Lectores espero que disfruten de este Fic…

Es algo viejo pero con algunas remodelaciones…. Este lo escribí en mis años de secundario inicialmente, espero que lo disfruten y me dejen su opinión!

Vamos a la historia! Bye bye

"Siempre fuimos Tu y Yo"

Capitulo 1 Mi Viejo Amigo de la Infancia

Querido diario… nuestro día comenzó igual que todos los demás, salimos con Miroku en bici hacia el colegio, al comenzar tuvimos matemática con nuestro profesor Jaken. Es ligeramente petiso, encorvado y de mal carácter, se enoja con facilidad, eso nos da mucha gracia. Se queja siempre de que soy demasiado distraída pero nunca desapruebo un examen suyo. Por otro lado… Miroku.. el siempre se distrae por la misma razón… las chicas… es su gran debilidad.

Miroku es mi amigo desde que éramos muy chicos, creo que nadie me entiende como él, es protector y buen consejero. Físicamente es más alto que yo, es de buen parecer según dicen en la escuela, es muy simpático y es muy aficionado a todo lo relacionado al budismo, eso viene de familia ya que su familia viaja todo el tiempo exorcizando y él vive con su tio, un simpático hombre con un pequeño problema de alcohol. Siempre hemos estado juntos tanto en el colegio como en casa, en mi casa lo aprecian mucho mi hermano Sota y mi mama Naomi. Ellos siempre me dijeron que terminaríamos juntos ya que hasta en las fiestas nos visita….. Hoy en el colegio…

+Mas temprano, en el colegio+

Ya es hora del almuerzo..

-Aome mira- comento mi joven amigo susurrando mientras tomabamos haciendo en una mesa cerca de un ventanal- dale mira hacia allá.

-Que sucede Mirok….-trate de ver a mi alrededor lo mas disimulado posible tratando de ver el por qué insistía tanto.

-Allí viene Sango- dijo con tono de suficiencia como si de la nada hubiera perdido el interés.

-Por qué no admites que te gusta como cualquier chico normal?- dije entre risas pues esto siempre ocurría solo con esa chica.

Sango es.. bueno es una chica de elite en la escuela, está en el cuadro de honor por sus actitudes académicas, ejemplar, una de las más populares del colegio. Estaba fuera de alcance para mi amigo. No quiero ser mala pero es cierto. Siempre usa un accesorio rosa en su vestuario diario al colegio. Su cabello es lacio y muy largo hasta su cintura de un lindo tono castaño y siempre acostumbra llevarlo atado en una coleta alta dejando lucir su flequillo y un poco su maquillaje habitual. Siempre se ve simpática y buena con los demás.

-Es preciosa- balbuceaba pensando que nadie lo podía oir.

-Sigo Aquí Mirok…. Si .. si es perfecta- rápidamente le mencione de forma fría mientras comia- amigo de verdad a veces me das lastima, ella es la mejor en todo lo que hace.. –comencé a enumerar con mis finos dedos- deportes, canto, teatro.. o por lo menos eso se puede ver.. Además todos los chicos del colegio mueren por ella. Segui disfrutando de mi almuerzo por un rato mas.

Claro…. Miroku había dejado de escucharme hace varios minutos, le golpee el hombro para sacarlo de su hipnosis cuando termine el almuerzo.

-Hey ya tratemos de entrar a clases Monje- ese era mi apodo para él, aunque siempre le decía que era o que menos era.

-Cierto! Lo malo es que no hice la tarea de geografía… se molestara mucho el profesor Tatarimokke?- dijo colocando una mano en su cabeza mientras cerraba sus ojos azules.

-Tu qué crees Miroku?- dije tranquila- no importa yo te la presto ahora vámonos- seguimos caminando juntos hablando de otras cosas.

Dirigiéndonos al salón B donde nos tocaba la clase apareció una persona que peor me podía caer en el mundo. Ella…. Esa chica, también muy popular y ejemplar en la escuela destacada por ser gran arquera, su nombre es Kikyo. Según el ojo de halcón de Miroku son muy similares físicamente ya que nuestro cabello es un negro muy profundo y lacio, aun que nuestro corte es diferente, yo siempre luzco un flequillo mas despeinado con un corte desmechado hasta mi cintura alta y ella un flequillo profundo y una lacio perfecto hasta debajo de su cintura recto. Nuestra altura es la misma, como nuestro color de ojos y para que si fuera poco cumplimos años el mismo día, nacimos el mismo año. Vieron que dicen que en alguna parte del mundo hay alguien idéntico a ti? Bueno no nos hacía falta ir a la otra parte del mundo, yo tengo a esa gemela idéntica que todos los días me rebaja con su asquerosa mirada y demostrándome lo buena que era.

-Bueno muévansen me estorban- escupió ella de su normal manera de llegar hasta su asiento, el del al lado estaba vacío adivinaran por qué, ella no es exactamente la chica simpatía.

-No la soporto, que coraje – susurre con frustración mientras seguía caminando.

-Ella es tan bella, algún día le pediré que tenga un hijo conmigo- dijo con aire de superioridad cosa que me dio risa y enojo a la vez.

-Ya basta Miroku, además se lo pides a todas- le dije tomando su brazo- es vergonzoso- resalte mientras tomábamos asiento juntos.

-Chicos tomen asiento, vamos a revisar la tarea- dijo con calma el profesor mientras entraba al salón.

Inesperadamente tocan la puerta y le llega al profesor un anuncio que cambiaría la cara de todas las chicas del salón de clases.

-Bueno jóvenes les presentaré a su nuevo compañero de clases, el continuara con ustedes este quinto año de secundaria. El se llama Inuyasha Taisho.- nos anuncio tranquilo- tome asiento donde usted prefiera joven.

+De nuevo en el libro que estaba sobre mi cama aquella noche+

Cuando lo vi me quede helada, no porque ese chico me gustara, además de que Kikyo no le quitaba los ojos de encima, bueno ninguna de las chicas lo hacía. Sino porque lo conocía, no podía creer que fuera él, pero la verdad no estoy muy segura de que se acuerde de mí, éramos muy pequeños, solo teníamos 7 años cuando él se mudó de la ciudad, y nunca supe a donde se fue.

+Volviendo a clases+

Sacándome de mis pensamientos trate de entender lo que balbuceaba una molesta voz no muy lejos de mi.

-Taisho, ven puedes sentarte a mi lado, si quieres – le brillaban los ojos haciéndose la chica servicial y bondadosa.

-Ok- solo aceptó el joven de unos 17 años, ojos dorados y de larga cabellera recogida en una coleta alta, dirigiéndose hacia el asiento vacío.

Mientras tanto Miroku seguía mirando a la odiosa de Kikyo, siempre el mismo baboso. El no va a cambiar nunca, lo conozco también como que somos vecinos y amigos desde niños.

-Lo tome del brazo acercándome a él y le susurre- Miroku no te parece familiar ese chico Taisho – esperando que lo recordara tan bien como yo.

-He? … que dices Aome….- algo confundido ya que ni sabia lo que estaba pasando a su alrededor- mirándolo bien….. si..- mostando una cara de asombro- siii.. si lo recuerdo bien…

Continuara