Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD
Claim: Quil/Claire.
Advertencias: Sólo dulzura :3 (?). Claire tiene diecisiete acá. Él
Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.
No necesita más que un susurro
(61# Susurro)
Claire.
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Claire ríe, e intenta quitarse al muchacho que se encuentra encima suyo. Él no parece ayudar con su propósito, porque se afianza en aquel reducido espacio, no estando dispuesto a alejarse y dejar que sus pieles estén separadas por vacío.
— Quil, quítate —dice entre risas—. De verdad, este sofá es demasiado pequeño para tu cuerpazo.
— Porque mi cuerpazo es demasiado para ti, ¿verdad? —ella resopla y él ríe; le besa el cuello.
— Anda, Quil.
— No —vuelve a distraerse besándole la mandíbula, el mentón, cerca del oído.
Y ella ríe, le resta importancia, sólo es un pequeño capricho, y le agrada la idea de que él le diga que no a algo (y es que tanta miel a ves le empalaga, ser tan atendida a veces aburre; Quil primero fue como un hermano mayor, debía ser el ejemplo). Le toma del cuello y le dice con los ojos que «Te quiero» y ve cómo él le responde con un «Y yo, lo sabes», mientras sonríen. Le besa lento y largo, suave y profundo, e inconsciente pega su cuerpo al de él, buscando el calor de su cuerpo, la protección y el cariño que él siempre le dio. Él comienza un camino de besos, desde el mentón hasta la nariz, pasando por los párpados y las sienes, las comisuras de los labios y la parte interna del mentón, haciendo cosquillas, dejándole aquella sensación que sus labios calientes le dejaban sobre su piel.
A Claire le encanta. No necesita más que susurros para entenderlo, y él no necesita más que besos para decirle cuánto la quiere. Parecen estar conectados, como suele decir él, destinados a comprenderse con el simple hecho de estar junto al otro, sonriéndose, bromeando y discutiendo más veces de lo que se besaban. Y eso le gusta, a Claire le gusta, porque es algo raro y único que comparte con él, y le agrada salirse un poco del cliché de la pareja imprimada. Le gusta discutirle, pelearle, porque sabe que luego los besos sabrán más dulces.
Y no necesita más que un susurro al oído para saber que todo el mundo es suyo si lo pide, y que si lo rechaza, tendrá cualquier otra cosa. No necesita más que un susurro para decirle que por el momento está bien así, que si necesitara un capricho, él sería el primero en saberlo, y no necesita más que una risa para saber que él sigue siendo el mismo de siempre, que está allí.
Claire no necesita más que un susurro que dice «Te quiero» para saber que aquellos simples momentos junto a él son los que, por ahora, prefiere recordar (y tampoco necesita responderle con palabras bajas, porque ya lo hace al besarle).
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