POR UN BENDITO DOLOR DE CABEZA
Capítulo 1. Las calles, tus ojos y yo
Todo da vueltas a mi alrededor y ya… no se ni donde estoy…
Salí corriendo de allí… lo más lejos… quería alejarme de ese lugar… de ese lugar que había hecho que todo se tambaleara a mi alrededor y que un dolor punzante apareciera en mi cabeza…
No puedo con mi cuerpo… pesa… se vuelve más pesado por momentos… y mis pasos más lentos… arrastrados… Mi piernas se arrastran como si intentaran despegarse del suelo pero no pueden… ya… no puedo casi ni moverme…
No veo nada… todo a mi alrededor perdió su importancia… lo único que se que es seguro… es que voy andando lo más rápido que me permite mi cuerpo… por una calzada de cemento grisáceo… sin importarme nada más… que el andar y el mermar mi repentino estado…
Mis pies se chocan… casi caigo… pero no… y el dolor se agudiza… Una nueva punzada me atacó… tan fuerte y certera… como si me hubieran golpeado con el martillo de mayor calibre de toda la gama habida y por haber en una ferretería…
Cierro los ojos… intento por todos los medios que se aleje este dolor agonizante… pero estos queman… están calientes… calientes como la misma lava de un volcán activo… tan calientes y ardientes… como todo mi cuerpo… como todo mi desaliñado cuerpo… y no me queda más remedio que abrirlos y seguir mirando al suelo… por la incapacidad de elevar mi cabeza…
Una pequeña ráfaga de viento golpea de vez en cuando mi rostro agachado… hace ondear a mi cabello con él… y consigue, aunque sea por unos míseros segundos, que mi martilleo interno se alivie… pero… de nada sirve… porque luego vuelve a arremeter contra mí… aún con más fuerzas…
Con todo el esfuerzo del mundo… consigo alzar la cabeza… pero para que lo haría… ahora… las consecuencias son peores… Todo se tambaleó como si estuviera sucediéndose un terremoto… los objetos y personas que apenas si alcancé a ver… se movía sin cesar… creando una pequeña esquela con los colores de su ropa… pareciera como si allí había dos de cada uno… y mi cuerpo no lo resistió…
Comencé a sentir como todo aumentaba su intensidad… mi punzante e incesante dolor de cabeza… la temperatura de mi cuerpo… el abrasador toque del fuego en mis ojos… la sequedad de mi garganta… la pesadez de mis piernas y la incapacidad de dar un paso más… No podía… no podría aguantar mucho más… y aún… ni sabía donde estaba… ni me podía creer que lo que provocó que me marchara así… fuese real…
Mis piernas casi ceden… mi cuerpo se tambalea… y yo… ya me vi perdida… cuando justo en ese momento… sentí como un tremendo vendaval pasaba por mi izquierda, casi consiguiendo llevarme con él, por la flacidez de mi cuerpo y lo volátil que se veía… y conseguí traer hasta mí… algo de fuerzas de dios sabe que lugar… pero a mí… consiguieron sostenerme el pie…
Apenas si pude percibir que había sido… y estaba aún intentando controlar las arcadas que mi estómago me daba con pequeños grandes espasmos… cuando una voz llegó a mis oídos… una voz que casi ni pude distinguir bien si era de hombre o mujer… por el constante pitido al que seguramente mi estado, los tenía sometidos desde que todo comenzó…
Decía algo de "¡¡Qué me creía!!" con voz fuerte y casi como si fuera una nueva punzada en mi cabeza… algo como "¡¡Que la calle era para los autos, no para peatones!!"… y se apreciaba tremendamente ofuscado y enfadado… seguramente, estaría mirándome en este momento, maldiciéndome con la mano levantada, en señal de advertencia…
Yo no subí la cabeza… no podía… y estaba más pendiente de mantener mis brazos alrededor de mi estómago que de ver quien era el que me estaba insultando… cuando yo tenía peores problemas que él seguramente…
Aunque… llevaba razón… recién me daba cuenta que había estado caminando como un zombi autómata por medio de la calle… y que podría haber muerto atropellada… pero… quizás hubiera sido mejor y todo… así… no estaría pasando por esto… así… todo estaría bien…
Como puedo… y mi cuerpo resiste… me aparto de la carretera y subo el pequeño adoquín que hace de borde de la acera… que, en ese momento, me pareció el escalón más grande del mundo… y me costó subirlo…
De nuevo otro golpe en mi cabeza… y este ha sido peor que los otros… tan fuerte que aún retumba por mi cerebro… pareciera que una campana de esas de las iglesias cristianas se hubiera internado en mi cabeza y la estuvieran martilleando para hacerla sonar… ¡Argh! Por favor… que pare ya… que acabe ya todo esto…
Si no lo hubiera escuchado… si mis padres no me hubieran hecho eso… si no me lo hubieran dicho así… si encima mi abuelo no me hubiera gritado cuando me negué… si no me hicieran eso… todos… toda mi familia… si tan siquiera no estuviera comprometida… ahora… ahora estaría seguramente en mi cuarto, escuchando mi música favorita y terminando la mis deberes de la universidad… sin más preocupaciones que la de acabar con éxito este segundo curso de Magisterio que actualmente curso… pero… todo se acabó con dos simples palabras: "Estás comprometida"
Ya apenas si soy capaz de ver lo que a mis pies hay… el color grisáceo con grumos por los pequeños chinos, trozos de diversos minerales, que compone al acerado comienza a verse distorsionado… mis ojos se irritan poco a poco y queman muchísimo más que antes… escuecen… y no puedo alzar mi mano para aliviarlos… es frustrante…
Mas pasos… no me detengo aunque ya no pueda más… el zigzagueo de mi cuerpo parece el baile característico de una persona pasada de copas… y casi me doy con las rejas de hierro fundido que encierran la ventana abierta de una casa… mi estómago igual de mareado… y mi corazón… uniéndose al ritmo imparable, fuerte y estrepitoso que se da en mi cabeza… junto a los jadeos que salen de mi garganta… incapaz de respirar con normalidad por algo que la obstruye…
No puedo… ya no puedo más…
De repente siento como algo choca con mi cuerpo… e impacto provoca un retroceso en mi débil y pálido, seguramente, cuerpo escuálido y delgado… mas no caigo… mas no me doy contra el suelo… mas algo me detiene…
Siento como unos brazos rodean mi cintura rápidamente… unos brazos fuertes, por lo que puedo apreciar… fuertes y… protectores… cálidos… tibios… pero contrario a lo que yo pensaba… no agravaban mi calentura… sino que… la calmaban… junto a ese repentino olor a colonia que me rodeó…
¿Qué había pasado? No lo sabía… seguramente me había chocado con alguien… y ese alguien no había permitido que cayera… Me había chocado con alguien que me había protegido de mi desgracia… y que… poseía un torso atlético y moldeado… con un corazón que latía tranquilo, aunque algo sorprendido… y que conseguía ralentizar a mis alocados latidos… consiguiendo un poco de paz…
No podía pensar… todo en mi mente eran puros golpes y dolor punzante que no podía remediar… todo estaba tan confuso… que no medía ni lo que hacía… e inconscientemente… agarré con mis manos, tan fuerte como pude, la prenda que cubría el pecho que me cobijaba… y hundí mi cabeza en él… buscando un poco de alivio…
No se cuanto tiempo nos llevamos así… tal vez horas o minutos… o tan solo unos míseros segundos… que me parecieron eternos… abrazada a ese cuerpo que no conocía… y que me hacía sentir segura…
Quería agradecerle… que pedirle disculpas por tal escena, que seguramente todos estarían viendo con ojos abiertos y cuchicheando entre ellos… creándose una película que no era… pero poco me importaba eso… solo quería darle las gracias…
Pero cuando comencé a elevar mi rostro y a abrir mis ojos abrasados por un intenso calor, que por inercia, debido al golpe, había cerrado… todo volvió a moverse sin descanso… mareándome de nuevo…
A mis ojos llegó un tacto acuoso… húmedo… lágrimas… ahora estaban lagrimosos incapaces de soportar tanto calor… y emborronaban mi visión… causando que todo pareciera distorsionado y diluido cual cuadro de acuarela…
Y lo último que alcancé a ver entre toda esa borrosidad… con siquiera algo de nitidez… fueron dos orbes violáceas… que se clavaban intensamente en mí…
Luego… todo se tornó oscuridad… y yo… ya no supe que más sucedió…
--
N.A: y bueno… un capítulo de un nuevo fic "Por un bendito dolor de cabeza", que escribí hoy.
Esto… no tenía pensado hacer un fic, solo un oneshort, pero como esto surgió debido a que hoy estoy fatal con un "maldito" dolor de cabeza que me vino espontáneo, no sé como, si yo he estado bien todo el día y al entrar en ética, no soportaba ni subir la cabeza… (será por la asignatura o por la maestra? Jajaja!)
En fin, que llegué a mi casa y lo único que quería era coger el sofalito por banda y tumbarme en él para olvidarme de todo (todos los deberes que tengo) y a ver si se me pasaba… pero sucedió que no… y me fui a clase particular…
Y yo que iba como aquí describo… me choqué con tres personas y faltó el canto de un duro para que lo hiciera con una señal de "ceda el paso"… pero lo mas vergonzoso, por lo menos para mí… fue el desmayarme en medio de la calle…
Si, sentí que me llamaban y me giré… era mi mejor amigo que iba a clase de solfeo y quería que lo esperara… pero cuando fui a dar un paso hacia su dirección… todo me dio vueltas y me desmayé… sino llega a ser porque el me cogió… Siempre está ahí para protegerme… aunque no lo aparente…
Y ahora que volví a casa… con aún más martilleos en mi cabeza… no sabía como aliviar mi dolor y me puse a escribir… así que… así salió esto… Creo que lo continuaré, pero solo unos cuantos capítulos cortos… y mañana… dios, soportar los comentarios de la maestra sobre Antonio Machado… sobreviviré? Ojalá que sí…
En fin, gracias por leer las desvariaciones que se le ocurren a la mente de esta humilde y con dolor de cabeza escritora y nos veremos cuando decida continuarlo… así que… NO ES ONESHORT
Matta-ne
Kisa-chan-sohma
