SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS CIENCIAS SOCIALES.
1. Antecedentes Históricos
Durante la Edad Media en Europa (período que va desde el siglo V, cuando cae el Imperio romano, hasta el siglo XIV, es decir, mil años de historia), la sociedad vivió principalmente de la agricultura, la vida social y política giraba alrededor del campo. No fue sino hasta el siglo XI con las Cruzadas1, que las ciudades comenzaron a despertar de su letargo, a través del aumento del comercio de productos que llevaron a Europa: tapices, alfombras y especies, los cuales eran vendidos en las ciudades. Con el tiempo éstas comenzaron a tomar vida impulsadas por el dinamismo de los comerciantes que no pertenecían a las clases dominantes de la época como los nobles y los señores feudales. Sin embargo, era un grupo que gozaba de cierta independencia y poco a poco fueron consolidándose en la estructura social. Las ciudades se fueron convirtiendo en el centro de la vida económica, política y social a partir del siglo XIII.
El comercio de especies proveniente de Asia, condujo a los europeos a buscar nuevas rutas comerciales de estos productos tan apreciados entre las clases dominantes. Este esfuerzo llevó al descubrimiento de América en 1492, lo cual introdujo a la actividad comercial nuevas mercancías y nuevos mercados, nuevas rutas comerciales, así mismo impulsó un gran desarrollo a la navegación, a numerosas invenciones entre ellas, la imprenta, la brújula, el reloj y nuevos usos de la pólvora (anteriormente descubierta por los chinos).
Los cambios económicos y tecnológicos no cesaron conforme se ampliaba el comercio, en igual forma aparecían nuevos mercados y para satisfacer cada vez más la demanda se desarrollaban nuevas formas de producción, con la aplicación de nuevos técnicas y materiales, instrumentos y revolucionarios descubrimientos en las ciencias.
Pero no solamente se dieron cambios económicos sino también cambios en las costumbres, en los valores, en las formas de vida social, se originaron nuevos grupos sociales que no existieron durante la Edad Media. De igual manera surgen nuevas formas de explicación de la realidad natural y social y de todas las cosas en general, que las ideas religiosas, políticas y las prácticas sociales existentes no alcanzaban a explicar.
En un intento de explicar, dominar y controlar los fenómenos naturales surgen las ciencias naturales, como la física, la biología, la química, etc. que se definían como la búsqueda de leyes universales y permanentes de la naturaleza. Con ello se abría un mundo nuevo, una visión nueva de la naturaleza: la idea de controlar la naturaleza y aprovecharse de ella.
Crecía el interés desmedido en la exploración de vastas regiones hasta ahora desconocidas, pero que tenía un gran potencial de riquezas. El desarrollo de las ciencias naturales se concentró en la experimentación y su posterior aplicación en la producción manufacturera y luego en la industria.
2. Surgimiento de las Ciencias Sociales
Las ciencias sociales, contrario a lo que muchos piensan, surgieron cuando la sociedad se desarrolla en sí misma como una realidad independiente y autosuficiente. Sin embargo, los investigadores contemporáneos de las ciencias sociales, especialmente los historiadores, mencionan siempre temas como la sociedad esclavista, la feudal y otros temas referidos a tales sociedades. Pero en la antigüedad, la idea de sociedad no es la que tenemos hoy en día. Los griegos como los romanos tenían una idea de sociedad limitada a unos pocos ciudadanos, pero la inmensa mayoría del pueblo no era considerado como tales, los esclavos eran simplemente objetos propiedad de los señores esclavistas; eran al decir del gran filósofo griego Aristóteles "animales parlantes".
Así mismo durante el feudalismo, la idea de la sociedad era la de las "corporaciones" en las que se organizaba el mundo medieval: corporaciones de comerciantes y de artesanos jerárquicamente ordenados, donde se fijaban cuotas de lo que debería producirse, vender y comprar. Por ejemplo, la literatura de carácter político de finales de la edad media, reivindicaba el derecho de resistencia y rebelión contra el poder tiránico de algunos reyes pero no en nombre del pueblo ni de la sociedad, eran individuos e instituciones específicas tales como una iglesia, las asambleas locales, jueces o una junta de poderosos señores feudales.
No existían lo que hoy en día se llama sociedad civil, organizada en instituciones privadas, gremios de industriales y comerciantes, sindicatos de obreros, campesinos y empleados públicos, fundaciones de defensa del medioambiente, de derechos humanos, feministas y una extensa y variada cantidad de organizaciones no gubernamentales.
La verdad es que el desarrollo de la sociedad corresponde al desarrollo del Estado moderno, es decir la sociedad política y jurídicamente organizada, la separación de la sociedad del Estado solo es posible cuando la vida en sociedad prospera y se desarrolla cuando el Estado no interviene. Según Giovanni Sartori, son los economistas clásicos (Adam Smith, David Ricardo y otros) los primeros en demostrar como la vida en sociedad encuentra en la división del trabajo su propio principio de organización sin intervención del Estado y por la tanto en mostrar también cuantos sectores de la vida social son extraños al estado y no se regulan ni por las leyes.
Es hasta los siglos XVIII y XIX, la sociedad es una realidad tangible, una sociedad que vive y se desarrolla de forma autónoma, una sociedad que toma conciencia de sí misma. Las premisas para el surgimiento de la sociedad como una realidad autónoma estaban maduras en las primeras décadas del siglo XIX, de tal modo que se vuelve objeto de estudio de una ciencia específica, la sociología bautizada así por Augusto Comte (1798- 1857), de tal manera que es considerado como el padre de la sociología.
2.1. La revolución Industrial
La revolución industrial comenzó en Inglaterra a finales del siglo XVIII en virtud de ciertas condiciones políticas, sociales y económicas. Medios técnicos, apoyo institucional y una posición geoestratégica favorable para ampliar y controlar el comercio a niveles no conocidos en épocas anteriores.
La revolución industrial condujo a un nuevo modelo de división del trabajo, lo cual aumentó la producción, tanto en cantidad como en calidad. Al aumentar la productividad y desarrollarse la ciencia médica, la agricultura con métodos modernos y científicos y la industria, la sociedad europea llegó a tener una gran confianza en los cambios tecnológicos, que produjeron orgullo y asombro. Grandes obras de ingeniería como la torre Eiffel, el canal de Suez, así como los avances en las comunicaciones y transporte como el telégrafo y el ferrocarril interconectaron la mayoría de las grandes ciudades del mundo.
Pero no todo fue progreso y desarrollo, también la revolución industrial trajo nuevos conflictos y contradicciones entre los sectores sociales. La gente comenzó a asentarse en los alrededores de las grandes ciudades sin las condiciones mínimas de salud, sin servicios sanitarios, sin agua potable o alcantarillados. Las jornadas laborales eran de 16 horas diarias, con salarios miserables y sin descansos, carecía de herramientas adecuadas ni un lugar donde sentarse. Los niños acompañaban a sus madres a las fábricas y trabajaban a medio salario. No existía la seguridad social; aquel que se enfermaba o accidentaba no recibía salario ni ninguna indemnización. La pobreza entre los trabajadores y en la población en general se extendía conforme progresaba el nuevo sistema capitalista.
Todo lo anterior provocó que los trabajadores, se organizaran en sindicatos para luchar por condiciones laborales más equitativas. Pretendían un salario justo, igual remuneración para hombres y mujeres, reducción de la jornada laboral a 8 horas, condiciones de salud y seguridad laboral.
Ante este nuevo sistema de caos y desorganización y desintegración social surgieron pensadores que plantearon la posibilidad de utilizar la metodología científica desarrollada en las ciencias naturales para explicar, predecir y cambiar la sociedad. Pensaban que si el descubrimiento de leyes de la naturaleza permitía su dominio en beneficio para la humanidad, ¿por qué no hacerlo con la vida social? Este fue el origen de las ciencias sociales.
A mediados del siglo XIX, el hombre busca persistentemente explicarse los cambios que las estructuras socioeconómicas señaladas anteriormente van teniendo, modificaciones que se producen a un ritmo no conocido en épocas anteriores. La revolución francesa, en lo jurídico y político y el maquinismo, en lo económico rompen con las estructuras sociales feudales, obligando a la sociedad a replantearse y a cuestionar el sentido de su desarrollo.
Se plantea explicar y comprender esa nueva realidad de acuerdo a los conceptos metodológicos de las llamadas exactas como la física, la biología, la química y la mecánica o la matemática, todas ellas formando un cuerpo unitario que es el de las ciencias naturales.
No se consideraba que pudiera hablarse de las ciencias sociales como un área de estudio independiente y autónomo de las ciencias naturales.
2.2. Pioneros de las Ciencias Sociales
Los principales pioneros de las ciencias sociales del siglo XIX y principios del XX fueron Augusto Comte de origen francés considerado el fundador de la sociología, a la cual la designa como física social nombre que expresa la influencia de las ciencias naturales como la física en las ciencias sociales en sus inicios.
Herbert Spencer (1820-1903), cuyas ideas inspiradas en las teorías biológicas sobre la selección de las especies, justificaron la superioridad de los ricos y poderosos como los "más aptos.
John Stuart Mill (1806 -1873), filósofo y economista británico, causó un gran impacto en el pensamiento social del siglo XIX, al defender medidas como la propiedad pública de los recursos naturales, la igualdad de las mujeres, la educación obligatoria y el voto femenino.
Otro notable pensador del siglo XIX, Karl Marx ((1818-1883) creador del materialismo dialéctico e inspirador de muchos movimientos sociales que pretendían el cambio de la sociedad a través de la revolución. Con el correr del tiempo Marx tendrá una influencia notable en el desarrollo del estudio de la economía política, como un cuerpo doctrinal referido específicamente al estudio de la sociedad.
En el siglo XX destacaron Emile Durkheim (1856-1917), creador del primer estudio sobre el suicidio en Francia, y el gran pensador alemán Max Weber (1864-1920), quien tuvo una influencia muy grande en la sociología norteamericana, le va a imprimir a la sociología un carácter propio de rigurosidad científica diferente de las ciencias naturales. Weber desarrolló un método específico e independiente para la comprensión del fenómeno humano, el método compresivo o la sociología comprensiva.
La teoría social del siglo XIX, influyó de manera decisiva en el desarrollo de las ciencias sociales del siglo XX, especialmente en la sociología norteamericana, dando origen a al enfoque funcionalista heredero de las teorías de Comte y de Durkheim, uno de los más destacados representantes fue Talcott Parsons (1902-1979) sociólogo estadounidense, quien pensaba que la sociedad es un organismo conformado por partes y cada una de ellas cumple una función específica que mantiene unida ese organismo, de allí el nombre de la tendencia funcionalista dentro de la sociología.
Otro sociólogo norteamericano que realizó importantes aportaciones al funcionalismo fue Robert King Merton (1910-2003). Además de proponer el análisis funcional como base del estudio de la sociedad, introduce el concepto de disfunción, contraria a función, como aquella que obstaculiza el ajuste o adaptación de un sistema social determinado. Dividió las funciones como manifiestas y latentes, las primeras son las funciones comprendidas y deseadas por los miembros de la sociedad y las segundas como las no comprendidas ni deseadas por la sociedad.
Para finalizar el aporte de los científicos sociales de nuestro tiempo, mencionaremos al sociólogo y filósofo alemán Jürgen Habermas, uno de los máximos representantes de la escuela de Frankfurt. Su principal contribución ha sido una teoría sobre la racionalidad, es decir, la habilidad para pensar en una forma lógica y analítica.
Como se ha visto la institucionalización de las ciencias sociales se hizo en las universidades de aquellos países desarrollados, o sea en Inglaterra, Francia, Alemania, y Estados Unidos. Las primeras disciplinas de las ciencias sociales fueron la historia, la economía, la sociología, la ciencia política y la antropología. Posteriormente se desarrollaron la geografía, psicología y el derecho. Al principio, cada una de las disciplinas se fueron desarrollándose separadamente, pero en la actualidad las barreras entre cada una de las especialidades no están muy claras; por lo que se habla de las ciencias sociales como un conocimiento multidisciplinario y transdisciplinario. Esto es así porque la realidad social es variada y compleja, por un lado se puede enfocar en forma parcial, se busca la especialización, pero a su vez se requiere reintegrar esas realidades parciales en un solo cuerpo original.
Esto quiere decir que para estudiar un problema social del país como la delincuencia debemos hacerlo no solo desde la psicología, sino en relación a otras ciencias como la sociología, la economía, la antropología social e incluso, desde las ciencias naturales como la biología.
