y ahí estaba. Muriendo por abrazarla sin poder hacerlo.
Sintió de pronto un golpecito en la frente semi cubierta por sus rosados mechones, y al levantar la mirada, obligando a sus rebeldes lágrimas regresar a su lugar, notó los dedos el muchacho, y su mirada antes fría y llena de odio, ahora mostraba una calidez que ella no había visto desde hace mucho tiempo, y una sonrisa sincera adornaba su hermoso rostro.
-Te veré pronto –fue todo lo que supo decir antes de perderse por instantes en esos hermosos ojos jade, siempre brillantes y ahora adornados por una pizca de sorpresa. Un calor extraño y agradable subió por su pecho al percatarse de lo hermosa que era Sakura, y recordar, en breve, los muchos momentos que compartieron juntos, todo lo que ella le brindaba. Sus sonrisas resplandecientes, dedicadas a él, sólo a él. Sus ojos brillantes, sólo por él, su voz melosa, sólo para él… -Gracias –Sonrió. –En verdad que es una molestia -.
Sakura se quedó pasmada, no supo, en verdad no supo cómo interpretar a las acciones de Sasuke. No sabía si llorar, brincar o correr tras él, porque, se había ido, dejándola sola de nuevo.
...
Hola! Me llamo Yoareli y este es mi primer fic, para aquellos amantes del SasuSaku como yo. Y si les gusta el NaruHina, pues también! Espero que me puedan dejar un comentario, o no hahaha. Gracias por leer c:
