Pido perdón!!!!!!! Debido a un problema, he tenido que borrar la historia y, con ello, los reviews que había recibido... Espero que las lectoras que me habían dado su opinión tengan la bondad de perdonarme, porque aprecio de verdad todos sus comentarios. Espero no tener que volver a hacer esto nunca más (sniff sniff). En fin... no sabéis cuánto lo siento!!!!!!!!! (no tengo perdón de Dios, lo sé...). Aixxxx!!!!!!

De todos modos, como es un fic que me gusta, lo vuelvo a subir y espero que tenga aceptación y que a la gente le guste!!!

Me va entrando la inspiración por momentos. Mi pobre alma atormentada necesita expresar lo que siente.

Éste que estáis leyendo será un fic de un solo espacio temporal: un día... El día de San Valentín!!!!!! Yes... Aprovecho para dejar claro que no soy ninguna sensiblona superficial, ni creo tampoco en estos eventos gratuitos para demostrar vete tú a saber qué. Creo que es algo banal, introducido por las grandes marcas y firmas comerciales con el único propósito de conseguir dinero. Eso no quita que sea un día bonito, por supuesto, y esperado por muchos (incluida yo xDxDxD).

Aunque, claro, en el mundo mágico de Harry Potter, eso no existe, así que allí, San Valentín, sí que debe ser una fiesta pura y con más sentido, no? ¿Qué opináis vosotros? xDxDxD

Disclaimer: bueno, ya estaréis hartos de leerlo pero yo os lo recuerdo una vez más. Nada de lo que vais a leer aquí me pertenece, ni siquiera el título del fic (que está sacado de un capítulo de una serie). Eso sí: la trama no se le ocurrió a JK: es mía, mía, mía... Aunque ya ves qué consuelo xDxD.

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MASACRE DEL DÍA DE SAN VALENTÍN Prólogo

El día había amanecido gris, nublado y parecía que iba a llover. El frío calaba en las almas de los enamorados y soñadores.

Hermione se levantó con resignación de la cama. Sus compañeras de habitación ya no estaban.

- Si tuviera novio, también hubiera ido corriendo a estar con él... – dijo con tristeza.

Se miró al espejo unos segundos, en silencio. Se mandó un beso a lo Marilyn Monroe, sonriendo de manera sexy y recogiéndose el pelo, haciendo poses teatrales. Se aburría y dejó de hacerlo. Se sintió tentada a volver a meterse en la cama e invernar aquel día, pero lo pensó mejor. Quería ver a cierto pelirrojo, aunque no pudiera acercarse a él más de lo que el decálogo de la amistad permite.

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Ron y Harry se levantaron al mismo tiempo. El pelirrojo se desperezó ruidosamente, despertando de sus sueños a Neville, que se cayó de la cama y se quejó.

- Hoy estamos a día 14, no?- preguntó sentado en el suelo.

- San Valentín, sí... – dijó Harry con tristeza mirando al vacío.

- El día más fatídico del año, sí... – dijo Ron en la misma posición.

Neville les miró con la tristeza que le habían contagiado, miró al suelo, se miró los pies, sacudió la cabeza, les volvió a mirar, se levantó y se dispuso a darles un abrazo:

- Feliz día de San Valentín, chicos!!!!! – dijo con alegría renovada.

- Neville, búscate a otro... – dijo Ron con desprecio divertido y burlón.

- Sí, creo que hay... cierto slytherin que no te quita el ojo de encima en la clase de pociones – Harry le guiñó el ojo, con una media sonrisa en la boca.

- Tú... ¿tú crees? – Neville tenía los ojos muy abiertos y algo acuosos: parecía estar a punto de llorar. Se les acercó esperanzado.

- Por supuesto que sí!!!! – dijo Ron, dándole un golpecito en el hombro del chico.

Y dicho esto, el pelirrojo y el ojiverde salieron de la habitación dejando solo a Neville para que hiciera lo que tuviera que hacer y prepararse para arrasar.

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Mientras tanto, cierto slytherin salía de la ducha con una toalla enroscada en su cintura y su pecho desnudo. Se puso sus lociones corporales y sus cremas faciales. Se peinó su pelo rubio, liso, perfecto...

- Draco, ¿por qué te preocupas? Si lo tienes todo!!! Seguro que este San Valentín tampoco lo pasas solo... – se dijo a él mismo delante del espejo mientras admiraba sus músculos y su sonrisa.

Al salir de la habitación se topó de frente con la chica que reinaba en... sus pesadillas!!!!!!!

- Parkinson... ¿qué haces aquí? – dijo, furioso por dentro, pero aparentemente tranquilo por fuera.

- Pues, he venido a hacerte un regalo. Tu primer regalo del día de San Valentín de este año... – dijo pícara y empezó a desabrocharse la brusa.

Draco cogió su ropa y volvió a entrar en el baño sin ni siquiera mirarla. Una vez cerrada la puerta le dijo:

- Cuando salga, quiero que tú y tu regalo hayáis desaparecido. Tengo muchos más regalos y de mejor calidad, dicho sea de paso, esperándome ahí fuera.

Pansy, muy ofendida, se marchó dando un portazo a la puerta, como una niña malcriada a la que le han prohibido comer más piruletas.

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Harry y Ron entraron en el Gran Comedor con la vaga ilusión de no encontrarse allí la típica decoración de Dumbledore, cosa que era bastante improbable. Todo el castillo estaba repleto de ornamentos rojos, lazos, arcos y flechas de caramelo, globos en forma de corazón... y el Gran Comedor no fue una excepción. Un gran coro de ángeles daban la bienvenida a cada alumno que traspasaba el umbral y se ponían a cantar su nombre mientras tocaban el arpa. Fue especialmente embarazoso para Hermione, que entró poco después que ellos y se sentó junto a Ron, con las mejillas más rojas que el pelo de su amigo.

Un incómodo silencio les envolvió parte del desayuno, hasta que un ángel de los que rondaba por ahí, interrumpió en su conversación silenciosa.

- Oh, dulces criaturas.... Vuestro amor está cerca, más de lo que creéis!!!! – y dicho esto lanzó a cada uno una flecha en el corazón. Los tres se asustaron, al igual que otros alumnos que presenciaban la escena. Por suerte no les pasó nada. La flecha se fue evaporando a medida que se les clavaba.

- No nos des estos sustos, por favor... – dijo Ron colérico.

- No dejes que te domine la ira... Abre tu corazón y deja que el amor te llene... – volvió a repetir el ángel teatralmente. Sin más, se fue volando hacia otros estudiantes asustados.

Ron suspiró agachando la cabeza para que no se notara su creciente enrojecimiento. Hermione le miraba de reojo, expectante y tímidamente. Harry les miraba a ambos, curioso y divertido. Decidió no decirles lo que quería decirles y siguió devorando con desgana su tostada.

- Buenos días, Harry... – dijo Giny, que parecía haber salido de la nada.

Junto a ella, con su permanente sonrisa y sus ojos saltones, estaba Luna Lovegood, que no quitaba ojo a Ron.

- A mí no me saludes, eh Giny!!!! – dijo el pelirrojo algo molesto.

A ti llevo viéndote la cara todos los días de mi vida!!!! pensó Giny, pero no quiso estropear más el momento.

Cuando Harry le dedicó una sonrisa, más por cortesía que por otra cosa, la pequeña de los Weasley se puso de un color entre amarillo garbanzo y morado remolacha. Seguidamente recibió un codazo de Luna, que seguía mirando a Ron.

- Auch, Luna!! Em... bueno, me preguntaba si después podríamos venir con vosotros a comer... – la ilusión delataba sus intenciones, aunque ninguno sabía exactamente lo que pretendía hacer aún.

- Claro... No os importa, verdad chicos? –

Pero Ron no había estado escuchando y ni siquiera se había percatado de que Luna le estaba devorando con sus ojos enormes. Hermione, en cambio, sí lo notó y ahora era ella la que mataba a la muchacha, silenciosamente.

- No... ningún problema... – dijo la castaña entre dientes, mirando a Luna desafiante.

- Muy bien, pues... Nos vamos a dar una vuelta... Hasta luego Harry!!!!! – iba a darle dos besos y a felicitarle en el día de San Valentín, pero pensó que eso la delataría demasiado pronto y prefirió esperar.

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Neville entró en el Gran Comedor triunfante como nunca. Se había puesto su mejor ropa, para su gusto claro, y mucha de una sustancia muggle llamada gomina en el pelo, que le dio una forma bastante curiosa y sospechosa. Un par de chicas le miraron al entrar mientras él se ponía colorado al oír al coro de ángeles cantando su nombre. Empezaba su andadura como rompecorazones... Esto se me da bien, lo sé... Lástima que las chicas  sean de primero!!!

Antes de llegar donde estaban el trío de gryffindor, se topó con Giny y con Luna, que le saludaron. Él las miró y sonrió a Luna, que le devolvió la sonrisa. Esto subió los ánimos de Neville, aunque no se percató de que aquella fue una sonrisa distraída y educada, nada más.

Al encontrarse con los alicaídos de Gryffindor intentó subirles en ánimo, pero nada funcionó.

Hermione comenzaba a estar harta de las miraditas que Ron le clavaba de reojo. No podía seguir soportándolas... Se estaba poniendo nerviosa.

- Tengo una idea... ¿Por qué... por qué no vamos a la biblioteca y... desconectamos un rato? – dijo con entusiasmo fingido.

Ron la miró ahora sin disimulos, algo sorprendido.

- ¿Pretendes que vayamos a la biblioteca un sábado? ¿Y encima en San Valentín? -

- No veo que tengas ninguna cita, Ronald... –

La castaña le miraba con lo que Harry percibió que eran ojos de enamorada. Pero el pelirrojo no lo notó. Se quedó algo parado: Hermione tenía razón... No tenía ninguna cita y la persona con la que quería tenerla les estaba proponiendo ir a la biblioteca y sumergirse en libros... No sonaba tan mal, al fin y al cabo.

- De acuerdo, total... Me iba a aburrir igual.

- Yo también vengo!!!! – dijo Neville dando un salto.

Mierda!!!, pensó Ron. Bueno, ¿qué esperaba? Una cita en la biblioteca tampoco hubiera sido gran cosa!!!.

- Id vosotros, yo creo que me quedaré... paseando por ahí... – dijo Harry.

Su mirada se perdía en la puerta del Gran Comedor, por donde, hacía unos segundos, había desaparecido Cho Chang, que se había girado un momento para mirarle y dedicarle una sonrisa. Harry pensó que quizá su día de San Valentín podía tener arreglo.

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Sin más, Hermione, Ron y Neville se fueron a la biblioteca, cruzándose con parejas besándose detrás de estatuas o en pasillos oscuros. Aquello resultaba muy embarazoso para el pelirrojo y la castaña, que evitaron mirarse hasta llegar a la biblioteca.

- Te llamo luego, guapa... –

Aquella voz les era familiar y la oyeron cuando ya llevaban un rato sumergidos cada uno en su libro, aunque ninguno leía nada. Draco Malfoy, había salido de uno de los pasillos de la quinta estantería y se dirigía ahora a ellos con una sonrisa triunfal en el rostro y aires de superioridad.

- ¿Qué hacéis? Leyendo en San Valentín... ¡Qué interesante! Pero claro, es normal que ninguno de los tres tenga una cita... Aunque, eso aún se puede arreglar, nena... – dijo esto último en tono burlón pero serio y lascivo en el oído de Hermione, la cual se incomodó bastante y no pudo menos que dirigir una mirada suplicante a los dos chicos que se sentaban delante suyo.

Neville desvió la mirada y se concentró en su libro: no iba a inmiscuirse en el asunto y no quería acabar el día con un ojo morado.

Fue Ron el que reaccionó, y al instante, se levantó furioso, apoyando las manos sobre la mesa.

- Malfoy... De-ja-la... – lentamente pero con potencia y autoridad, consiguió que el rubio dejara a Hermione, que se sintió aliviada.

Ahora Draco se dirigía a Ron...

- Tranquilo... Cómetela tú!!! – dijo mordiéndose el labio inferior y sonriendo pícaramente.

Ron se puso muy rojo y miró a Hermione directamente a los ojos. Se aguantaron la mirada unos segundos... Eso lo explicaba todo.

- Oh... Pero si aquí tenemos al... apuesto Neville!!!! – le costó pronunciar la palabra "apuesto", pero seguidamente puso su brazo por encima del hombro del asustado gryffindor, actuando fraternalmente. – Vas a triumfar, eh? – sonrisa pícara y falsa – Pues fíjate que sé de un slytherin que te va a gustar mucho... – frunció algo las cejas.

- Malfoy, yo no soy homosex...

- Va... No hace falta que mientas, Nevi... No hace falta!!! Tú ven conmigo...

Y se marcharon de la biblioteca rumbo a algún lugar desconocido... dejando solos a Hermione y a Ron, todavía algo aturdidos.

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Harry había seguido a Cho y a sus amigas hasta los jardines cercanos al lago. Después se hizo el despistado y se estiró en la hierba. En realidad no sabía por qué había acudido allí. No se atrevería a hablar con ella y ella seguramente tampoco daría el primer paso.

- Hola Harry...!!!!! Estás solo... – una voz femenina hizo que se levantara y dejara de pensar.

- Eh... Giny, Luna... ¿Qué hacéis aquí? – dijo algo incómodo porque Luna, por la ausencia de Ron, le miraba ahora fijamente a él.

- Pero si ya os hemos dicho que íbamos a dar una vuelta... – dijo Giny sonriente.

El ojiverde no sabía qué decir. A escasos metros estaba Cho y si le veía con las dos chicas pensaría que... Oh, no.... Cho se dirigía ahora hacia ellos. Había dejado atrás a su séquito de amigas, que volvían al castillo después de haberse encontrado con sus respectivas parejas. Y ahora está viniendo, está aquí... pero qué?.

- Harry... ¿cómo estas? – su sonrisa era perfecta.

Resultó que había quedado para hablar con Giny y Luna sobre unas cuestiones que ella debía enseñarles.

- Pero si quieres puedes quedarte y así también nos enseñas... –

La pelirroja sonreía pero no pudo dejar de observar que Harry se ponía nervioso cada vez que Cho le miraba, y que ella no dejaba de sonreírle.

En el cielo se oyó un trueno. El sol, que había estado saliendo y volviendo a marchar durante todo lo que llevaban de mañana, quedó tapado totalmente por un inmensa nube gris. Amenazaba tormenta.

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Continuar

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Pues eso, si queréis que continúe... ya sabéis!! Me gustaría que me dijerais qué os ha parecido este primer capítulo!!! Ya sé que no es gran cosa, pero mira... Se me ha ocurrido y quería publicarlo. Sed sinceros conmigo, ok?

- ¿Qué pasará entre Hermione y Ron?

- ¿Qué pasará entre Cho-Harry-Giny?

- ¿Qué pasará con Luna?

- ¿Qué pasará con Neville?

- ¿Qué pasará con Draco?

Bueno, si deseáis que continúe, hacédmelo saber, ok?

A darle al botoncito de debajo a la izquierda!!!!! xDxDxDxd

Gracias por adelantado!!!!!!!!!

KisSes

Katie

Miembro de la Orden Siriusiana