Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, cualquier cosa que reconozcan es propiedad de Stephenie Meyer. Esto lo hago sin fines de lucro y no gano dinero por esto.
Los días pasan cual minutos cuando tu vida es eterna. No escogí ser esto que soy, mas no me quejo… tengo una familia y estoy, a diferencia de muchos, muy lejos de ser un monstruo como el que muestran en las películas de Hollywood, los vampiros podemos llegar a ser más humanos que el hombre común y yo era muestra de ello.
Tenía 90 años desde que me convirtieron en vampiro, estaba agradecida con Carlisle por salvarme, pero una parte de mi hubiese preferido morir. En vez de continuar con esta farsa de vida, la sangre humana jamás fue una tentación para mi, veía como mis hermanos sufrían por el aroma de las personas y lo mucho que les costaba seguir la dieta… para mí no. Para mí todo era muy fácil, no iba a atentar contra lo que alguna vez yo fui, contra lo que quisiera seguir siendo.
Era Marzo, mitad de semestre e íbamos rumbo a la escuela simulando ser la familia perfecta, Alice la pequeña duende de cabellos oscuros, muy corto en puntas y piel tan blanca como la de todos nosotros, vigilaba siempre el futuro de Jasper "mi hermano" según los documentos legales falsos con los que nos habíamos registrado en la escuela, ambos éramos rubios, altos y con los ojos color dorado, claro todos teníamos los ojos dorados gracias a nuestra dieta, pero por nuestras similitudes muy bien podíamos hacernos pasar por gemelos; él era el más reciente vegetariano de la familia Cullen-Hale y por eso el más propenso a la fragancia de la sangre humana, es por eso que Alice su paraje no dejaba de ver su futuro ni un momento.
Después estaba Edward el introvertido, músico e intelectual de la familia, el chico vampiro solitario de cabellos cobrizos, músculos definidos y sonrisa torcida que derretiría hasta la más seria de las humanas, pero nadie era lo suficientemente buena para él siempre leyendo sus mentes y viendo sus pensamientos más personales nada lo sorprendía, nada lo emocionaba, dice que cuando lo sabes todo de la persona el misterio del romanticismo se esfuma, y ahora venía Emmet, mi Emmett, su cabello era castaño y en rizos, era un chiquillo grande y musculoso, mi complemento, mi amor desde el día que lo encontré en el bosque siendo atacado por un oso gris, había entendido que nuestras vidas estaban destinadas a estar juntas, éramos apasionados y con él podía reír y ser yo misma, todos me creían una vampiro frívola y superficial, pero no me importaba, esa era la imagen que yo quería que tuviesen de mi.
Por último estaba yo: Rosalie Hale Cullen, alta, rubia y despampanante… ¿por qué negarlo si era así?... Jamás me preocupo mucho mí físico aunque todos pensasen lo contrario, tan solo continuaba esta eternidad por inercia y por mi familia, eran lo más importante para mí.
Y aquí estábamos en el estacionamiento del instituto, como todos los días, como hacía ya muchos años lo hacíamos y como sería muchos años más adelante, todo estaba como siempre: las miradas deslumbradas de nuestros compañeros, los murmullos y los rumores acerca de nosotros, pero hoy algo no era igual… los Cullen y los Hale no eran el foco de atención de todos, me extrañe ante esta situación. Forks era un pueblo pequeño y muy pocas veces habían cosas nuevas de las que hablar o qué hacer; mire intrigada a Edward solo el sabría a que se debía aquel revuelo.
"-¿Porque tanto escándalo? ¿Cuál es la novedad?" Pregunte a mi hermano a velocidad vampírica para que nadie pudiese entendernos.
"-Al parecer llego una chica nueva al pueblo Isabella Swan y los chicos están encantados, mientras que las chicas están rabiosas por la tanta atención a la pobre chica" respondió igual de rápido y con una sonrisa en sus labios a lo que respondí encogiendo mis hombros y continuando mi camino.
Seguro era una chica más, tan banal y etérea como todas las humanas de por aquí, eran una epidemia para este pueblo. Camine hasta mi clase de literatura y fue en ese momento en el que por primera vez la vi, se veía frágil y su piel era casi tan blanca como la de nosotros, tenía el cabello marrón oscuro y sus ojos eran de un profundo color chocolate, se percato de mi mirada y un rubor rojo escarlata invadió sus mejillas en el mismo instante en que una ráfaga de viento entro por la ventana y alboroto sus cabellos.
Su aroma me golpeo como un tren a toda velocidad, era el aroma más dulce y embriagador que había percibido en mi vida como vampiro, era como si un coro de ángeles estuviera susurrando en mi oído, suave, pero estridente… atronador…encantador por mi mente se aglomeraron imágenes de ella en mis brazos, con mis labios en su cuello absorbiendo su sangre, sentía la ponzoña en mi lengua y anhelaba con ansias sobre humanas probar el dulce sabor de su sangre, instintivamente deje de respirar y me senté lo más alejada posible de ella; esto no me podía estar pasando, no a mí, no por esta simple humana.
¿Que era lo que me estaba pasando? ¿Por qué estas repentinas ansias rodearla con mis brazos, sentir su calida piel rozando la mía? ¿Por qué quería tener toda su sangre llenando mis venas secas? ¿Por qué en mi mente se empezaban a formular miles de situaciones en las cuales me hallaba engatusándola para poder probar su dulce sangre? ¿Por qué toda mi mente estaba centrándose en ella en vez de concentrarme en lo que podía ser una clase aburrida o en la promesa de Emmett de irnos a un lugar cómodo y con mucha privacidad? ¿Por qué cuando intentaba concentrarme en mi Emmett, ella invadía mis pensamientos, llamándome con su adorable cuello, tan frágil… fácil de atravesar?
La clase se me hizo eterna salí lo más rápido que me permitía mi falsa humanidad, tan solo quería huir lo más lejos posible de la escuela, lo más lejos posible de ella.
"Rose amor espera" escuche a lo lejos a mi Emmett que me llamaba, lo ignore y corrí hacia al bosque debía cazar o mi voluntad no aguantaría la presencia de esa chica.
Ataqué la primera manada de ciervos que encontré y los devoré ansiosamente, (acechando, imaginando… dejándome llevar). La sed no disminuía, así que continué en mi caza, pensando en ella cada vez que lograba atrapar a alguna de mis presas y sentía su sangre correr por mis venas, quería o peor aun deseaba que fuese ella, que fuese su cuerpo el que estuviese en mis brazos, que fuese su sangre la que llenara ahora mis venas.
En el momento en el que, si bien, no me sentía del todo satisfecha, ya no soportaba una gota más de sangre animal, me había alimentado más que en cualquier otro momento, me senté a reposar en la copa de un árbol, aún sin sed no podía dejar de pensar en ella, en su profunda mirada, en su olor a fresas, en sus cabellos castaños con destellos rojizos… que me estaba pasando porque esta niñita invadía cada uno de mis pensamientos ¿porqué este deseo de verla? … de estar con ella, de sentirla.
Escuche unos pasos a unos cuantos metros de mi posición y supe al instante de quien se trataba, corrí… solo él podría hacerme olvidar ese amargo momento y esta extraña obsesión, solo él podía borrarla de mi mente y de mis pensamientos. Llegué en pocos segundo hasta él y envolví mis brazos en su cuellos y mis piernas a su cintura, mientras sus musculosos brazos me aprisionaban contra él.
Lo besé con más pasión de la que lo había besado jamás, quería que sus besos me hicieran olvidarla, me aferre a sus cabellos mientras mi lengua libraba una batalla con la suya su sabor dulce de canela invadió mis sentidos, tan solo me estaba dejando llevar, estaba sacando mis deseos reprimidos y él me correspondía tan dispuesto como siempre, me recargo contra el árbol en el que antes estaba reposando, mientras sus manos recorrían impacientes mi cuerpo.
"-Vas a tener que saltarte las clases más a menudo si este va a ser el recibimiento" me dijo entre besos y caricias, sonreí mientras dejaba un rastro de besos desde su boca hasta el lóbulo de su oreja, que succioné y bese mordisqué mientras jadeaba en su oído.
"-Oh dios Rosalie me excita mucho escucharte gemir" dijo con la voz ronca y entre cortada. Lo quería provocar, quería deseaba que me hiciese suya en ese momento, en ese lugar y sabía que Emmett no se iba a resistir.
Quería olvidarme de esa pequeña humana a como diese lugar, quería olvidarme del rubor en sus mejillas, de sus carnosos y rosados labios, quería olvidarme de estas extrañas ganas de tenerla en mis brazos.
Emmett comenzó a bajar por mi cuello mientras unas de sus manos acariciaba uno de mis senos por encima de la ropa, mis manos estaban enredadas en su pelo, mientras arqueaba mi espalda para darle mas acceso; me despojo a velocidad vampirica de mi blusa y de mi sujetador, y comenzó a succionar y lamer mis pezones primero uno y luego el otro, logre quitar su franela dejándolo en iguales condiciones, mientras recorría su espalda con mis dedos.
"-Nunca habías estado así de ansiosa y pasional" me dijo jadeante mientras me lamía el cuello y subía hasta mi oreja "-Me encanta, sea lo que sea que te aya excitado así me encanta"
Abrí mis ojos y lo entendí estaba así por ella, durante todo el tiempo que Emmett me había besado había deseado que fuese ella quien me besara, que fuese su olor a fresas el que me embriagara, sentir su calida lengua saborear mis pezones, sentir su cuerpo frágil friccionándose contra el mío ¿Que me estaba pasando? Estaba con mi esposo, mi amante, mi eterno compañero y lo único que deseaba es que fuese ella y no él.
Emmett me despojo de mis jeans y empezó a acariciarme por encima de mis bragas de encajes.
"-AHH… OH DIOS" un jadeo se desprendió de mis labios, me había tomado por sorpresa y estaba acariciando mi clítoris, arrancó la prenda e introdujo unos de sus dedos en mí, lo movía dentro y fuera, mientras yo gemía y jadeaba; Emmett sabía perfectamente como darme placer.
"¿Así nena? Vamos, déjame escucharte, dime lo que quieres… ¡¡¡Dímelo!!!" lo escuche decir jadeante podía sentir su erección rozando con mi abdomen.
"Hazme tuya… hazme tuya..." necesitaba sentirlo dentro de mí, necesitaba dejarme llevar por el deseo y la pasión, solo así podría olvidarla…
El placer me tenía al borde y lo que realmente quería gritar era su nombre, el de ella, el de esa humana que no se apartaba un segundo de mi mente, tan solo quería gritar Isabella…
"Tómame Emmett… Tómame aquí y ahora hazme olvidar" logre decir después de mucho esfuerzo y concentración.
"Sus deseos son mis órdenes princesa" no vi el momento en que Emmett se despojaba de su pantalón y de sus bóxers tan solo sentía como me embestía con fuerza con pasión y deseo mientras me besaba apasionadamente. Tan solo escuchaba nuestras respiraciones erráticas y nuestros gemidos, mientras mi mente no dejaba de pensar como se sentiría el calor de Isabella en mi cuerpo.
Después de unas cuantas horas de embestidas y besos llenos de pasión sentí como tocaba el cielo mientras me mordía la lengua para no decir el nombre del verdadero objeto de mi pasión de mi deseo, de esa que durante todo momento estuvo en mi mente de ella de Isabella…
Emmett me abrazo y me sostuvo mientras nuestros cuerpos se calmaban, estábamos agitados y deseosos, una combinación peligrosa para cualquier vampiro.
"Eres maravillosa mi amor" las palabras de Emmett estaban cargadas de amor y de pasión y por primera vez no sentí esa electricidad que sentía recorría mi cuerpo al escucharlas en otras ocasiones; me sentía culpable lo había utilizado para acallar mis deseos prohibidos por Isabella.
Tomé mis ropas y lo bese dulcemente, el beso estaba lleno de amor y de disculpa, aún lo quería, eso era cierto solo que no con la misma intensidad, comenzamos a vestirnos en un silencio incomodo algo no estaba bien.
"¿Ahora si me piensas decir que querías olvidar?" susurro en mi oído mientras me abrazaba por la espalda y apoyaba su cabeza en mi hombro, solo pude suspirar sonoramente y recargar mi cabeza en su pecho.
"¿¿Eso significa que no me vas a decir nada??" Emmett me conocía como a nadie sabía que significaba cada expresión de mi cuerpo, cada suspiro, cada palabra, era eso lo que más me preocupaba ya se había dado cuenta que había estado mas deseosa de lo normal al estar juntos.
"Te amo… lo sabes" le dije mirándolo a los ojos y volteándome para quedar frente a él, era cierto lo amaba solo que no con tanta intensidad como antes, estaba confundida, mis deseos, mi corazón y mi sed estaban mezclados; necesitaba tiempo para pensar.
"-Y yo a ti mi masterpiece" me dijo tomando mi rostro entre sus fuertes y masculinas manos, no pude más que reír para Emm yo era su obra maestra "-Siempre voy a estar aquí para ti Rose siempre hasta la eternidad"
Lo abrasé con toda mi fuerza, quería que sintiera toda la dulzura y el cariño que sentía hacia él. Se separó de mí y tomó mi mano mientras íbamos de r-egreso a nuestra casa, con nuestra familia en un silencio reconfortante.
"-Es huérfana… y por alguna razón Eddy no puede leer su mente" mire confusa al rostro de mi amado "-La chica nueva, Isabella Swan o Bella como prefieren que le digan"
Si tuviese corazón en ese momento hubiese dejado de latir, ¡no era cierto!... mi Emmett no me estaba hablando de ella, de esa humana objeto de mi repentina obsesión, ¿acaso se había percatado de que ella era la causante de mi radical cambio de humor…?
"-¿A qué viene el comentario?" trate de que mi voz sonase indiferente, y no sobresaltada.
"-Nada en particular… solo que Edward está bastante intrigado por no poder leer su mente" se encogió de hombros y comento de modo casual. Por lo menos Emm no sospechaba nada.
"-¿Edward no puede leer su mente?" pregunte ya sin poder ocultar mi asombro, nunca nadie había podido repeler el poder de mi hermano.
"-Si… eso dije amor… tierra llamando a Rosalie" dijo mientras agitaba sus manos frente a mi cara y reía un poquito.
"-Le estará fallando el don… nada es eterno" solté tratando de poner fin a la conversación, mientras más conocía de ella más quería saber sobre Bella, al parecer, era toda una caja de sorpresas.
"-Pues Ed está dispuesto a descubrir porque no puede leerla… Creo que está algo así como in-crush de esa niña… Durante el almuerzo no le quito la mirada de encima ni un solo momento"
Mi mandíbula se tensó en medio segundo, no… Edward no podía enamorarse no de mi Bella, ¿que estaba diciendo? ella no era mía; cada vez entendía menos que me pasaba solo sabía que esto no iba a terminar nada bien.
Llegamos a la casa y tan pronto como crucé la puerta, corrí a mi habitación, sin tan siquiera saludar a la querida Esme que pululaba por la sala…debía mantener mis pensamientos lo más alejados de Edward…
Ojalá y durara lo suficiente como para aclarar mis ideas. Contra mi cráneo, rebotaba aquél rostro sonrojado… mientras intentaba, pensar en algo diferente… canciones de Country vendrían bien… mi hermano lector de mentes, las detestaba…
Hola a todos
Bueno aquí vengo con otra idea loca de mi cabeza es como ya aclare un Femslash va a ser un minific y quizás el final no sea lo que esperen, la verdad ni lo que yo misma espero jajajajajajajaa claro no se aun como lo voy a terminar
"Shining Start this is for you… You are my muse and I miss you so much"
Gracias a Athena M.C. que me a ayudado demasiado y cree en esta historia… Eres lo máximo chica…
Espero que les guste y ya saben mi remuneración son los reviews ellos son los que me alientan a seguir escribiendo, criticas, halagos, abucheos lo que quieran denle al botón verde del final
Saluditos y Animos
Xoxoxoxo
Shury
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