KL: ¿Que tal lectores? Una nueva historia. Disfrutarla.
Advertencia: NaruHina, violencia, bashing a Hiruzen (solo un poco, ya dirán ustedes si se dirime o no), equipo 7, los ancianos (en especial Danzo), Jiraiya, entre otros.
Nota: No describiré a los personajes que ya sabemos como se ven. Solo lo haré en el caso de que les cambie la ropa y que sean personajes originales (OC). Y si les interesa una pareja de cualquier tipo, déjenlo en los comentarios y por votación se decidirá (me gusta la democracia). Y disculpen por favor la mala ortografía. T-T
-Narración-
-"Hablar"-
-"Pensamientos"-
-"Jutsus"-
Descargo de responsabilidad: No poseo naruto. Es propiedad de Masashi Kishimoto.
Hiruzen Sarutobi estaba desesperado. El hijo del cuarto Hokage estaba desaparecido, apenas tenia unos meses de nacido y ya estaba causando problemas. Habían pasado unos cuantos meses del ataque del zorro de nueve colas, el Yondaime y su esposa habían muerto protegiendo la aldea, sellando al Kyubi en su hijo Naruto. La aldea apenas había empezado a reconstruirse así que la seguridad estaba en caos total, perdieron mucho ninjas y muchos otros estaba muy heridos. Por supuesto sus enemigos no perdieron el tiempo y se infiltraron en la aldea.
Un grupo de Iwa-nin había estado husmeando y en un momento de descuido de sus shinobis habían entrado al hospital. En algún momento entraron a la sala de maternidad donde estaba Naruto, y uno de ellos vio el parecido con el cuarto y lo secuestraron. Dos de ellos fueron asesinados pero los otros lograron escapar con el bebe. Ahora tenia a sus Anbu en busca de su paradero.
-Por favor, estar a salvo Naruto-
-EN EL BOSQUE DE LA MUERTE-
Los dos Iwa-nin corrían como locos por ese extraño bosque, lograron evadir a los anbu pero perdieron dos miembros. Ahora buscaban la forma de salir de ese lugar. Aterrizaron en un campo abierto, miraron a su alrededor, sentían que algo los observaba pero no sabia que y dudaban mucho que fueran los anbu, ya los habrían atrapado. Uno de los ninjas miro al bebe durmiente en brazos de su compañero.
-Creo que deberíamos deshacernos de él- su compañero frunció el ceño. Habían perdido a dos miembros por este bebe y ahora quería que lo dejara.
-Piénsalo, los anbu seguro están en busca del bebe, matarlo y dejarlo aquí seria lo mejor. Si realmente es el hijo del bastardo Rayo Amarillo, lo matamos y tendremos nuestra venganza- vio lógica en las palabras del otro. Dejo al bebe en el suelo y saco un kunai para apuñalarlo, pero un sonido entre la maleza lo detuvo. Ambos se pusieron en guardia esperando ver a los anbu.
Al principio se sorprendieron pero luego suspiraron con alivio cuando un cachorro de tigre blanco salio de entre los arbustos y se dirigió hacia ellos. El pequeño los paso de largo, se acerco al bebe y comenzó a lamer su pequeña cara. Los ninjas se rieron con malicia ante la escena.
-Jajaj, parece que el pequeño tiene hambre-
-Jaja, no te preocupes amiguito, te daremos los restos si quieres- antes de que pudiera tomar al bebe, el cachorro agarro la manta con todo y bebe, y salio corriendo.
-¡HEY, VUELVE AQUÍ!- siguieron al tigre a una cueva.
-¡Sal de allí pequeña basura, te haré comida de perros cuando te atrape!- exclamo el ninja listo para entrar.
-¡Espera, dejemoslo!-
-¡¿Que?!-
-Probablemente se lo coma, igual estará muerto-
-Tienes razón, salgamos de aquí antes de que vengan los anbu- dieron marcha atrás listos para marcharse pero se vieron rodeados por 10 tigres blancos enormes.
-¡¿Que rayos?!- exclamaron asustados.
-¡Mira mami, ellos son los que querían lastimarme!- voltearon a la cueva para ver al cachorro que perseguían y a una tigresa mucho más grande que los otros.
-¡¿Puede hablar?!- miraron en estado de shock al tigre.
-Bueno en ese caso deberías enseñarles a no meterse con nuestra familia... y luego hablaremos de ese bebe Torama-kun- dijo la tigresa que miraba a los hombres que temblaban como hojas con ojos hambrientos.
-¡E-espera, el bebe es nuestro s-solo lo queremos devuelta!- protestó temeroso uno de los hombres creyendo que podían escapar. El felino solo entrecerró los ojos y gruño con rabia.
-Supongo que me creen idiota ¿no?. Mi hijo escucho perfectamente que ustedes están escapando de los anbu de la aldea y querían matar a ese indefenso bebe- siseó furiosa la tigresa, los sujetos tragaron saliva. Sabían que no podía salir de esta sin pelear, dieron un paso atrás listos para hacer señales de manos pero no tuvieron tiempo cuando los tigres a sus espaldas saltaron sobre ellos. Fueron devorados vivos, gritaron y patearon tratando de liberarse de las fauces de los grandes felinos, sentían como les arrancaban la carne y algunas extremidades, su sangre salpicaba por todos lados. Cuando los tigres terminaron solo quedaron dos panchas de sangre en el suelo.
Todos entraron a la cueva, encontraron a varios cachorros mirando con curiosidad a la pequeña criatura en la manta que estaba siendo custodiado por una tigresa. Cuando los humanos entraban al bosque era para realizar algo llamado examen chunin o para esconder sus terribles secretos en los escondites dispersos en el bosque. Todas las criaturas de este bosque sabían mantenerse alejadas de los asuntos humanos, en especial porque sabían que siempre terminan en guerras horribles en las que muchos animales terminaban extintos. Incontables especies desaparecieron por esas estúpidas guerras. Aunque algos depredadores aprovechaban para tener una comida rápida. Ninguno de ellos veía la necesidad de que cada generación hubiera una guerra.
Los pequeños tigres por su parte parecían maravillados viendo al bebe rubio que despertó hace un rato y parecía extrañamente tranquilo, para estar rodeado de animales peligrosos. Los pequeños nunca habían visto a un bebe humano, era una experiencia gratificante para ellos. Un rugido llamo la atención de todos, el líder esta convocando a una reunión. Seguro para decidir que hacer con el bebe. La tigresa que lo cuidaba lo tomo con cuidado marchando atendiendo al llamado de su alfa. Los cachorros hicieron sonidos de descontento, querían seguir viendo al pequeño.
-Muy bien niños, vayan con sus madres- dijo la tigresa más grande antes de seguir a la otra, con Torama a su lado.
Caminaron al fondo de la cueva donde ya estaban reunidos los más importantes de la manada creando un semicírculo. Al frente estaba el alfa, un enorme tigre blanco que usaba una chaqueta con un circulo en la espalda con tres marcas de garras, a su izquierda había un lugar vació, y a su derecha un tigre un poco más pequeño con una cicatriz en medio de la cara, este era el segundo al mando, él cuidaba a la manada cuando el alfa no estaba. Los demás eran los consejeros y algunos de los guerreros más fuertes. El alfa hablo a los recién llegados.
-Minako-koi, Torama-kun, tome sus lugares ya vamos a empezar- la tigresa camino a su puesto al lado de su pareja mientras su hijo se sentó entre las piernas de su madre. La otra tigresa coloco a Naruto en el centro, se mantuvo a su lado para mantenerlo tranquilo.
-Los reuní para decidir que haremos con este niño humano. Al parecer fue secuestrado por unos ninjas que querían matarlo- los murmullos no se hicieron esperar.
-¡Silencio!- espetó Minako irradiando una cantidad casi sofocante de intención de matar, todos guardaron silencio. Todos en la manada sabían que no era buena idea molestar a la hembra del alfa.
-Gracias querida. Antes de tomar una decisión, debemos escuchar a mi hijo. El salvo al bebe de esos hombre. Torama dime todo lo que escuchaste decir a esos humanos- el cachorro dio un paso al frente.
-Estaba en el bosque practicando como cazar. Perseguía una ardilla cuando vi a esos tipos en el bosque. Decían algo sobre matar al bebe para escapar de unos anbu, y algo sobre una venganza contra un tal Rayo Amarillo, uno de ellos dijo que era su hijo- se armo un alboroto muchos parecían indignados por lo dicho por el cachorro, el cual ladeo la cabeza confundido sin ver realmente el problema.
-¡SILENCIO!- rápidamente se calmaron viendo como la tigresa parecía lista para atacar a alguien, mostrando sus dientes y garras.
-Guarden la calma, si es verdad que el niño es de Minato, significa que los sapos y Jiraiya nos mintieron sobre su muerte durante el sellado- el alfa estaba furioso. Cuando era un cachorro conoció al Yondaime que apenas era un jovenzuelo en ese entonces. El chico siendo tan joven era alguien digno de admirar, humilde, inteligente y honorable, incluso su padre el alfa anterior llego a ofrecerle firmar un contrato de invocación con ellos. En ese entonces Minato estaba siendo entrenado por el Sanin pervertido, este quería que firmara el contrato con los sapos.
Atendiendo a las exigencias de un sensei Minato firmo con los sapos, pero no queriendo crear una enemistad entre las razas así que hicieron un contrato donde el primer hijo del rubio firmaría con el clan de tigres blancos. En cuanto naciera se le asignaría un cachorro de tigre que seria su compañero y ambos crecerían juntos para protegerse siempre. Desde el principio a los sapos y al peliblanco no les gusto la idea aunque al final accedieron a sus demandas, parece que planearon traicionarlos a la primera oportunidad. Los muy ingratos querían el potencial del chico para si mismos.
-Siendo ese el caso, los sapos y su invocador deben pagar por su insolencia. Romper un contrato es un delito grave entre las invocaciones, estos no puede quedarse así- todos asintieron a lo dicho por su líder.
-Mi señor, lo correcto seria volver al mundo de las convocaciones. Es necesario que las otras invocaciones sepan sobre esto- hablo el tigre al lado del alfa.
-Tienes razón, Kousuke. ¿Puedes encargarte de todo aquí?- concordó con su amigo.
-Puedes irte tranquilo-
-Perfecto. Minako-koi prepara todo, nos iremos inmediatamente. Esos renacuajos aprenderán a no meterse con nosotros- siseo furioso.
-En seguida- salio rápidamente con su hijo. Pido a la tigresa que tomara al bebe para que también estuviera listo para el viaje.
-Termina la sección- todos volvieron a sus ocupaciones. Algo grande se avecinaba.
KL: Primer capitulo, espero les guste esta nueva historia. Dejen comentarios.
Hasta la próxima.
