Disclaimer: Los personajes: JK Rowling. El reto: Dryadeh. La idea, locuras y demás: mías.
Notas: ¡Hola! Pues acabo de terminar esto para el reto soñador, del foro Weird Sisters. Es un drabble, exactamente 500 palabras, y es la primera vez que hago algo que no sea Dramione, así que no sé qué pensar. En fin, ustedes tienen la decisión.
Dedicatoria: A pesar de que ya no estés aquí, xx. dreamer7 .xx, esto va por ti. Espero que hayas encontrado la paz que buscaste.
Un día soleado
Las lágrimas abundaban. Los murmullos tristones se escuchaban por doquier y el aroma de las flores frescas flotaba en el aire, casi palpable. Era un día triste. ¿Cómo no serlo? Era el entierro de Fred Weasley, el amigo, el hermano, el hijo y el alumno. Pero, por sobre todo, el gemelo.
Sí, era un día triste.
Por ello, nadie comprendía la sonrisa en la faz de George. Y cuando algún chico intrépido, o tal vez muy cotilla, le preguntó el por qué, él lo miró con fijeza y después desvió su mirada al cielo.
—Es un día soleado —respondió con simpleza. Y aquél valiente individuo volteó a ver el manto azul claro que lo cubría y hubiera podido jurar que había un brillo especial en él. No, no era una estrella, ni un asteroide. Sólo era especial.
George sonreía. Sí, sonreía. Algunos habrían dicho que estaba loco. Otros habrían dicho que la muerte de su hermano lo había trastornado, hasta cierto grado. Pero sólo él sabía la verdad.
Estaba feliz. Tal vez los demás no lo comprendían, pero él nunca había esperado que lo hicieran. Porque sólo él guardaba ese recuerdo. Porque sólo él sabía lo que significaba ese día soleado.
—¿Sabes algo, George? —La voz de su hermano le sacó de su ensimismamiento.
—¿Qué?
—El día que me entierren, va a ser un día soleado —contestó Fred, como si estuviera comentando el tiempo.
George levantó la vista del invento que estaban perfeccionando. Llevaban apenas dos meses en Hogwarts y ya habían descubierto el gran potencial mercantil que había entre los estudiantes. Claro, dos Gryffindors de primer año no harían demasiado, pero algún día Hogwarts los recodaría. Estaban seguros.
Lo miró a los ojos y sonrió.
—¿Y por qué crees que no va a haber tormenta? —preguntó, con una ceja levantada y una mueca de burla.
—No. Va a hacer un día soleado —contestó Fred con seguridad. Sus ojitos cafés brillaron con intensidad—. Porque voy a morir como un Gryffindor, y haciendo algo grande. Y si muero así, voy a ser feliz.
—¿Feliz después de morir? —George hizo una mueca y agachó la cabeza—. Así que si en tu entierro hace un día soleado, sabré que moriste orgulloso y feliz. Interesante.
—¡Eso si no te mueres tú primero! —bromeó Fred, sacándole la lengua. Se miraron un segundo a los ojos y estallaron en carcajadas.
—¡Imposible! —contestó George entre risas—. ¿Ambos o ninguno?
—¡Ambos o ninguno! —confirmó solemnemente Fred, dándole un golpe amistoso en el hombro.
—Mentiroso… —susurró George, mientras caminaba hacia la tumba de Fred—. Te adelantaste mucho. No me gusta ir detrás, pero por ahora tendrás que esperar. Ya tendremos tiempo de revolucionar el cielo…
Dejó una amapola blanca en la tumba recién cavada y recordó el rostro de su hermano justo después de su muerte: había sonreído.
Y sabía que esa sonrisa era la magia de ese día soleado.
¿Qué tal? ¿Les gustó? Espero que sí, y si no, espero que me dejen un comentario diciendo en qué puedo mejorar. En fin, gracias y nos vemos.
