FANFIC

DIGIMON - TAKARI

CAPITULO 1

Una pacífica mañana es irrumpida por el estridente sonido del despertador, por lo cual con algo de fastidio y pereza lo apago rápidamente volviendo a mi posición original en la cama, al cabo de unos minutos entra mi madre presurosa tocando incesantemente la puerta pese a que está abierta.

-Hijo es hora de levantarte, sé que no estás muy feliz por éste cambio tan drástico pero anímate un poco-dijo mi madre.

Estirándome aún sentado en la cama le respondo –de acuerdo lo voy a intentar madre, buenos días por cierto- le sonrío amablemente a lo que ella responde con otra sonrisa.

Tan pronto ella sale del cuarto me miro al espejo y sonrío, puede que tenga razón y deba ver las cosas con más alegría, si bien no estaba seguro de esto al menos debo ser optimista. Seguido entro al baño para alistarme pronto e ir a la escuela.

Tras desayunar y despedirme de mi madre tomo mi bicicleta y me dirijo a la institución, es inusual que alguien llegue tan temprano durante clases pero al ser nuevo debo prevenir cualquier confusión de salón y retardos. Pronto consigo llegar al colegio y me detengo a observar la entrada.

-"Los Héroes del mañana"….bastante peculiar-digo para mí mismo.

-En efecto lo es, sin embargo era mejor que dejarlo con su antiguo nombre ¿no lo crees?-me dice de pronto una chica de cabello rojizo a quien conozco perfectamente, por lo que le sonrió y abrazo efusivamente

-¡Sora! Tanto tiempo sin verte-ella corresponde mi abrazo y me sonríe

-Lo mismo digo pequeño T- hago una mueca ante el apelativo a lo cual ella se ríe-bueno bueno…ya no eres tan pequeño, pero siempre serás menor que yo-me guiña el ojo divertida.

-Oye si lo tratas así alguien se mal acostumbrará- comenta entre risas un chico que va llegando donde nosotros-Hola pequeñiiiin-me revuelve el cabello con la mano.

-¡Ag! ¡Detente detende!-le digo divertido quitando su mano-¿Cómo estás hermano? No pensé que vendrían temprano hoy, es decir, no es común-comento divertido.

-Lo que pasa es que hoy nos tocan los deberes, así que debemos preparar el aula antes que lleguen los demás-dice Matt.

-Ya veo jejeje, por lo menos se van a entretener un rato, yo me iré, debo intentar ubicar las salas para no andar siguiendo a los demás únicamente como borrego-digo divertido.

-Anda ve pequeño, no te vayas a perder-me da un beso en la frente a lo que sonrio un poco apenado, Sora es como una hermana para mí, la conozco desde hace mucho y según mis recuerdos ella siempre hacía eso cuando tenía miedo o no estaba mi hermano conmigo para tranquilizarme, sin embargo al crecer ese hábito suyo se perdió, supongo que es porque ya no soy un niño que dependa de todo el mundo, por lo que me resultó algo sorpresivo su acto.

-Jamás dejarás de ser el pequeñín-dice mi hermano burlonamente.

-Déjame en paz Sora solo es amable, ¿cierto?- por la mirada traviesa que me dedica imagino que me equivoco en mi pensamiento por lo tanto me despido rápidamente y entro a la escuela.

Vaya, esto de tener conocidos puede traer tanto ventajas como desventajas, por lo que suspiro pesadamente mientras camino por los pasillos de la escuela. Tras haber estado viviendo casi del otro lado de la ciudad intentaba frecuentar a mi hermano y amigos, sin embargo era algo complicado por la distancia, luego mi madre decidió que debíamos ir a Francia y tuve que partir con ella, pero ahora que la han trasladado nuevamente a Japón consiguió un lugar del mismo lado que mis amigos y hermano, es grandioso porque de éste modo podré pasar más tiempo con ellos. No es que no me importen mis amigos en la antigua escuela, en realidad ese es uno de los motivos por los cuales no quería cambiarme otra vez, pero…me siento nervioso por algún motivo.

Finalmente encuentro mi aula y me adentro en ella pero me sorprendo al ver a una muchacha de espalda en ésta, puede ser por la misma razón que mi hermano y Sora, debe estar haciendo los deberes.

-Buenos días, ¿necesitas ayuda?-pregunto amablemente. De pronto ésta voltea y me sonríe.

-Buenos días emmm….bueno, me parece una gran idea, siempre se necesitan chicos guapos, digo fuertes-se rie coquetamente moviendo su cabello con el dedo mientras volteo la mirada incómodo.

-Cla-claro si jejeje, ¿qué necesitas que mueva?-digo, sin embargo volteo y veo como otra muchacha camina con una pila de libros gruesos que a simple vista se ven pesados, siendo tantos que ni el rostro se le ve a la pobre muchacha que torpemente choca con una silla mal puesta y cae junto a sus libros, por lo que intento sujetar la pila de frente a ella antes de que caiga, sin embargo al poner un pie detrás para mantener el equilibrio tropiezo con el borde de un piso de altura donde se postra el escritorio haciendo que caigamos ella encima de mí.

Ella se queja ante el dolor por los libros que se cayeron encima de nosotros-¡auch! Lo siento no…no era mi inten….-de pronto me mira asombrada tocando mi mejilla suavemente por lo que siento que el rubor me invade prontamente ante el contancto.

-Aa y-yo…aamm-balbuceo un poco nervioso.

La muchacha que hace un momento quería mi ayuda finge toser y nos mira molesta por lo que nos levantamos de inmediato y sacudimos.

-Lo siento creo que mi intento de ayuda fue un fiasco jejeje-digo un poco apenado.

-No te preocupes, de todas formas no debí cargar más peso del que tengo yo misma-se ríe gentilmente-por cierto, ¿por qué no me dijiste que estarías aquí? Pude haberte dado la bienvenida

-¿Lo conoces?-pregunta la muchacha a su lado a lo que ella asiente y yo la miro asombrado, francamente no la recuerdo. Ella parece que se percata de mi cara confusa y sonríe un poco triste.

-¿No me recuerdas cierto?-dice ella.

-Ammm…..lo siento no…no vienes a mi mente en estos momentos-digo algo confundido, por lo que ella ríe tenuemente.

-Ya lo harás tarde o temprano, en fin, Yedi es hora de terminar y por favor carga tu parte de los libros que no pienso hacerlo yo sola-dice con autoridad y luego voltea a verme-descuida, es nuestro deber no hace falta que nos ayudes-me sonríe amablemente a lo que yo asiento y su compañera le pone mala cara.

Me mantengo callado sentado en una banca mientras de reojo las observo, o para más específico a ella…no le pregunté su nombre que descortés soy, pero hacerlo ahora sería aún peor, por lo que decido esperar la llegada del maestro.

-Buenos días, a partir de hoy se incorpora un nuevo alumno al grupo, espero sean buenos con él, preséntate por favor-dice el maestro.

-Mucho gusto, mi nombre es Takeru Takaishi, espero podamos llevarnos bien-doy una pequeña reverencia y me vuelvo a sentar.

-Veo que ha sido puntual, eso me agrada ahora asignaré a un guía para usted-revisa su lista y da una mirada al aula, sonríe y señala a una persona-señorita Kamiya, hágame el honor de ser la guía por favor.

Ella se levanta sonriendo-encantada porfesor-me mira sonriendo amigablemente y la miro interrogante, ¿Kamiya? No hay muchas personas que apelliden así pero…¿es posible que sea…? De pronto algunas imágenes vienen a mi mente del mejor amigo de mi hermano, Tai Kamiya, un joven de tez morena que siempre discutía con él, sin embargo, él tenía una hermana menor con la que solía jugar, cada que Tai iba a casa de Matt ella asistía para jugar juntos y conversar, sin embargo tenía 5 años cuando me mudé al otro extremo de la ciudad y dejé de frecuentarlos, de ahí tras mi partida a Francia, sin embargo ella…de pronto me levanto de golpe de mi banca y la señalo gritando-¿¡Eres tú?!-

La clase entera incluidos el profesor me mira extrañado, mientras ella sonríe divertida ladeando la cara negativamente, y asiente levemente la cabeza para mi sorpresa-Hikari….-