One-Shot: Saikō no basho
Corría por un lugar en el que no habia nada. Todo era totalmente blanco, y no acababa nunca. Lo único que podia ver era a sus nakamas. Sus nakamas que le daban la espalda, rechazándola. Gritaba desesperada para que no la dejasen atrás, para que no se marchasen de su lado. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Alargó un brazo hacia ellos, intentando alcanzarlos, en vano. Su única familia cada vez estaba más lejos de ella. Entonces, vio como él se giraba para verla, con una expresión de desprecio en el rostro. Gritó. Gritó lo más fuerte que dieron sus pulmones para que él no se fuese de su lado.
Robin se incorporó en la cama, con el pulso acelerado y sudando frio. Miró a su alrededor, y vió a Nami, durmiendo, en su cama. Por un momento, le dió envidia su calma y serenidad. Ella no tenia pesadillas, podia dormir tranquila.
Agachando la mirada, miró su mano. Temblaba. De repente, una imagen apareció ante sus ojos. El recuerdo de la pesadilla. El instante en el que él la miraba. Se llevó la mano a la cara, acariciandose la sien para llegar a la oreja, donde recogió un mechón de pelo. Respiró hondo. Necesitaba aire fresco.
Abriendo la puerta suavemente para no despertar a la navegante, salió a la cubierta de césped. Alli, en el cielo, una bonita Luna llena le iluminaba, ayudándole a olvidar la pesadilla. Miró al satélite durante unos segundos, detenida en la escalera que la llevaría a proa, a la zona del timón. Cuando le contó a la Luna, en silencio, todo lo que tenia que decirle, encaminó sus pasos escaleras arriba. Subía lentamente. Cuando llegó arriba, vió al kenshi sentado en el suelo, apoyando su espalda en el timón. En sus hombros, una ligera manta para protegerse del frio, en su mano, una botella de sake, y su mirada, al igual que la de ella antes, descansaba en la Luna. Zoro le hablaba.
Robin, de nuevo, se vió rodeada por la pesadilla. Pero habia algo diferente. Vió a sus nakamas, pero esta vez, la miraban. Todos ellos sonreían. Su mirada se fijó en él. En sus ojos. Transmitían sentimientos. Él alargó la mano, invitándola a venir a su lado.
La morena volvió a la realidad. El kenshi seguía alli, hablándole a la Luna. Ella se acercó por detrás. Puso su mano en el hombro de él, logrando que el peliverde dejase de hablar. Dobló sus rodillas, puso su pecho en contacto con la espalda de Zoro y hundió su cara en su cuello. Sus brazos rodeaban el cuello de él, y el peliverde la miraba sorprendido.
Robin apretó más fuerte al kenshi entre sus brazos. Mientras, él sonreía, y, apartando la vista de ella y volviéndola a posar sobre la Luna, siguió hablando dulcemente al astro.
Alli, la voz de Zoro relajándola por completo, su calor rodeándola, el suave murmullo de las olas y un cielo plagado de estrellas.
Para Robin, aquel era el mejor sitio para olvidar una pesadilla.
Fin
*Suspira* Tengo la moral bajisima... Creo que se nota, ¿no?
De nueevo, le debo mucho a Cata. Sin ella, este fic, directamente, no hubiese existido. Yo no queria escribirlo, y ella me dio la moral para hacerlo. *Se arrodilla, con la frente tocando el suelo* ARIGATO!
Bueno... Despues de este numerito, me despido, y recordad... DEJADME REVIEW! U os mato! Ok no... Pero... Aun asi, dejadlo, si? XD
Por cierto, 'Saikō no basho' significa 'El mejor lugar'.
Lasayo!
