ATARDECER.

Dos de mayo, atardece

La batalla que florece

¿Sabe Merlín qué pasará?

Nadie lo sabe, ni lo sabrá.

Tantas cosas pueden suceder,

imaginables, esperables, o inusitadas

Pero siempre a interceder

por los menos, los pobres,

los que no tienen nada.

-Os advierto, no intervengan,

o castigados seréis.

Ruedan los ojos ante Snape, confían

caso no harán, seguro, sonrían.

La búsqueda comienza sin saber cómo,

busco, busco y rebusco,

sobre todo reflexiono,

hay que seguir buscando solo,

nadie espera, no cuestiono.

De pronto la veo,

pero desaparece en un tris,

sola, suave, yo palmeo,

se escapa la Dama Gris.

Va, viene, llega y se va,

donde sea hay que buscar.

La encuentro, confía,

tengo la historia de quien en vida,

robó una diadema, la escondió,

y al bosque llegó vencida.

A otro le hizo el mismo cuento,

a otro le dio información,

sé la historia de Tom Ryddle,

no hay ninguna otra opción.

-Vamos, Horrocuxes, ¡Voldemort, espera!

la vida es corta, y ante la batalla tiembla.

Se oye su voz fuerte, alta y clara

¿Qué busca?

Poder, magia y más poder,

y a pesar de la incesante lucha,

tenemos todo por perder.

De la Sala Multipropósito,

salen todos de incógnito,

ya comienza la batalla,

y ninguno se avasalla.

En un baño, a escondidas,

besándose se encuentran,

ya no hay más temidas,

guardapelos, ni tormentas,

Ronald Weasley, y su chica,

no es Lavender, es más rica,

Hermione Granger se llama,

más sus besos busca, ansía,

cuando el tiempo pasa.

Vuelven ambos al presente

salen del baño inundado,

lo buscan a él, el gran ausente,

sencillamente asediado.

Entran a la sala con miedo,

no saben dónde lo encontrarán,

una diadema les viene al dedo,

como un anillo que no verán.

Fuego maligno se encuentran,

nada esperado, inesperado quizás,

pocas palabras lo desconcentran,

no hay otra, limar asperezas.

Muerte, de nuevo,

salvar al traidor.

Toca la medianoche,

aún la guerra sigue en pie,

su voz se oye en la noche,

queda mucho para hacer.