Bueno antes de empezar, gracias por detenerse a leer esto que sale de mi mente bizarra (?), bueno al menos de mi mente fujoshi.
En fin, quiero explicar algunas cosas antes de explayarme en el texto.
Primero: En algún momento los personajes tendrán cambio de "skin", pero respetaré algunas características del diseño clásico; por ejemplo, En el skin de Talon Dragonblade tiene los ojos oscuros y en el de SSW son azules, pero lo mantendré con sus ojos "dorados" que tiene en el clásico. Esto más que nada para evitar confusión.
Segundo: Las historias se presentan en diferentes tiempos, aun así, trataré de que tengan un seguimiento, más que nada para que la "relación" de ambos personajes tenga sentido y progrese.
Tercero: Me disculpo si de repente la personalidad de alguno de ellos se sale de su personaje (Ooc), tampoco quiero decir que vaya a cambiarlos radicalmente, Talon seguirá siendo indiferente, poco hablador, sarcástico etc. Y Ezreal atrevido, aventurero y jovial, pero a la hora de que el sentimiento en ambos comience a surgir me iré acoplando a la situación (no se preocupen, no haré nada cursi, no me imagino un Talon meloso (?)
Por ultimo pero no menos importante, los personajes le pertenecen a Riot, yo solo los uso para fines fujeshcos, digo, no lucrativos.
En fin, que empiece esto.
I Partida: Odio Indescriptible
Sus piernas habían dejado de responderle cayendo repentinamente entre los escombros de la torreta recién destruida. Sus ojos temerosos ante el avecino de la muerte no podían apartarse de la filosa punta proveniente de la lanza de Xin Zhao.
Ezreal mordió su labio inferior frustrado. Lo sabía, sabía desde un principio que esa batalla estaba dada por perdida con solo haber visto el equipo que le había tocado.
noxianos, esas repugnantes sabandijas que solo trabajaban por mérito propio, que la simple palabra "equipo" significaba dejar morir al más débil para llevarse la gloria. Los odiaba, simplemente no podía tolerarlos. Frunció el ceño con tan solo recordar su llegada a la grieta.
Flashback
La luz que provenía del poder de los invocadores se hizo presente. Su cuerpo pronto se materializó en la plataforma del equipo azul y con ello la presencia de sus demás compañeros. Al abrir los ojos su rostro delató con rapidez el desagrado que le causaba la situación.
Sion, Katarina y Talon se encontraban frente a él observando de igual manera los campeones que tenían como equipo.
–Vaya parece ser que en esta ocasión la victoria depende de nosotros, eh Talon –Katarina mofó, mirando de manera pedante al rubio quien al escucharla chasqueó la lengua y desvió la mirada.
Talon no respondió, e indiferente se dirigió a comprar lo que necesitaba.
–Que aburrido eres –agregó la asesina viendo al otro alejarse–. Bueno creo que los puestos de cada quien son obvios. Sion ve a la línea superior, Talon se el apoyo dentro de la jungla, yo me encargaré de la línea media –con una pizca de diversión en su rostro dirigió su mirada al explorador–. El chico bonito y el pez pueden ir a jugar a la línea inferior.
Ezreal ya sumamente molesto estuvo a punto de contestarle pero su compañera soporte se le adelantó.
–¡¿Cómo me llamaste?! –cuestionó Nami tomando fuertemente su arma.
–Oh vamos querida, no es que halla mucha diferencia entre tú y esas alimañas escamosas –respondió divertida dándole la espalda a todos–. Más les vale no tardarse –y dicho esto Katarina se retiró de la plataforma.
Nami furiosa estaba dispuesta a ir tras ella, pero Ezreal instintivamente la sujetó del hombro.
–¡No me toques saco de aire! –vociferó irritada, reaccionando segundos después al ver el rostro de sorpresa de Ezreal–. Lo, lo siento…
–Tranquila, esa mujer tensionó el ambiente –afirmó el joven explorador tratando también de calmarse–. Compremos lo necesario y vayámonos. Entre más rápido terminemos mejor –agregó mirando a Talon con desdén el cual también se dirigía a su posición. Sion por su parte después de Katarina se había retirado.
Termina flashback
Y ahora estaba ahí, cansado y muy herido. Nami había sido derrotada escasos minutos anteriores al tratar de ayudarlo. El equipo enemigo había logrado acarrear la línea inferior, probablemente al haber tenido problemas con Sion o Katarina, o en su defecto, que Talon solo hubiese estado ayudando a su grupo de "amigos" que eligieron irse por el grupo más indefenso, ellos.
Maldijo internamente su debilidad. No es que no pudiera vencer a Xin Zhao, pero sin el apoyo de Nami y agregando las deplorables condiciones en las que se encontraba derrotar a su enemigo tenía una diferencia entre uno y un millón.
–No te preocupes, seré rápido –habló Xin Zhao tranquilamente no apartando su lanza en dirección a Ezreal.
Tenía miedo. No importaba cuantas veces reviviera, el dolor de una herida de espada, el sabor de la sangre en su boca y esa sensación de desvanecimiento seguían siendo desagradables. Y aun la pequeña duda de si realmente regresaría a la vida le carcomía. Siempre existía la posibilidad de que no fuera así.
Tragó saliva, Xin Zhao estaba listo para terminar con él. Tenía pensado cerrar sus ojos, al menos para aminorar el impacto que tendría verse a sí mismo ensartado. Pero repentinamente un sonido que parecía ir atravesando el aire detuvo en seco su idea. El senescal dejó escapar un gemido de agonía y el movimiento de su cuerpo delató el lugar de donde provenía ese dolor. Su espalda automáticamente se arqueó y retrocedió uno de sus pies para mantenerse equilibrado.
Inquieto, Xin Zhao miró hacia atrás, pero no había nada, ni una sola presencia. Un sudor en frío comenzó a recorrer su rostro y un abrumador silencio se apoderó de la zona.
Por otro lado Ezreal estaba confundido, en el momento que el senescal le había dado la espalda logró ver el arma que tenía clavada. Una navaja de cuatro puntas. Sus ojos enseguida delataron su sorpresa. No podía ser él.
Xin Zhao retrocedió cauteloso girando su cuerpo en distintas direcciones. Pero aun así no fue suficiente para evadir al enemigo. Una sombra repentinamente apareció detrás de él. Sus movimientos fueron tan rápidos que en el instante que el quejido del susodicho aturdió los oídos de Ezreal la sombra ya había desaparecido.
–¡Maldición! –exclamó el guerrero aún más nervioso arqueando su cuerpo nuevamente por el dolor. Más al alzar la vista un brillo a su alrededor le llamó la atención, pero su curiosidad lo acribilló al darse cuenta de lo que en realidad se trataba.
Varias navajas mantenidas en el aire lo acorralaron, como si aguardaran la orden para atacar. Ya no había duda acerca de quien se trataba.
–Talon –pronunció incrédulo el explorador. Realmente era él quien le estaba ayudando. No, era un noxiano, algo oculto tenía que haber tras sus acciones.
Tan pronto terminó de nombrarlo el asesino apareció frente a él sosteniendo su cuerpo con una de sus rodillas y su brazo izquierdo. Las navajas que colgaban de su vestuario parecían caer suavemente y su rostro como era costumbre estaba oculto tras esa capucha que solo dejaba asomar una sonrisa burlona llena de satisfacción.
Ezreal quedó atónito ante su habilidad, y como si el tiempo comenzara a viajar lentamente observó la mano derecha de su compañero estirarse a un costado, y en ese instante todas las navajas acudieron a su llamado y regresaron a él atravesando a Xin Zhao en el trayecto.
El gemido de angustia del senescal no tardó en escucharse al igual que el anuncio de otro enemigo derrotado. La vista de Ezreal se dirigió al guerrero caído percatándose de los rastros de sangre que emanaban de su cuerpo. Pero antes de que continuara contemplando la obra de aquel asesino una navaja que no había dado en el cuerpo de Xin Zhao se dirigía hacia el rostro del joven explorador.
Por inercia el muchacho se cubrió con uno de sus malheridos brazos, pero la navaja nunca llegó. Al exponer de nuevo su rostro la imagen que percibió fue la de su "salvador" jugueteando con la navaja perdida entre su mano. Tenía una mirada fría y sin el interés de voltear a verle. Y con esa misma expresión el asesino se incorporó dándole enseguida la espalda.
Por otro lado Ezreal se mantenía atontado por lo que acababa de presenciar. No quería ceder a la idea de que Talon le había ayudado, que lo había salvado, al menos por esa vez.
–Hey…
–No lo malentiendas –Talon se apresuró a decir aun sin tener la intención de encarar al joven–. Entre más muertes tenga el enemigo será más complicado ganar esto.
El muchacho rubio se mantuvo callado, sintiendo como poco a poco la sangre comenzaba a hervirle. Lo sabía, no había nada caritativo en esa repugnante rata.
–¡En ningún momento lo malinterpreté! –vociferó tratando de incorporarse aun con sus graves heridas–. Maldito noxiano –enseguida susurró, siendo audible para Talon el cual solo se hizo el desinteresado.
–Regresa a base, yo cuidaré la línea.
–No me lo tienes que decir –repeló el muchacho al mismo tiempo que fruncía el ceño. Estaba comenzando a desesperarse.
Finalmente y con pesadez activó su teleportación y una cálida luz azul le envolvió. Estaba demasiado cansado, solo quería llegar a la base y recuperarse lo más pronto posible, y sobre todo el que por fin pudiera dejar de ver al repudiado asesino.
Antes de desaparecer lo último que alcanzó a visualizar fue la mirada fría de Talon él cual le mostraba por encima de su hombro. Esos ojos dorados por un instante le habían atravesado hasta el alma que incluso le provocó un escalofrío; Y entonces, se desvaneció.
Al llegar a la base y abrir sus ojos las heridas comenzaron a regenerarse. Ezreal soltó un suspiro fastidiado notando después la presencia de Nami cerca al puesto de equipamiento.
–¡Ezreal!, yo, lo siento –la chica que provenía del mar se apresuró hacía él preocupada. Al parecer aún se sentía angustiada por haberlo abandonado.
–Tranquila me ayudaste bastante, yo debería disculparme por no haber defendido lo suficiente –el muchacho colocó su mano sobre el hombro de la sirena tratando de reconfortarla.
–Ezreal… –pronunció un poco más aliviada, pero enseguida su rostro cambió al recordar su misión–. Pero y la torre, debemos darnos prisa…
–Talon se encuentra ahí en estos momentos –afirmó no muy cómodo de pronunciar su nombre. Algo que Nami notó fácilmente.
–¿Sucedió algo?.
–No. Deja prepararme y nos iremos enseguida –con una mirada seria Ezreal adquirió el equipo que necesitaba y junto a una intrigada Nami se dirigieron nuevamente a la línea inferior.
Cruzaron la primera torreta la cual seguía intacta, al parecer Talon se había encargado de mantener a raya al enemigo. Eso, o habían cambiado de táctica. Continuaron con el trayecto hasta llegar a la torreta destruida en donde el asesino repentinamente apareció.
–¡No hagas eso! –reclamó Nami asustada, pero como se esperaba de Talon solo la ignoró.
–Los apoyaré a partir de ahora. Katarina y Sion ya destruyeron las dos primeras torretas de sus líneas correspondientes y en estos momentos se están concentrando en la línea superior. El enemigo no tardará en darse cuenta del plan, así que debemos ser rápidos –la voz del asesino era firme y a la vez indiferente, como si el simple hecho de explicar todo eso le resultara fastidioso–. Avanzarán a la torreta mientras yo intercepto al enemigo por atrás de esta, me encargaré de llevarlos hacía ustedes con lo menos de vida posible –Talon tomó una pausa y dirigió su mirada a la sirena–. Tú te encargarás de detenerlos y de solo proteger al chico cuando sea necesario.
Nami sin tener otra opción solo asintió seriamente. Pero para Ezreal el recibir órdenes de un noxiano le hacía sentir humillado.
–Y tú –recalcó el asesino ahora mirando directamente al rubio quien le regreso la mirada con el ceño fruncido–. No te precipites –y dicho esto, Talon les dio la espalda y se perdió entre la maleza de la jungla.
No había nada más que disgusto reflejado en el rostro de Ezreal. No le quedaba más remedio que tragarse el orgullo y aceptar las órdenes del noxiano. Solo quería terminar el combate de una vez por todas.
Decidido, volteó a ver a Nami y ambos con un gesto de afirmación se dirigieron a la torreta enemiga.
El plan que Talon les había propuesto dio frutos rápidamente. Con su ayuda, Ezreal solo se había concentrado en derrotar a los campeones enemigos apoyado por las burbujas de Nami, y gracias a los ataques sorpresivos del asesino eran más fáciles de eliminar.
En poco tiempo ya habían llegado incluso hasta el inhibidor y Talon al haber terminado su labor se dirigió a las otras líneas.
La sombra de la navaja tenía bastante habilidad y a pesar de que fuera un noxiano sabía cómo trabajar en equipo, aunque la sed de victoria lo moviera.
Incluso gracias a él, Ezreal había obtenido varias muertes enemigas a su favor. Pero aun así, el explorador no podía digerir la idea de que pudiera agradarle algún día. No era como los demás noxianos que conocía, pero seguía siendo uno de ellos.
Varios pensamientos confusos le enmarañaron la mente durante el final del combate, los cuales solo le terminaron desagradando.
Poco tiempo pasó cuando todo el equipo se reunió en el nexo enemigo, las dos últimas torretas cayeron a causa de la contribución de haber exterminado al equipo contrario. La victoria ya estaba servida, pero por otro lado, Ezreal sentía que había perdido.
–Noxianos, como los odio…
