Esta es mi primera historia de esta pareja, pero aun así espero que les agrade. Esta historia fue escrita gracias a las constantes lluvias de amenazas de mi amiga gamer frki :D, ella es super fan de este anime y le encanta sobre todo esta pareja. Bueno sin más espero que lo disfruten
Disclaimer: Inu x Boku SS no me pertenece sino a Kokoa Fujiwara
La Cafeteria
Era una mañana soleada en la ciudad a pesar de que ya eran mediados de Noviembre. Las personas paseaban tranquilamente por un parque que estaba ligeramente apartado de todo el ruido de las cales transitadas por los automóviles y el zumbido de las bocinas con música provenientes de algunos locales que ya estaban abiertos. Por este lugar pasaban desde personas adultas hasta niños y mascotas.
Gracias a que el sol había salido el aire se había vuelto un poco cálido haciendo que las personas anduvieran un poco mas sueltas al andar, pero aun conservaban sus abrigos pues la temperatura seguía igual. Muchas de estas personas se dirigían a sus trabajos, escuelas o citas pendientes, pero al doblar la esquina de ese parque que dirigía al lugar donde podían tomar un taxi, una cafetería resaltaba a la vista por entre las demás cosas, sus encantadores colores eran tan cálidos como una tarde de verano en el campo. Con enormes letras encima de la rustica puerta negra de entrada estaba el nombre del lugar: Ayakashi Kan.
Cuando las personas se detenían a mirar esto era imposible que siguieran su camino sin antes haberse acercado un momento para echar un vistazo. Lo que había en el interior los hechizaba por completo junto con el agradable y dulce olor que salía de adentro. Los ventanales oscuros situados a los lados de la puerta dejaban ver una gran estancia donde se podían ver enormes y cómodos sillones negros con mesas metálicas redondas enfrente de cada uno, como las luces eran tenues, la luz del lugar daba la impresión de estar en una pequeña cabaña. Cuando uno por fin entraba una de las empleadas se acercaba y con amabilidad te guiaba a una de las mesas o a la barra que estaba un poco más al fondo y parecía estar casi oculta, pero esto era con la intención de que aquellas personas que quisieran un poco mas de privacidad podían sentarse y disfrutar del tiempo que deseasen.
Las meseras iban con un uniforme estilo maid un vestido negro que apenas les quedaba arriba de la rodilla y pequeños delantales blancos enfrente. Todas recibían a sus clientes habituales con mucha familiaridad, pero si llegaba alguien que recién había descubierto este lugar, te recibían con alegría y un poco de formalismo para no hacerte sentir como un extraño en ese lugar.
Afuera el cielo ya comenzaba a iluminarse, al menos un poco teniendo todas esas nubes cubriendo el cielo, junto a la puerta un chico se encontraba mirando por la ventana son darse cuenta de que era el centro de atención de la mayoría de la clientela femenina, cuyos ojos prácticamente se habían vuelto corazones y de vez de en cuando soltaban algún suspiro y que algunos chicos lo taladraban con la mirada.
Era guapo, su cabello era rubio apagado casi blanco, estaba revuelto dándole un aspecto increíble. Era alto y delgado pero con un buen cuerpo que resaltaba a la vista aun con esa chaqueta beige que llevaba encima y que estaba abierta de enfrente, llevaba unos pantalones de mezclilla que para nada lucían sencillos en el. Su rostro aun siendo el de un chico lucia hermoso por sus facciones finas y sus delgados labios que eran muy incitadores, pero lo que más llamaba la atención de su rostro eran sus ojos. Uno era azul como el cielo y el otro era de un dorado oscuro. Mantenía ambas manos recargadas en la mesa y su cabeza descansaba sobre su mano derecha levantada, parecía estar perdido en sus pensamientos, tanto como para no prestar atención a la mujer que estaba detrás de él. Era alta con un buen cuerpo y muy bien dotada, con unos increíbles ojos azules
Vale. Era aceptable que alguien pudiera estar distraído y perderse un momento de su realidad pero ese chico empezaba a molestarla. Una hermosa muer como ella ignorada por ese chiquillo y no es que le importara llamar la atención pero tampoco es que estuviera acostumbrada a que la ignoraran. Tosió fuertemente para hacerse notar, pero él siguió sin prestar atención soltando un suspiro deprimido empañando el vidrio. Una venita salto de la frente de la chica y se ensombreció su mirada, alzo un puño con la intención de golpearlo pero se controlo lo mejor que pudo. Tomo una silla que estaba junto con violencia y se sentó, esta vez si logro llamar su atención. Parecía sorprendido como si en verdad no hubiera sentido que estaba ahí y de pronto apareció. Pero sonrió de forma amable hacia ella. Era una sonrisa fingida, practicada y que no reflejaba en verdad nada.
-Miketsukami- hablo la mujer con un tono de reprimenda- no sonrías de esa forma enfrente de mí.
Borro la sonrisa de su rostro y la miro fijamente un rato volviendo a mirar a la ventana después de un rato –Lo siento Nobara-san- se disculpo con un tono de voz monótona.
-Se que querías verla pero ah estado muy ocupada últimamente. Debes de entenderlo.
La frente del chico se ensombreció por unos momentos antes de levantar la mirada con una expresión de cachorrito triste, incluso algunas lagrimas se asomaron por sus ojos. Nobara solo soltó un suspiro resignada ese chico sí que era raro, ¿pero acaso ella podía llamarse normal?
-Lo entiendo –dijo como si fuera un perrito al que regañaron y hasta parecía que tenia orejas caídas- solo que no me gusta estar separado de ella.
-¿Acaso eres su novio o algo así para estar todo el tiempo pegado a ella o qué?
-Claro que no, yo no me podría merecer algo así. Sería demasiado bueno para mí.
De nuevo Nobara lo miro como si quisiera estrangularlo, ¡No hacía más que decir incoherencias!- Entonces que haces aquí todos los días esperando a que ella te atienda –se acerco un poco más hacia enfrente como si fueran dos confidentes y sonrió con malicia- ya sé que el café que prepara es delicioso… pero no creo que tu estés aquí por eso ¿verdad?
Miketsukami sonrió de nuevo evitando la pregunta y era obvio que no iba a responder, pero Nobara pudo notar algo en su mirada que no tanto le aclaraba ciertas dudas como le ponía más.
-Los hombres son tan molestos- dijo recargándose de nuevo en el respaldo de la silla- si fuera por mi le prohibiría la entrada a mi café.
-Pero de será así solo tendrías muy poca clientela femenina. Tal vez entonces deberías contratar a un par de meseros- de nuevo hablaba con amabilidad, pero eso era para poder alegrarla no para hacerla enojar… y funciono.
-Pero para que-Nobara le siguió el juego sonriéndole cómplice- si contigo es más que suficiente. Atraes a una considerable cantidad de chicas al negocio y ni siquiera tengo que pagarte… hasta yo salgo ganando.
Ambos rieron un poco y por el momento se olvidaron del tema principal, hasta el pareció no querer volver a tocar el tema. Era verdad, el no iba a ese café porque le gustara, solo iba para verla a ella, para poder conversar un poco y sentir su agradable calidez junto a él. Pero últimamente eso no era del todo posible pues ella se había estado ausentando demasiado y no le había dicho el porqué. Ahora solo podía verla dos veces a la semana, si tenía suerte.
No había terminado su café cuando se levanto de pronto y se despidió de Nobara, dejándola un poco sorprendida por la repentina acción. Salió del café, antes de cerrar la puerta escucho un montón de suspiros decepcionados, se abrigo bien pues hacia un poco de frio. Sabía que ahora tenía que lidiar con unas cosas y prefería que fuera más pronto que tarde.
Dentro del café Nobara todavía seguía sentada en la silla viendo partir al chico. Le agradaba y le quería como a muy pocas personas se le aprecian en este mundo, sabia que tenia problemas, pero no podía interferir asi como asi además de que ella no era la indicada para eso, en algún momento dado seria él quien se acercara a los demás… justo como la pequeña Ririchiyo-chan.
Bueno espero que les haya gustado el primer cap. Si no son libre de dejar un review diciéndome lo que opinan.
Espero no tardar demasiado con el siguiente cap, sobre todo para que mi integridad física siga intacta (bueno ya saben, no siempre las cosas se quedan solo en amenazas)
