Disclaimer: todo lo relacionado al mundo de Harry Potter le pertenece a J. K. Rowling


Al fin y al cabo eran hermanos


Desde su lugar pegado a las piernas de su madre, Regulus miraba como su hermano cargaba su baúl y lechuza al tren; no quería que su hermano Sirius se fuera porque eso significaba que ya no tenía con quién jugar. Pero eso no lo podía decir en voz alta o si no su madre se enfadaría.

A Sirius no le costó encontrar un compartimiento que no estuviera abarrotado de estudiantes, solamente había otro baúl en él; esperaba que fuera de un estudiante de primer año también, así no estaría solo.

Con una sonrisa en su rostro, descendió del tren para despedirse de su madre y hermano.

—Te escribiré todas las semanas, Reg—le sonrió, dándole ánimos al pequeño; Sirius conocía a su hermano a la perfección y sabía lo que estaba rondando por su cabeza.

El menor sonrió.

Sirius al ver la reacción de su hermano, saludó a su madre con una inclinación de la cabeza y se volvió a subir al tren en el momento en el que sonaba el último pitido de aviso.

Sirius también iba a extrañar a Regulus. Al fin y al cabo, eran hermanos y los hermanos se extrañan cuando uno parte por un tiempo.


Con este capítulo comienzo una serie de drabbles sobre Sirius en distintas situaciones.

Espero que les guste