Todos los personajes de Superman y de Smallville pertenecen a la DC Comics y a Gough & Millar. Los personajes del universo de Batman son propiedad de Bob Kane y la DC Comics.
A/N: Recuerden que el uso de comillas simples indica diálogo interior.
Si aún no han leído mis anteriores historias, les invito a consultar mi perfil. Allí encontrarán no sólo las que he traducido del inglés al castellano- que son las más antiguas- sino mis trabajos más recientes y maduros en su lengua original.
He aquí entonces la que fuera una de mis primeras historias- y ha habido muchas desde entonces. Como dije cuando traduje del inglés a mi español natal el primer relato Chlex que escribí- Una Segunda Oportunidad- he decidido comenzar a traducirlos todos en el orden en que fueron publicados en su versión inglesa por lo que, si leen las historias subsiguientes, verán cómo fueron madurando mis argumentos, su prosa y la exploración psicológica de los personajes. En definitiva, no hay cómo escribir y escribir para madurar en estas lides- ese es mi consejo para quien se adentre en este hermoso pasatiempo… o algo más.
ESPERANZA Y FELICIDAD
Capítulo I: Elecciones
El sol estaba cayendo en Metropolis y Lex Luthor se hallaba de pie junto a la ventana panorámica de su oficina, con las manos en los bolsillos de sus caros pantalones negros, observando el paisaje de la ciudad con aire pensativo.
Su reunión privada con Rocco Ferrucci para negociar la adquisición de la exclusiva tienda de departamentos ' Speranza ' había tenido un resultado inesperado que había colocado a Lex en una encrucijada. De hecho, la condición del anciano para realizar la venta tomó al joven multimillonario por sorpresa, y él no era un hombre que se asombrara fácilmente. Sin embargo, Lex no iba a permitir que una nimiedad se interpusiera en el camino para comprar una de las compañías líderes en su ramo. La LexCorp necesitaba entrar en un negocio como aquél para así adquirir respetabilidad ante los ojos de los consumidores. Dios sabía que el mundo tendía a identificar a su joven corporación con la de su padre y con los tratos sospechosos en los que Lionel siempre parecía estar involucrado.
Lex hizo uso de todas las herramientas como actor que había aprendido a dominar como todo Luthor y, con su habitual rostro impasible, mintió descaradamente. Debía planear su estrategia y su respuesta le había permitido hacerse de algo de tiempo extra. La mente le funcionaba a toda máquina porque sabía que no podría engañar al italoamericano por siempre. La flagrante mentira que le había dicho al viejo acerca de los buitres de la prensa no era exagerada, pero si Ferrucci contratase a un investigador privado para escarbar un poco, la verdad saldría a la superficie y Lex no se podía dar ese lujo.
Varios planes de acción tomaron forma en su mente, pero la mayoría suponían poner en peligro a la LexCorp y a su propia fortuna personal. Lex sopesó la variable económica y pensó que su equipo de abogados la podría resolver y que alguien estaría dispuesto a firmar los papeles necesarios. No obstante, había un aspecto que encontraba dificil de aceptar- ¿estaba dispuesto para cerrar este trato a sacrificarse a sí mismo y acabar con cualquier posibilidad de ser alguna vez feliz?
CIUDAD GÓTICA- EL DEPARTAMENTO DE CHLOE
El horizonte de Ciudad Gótica era oscuro y opresivo incluso a la luz del día y ahora que se acercaba la noche lo parecía más aún. Chloe había sido siempre una muchacha cosmopolita que disfrutaba el ritmo de la ciudad e incluso su smog. Sin embargo, extrañaba los cielos indescriptiblemente celestes y limpios de Kansas. Ciudad Gótica no era Smallville, y distaba mucho de ser Metropolis- la ciudad que amaba por lo que le había dado y de la que había huído hacía poco más de tres años.
Era extraño cómo las cosas podían cambiar de la noche a la mañana, cómo un trabajo de incógnito para El Diario el Planeta en apariencia simple había podido poner su vida de cabeza. Sólo había hecho falta una noche- o, más bien, unas pocas horas- para conocerse a sí misma de verdad. Aunque había sido sólo un vistazo, no podía o no quería olvidar; había significado demasiado y la había convertido en la mujer que era ahora. No habría cambiado nada de esa noche. Era cierto, había escapado, temerosa de las consecuencias, pero no sentía ningún arrepentimiento. Toda ella había estado allí y aún así él no lo sabía. No debía saberlo.
Chloe miró otra vez por la ventana, tratando de distinguir las estrellas y las constelaciones que sabía estaban allí, pero sólo vio la luz que aparecía para iluminar los cielos nublados de Ciudad Gótica casi todas las noches- la batiseñal. Se preguntó qué clase de hombre patrullaría las calles de esa ciudad vestido como una rata voladora. De algún modo, no se lo podía imaginar como a alguien parecido a Clark- tenía que ser un personaje más oscuro, un héroe más apropiado para una ciudad sombría como Gótica.
Cerró las cortinas y caminó hacia el hogar sobre cuya repisa descansaba una invitación con letras doradas en relieve. La había recibido hacía un mes y había estado sosteniendo un debate interno acerca de si sería prudente concurrir a la velada. Incluso había garabateado una lista de pros y contras que le habían hecho decidirse por no ir hasta que pasó por una vidriera y vio el vestido perfecto para usar en el evento. Luego de una semana de discutir consigo misma, se dio por vencida y entró en la exclusiva boutique para comprarse el vestido así como también un par de zapatos caros y un bolso haciendo juego.
Había dejado de pensar en ella misma justo cuando acabada de descubrir lo que significaba sentirse verdaderamente viva. Había sido una elección consciente que había conllevado una clase distinta de felicidad. Pero, ahora, era el momento de comenzar a ser un poco egoísta otra vez.
