1. Viviendo a Oscuras.

Un lujoso Mercedes de color negro va por la carretera a una velocidad un poco acelerada a estas horas de la noche. Dentro del auto se escucha gritos femeninos de una mujer y una pre-adolecente.

La mujer que maneja el auto, es hermosa sus facciones son delicadas y finas. Su cabello largo y rosa lo lleva acomodado en una trenza cosida. Ojos jades levemente rasgados y piel un poco pálida. Esta maquillada un poco haciéndola ver más natural.

Ocultado su proporcionado cuerpo con su vestimenta, que consistía en una falda corte recto ceñida y de color negro que le queda encima de las rodillas, el elástico de la prenda le llega a medio vientre, un camisa blanca de vestir ceñida y de manga cortas con los primeros botones abiertos dándole un aire sensual, y para finalizar tones negros.

- Por favor hija perdóname, sé que no pudo ir a tu concierto pero tratare de compensártelo. –dice la mujer mientras conducía y miraba a la pequeña pelirrosa que está sentada en el asiento del copiloto. -

La pequeña era una mini copia de su madre, tiene el cabello como ella pero más corto, le llegaba a mediación de la espalda, sus facciones eras hermosas y angelicales, tenía unos lindos y grandes ojos jades. Su piel era blanca y suave. Su cuerpo era como el de toda niña de su edad: once años.

Vestía una sudadera de color negra y le quedaba holgada y en su espalda estaba adornada un círculo grande y blanco, unos jeans desgastado azules y para finalizar unas zapatillas blancas.

- No quiero hablar contigo madre, metete eso en la cabeza. –dice con molestia la pequeña y su madre frunce el entrecejo dolida. –

- Yo no sabía lo de tú concierto y tu padre me aviso cuando yo estaba en una junta c….

- ¡Ves! Siempre pones tu trabajo encima de mí, nunca estas en casa –grita enfurecida la pelirrosa. – ¡A veces pienso que Kakashi-chan y yo nos criamos solos!

- ¡No digas eso! –dice molesta la mujer. - ¡Hago todo lo que puedo para estar con ustedes! ¡Sabes que nuestras empresas no se manejar solas!

- ¡Me vale mierda aquello!

- ¿Quieres que deje el trabajo!? ¿¡Como lo hago sabiendo que si lo hiciera nos quedaríamos en la calle?

- ¡Padre tiene sus empresa aparte! ¡Déjale todas a él!

- ¡No puedo hacer eso! –la pelirrosa adulta aprieta el volante con fuerza e inconscientemente pisa el acelerador. - ¡Tu padre necesita ayuda con las empresas!

- ¡Pues, no importa! ¿¡Sabes qué? ¡No quiero hablar más contigo! ¡Te odio, eres una tonta e inútil!

La mujer voltea a verla con expresión de completo sufrimiento y algunas lagrimar resbalan por sus mejillas mientras su hija la mira enfurecida haciendo que le oprima el corazón y entrando en un shock emocional.

Sakura volvió su vista al frente para no verle más el rostro a su madre y ensancho ojos asustada al ver como se desvían de la carretera.

- ¡MAMA CUIDADO!


Digamos que yo era Sakura Haruno, una chica importante para sus fans ya que ella solía ser una cantante del mejor pop mundial la cual la gente la quería u adoraba decían que era la mejor de todas, era más reconocida por su extraño y exótico cabello rosado y sus ojos jades que eran un color unido de hecho. En ese momento mi vida era sencilla y perfecta, podía tener todo lo que yo quería al instante…. Era una pendeja mima y ¡oh kami! Cuanto me odio por ello aunque en eso entonces allá tenido solamente once años, realmente no puede creer que haya sido tan estúpida para obligar a mi madre a que venga a mi concierto siendo que ella estaba en una importante reunión en su trabajo, ¡la hice que venga a toda prisa para que me vea solo cantar unas estúpidas palabras!

Después que termino mi concierto yo estaba completamente molesta y encaprichada con mi madre mientras ella conducía en automóvil yo le gritaba e insultaba y le decía que la odiaba mientras ella se disculpada y estaba acelerando mucho al conducir y no miraba el camino, me miraba a mí y solamente a mi mientras discutíamos y... chocamos… mi madre había chocado contra un árbol de mierda, y lo último que escuche de ella fue un "te amo Sakura" cuando murió y la ultimo que fue su dulce sonrisa en su hermoso rostro luego todo se volvió… oscuro.

Obscuridad, vivo en ella desde ese día creo que más o menos hace siete años desde entonces, ni siquiera me tomado la molestia de ser como antes, ni notar que mi cuerpo allá tenido cambios, lo único que ahora hago es pagar la muerte de mi madre estando ciega…

Ahora no soy nadie. Mi padre y mi hermano mayor lloran para que por lo menos suelte una monosílaba, lo hago debes en cuando pero no hablo para nada solo me dedico a comer, bañarme e ir a la escuela de música en la mi padre me inscribió hace unos pocos años atrás, la verdad no me interesa esa escuelucha de quinta pero lo hago para que mi padre no se sienta mal, después de todo él es lo único que me queda ya que mi tío no me hablo nunca más desde la muerte de mi madre y no lo culpo de hecho… tiene derecho a odiarme como yo lo hago.


Una bella muchacha de unos veinte años se encontraba sentada en la cama de su habitación. Sus facciones era hermosas, maduras, finas y perfectas, su tono de piel era claro, ojos color verde jade levemente rasgados únicos y preciosos pero no tienen ningún brillo y reflejan frialdad, su cabello largo y exóticamente color rosa lo lleva atado en una coleta alta haciendo que algunos mechones largo y cortos caigan en su frente y mejillas, su cuerpo escultural era amoldado por caderas anchas, cintura pequeña, piernas largas y bien torneadas, senos pequeños pero no tanto.

Su vestimenta consistía en un pantalón negro holgado pero ceñido a la cintura, una camisa roja de mangas largas que ahora las tiene arremangados hasta los codos y en su espalda tiene un entraño símbolo para finalizar unos tenis blancos.

La pelirrosa mira hacia el frente con indiferencia y en su mano derecha sostiene la funda de una guitarra eléctrica.

La puerta de la habitación se abre lentamente y de ella entra un apuesto hombre de unos vientres años, de cabellera negra, lacia y larga afirmada en un coleta baja, rostro contenía facciones muy varoniles y atractivas debajo de esos ojos grandes ojos negros levemente rasgados tenía unas sexys ojeras, su tono de piel era menos claro que la pelirrosa y tenía buen cuerpo con músculos bien marcados y cuadrado que eran oculto bajo ese traje negro que lo hacía ver sensual.

- Sakura-sama, mi nombre es Uchiha Itachi y yo seré su nuevo guardaespaldas por un tiempo hasta qué mi hermano Sasuke tome mi lugar. –hablo el pelinegro con respeto y amabilidad al igual que su sonrisa. Su voz era gruesa y varonil. –ya es hora de irnos. –informo Itachi sin perder el tono amable. -

- Hmn. –Sakura asiente con indiferencia haciendo que al pelinegro se le resbale una gota de sudor por la nuca sin borrar su la sonrisa. –

- Se parece a mí otouto en ese aspecto cuando se enoja conmigo ¬¬ -Itachi suelta un suspiro de pereza. – bueno Sakumo-sama me dijo que no era comunicativa ¡así que, qué más da! –el pelinegro se encoge de hombros restándole importancia. –

Sakura se levanta de la cama y se coloca la funda de su guitarra en el hombro derecho y camina hacia la puerta e Itachi se hace a un lado para que ella pueda pasar.


Un hermoso hombre de unos cuarenta años estaba sentado tras el escritorio de su oficina.

Sus facciones era masculinas, maduras y atractivas, su cabello color plata lo tenía poco largo y lo traía marrado a un coleta bajo, su tono de piel era pálido, sus ojos color negro eran completamente rasgados, alto y cuerpo musculoso pero sin exagerar estaba bajo un elegante traje al estilo francés.

- Espero que mi plan funcione. –piensa con preocupación el hombre. –espero que Itachi-chan la haga hablar….-los hermosos ojos del hombre reflejan tristeza y la vez esperanza.

La puerta se hable lentamente y de ella entra una inexpresiva pelirrosa. El hombre alza su rostro al ver a su hija parada allí y lista para irse a la escuela.

- ¿Ya te vas Sakura-chan? -pregunta con dulzura y la pelirrosa asiente sin transmitir ninguna palabra. -de acuerdo, ¿Que te parecía Itachi-chan? -Sakura se encoge de hombros restándole importancia. - ¿Es muy amable no?. -vuelve a asentir con indiferencia. –él solo será un remplazo, así que solo estará aquí cinco día hasta venga su hermano menor. –informa con seriedad y con deje de tristeza en sus ojos, temiendo que su hija nunca vuelva a hablar. Sakura vuelve a asentir con fastidio. –bueno… ya te puedes ir.

Sakura se dio media vuelta para salir pero cuando su padre vuelve hablar.

- Te amo hija.

- Yo también te amo padre. –quería decírselo, pero no hizo solo se limitó a asentir e irse de allí y odiándose a sí misma por lastimar a su padre. –

El hombro no pudo retener las lágrimas de dolor y tristeza por su hija no le conteste ni siquiera un "Hmn" o "Igual yo".


Después de salir de la Mansión Hatake, Sakura e Itachi iban de lo más tranquilo caminando, ya que a Sakura no le agradan ni las limosinas ni los autos pero esa razón su padre le consiguió un guardaespaldas para que la acompañara en todo momento si salía por ahí.

- Mmm, mi misión es hacerla hablar pero… ¿de qué hablo con ella? –el pelinegro se sobaba la barbilla de forma pensativa mientras buscaba algún tema para hablar con ella. - ¿cuántos años tiene Sakura-sama?

- Tenía que hablar. –la pelirrosa rodea los ojos con fastidio bajo sus parpados. –Hmn

- ¿Dieciocho? –pregunta curioso y Sakura negó levemente con la cabeza. - ¿veinte? –ahora Sakura asintió e Itachi sonreí con picardía. - ¡Que coincidencia! ¡Mi hermano Sasuke tiene tu misma edad! –dice con tranquilidad mientras fija su vista al frente no viendo como la pelirrosa levanta una ceja. –sabes él tiene el cabello negro con reflejos azules, tal y como lo tiene nuestra madre. –el Uchiha sonríe levemente y Sakura lo ignoraba. –tiene ojos negros como la noche al igual que yo, tiene la piel pálida pero a él no se le ve mal. Es apuesto pero no tanto como yo obviamente. –dice con arrogancia haciendo que la pelirrosa se le resbale un gota de sudor por la nuca. –tiene buen cuerpo es todo un adonis, pero yo soy más fuerte que él. –otra gota de sudor se resbala por la nuca de Sakura ante lo vanidoso que es. –es soltero y es el más popular y buscado por las chicas, como todo un Uchiha como debe ser….

Mientras el Uchiha hablaba y hablaba, la pelirrosa se dedicó a ignorarlo completamente mientras ambos cruzan las calles. Aunque lo pelirrosa no pueda ver, se indica sorprendentemente entre las calles y lugares son importar que la guiaran, quería llegar a la escuela de un vez por todas pero... luego que lo pensó un segundo no es buena idea ya que Naruto Uzumaki, quien se autoproclamo mejor amigo y protector de la pelirrosa, es un parlanchín de primera, así que digamos que piensa que la misma mierda estando con Itachi o Naruto.

- Sakura-chiaaaaaaan.

- Hablando del rey de roma. -la pelirrosa suspira fastidiada al reconocer esa voz chillona y masculina.

El Uchiha levanta la vista para ver quien osa llamar a su patrona con tanta confianza, se encontró con un rubio de la misma edad de la pelirrosa. El chico tiene facciones atractivas, zorrunas y maduras, ojos azules levemente rasgados. Cabellera corta y alborotada dándole un aire rebelde, cuerpo fornido pero sin exagerar y traía el mismo uniforme escolar que la Haruno.

El rubio con una mano en alto, corrió hacia donde se encontraban ellos e instantáneamente ensancho los ojos al reconocer al pelinegro con estaba con su amiga, e Itachi también ensancho los ojos.

- ¿Itachi-ni? -pregunta sorprendido y apuntándolo de forma acusatoria. -

- ¿¡Naruto-kun? -pregunto el pelinegro sorprendido y la pelirrosa levanta ambas cejas. - ¡pero mírate nada más, has crecido bastante! -dice mientras le sonaré levemente. -

- ¡Claro que si dattebayon! -dice energético el rubio mientras camina a la par de los otros dos, y Sakura solo los ignora. - soy todo un adonis ¿Verdad teme-mayor?.

- ¡Teme-mayor!? –pensó la pelirrosa e Itachi frunce el ceño molesto por el apodo y Naruto le sonríe burlón. –

Cuando el Uchiha estaba por contraatacar con otro insulto al rubio, una leve sonrisa burlona se escapó de los labios de la pelirrosa. Naruto e Itachi voltean a verla sorprendidos.

Sakura al darse cuenta de lo que acaba de hacer, también se sorprendió un poco, por lo que rápidamente se tapó la boca con la mano derecha, también sintió sus mejillas arder al sentirse descubierta, podían presentir que los otros dos también la estaban mirado al igual que sorprendido.

Frunció el cejo molesta consigo misma, y camino entre Itachi y Naruto golpeando sus hombros en el progreso.

- Se…. Se rio. –dice anonadado Naruto y después sonrió de forma cálida calidez mientras veía la pelirrosa adentrarse a la escuela a paso acelerado. –

- Y no pudo controlar la risa, creo que está molesta y avergonzada. –dice divertido el Uchiha después de borrar toda sorpresa, y Naruto asiente dándole razón. – ¿Oyó eso Sakumo-sama? –pregunto curioso mientras sostenía un pequeño micrófono que estaba enganchado en el cuello de la camisa. -


Sakumo que estaba sentado en la gran sala de su comedor tomado algo de té y galletas, tenía los ojos muy abiertos y de ellos salían lágrimas de felicidad mientras sostenía un pequeño micrófono como el de Itachi. Escucho perfectamente la risa de su hija, aunque fuese muy leve y bajita. El peli plata aun podía sentir su corazón palpitar con rapidez ante la felicidad que sentía, estaba complacido por el trabajo esa persona que hizo reír a su adorada hija.

- Si, muchísimas gracias Itachi-chan. –dijo por fin mientras se limpiaba las lágrimas y no dejaba de sonreír ampliamente. –

- No me agradezca a mi señor. –dice contento Itachi del otro lado de la línea. –agradézcasele a este rubio que está aquí.

- ¿Podría saber el nombre del joven?

- ¡Hola dattebayon! ¡Mi Nombre en Naruto Namikaze señor! –grita alegre el rubio del otro lado de la línea. –

- ¿Namikaze? –pregunta extrañado Sakumo, le suena familiar ese apellido. - ¿Eres hijo de Minato Namikaze?

- Así es, mi padre presidente de empresa de moda aliada a la suya señor.

- Oh, ya recuerdo, muchas gracias muchacho y mándales saludos a tu padre de mi parte y ven cuando quieras a tomar una taza de té o a cenar Naruto-chan.

- Claro, muchas gracias.

Sakumo cortó la comunicación sin dejar de sonreír.


Itachi y Naruto estaban en la entrada de la escuela donde estudian la pelirrosa y el rubio.

- Creo que está muy contento Sakumo-san. –comenta Naruto. –conozco a Sakura-chan desde los diecisiete años y jamás rio u hablo dattebayon. Me recuerda a Sasuke-teme cuando viene con sus "hmn" cuando le digo o pregunto algo. –dice con melancolía y el pelinegro asiente dándole la razón.

- Eso me recuerda. –Itachi mira con indiferencia al rubio y este lo mira curioso. –toma. –el pelinegro le dio un zape a Naruto sacándole un chichón y haciendo que casi bese el suelo. –

- ¿Por qué me pegas Itachi-ni?! –pregunta molesto mientras soba el chichón y mira con reproche al pelinegro. –

- Por decirme teme-mayor. –responde burlón Itachi. –

- Carajo, si te pareces a Sasuke-teme. –dice molesto Naruto mientras se adentra a la escuela seguido por Itachi que no deja de sonreír de forma burlona. –


Un apuesto pelinegro estaba acostado boca arriba en su cama, con sus gruesas cobijas tapándoles hasta en torso y sus musculosos brazos estaban cruzados tras su nuca usándolos con almohadas. Usaba solo una playera de tirantes blanca.

Sus finas facciones eran atractivas y varoniles, su piel era pálida pero le asentaba muy bien a él, sus ojos negros y profundos eran levemente rasgados. Su cabello era negro pero con reflejos azules y traía un corte rebelde.

El pelinegro de repente destornudo dos veces e hizo una mueca de fastidio.

- Alguien debe estar hablando de mí. –dice fastidiado. Su era ronca, masculina y sensual. –

Por la puerta de la habitación del muchacho en cual volteo y vio entrar a una hermosa mujer muy parecida al pelinegro, solo que ella tenía facciones hermosas y angelicales. Su cuerpo era escultura y simple.

Vestía con una camisa de mangas largas y de color azul marino, que le quedaba ceñida, unos jeans descastados y negros que le quedaba levemente holgado, y para finalizar unas zapatillas blancas.

La mujer sostiene una bandeja con tazón de sopa entre sus manos y se adentró a la habitación del pelinegro.

- Aquí le traje una sopa de pollo a mi bebito lindo. –dice la mujer de lo más melosa mientras se sienta a la orilla de la cama de su bebito, el muchacho se sonrojo levemente ante el apodo. –

- Madre te he dicho que soy un hombre guapo, no lindo. –dice con firmeza el pelinegro y su madre sonríe divertida y deja la bandeja en el buro que está al lado de la cama. –

- Si Sasuke-chan. –dice la pelinegra dándole de su lado y al aludido se le instalo un tic nervioso en la ceja derecha. –

- Hmn. –Sasuke se sentó en la cama para poder comer. –gracias. –dice en el momento que Mikoto le paso la bandeja.

- ¿No crees que deberías pedir más días en el trabajo? Todavía estas enfermo. –comentó preocupada la pelinegra. –

- No, cinco días bastara. –contesto Sasuke sonriéndole levemente para que deje de preocuparse. –por cierto madre ¿ah venido Karin?

- No. –dijo cortante y su expresión sombría y el pelinegro la miro extrañado por su reacción. –Sasuke no me gusta esa chica para ti.

- Madre ya hablamos de esto, solo tenemos un mes de novios y ya nunca te agrado se….

- ¡Es que no lo entiendes! –dice molesta Mikoto. –desde que esa está contigo, nos ha faltado dinero del que tu padre y yo hemos estado guardado en un lugar donde tu e Itachi saben, ¡Confió en ustedes y sé que no nos han robado nunca! –grita alterada mientras se levanta de la cama y Sasuke la mira sorprendido. - ¿Me oíste? ¡Esa… Esa idiota solo te está robando dinero, no te ama!

- ¿Cómo estas tan segura? –pregunto el pelinegro con seriedad. -

- ¡Fugaku y yo decimos poner una pequeña cámara en nuestra recamara! ¡Y vimos con claridad como esa arpía nos roba! –grita molesta por que su hijo menor desconfía de ella. Y Sasuke ensancha los ojos sorprendido. –

Mikoto salió enfurecida de la habitación de su hijo cerrando la puerta de un portazo, sabiendo que Sasuke está algo choqueado y le respondería ahora.

Sasuke nunca amo a Karin, de hecho la tenía para que le dé buen sexo y nada más, no tenía ningún sentimiento amoroso con ella, solo le atraía su buen cuerpo y ya. Pero al sabes que esa mujerzuela le está robando dinero a él y a sus padre le enfurece de sobremanera, en parte se siente un idiota culpa de haberla traído varias veces a su casa.

Molesto dejo la bandeja con comida en su buro y se pudo de pie, rebelando sus pantalones holgados y de color negro. Se encamino hasta su armario y busco sus ropas para salir.

- Ya no me veras la cara, maldita perra. –pensó molesto con sus ropas de salir en mano y se adentró al baño que está instalado en su recamara. –

Hola! E aquí un nuevo fic! espero que les guste ^^

Sip, he borrado la fic "Mundo ninja" por que tenia muchos errores y decido reescribirlo pero con una historia diferente, pero las habilidades ninja están intactas.
Espero que aya gustado el capi

besos.