A mis 14 años de edad, mi vida ha sido literalmente perfecta, a excepción de una cosa. Mis padres no son 16 años, cuenta mi padre, la Tierra fue invadida por los de su especie, el dice que fue algo bueno, ya que los humanos se estaban matando entre ellos, y al planeta. Mi madre piensa todo lo contrario, ella cree que no todos eran así, que había gente buena y educada, que cuidaba al planeta y se cuidaban entre sí, pero que siempre hay algo bueno y siempre hay algo malo, en todo. Yo no creo que los humanos que eran mis padres hayan sido malos, no estoy en contra de mis padres alienigenas, pero siempre e tenido rencor por invadir sus cuerpos y deshacerse de mis verdaderos padres. He pasado toda mi vida escondiendome de los buscadores, ya que se supone que hace 10 años tuve que haberme convertido en una de ellos, pero mis padres me tienen mucho cariño como para convertirme en alguien más.
-Luna, cariño despiertate pequeña- dijo mi madre mientras abría las cortinas -Luna de Media Noche!- dijo moviendome y sentandose a mi lado; mi nombre era apenas un poquito mas normal, no como los que usaban ellos, mi madre se llamaba Petalos de Rosas Rojas, mi padre se llamaba Riuseñor de las Mañanas y mi hermano tiene un nombre muy largo y nunca se me a quedadp, así que se lo resumí a Sol. Me llamaron Luna gracias a el, ya que somos completamente distintos pero iguales a la vez. Su cabello es negro y tiene los ojos azules, con el contorno plateado, como mis padres y todas las almas, su piel es bronceada y mas morena que la mia. Mi cabello es rubio platinado y mis ojos son grises azulados y oscuros, mi piel es blanca, demasiado para mi gusto.
-No quiero- dije mientras me tapaba de los rayos que mi madre acababa dejar entrar a la habitación, ella, molesta por la forma en la que le hablé, suspiró y se iba a levantar de la cama cuando la jalé para darle un abrazo.
-Cada vez estás mas rebelde- dijo riendose y devolviendome el abrazo -Vamos, tu hermano y tu padre estan esperandonos para comer- Mi hermano también era uno de ellos, tenía apenas 5 años cuando lo convirtieron.
-Buenos días Luna, madre- dijo dandonos un beso a cada una y alborotandome mi ya despeinado cabello.
-SOOOOOOOL!- grité y corrí detrás de el, mi madre se reía de la escena.
-Luna! Ya te dije que no quiero gritos en la casa, hija mía vas a alborotar a todo el vecindario- dijo mi padre, estaba sentado leyendo un libro con una taza de café en la mano
-Buenos días papá, lo lamento- dije dandole un beso y sentandome a su lado en la mesa, mi hermano se sentó frente a mi y mi madre llego despues con la comida en una bandeja.
-Buen provecho- dije cuando habíamos terminado todos, levanté los platos y los puse en el lavaplatos, lo encendí y escuché que mi hermano se estaba despidiendo de mis padres
-Enana- dijo despeinandome de nuevo -Ya me voy a estudiar, adiós- dijo abrazandome, le devolví el abrazo y lo abracé muy fuerte, tenía un mal presentimiento y sentí como si fuera la ultima vez que lo vería, el era la unica persona a la que le contaba todo, mi unico amigo.
-Te quiero Sol-
-Te quiero más Luna, nos vemos en la noche- dijo y me dió un beso y se fué
-Adiós hija, ya nos vamos- dijo mi madre dandome un abrazo -Hoy regresaremos mas temprano, recuerda que es viernes- dijo con una sonrisa
-Viernes de peliculas- dije devolviendole la sonrisa
-Adios pequeña, cuidate- dijo mi padre abrazandome, seguía con ese mal presentimiento.
Se fueron y me dejaron sola en la casa, como siempre. Me senté a leer uno de los libros de papá, era uno que no pude terminar de leer ayer, era sobre el mundo de las Algas. Amo leer, desde mas pequeña me a gustado leer. Terminé el libro y me fuí a bañar, me puse algo cómodo y me senté a ver televisión, miraba los canales de los humanos por que no me gustaban los canales de las almas, los programas eran todos iguales. El programa terminó y decidí salir a correr, así que me puse mis lentes y salí.
-Buenos días jovencita- dijo un señor que estaba caminando
-Buenos días- dije sonriendo
-Hola- dijo una señora que paso a mi lado
-Buenos días!- le grité
-Hola, como estas?- me dijo un chico que estaba corriendo también, era muy lindo y ya lo habia visto antes, pero tristemente no podia ser su amiga, el no querria ser amigo de un humano.
-Hola bien gracias, feliz día- le dije y aceleré el paso, se quedó, literalmente, con la boca abierta e intentó alcanzarme, pero me tropecé y los lentes se me cayeron, el fué a buscarlos y yo me quedé parada en donde estaba, viendo al suelo
-Creo que se te cayó esto- dijo dandomelos, iba a agarrarlos pero no me dejó -Cómo te llamas?- dijo
-Luna de Media Noche- dije, aun sin verlo
-Mucho gusto, yo soy Hojas Secas- dijo extendiendome su mano
-Oye, perdona pero podrías darme mis lentes? Los necesito en serio-
-No deberías estar estudiando o algo así?-
-Hoy.. Es mi cumpleaños y mis padres me.. Me dieron permiso de quedarme en casa, bueno, feliz día- dije, me di media vuelta y salí huyendo de ahí, ya que mis lentes me los habían quitado, me tope co personas y alfin llegué a mi casa, mis papás ya habian llegado y estaban discutiendo algo que NUNCA, a pesar de sus enormes diferencias habia sucedido.
-Pues yo creo que es lo mejor para nuestra seguridad, además la podemos llevar con el sanador Brown, el no dirá nada a los buscadores y no nos sancionaran o algo así-
-Porfavor, eso es lo mas egoista que e escuchado, pero si es por nuestra seguridad lo haremos, no hay dudas sobre eso, tenemos que hablarle para poder despedirnos-
-No, creo que será mejor si no se entera, talvez así le duele menos su partida-
Se van..A deshacer de mi? No, deben estar hablando de otra cosa, no puede ser posible
-Debimos haber hecho esto antes, ahora está muy grande y me dolerá mas, no quiero, no quiero entregarla- dijo mi madre llorando -Quiero que siga siendo mi hija rebelde, mi hija humana, mi hija, mi hija- dijo llorando aun mas, mi padre la abrazó y yo salí corriendo a mi habitación, sentia que no podia respirar, tenía que escapar, no podia seguir aqui, no si ellos querian matarme, tengo que irme a algun lado, si los humanos han podido sobrevivir solos sin que los atrapen, yo tambien podría, ¿no?
