DISCLAIMER
Los personajes mencionados en esta historia no me pertenecen, son propiedad de CLAMP, yo solo los utilizo con fines recreativos. Personajes adicionales son de mi autoria.
Capitulo 1
EL RECUERDO DEL MAESTRO DE BAILE
Por alguna razón, no imaginaba que terminar contigo sería tan difícil
Porque aunque cueste aceptarlo, en aquel momento no supe apreciar el amor que tan delicadamente me ofreciste
Sin embargo, hoy caigo en cuenta, que tu amor era el regalo más hermoso y sincero del mundo
Pero mi inmadurez y las circunstancias me impidieron abrir los brazos a ese regalo divino que del cielo venía solo para mí.
Me asusta darme cuenta que el tiempo no perdona los años que han pasado
Pues al parecer lo has olvidado.
Pero algo dentro de mí, se niega a aceptar nuestra historia ha terminado.
Sabes?...Daría todo lo que soy, por tener la oportunidad de ver esos hermosos zafiros una vez más
Aquel par de ojos índigos que se asemejan al color de los profundos mares
Y frente a frente, decirte sin miedo a nada ni a nadie
Que lo lamento tanto…
Lamento haberte lastimado…
Lamento no haberte valorado…
Lamento no haber confiado…
Lamento haberte alejado, cuando muy dentro de mi sabia que te quería a mi lado.
Te necesitaba a mi lado y yo misma me negué.
Debí, tal vez, pedirte un tiempo,
Tiempo para analizar,
Tiempo para sanar
Y tiempo para salvar
Oh, niño de mirada franca…
Ojala que en aquel momento algo hubiese impedido
Que mandara esa carta que firmé como sentencia de muerte.
Desearía poder volver el tiempo atrás para enmendar ese inmenso error que cometí.
Desgraciadamente no hay vuelta atrás.
Pero como tú me dijiste una vez:
"Los humanos cometemos errores"
Y por ello estoy segura que soy muy humana
Pues mi más grande error fue actuar precipitadamente, sin medir las consecuencias.
Espero algún día, amor, pueda decirte lo que fuiste, eres y serás para mi…
Una gran ilusión, el mas dulce recuerdo y la persona que siempre esperé.
Gracias, mi amor, por los bellos recuerdos, aquellos que llevare siempre en mi corazón, en mi mente y mi alma..."
La mujer frente al ordenador cerró los ojos por un momento y se llevó la mano a su adolorido cuello, debido al haber sostenido la misma posición durante algún tiempo. Fijó la vista en el puntero de su computadora, se encontraba sobre el recuadro de "ENVIAR", mientras interiormente se debatía entre sí presionaba el botón o no, finalmente decidió dar click en "GUARDAR". Luego de esta acción cerró el aparato, se incorporó y se dirigió a la cocina a prepararse un delicioso té con leche, su bebida favorita.
Tomoyo Daidouji inhaló pausadamente el delicioso perfume que desprendía aquella bebida que lograba inspirarle tranquilidad, incluso en el momento más tenso. Con la taza entre sus manos, caminó hacia el balcón donde tenía una vista privilegiada de la torre Eiffel. Mientras admiraba el bello paisaje nocturno de la ciudad de Paris, recordaba que tener un departamento como ese había sido uno de sus anhelos desde que era una niña, en aquellos años en los que ser una diseñadora de gran renombre a nivel mundial era simplemente un sueño, mismo que ahora ya era una realidad.
Sin embargo en la persecución de su sueño, había tenido que sacrificar tanto: su familia, su amistades de la niñez, el lugar donde nació, "él"…en fin, las posibilidades de una vida menos abrumadora como la que actualmente tenía en la cual cada día a día se encontraba entre pasarelas, escenarios, reflectores, diarios, entrevistas…aunque sabía que su carrera lo valía.
Hacía ya cinco años desde aquella vez que estuvo en su país natal cuando aun no tenía la fama que ahora poseía ni tantas responsabilidades
**Flash Back**
-Tomoyo...apresúrate hija ya es tarde
La aludida se sobresaltó al escuchar el llamado de su madre, proveniente del primer piso, mientras daba los últimos toques a su arreglo, ensimismada en sus pensamientos había perdido la noción del tiempo y al mirar el reloj que descansaba sobre uno de los muebles de su habitación cayó en cuenta de que estaba a escasos minutos de llegar tarde a su importante compromiso
Apenas unos dias atrás, había regresado de Milán, después de radicar en aquella ciudad desde hacía seis años, y todo debido a que cuando al terminar la primaria le dijo a su madre sobre sus firmes deseos de estudiar Diseño de modas, Sonomi Daidouji se alegró tanto por la madurez de en aquel entonces "su pequeña Tomoyo", que movió cielo, mar y tierra para que su querida hija fuese a estudiar a aquella ciudad, además de tomar infinidad de cursos sobre diseño. Estaba feliz de regresar a su hogar y dispuesta a aprovechar al máximo los seis meses que estaría de vacaciones antes de ingresar finalmente a su carrera.
El día que llegó, fue recibida en el aeropuerto por su madre (junto con su usual pelotón de guardaespaldas), pero también por su prima Sakura y Shaoran, sus mejores amigos de la infancia, y fue muy grato ver con sus propios ojos que los años habían hecho de las suyas y finalmente eran novios, pero… ¡HABIA SIDO UNA LASTIMA QUE NO HUBIERA PODIDO GRABARLOS!
Después de los calurosos saludos, su querida prima le pidió (casi le suplicó) que le ayudara en la organización de su fiesta de graduación, cosa que sin rodeos aceptó. Y allí estaba, a punto de llegar tarde a esa fecha tan especial para su amiga.
-¡ESTOY LISTA, MADRE!- anunció mientras bajaba las espectaculares escaleras de la mansión Daidouji, ataviada con un vestido del mismo color de sus ojos, el cual los hacía lucir al máximo, además de que en su bolso llevaba muy bien guardada su cámara de video para no perder ningún detalle.
¿Quién hubiera pensado que aquella noche, aparentemente tranquila, conocería a una persona que cambiaría su vida para siempre?
Estaba muy entretenida, grabando a Sakura mientras bailaba con algunas de las chicas de su generación que no se dio cuenta que a sus espaldas, Shaoran se dirigía hacia ella, el chino tocó el hombro de la chica para captar su atención y al voltear a verlo, se dio cuenta que a su lado estaba un chico de unos enigmáticos ojos azules ocultos tras unas gafas, su piel era tan blanca como la de Tomoyo y sus cabellos negroazulados eran ligeramente largos. Ella miró con recelo a Li, pues si mal no recordaba, un día antes le había dicho claramente "No estoy lista para que me presentes chicos, por favor no lo hagas ¿de acuerdo?". Sin embargo, eso pareció haberlo olvidado el novio de su prima.
-Tomoyo...te presento a Eriol Hiraguizawa-declaró Shaoran-él es el alumno más destacado de nuestra generación y sobre todo, es un gran amigo mío.
-Mucho gusto, joven Hiraguizawa- dijo Tomoyo al tiempo que le tendía la mano. "Es apuesto", pensó.
-El gusto es mío- respondió el joven con un acento diferente al de Japón, al tiempo que, para sorpresa de la amatista, tomaba su mano y la rozó con sus labios denotando su caballerosidad, provocando un ligero sonrojo en la chica.
Más tarde, el ambiente estaba a tope en la fiesta, habían llegado más jóvenes de lo esperado y el salón se encontraba envuelto en música electrónica que marcaba el ritmo de las luces que cambiaban una y otra vez.
-MISION CUMPLIDA!- pensaba Tomoyo mientras se servía una copa de ponche e iba a sentarse en un lugar más relajado para descansar de las últimas dos horas que estuvo de un lado para otro. De reojo alcanza a ver que aquel chico que le presentó Shaoran se acercaba sin quitarle la vista de encima.
-Señorita, ¿me haría el honor de bailar conmigo?-le solicitó el chico de acento "extraño" una vez que llegó a su lado
-Lo siento, lo que pasa es que…
-Oh…me imagino que mi compañía no le es muy grata- declaró con aire de tristeza
-NOOO…no es eso…- se apresuró a contestar al tiempo que negaba con un ligero movimiento de cabeza y aunque dudó por un momento - lo que pasa es que no sé bailar-afirmó Tomoyo ligeramente avergonzada.
-Yo podría ser tu maestro- propuso el chico de mirada añil.
-¿En serio?- le sorprendió que alguien pusiera tanto empeño en enseñarle a bailar cuando recién se conocían.
-¡Claro!...bueno sólo si tú quieres-declaró al tiempo que esbozaba una sonrisa que difícilmente podría describirse.
-¿No te enfadarás si llego a pisarte?-dudó la chica de ojos amatistas
-Eso es lo menos importante, ahora que me lo he propuesto no descansaré hasta lograrlo- le dijo con gran convicción.
Aunque se puso nerviosa, que incluso sentía como si su cuerpo fuera de gelatina, literalmente hablando; procuró poner mucha atención a lo que su "maestro de baile" le explicaba; la forma en que él hablaba y se desenvolvía hizo que finalmente cayera en cuenta que el acento "rarito" que tenía el chico, era europeo. Le resultó fascinante que bailara muy bien casi todo lo que tocaban. Sin darse cuenta, habían pasado más de dos horas sin dejar de bailar.
-Me da gusto que haya aprendido señorita Daidouji- declaró más tarde, con esa sonrisa tan…encantadora que tenia.
-Por favor, sólo dime Tomoyo. Así me sentiré con la confianza de llamarte por tu nombre-aclaró en el momento justo cuando terminaba una canción y comenzaba otra.
"Mi corazón cerrado no puede amar a nadie
Eso creía, pero mi corazón se abrió antes de que lo supiera
Tocas mi corazón babe
Tocas mi corazón con tus suaves manos "[1]
-Tomoyo…- le llamó después de aclararse la garganta
-Si, dime-respondió mientras se preguntaba qué le diría aquel chico tan poco convencional.
-Disculpa si llegas a incomodarte por lo que voy a preguntarte…-comenzó y aunque para los ojos de cualquier persona luciera relajado, a los ojos de Tomoyo pudo percibirlo nervioso.
Aquello resultaba un poco incómodo pues no tenia idea de lo que su profesor de baile pensaba cuestionarle. -¿Tienes novio?- dijo sin titubear y mirándola fijamente, clara muestra de que los nervios habían sido pasajeros.
"Realmente odio herir o ser herida de nuevo
Eso creía
Pero ¿por qué pienso que no será así contigo?
Tardará tiempo en curar las heridas de mi corazón
Eso creía
Pero antes de saberlo ya estoy en tus brazos." [1]
**Fin del Flash Back**
El desconocido sonido del teléfono la hizo salir del recuerdo de aquella noche tan especial, era extraño que el aparato sonara pues no tenía mucho que había adquirido la linea, además sólo había dado su número a las personas más allegadas a ella. Dejó la taza de té sobre la mesa y corrió a descolgar la bocina.
Esa voz, aquella que en sus memorias comenzaba a tornarse como un recuerdo borroso e incierto. Aquella voz, que nunca creyó que fuera la primera que escuchase por medio del aparato.
-Good night my lady, I´m glad to hear your voice
[1] "Touch"- Miss A
Notas de la autora:
Escribí esta historia hace poco mas de 3 años, he decidido publicarla nuevamente pues al leerla de nuevo noté que la redacción ya no me agradaba, asi que espero que el tiempo transcurrido sea un aliciente para mejorar.
Además de que las personas que me hicieron comentarios, en la version anterior, me hicieron una observacion muy importante, que si bien esta historia tiene como punto central la separacion de Eriol-Tomoyo, la trama estaba muy floja, asi que esta vez ya tengo todo planeado de una mejor forma.
No olviden dejar comentarios, son agradables leerlos pues las criticas son precisamente para mejorar lo que uno hace.
Saludos!
:D
