El aeropuerto estaba atestado de gente, corriendo de aquí para allá mientras yo sufría mi infierno personal.

Ya habíamos discutido tantas veces, pero siempre volvíamos a reconciliarnos. Supongo que ya no volvería a pasar eso, nunca más.

-No eres tú, Edward. Tengo que irme, encontrarme. No me reconozco a mi misma, me estoy convirtiendo en alguien diferente.-Murmuró dejando caer algunas lágrimas de sus ojos.

-Podemos solucionarlo, no es necesario que te vayas a New York. Quedate, por favor.-Repetí por milésima vez.

-Debo irme, ahora... o tal vez, sea peor luego. Necesito un tiempo para mi, para encontrarme. No reconozco el rostro que me mira en el espejo. Será por unas semanas, meses tal vez.

Lo había intentado todo para que no se fuera pero ella seguía siendo demasiado terca.

-Mantendré tus cosas dónde las dejaste, no me iré a ningún lugar. Te estaré esperando, aquí mismo.-Susurré acercándome para abrazarla.

-Regresaré...-Susurró apenas audible, correspondiendo mi abrazo.

No sé cuanto tiempo permanecimos así pero pareció una eternidad, aunque no fuera suficiente.

-Te dejaré ir y cuando hayas visto lo que tengas que ver, cuando te encuentres a ti misma... regresa a mi, Bella.-Le pedí al separarnos.

Ella asintió levemente, alejándose un poco. Una chica habló por el altoparlante, avisando que el vuelo de Bella estaba listo para que ella abordara.

-Tomate tu tiempo y espero que encuentres todo lo que necesites, estaré aquí, esperando. Estaré presente aquí, cuando me necesites. Cuando te encuentres a ti misma, regresa a mi.-Volví a decir, mirándola.

Sonrió a medias y tomo su única maleta. Se acercó y besó mi mejilla, cerca de mis labios. A lo que aproveché y le besé.

La extrañaría, extrañaría sus ojos, sus sonrisas, sus abrazos y sus besos.

-Te amo...-Susurró contra mis labios y me dió un beso rápido antes de alejarse.

No quería dejarla ir, se estaba llevando una parte de mi pero era lo mejor para ella. Quería ir tras ella pero ya era tarde, el avión ya estaba por remontar vuelo. Tenía esa pequeña esperanza de que no sería la última vez que la vería.

Mi celular comenzó a sonar, anunciando que había llegado un mensaje de texto. Lo saqué del bolsillo de mi pantalón y abrí el mensaje. Bella.

"Cuando me encuentre a mi misma... regresaré a ti"

[Viernes 24 de junio; 14.54 PM]