Destinos
Esta es una de mis locas historias que se me ocurren, espero que os guste...
Es obvio que Bones no me pertenece a mi, pertenece a HH, KR y Fox.
Soy Temperance Brennan, tengo 15 años y me acabo de mudarme a esta ciudad con mi abuelo. Voy a comenzar en un nuevo colegio donde espero caer bien a la gente ya que el año pasado no fue exactamente así. Ahora mismo estoy delante de este gran centro viendo como la gente entra, me pongo a andar perdida en mis pensamientos cuando de repente me choco con un chico, muy guapo al respecto.
-Lo siento mucho-dijo el ayudándome a recoger mis libros
-Gracias
-De nada, ¿tu eres nueva?
-Si
-Yo soy Seeley, estoy en octavo
-Yo soy Temperance Brennan, también estoy en octavo, supongo que estamos en la misma clase
-Si, después nos veremos Tempy
Me quedé embobada viendo como Seeley se alejaba de mi con una sonrisa encantadora en sus labios. Mis primeras clases fueron química y educación física, no se me dieron nada mal. Al acabar me senté cerca de un árbol que había por allí con una manzana en la boca mientras leía un libro. No me di cuenta pero se me acercó un chico.
-Hola linda, ¿te olvidaste de mi el año pasado?
-¿Qué haces aquí Tommy?
-No sé, mis padres se mudaron, ¿y tu qué, rata inmunda?
-A mi no me llames así, antes mira te a un espejo
-¿A quién crees que se lo estas diciendo?
-Deja me Tommy-dije levantándome
-¿A donde crees que vas, con mama y papa?, a no, perdona, eres una huérfana-dijo Tommy empujándome al suelo, odiaba a ese chico
Seeley, que estaba con sus amigos, fue hasta allí.
-Oye, ¿qué crees que estás haciendo Tommy?
-Oh vamos Seeley, si es una huérfana asquerosa, no la de-fendas
-Te juro que si te veo metiéndote con ella otra vez te rompo la cara, ¿me has entendido?
-Claro capitán
Tommy se fue enfurecido y Seeley me ayudó a levantarme
-Gracias, otra vez, pero se defenderme sola
-Verás, es que Tommy es un idiota, solo le gusta meterse en líos
-¿Y yo soy un lío?
-Bueno, depende de lo que te haga delante mía
-Bueno, tengo que irme, Seeley, ¿verdad?, adiós
-Adiós
Me quedé embobado viendo como aquella chica de ojos azules se iba alejando de mi.
-Hey tío, ¿qué pasa?
-Nada Mike
-¿De verdad has ayudado a esa friki?, ¿desde cuando Seeley las ayuda?, ¿no te habrás enamorado, verdad?
-No digas bobadas Mike
Si, me gustaba, no era como las demás chicas, ella tenía algo especial y no sabía donde empezar. Quizás ojos, su sonrisa, su cuerpo, oh Seeley no digas bobadas.
Todavía faltaba mucho para que empezara la siguiente clase, así que me senté cerca de donde entrenaban las animadoras. Vi como una de ellas, que estaba en el banquillo se acercaba a mi.
