Días de otoño

Inuyasha © Rumiko Takahashi

Sinopsis: Sabes que estás con la persona indicada cuando…

Nota de la autora: Reedición.


Capítulo único: Días de otoño

Sabes que estás con la persona indicada cuando sientes que tu mano roza la de él por casualidad, que él con sus orejas se exprese avergonzado y aunque se regañen y se miren con regaño, igual se erizan sus pieles.

Sabes que estás con la persona indicada cuando le miras de reojo y descubres que hace exactamente lo mismo y crees que incluso pueden leerse la mente. Y eso te asusta porque no estás acostumbrada a tanta cercanía con un hombre.

Sabes que estás con esa persona, porque vas a su casa con la torpe excusa de buscar los fragmentos o necesitar ramen de esos que prepara su madre que realmente no es cierto. Y no te molesta las palabras de su hermano menor o la petición de su abuelo de que no estropees sus pergaminos sagrados o los conventillos de sus amigos ante tus atuendos.

Entonces están estos días de otoño, donde en lugar de viajar se ocultan bajo la escasa sombra de un árbol entre los bosques y miran las nubes sobre una cama de crujientes hojas secas, uno junto a otro. Shippo no irrumpe ya que juega en algún lugar por ahí con Kirara, monje y exterminadora caminaran juntos por ahí. Están solos y realmente no molesta que esto sea así.

—Inuyasha…—dices con una cálida voz, aquel hanyou te contempla con una perezosa mirada—. Amo el otoño.

Y aunque él solo mueva sus hombros con aburrimiento y vuelva a su posición inicial, permanece a tu lado intentando, aunque sea un roce, entrelazar los dedos con los tuyos.

Son los días de otoño en los que te das cuenta de que verdaderamente lo amas, y las miradas sostenidas que él te da hace que comprendas que es mutuo y hacen los momentos eternos. Donde no importa cuánto grite Shippo al hanyou, cuanto pida Sango al monje que no la toque en sus partes nobles. No importa si el mundo se cae a pedazos o si Naraku quiere romper la paz o si muere ahora mismo. Junto a él te sientes bien y sin darte cuenta te duermes entre sus brazos mientras las hojas caen en otoño.


Curiosidades: Un pequeño escrito inspirado en mi estación favorita: El otoño.