Flashback
―Alice tienes que verlo es tan hermoso, mira que es igualito a Jack de titanic o mejor aún a Robert Pattinson, el príncipe encantado o como quieras llamarlo simplemente la perfección hecha hombre― le dije suspirando y dando vueltas como si bailara un balls imaginario con el aire
―me tienes totalmente mareada con él, cuatro meses, ¡CUATRO! Hablando del chico por Dios mujer dejadlo que ni te conoce no sabe quién eres y es mas nunca lo he visto empezare a creer que estas alucinando mientras acá que me llenas la alfombra de babas― me dijo Alice en tono de burla levantando la mano señalando con cuatro dedos al aire, en eso entra Angela.
―hola hola que me he perdido―
―pues nada nuevo bella echando babas por el chico imaginario― Angela solo soltó una carcajada sincera.
―veis por eso es que no les digo nada, si no lo han visto es porque no han querido el siempre está allí solo se burlan de mi, pero está bien vamos a ver a Rose en el centro comercial para juguéis a barbie Bella que hoy no quiero pensar― Salí de la casa de los Brandon, todas nos fuimos en el carro de Ali.
Llegamos al centro comercial de Portlant ya que Angela decía que siempre íbamos al mismo centro comercial en Olimpyc y teníamos que ver cosas nuevas aunque estuvieran más lejos valían la pena, lo que ellas no sabían era que yo muy a menudo estaba por aquí, aunque a veces venia desde Forks solo a tomar un café o un helado.
Fuimos de tienda en tienda como ya era costumbre ropas volaban, zapatos por aquí y por allá y cada vez mas bolsas en nuestras manos. Hasta que cada vez que estábamos más cerca mi corazón empezaba a latir con tal fuerza que hasta me sonaba en los oídos y me quede pensando que hoy por fin lo vería después de una larga semana sin verlo, pero verlo hoy significaba que ellas también lo verían.
―Bella… Bella… Bella! Donde demonios estas tengo cinco minutos de estarte hablando y solo sigues mirando el mismo vestido sin siquiera parpadear ven vamos a la tienda de enfrente que me han dicho que hay zapatos lindos― me dijo una muy enojada Rosalie.
―lo siento, solo pensaba en cosas tontas chicas pero ¿realmente quieren entrar allí? Miren que hay muchas tiendas aun y con mejores cosas― dije titubeando y Alice me miro con el ceño fruncido.
―nada de eso señorita claro que entraremos ― y me halo del brazo obligándome a entrar mis amigas están tan locas que ya sabía que esto no era nada bueno o ¿sí?
"hay Dios que este allí, solo quiero verlo solo eso" aunque estaba segura que así seria, entramos miramos algunas cosas pero cada vez estaba más nerviosa, casi siempre íbamos a otro centro comercial y justamente hoy teníamos que venir aquí ellas siempre jugaban a retarse a hacer cosas estúpidas solo para reírnos.
Cuando en ese momento lo vi tan guapo como siempre ese día estaba un poco diferente a como solía vestirse. Tenía unos jeans azul obscuro casi negros, un t-shirt Armani azul más claro con letras en blanco, una gorra negra y un abrigo del mismo color, no podía ver sus pies ya que la barra del mostrador no me dejaba verlo. Solo sonreí y suspire y dije.
―chicas, es el―
― ¿Qué? Estás loca hablas en serio y que esperas anda a hablarle―me dijo Angela
Abrí los ojos como platos ― que no, no, no estás loca no puedo hacer no como crees― creo que parecía un foquito de navidad de lo encendida que tenía la cara.
―Ali te reto― cuando escuche esas palabras mi mundo se detuvo y empecé a respirar con dificultad y estaba segura que me desmayaría.
―chicas no por favor no él nunca le haría caso alguien como yo no me hagan esto― les dije a punto de llorar.
―dime cual es el reto―
―ve donde él y pídele el teléfono y preséntaselo a Bella―
Pensé en detenerla pero mis pies, ni boca ni nada respondía solo me quede mirando como Alice llego y hablaba con él por primera vez en los últimos cuatro meses que tenia de verlo desde lejos miraba en mi dirección, su mirada verde penetrante me erizo desde el primer cabello de la cabeza hasta la ultimo poro de los dedos de los pies y en esas Alice me hizo señas que me uniera a ellos.
―Bella quiero presentarte a alguien, mira el es Edward― no podía creer lo que mis ojos veían el enfrente de mi mirándome fijamente sus labios estirados en una leve sonrisa, creí que mi corazón se detendría.
―hola Bella soy Edward― ni siquiera registre el hecho que Alice se fue de mi lado, el debió pensar que era una idiota ya que solo lo miraba con los labios entreabiertos sin pronunciar ninguna palabra, hasta que sentí mi Mobile vibrar en mi pantalón pude responder
―hola, es un placer conocerte Edward― sentí su nombre quemar en mis labios.
―haber cuéntame porque querías conocerme― Alice maldita Alice ¿o bendita?
―bueno la verdad solo quiero que seamos amigos hablar y esas cosas― el frunció el ceño y pareció estudiarme con la mirada.
―pero yo tengo novia― pude escuchar claramente el crack, crack que hacia mi corazón en ese momento, pero esta es mi oportunidad de aunque sea solo conocerlo lo hare.
―nunca te dije nada solo te pedí que fuéramos amigos― le dije mientras tartamudeaba un poco y parpadeaba muy seguido.
―OK pero te aviso que tal vez no soy un buen amigo―
―si no quieres no hay problema, digo no pasa nada―
―dije que tal vez no sea un buen amigo para ti, no que no quisiera serlo―
―vale―solo pude responder en piloto automático.
― ¿cuántos años tienes Bella?―
―18― sabía que no era buena mentirosa solo esperaba que no se diera cuenta de eso.
―bueno te dejo mi número telefónico ―me tendió una tarjeta que saco de su bolsillo y hasta ese momento pude ver que se sostenía un papel de servilleta al dedo que estaba sangrando y sentí la necesidad de curarlo y protegerlo de lo que sea ¿qué maldito objeto se había atrevido a hacerle daño a un ser tan perfecto como él?
―bueno adiós… Edward― solo hizo un asentimiento de cabeza y se dio la vuelta
Las chicas y yo salimos de allí y la verdad yo no sabía si darles un beso y gritarles estaba extasiada.
―chicas gracias, son las mejores amigas que alguien puede pedir― les dije conteniendo las lagrimas y abrazándolas.
―ouuu Bella sabemos que hubieses hecho lo mismo, hay Dios tenias razón es tan lindo ya has encontrado a tu príncipe azul amiga―
Seguimos hablando de el de que me había dicho y descubrí que lo que a mí me pareció una hora fueron solo unos pocos minutos y también que ellas me habían mandado un mensaje de texto para que saliera del trance cuando quede muda delante de él fue cuando sentí vibrar mi Mobile, después Alice me dejo en casa y cuando estaba a punto de dormir recibí un texto que pensé seria Ali diciendo que ya había llegado a casa, pero mi sorpresa fue ver en el Messenger
Edward dice:
Hola.
