Absurda Cenicienta
-Sasuke-kun, bueno yo… pensé en tomarme mas tiempo en el trabajo y talvez este día no valla a salir muy temprano, pero mañana estaré todo el día contigo mi amor, esa era la buena noticia, bueno, llámame a la oficina si tienes alguna duda ¿Esta bien?
Cuídate por favor,… te ama: Haruno Sakura-
Eliminando-Mensaje-De-Voz.
-Perfecto-
.:Sakura Psv:.
Creo que a estas horas ya a deber escuchado mi mensaje, no vayan a pensar mal pero… cada palabra que dije fue purita mentira, bueno excepto lo te amo claro…
En realidad pienso darle una sorpresa, estos días hemos estado demasiado distantes, así que me las ingeniare para entrar a su habitación y… tal vez todas las diferencias entre nosotros se arreglen por esta noche.
Esto es algo que en verdad me da alegría, no soy una mujer que necesita intimidación con su novio,-se sonroso-ni que necesite de eso para salvar la relación.
En todos estos 2 años el no me a tocado ni una sola vez, y mi cabeza se a mantenido despejada de las relaciones sexuales.
-Sakura ya puedes retirarte-hablo la Sra. encargada de el edificio.
-Si, si con permiso-hablo con suave y madrugadora voz haciendo sonreír a la vieja robusta y de grandes pechos-Que pase buenas tardes Tsunade-sama-se marcho dejando la puerta cerrada de su oficina.
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-¡¡M-mis llaves!!- dejo caer el bolso contra el suelo.
-¿Otra vez?- pregunto Tsunade algo angustiada, intentando no reírse de los balbuceos y sonrojo de esta.
Bueno además de ser la novia de Uchiha, se me conoce por olvidadiza, pero no lo ago con la intención… solo me pasa-intentaba abrir a patadas la puerta, mientras con ambas manos se tapaba los oídos para no escuchar los regaños a su alrededor.
-¡¡Así no Sakura!!-
-Perdón perdón-
.:Fin Sakura Psv:.
-Ven unos momentos-era una llamada telefónica y al juzgar por la voz ronca y suave, era de un joven chaval no pasados de los 23.
- En estos momentos estaré solo, y podrías venir y, tu sabes… ayudarme a pasar un buen rato-callo por momentos mientras en las penumbras de la habitación se notaban las cenizas prendidas de un cigarro.-Te conviene a ti también-rió bajo sacudiendo suavemente el cigarrillo contra un cenicero-Te espero en 5 minutos.
-So-solo un poco mas y…-las llaves eran incrustadas con frenesí en la cerradura-listo-.
Su nombre: Haruno Sakura, la pelirrosa de ojos verdes, mejor conocida como la chica más linda y admirable… cosa que solo mencionaban a sus espaldas.
Ella no lo sabía.
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Ahora estaba tratando de entrar con cautela a su propia casa, sonrió de medio lado al recordar las llaves en su oficina, su jefa le había indicado irse al saber de la sorpresa de Sasuke- Gracias Tsunade-sama- .
Ella estaba en el primer piso, cruzando la sala en dirección a las escaleras. El estaba arriba en su habitación seguramente "leyendo", como pensaba ella todas las tardes en su trabajo.
Era tan dulce e inocente, que creía que su novio prácticamente "solo" en la casa, haría el papel de un santo y se pondría a leer una que otra novela.
Que lejos estaba de la verdad…
A tan solo centímetros de la puerta de su habitación, escucho con claridad un fuerte gemido. Proveniente de su cuarto.
-Debió ser la gata- pensó de nuevo… estúpidamente.
Recargo su oreja a la puerta, intentando meterse en la cabeza, que solo era la gata quien hacia esos ruiditos… que necesitaría un veterinario nuevo, ese que la cuidaba no hacia bien su trabajo y…
-¡¡ah ah Sasuke-kun!!-
.:Sakura Psv:.
¿Una mujer?, ¿Sasuke-kun estaba con una mujer?
¿Ósea que todo era mentira cuando creía por mi misma que nuestras situaciones estaban bien?
Abrí un poco la puerta, encontrándome en penumbras al instante. Seguí observando, mis sospechas eran ciertas, no había dudado ni un momentos en la falta de atención que el me tenia, pero tampoco dude de su fidelidad, ahora todo es caso perdido.
Tome con fuerza las llaves del auto, tenia tanto coraje conmigo misma.
Los movimientos con la que el la embestía eran duros… muy duros y salvajes, la sensación de ser engañada me calaba frió en los huesos.
Y los gemidos por parte de ambos me retumbaban dolorosamente en los oidos
Sigo pensando que esta no fue la manera correcta…de saber la verdad.
Pero supongo que Sasuke-chan tendría buenos motivos
¿Cierto, Sasuke-chan?
Busco entre las sabanas su mirada azabache, pero solo distingo una mata de pelo rubio bajo mechones negros.
¿Ino-san?
Aquella mujer rubia era simple y sencillamente su secretaria.
Y justo en el momento donde ellos notan mi presencia, logre encontrar los ojos profundos de mi prometido.
Hubiera sido una bonita boda ¿saben?
Caigo en cuenta, de que ando mal y logro estrellarme en el piso antes de caer dormida.
La luz solar através de las ventanas cayó directamente a mis irritados ojos, provocando abrirlos sin mi consentimiento. No recuerdo nada, cada vez que intento recordar siento una punzada en la cabeza. Según el area y la forma de decoración de la habitación, juraba que me encontraba en el cuarto de invitados
Luego de quedarme atascada en mi cama las imágenes de aquel acto procesaron en mi cabeza haciendo que me levantara de un solo tiron.
-¡¡Sasuke-kun!!-
Sasuke-kun, ese es el hombre que me mintió no se durante cuanto tiempo, la verdad que me ah dolido asta en el mas remoto rincón de mi alma, haciendo que las cristalinas gotas cayeran por mi mejilla.
No pude evitar no llorar, desde el primer momento en que le había visto me había gustado mucho el enfermo de Sasuke. Sus ojos negros como el carbón, y la forma tan afilada de ellos mismos me habían capturado cuando me vi reflejada en ellos. Me había estado observando por tanto tiempo y con la misma intensidad que yo a el, que en ese momento creí que yo le gusta como el ami.
No me percate que solo era un engaño de su enfermizo juego, y que estúpidamente había caído en el.
Salí del cuarto deslizando la puertilla del cristal hacia la salida, encontrándome con el bello jardín de Sasuke, cierto aun seguía en su departamento y lo que mas quería era salir y alejarme de ese mundo ahora mismo, pero supongo que los rosales de el bello jardín, y las sakuras del frondoso árbol llamaron mi atención dirigiéndome a ellos.
Sentí de pronto gotas y gotas mas gruesas, estas no eran mis lagrimas, era la lluvia que caía sobre mi, no me había dado cuenta de lo nublado que estaba el da y ahora pagaba las consecuencias mojándome en un jardín ya medio lodoso, podría enfermarme y eso traería consecuencias… pero una fuerza inmuta me atrajo mas hacia el fondo.
Era extraño estar en ese estado de trance, pues ya llevaba mas de 2 años viviendo en este lugar y no me había llamado la atención el hermoso jardín que tenia alado de la habitación.
Seguí avanzando pero algo fuertemente apretó y jalo de mi brazo jalándome hacia aquello y apegándome con un frondoso pecho.
-Sakura-
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-¿Qué haces aquí…Sasuke-kun?-
